Los personajes de Naruto pertenecen a Kishimoto-sensei.
Paralelo.
Lo harías, estabas decidido; le dirías a esa bella chica que te gustaba. No importaba como, solo importaba lo que ella diría pero, mierda, estabas nervioso. Realmente nervioso ni siquiera podías hablar, las palabras se te atoraban de solo pensar en tu confesión y su respuesta; y es que esa chica tiene el récord en rechazar a los muchachos. ¿Cuántos tipos le pidieron para salir? Incontables. ¿Cuántas chicas la envidian por su belleza, inteligencia y delicadeza? Todas.
Incluso Haruno Sakuramaru, el chico más guapo y popular, le pidió una cita y ella le dijo un "Me niego".
Así que ¿Qué te crees, Hyuuga? Eres el chico más invisible y débil de todos. Si quiera puedes correr, tu maldita asma no te deja ser atlético y fortachón para impresionar a las chicas. Si rechazo a Haruno, tu estas muerto.
Gracias…
Pero aun así no te rendirás ¿cierto?
Cierto.
Bien, estabas decidido. Te levantaste de la banca y fuiste a buscar a Sasuko Uchiha. Caminaste por los pasillos de la escuela, todos estaban en el festival cultural que la escuela organizo. Caminaste hasta que viste que uno de los salones tenía un cartel que decía Café Maid. Sentiste un escalofrió al escuchar las risa de Naruko Uzumaki, tu antiguo amor.
-Respira Hinata…-susurraste para ti mismo. Dándote fuerzas.
-¡Sasuko-chan~!-grito Sakuramaru. Genial, tu rival en el amor estaba ahí lo que significa que efectivamente Sasuko estaba ahí. Formaste puños a tus costados de solo imaginar una escena donde Haruno miraba a Sasuko con su traje de maid.
Maldito.
Mierda, eso te hizo fruncir el ceño y apretar mas tus manos hasta que quedaron blancas de la presión. Con paso firme entraste en la cafetería, viste que había muchos chicos, claro solo venían por las maids y las chicas por solo shitsujis. (*)
-Sakuramaru-kun~ -llamo algunas de las chicas del lugar para poder ver al chico más popular como mayordomo. Viste una mesa vacía y te dirigiste ahí. Cuando te sentaste Sasuko vino para atenderte. Al parecer te tiene en la mira…
No digas tonterías…
-Bienvenido, amo -lo dijo entre dientes y con una sonrisa forzada-¿en qué puedo servirle?-dijo mientras del bolsillo delantero su delantal saco un anotador y un lápiz.
Si te dijera, Sasuko-san…
Controla tus hormonas, hombre, la asustaras y pensaras que eres un pervertido como todos. Aunque no se equivocaría; eres un puto pervertido de closet. Y lo sabes, y por eso te odias. Pero no puedes evitarlo.
-S-sasuko-san…yo… -tarado, te pusiste nervioso y de seguro te sonrojaste –P-podemos hablar…en…en p-privado…-miraste hacia otro lado, tenías miedo de mirarle a la cara. Escuchaste un suspiro y volviste tu rostro hacia ella.
-Bien, vámonos –dijo mientras se quitaba el delantal. Tú te quedaste sentado mirándola aun sin poder creerlo -¿Qué esperas, Hyuuga?-te dijo molesta.
-¡H-hai!-te levantaste lo más rápido que pudiste. Ella te guió y tú la seguiste hasta su casillero, ninguno de los dos hablo en el trayecto. Se apoyó en él y se cruzó de brazos.
-Bien, ¿De que quieres hablar? –te dijo mientras levantaba una de sus cejas azabaches.
Bien, es ahora o nunca…
-S-sasuko-san…yo…- ¡Maldición! ¡Contrólate, Hyuuga! –usted…usted… ¡M-me gustas, Sasuko-san!-
Oh mierda.
Viste como se sonrojo y, pensaste, que era lo más hermoso que habías visto, sus mejillas sonrojas, sus ojos azabaches llenos de sorpresa, su boca entre abierta y su pequeño cuerpo temblar. Quien pensaría que la chica más fría se podía ver tan dulce y frágil en ese momento.
-Sasuko-san… -la llamaste suavemente, parecía desconectada del mundo.
Bien hecho Hyuuga, la rompiste.
Continuara...?
(*) Mayordomos...
Bien, esta es una idea que me rondaba y no me dejo dormir TTwTT...
Dattabane-ttebayo (/- -)/
Espero que os guste.
