Decleimer: Yu-Gi-Oh! Zexal no me pertenece, sólo la historia.
Flan de caramelo.
Lo observaba todos los días desde que llego con el, miraba su apariencia, su actitud, personalidad y forma de ser.
«Este humano... »decía para si ante lo despistado y tonto que era.
Con un espíritu de lucha indomable, creyente fielmente de los lazos de amistad y el valor de esta, en el que los duelos eran la manera de arreglar las cosas, de entender a tu contrincante desde su corazón por su forma de duelo.
«Que tonto... »al verlo caer de la hamaca y correr por todos lados, buscando su uniforme y demás para irse a "clases".
En el transcurso del día, mientras lo veía dormir en clase, atragantarse en los recesos, el joven de luz pensaba en por que le había tocado estar con ese chico tan diferente de el.
«No entiendo por que estoy aquí con el... »trataba de encontrar la respuesta a muchas preguntas a sus cabezas.
-Astral, oye Astral -llamaba Yuma a su "amigo" quien al parecer estaba en la Luna.
-¿Que pasa? -pregunto como si nada.
-Te e estado hablando por un buen rato -molesto inflando las mejillas -¿en que tanto piensas? -.
Lo vio unos segundos -no te incumbe -.
-¡Como que no me incumbe! -estallo para luego oír sus tripas rugir -¿Uhm? Tengo hambre -.
En eso, otro estómago rigió, pero no era el de Yuma, sino de cierto chico ojos ámbar.
-¿Tienes hambre también tu?, veré que hay de comer -dicho eso bajo a la cocina.
Su abuela había salido a una reunión y su hermana a una de sus investigaciones, así que se encontraba solo, bueno, con Astral, pero como solo el lo veía, no contaba como alguien.
Abrió el refrigerador topandose con comidas deliciosas, pero con etiquetas.
Un pedazo de pastel con duraznos: "ni te atrevas a comerlo. Atte Akari"
Un plato con pescados a las hierbas: "Yuma, por favor no comas el pescado. Atte abuela"
Y así había varias cosas, hasta que encontró un flan de vainilla con caramelo sin etiqueta, lo tomo y agarro dos cucharas, subió al cuarto y puso sobre el escritorio.
-¡A comer! -exclamo feliz con la cuchara en alto.
-¿Que es eso? -pregunto Astral mirándolo con detenimiento.
-Es un postre muy rico -tomando un poco con su cuchara y comerlo -¡Delicioso! -con ojos brillantes.
Mientras Yuma disfrutaba, Astral solo lo veía, mientras su estomago rugia, sonrojandose levemente.
-¿Uhm... Por que no comes? -extendiendo el flan hacia el.
Negó -no creo que... -pero su estómago rugió mas ante el aroma de aquel exquisito postre -tal vez un poco no haga daño -tomo la cuchara y luego, lentamente la metió entre el flan, deslizandola para contar un pedazo.
Era algo curioso, el como si pudo tomar la cuchara, su boca haciéndose agua y esperar por esa porción de alimento, ¿en verdad lo podría comer?
La duda se contesto sola al sentir en su boca ese dulce sabor, disgustandolo poco a poco, abriendo los ojos con un brillo diferente.
Yuma río al verlo y sonrió -veo que te gusto -.
Giro su rostro a otro lado -es un alimento delicioso -sonriendo levemente.
-No hay persona a quien no le guste -aclaro -es rico, delicioso, ¡único! -alardeo Yuma.
-Como tu -dijo Astral, confundiendo a Yuma -eres único, diferente de la mayoría, torpe -y ahí acabo lo bonito.
-¡Torpe yo! -amenazó con la cuchara -¿quien a tenido los duelos?¿quien se a expuesto?¿quien pone su pellejo en riesgo? -invadiendolo de preguntas, mientras Astral comía poco a poco el postre.
«Único... Delicioso... Rico... »repetía en su cabeza mientras comía y Yuma hablaba.
