Más fic, no me dejaré vencer por mi musa que no regresa :D, puedo sin ella.
Pareja: AlfredxKid!Arthur -Estados UnidosxInglaterra-.
Disclaimer: Hetalia y todos los personajes que lo conforman no me pertenecen. El respectivo dueño es Himaruya Hidekaz.
Advertencia: Insinuaciones sexuales, shota.
Alfred lo vivía, lo sentía, lo olía, de todo. No el olor a cigarrillos que dejó el estúpido escocés que es el demonio hecho hermano, sentía un poco de pena por el pobre desgraciado que tuviera de hermano y al pobre desgraciado que es su empleado cuidando a su hermanito.
Irónicamente, el pobre hermanito era Arthur Kirkland, un niño de doce años al que le tiene unas obsesivas ganas y con el cual mantiene una relación homosexual y pederasta.
Y más irónicamente él es el pobre sujeto que es el empleado de Scott, hubiera dejado el trabajo hace meses y llenar la casa de papel confort mientras la incendia a seguir con él, sólo Arthur lo mantenía allí.
Pero hoy hay un problema. Un problema cejón sentado sobre sus piernas con aquellos cortos short que tanto a aprendido a odiar el americano, con una sonrisa animada y luego con una mirada entristecida, con las mejillas enrojecidas y el aliento suavemente intoxicado por algo que ese niño no debió tomar.
El pequeño Arthur se abrazó al cuerpo del mayor e instaló su suave y lindo traserito en la entrepierna del americano quien vibraba suavemente mientras cerraba los ojos excitado.
Puto Scott, lo odia.
–Me gusta-s Alfred... que me to-ques con morbo... cuan-do me frotas los muslos... cuando me lames allí a-abajo, sé que no te lo digo pero me gusta...–el niño hablaba mareado mientras temblaba en espasmos y atraía la mano del mayor que temblaba igualmente a su entrepierna.
–F-frota allí... quita el dolor.–le rogaba el pequeño con los ojos llorosos. –Quiero que me ha-hagas el amor, estoy enamorado de t-i Alfr-Alfred.–
–Estás borracho... no sabes lo que dices Artie, eres sólo un mocoso aún. –
–N-no hay que saber que uno está enamorado A-Alfred, se siente...–
Los ojos grandes se acercan a él para robarle un mojado beso que parece excitar y endurecer un poco más al mayor. Definitivamente odia a Scott por dejar aquel Whisky sobre la mesa de la cocina, odia que Arthur lo confundiera, odia que estuviera borracho y sumamente indefenso. Odia encontrar la situación tan inusualmente erótica y oportuna.
Alfred está a punto de caer en la tentación mientras sus dedos se deslizan al cinturón que sujetan el short del pequeño y virgen niño que se remueve caliente y duro en sus piernas.
El estadounidense no sabía qué pensar sobre lo que dijo el inglés. Pero bueno, el dicho dice que los borrachos y los niños dicen la verdad. Arthur estaba borracho y era un niño, por lo tanto, dice la verdad.
El americano sólo pensaba en una cosa, a este paso iba a violar a ese niño... y eso sí que es verdad.
N.A: Típico dicho aquí xD, pobre Alfred, en la tentación que lo ponen.
