Buenas! Luego de mil años me he recuperado de mi rotundo fracaso y he vuelto a escribir. Planeo hacer más one shots, dependiendo de la respuesta que obtenga a éste.
Sin más que agregar, pasen, lean, y no se olviden de dejar Reviews.
Disclaimer: Naruto pertenece al maestro Kishimoto, de ser mío, Sasuhina sería Canon.
De amargura.
Hinata no podía sentirse más deshecha.
Después de haber logrado conseguir el amor de su adorado rubio, y después de haber finalmente superado todas las trabas que su familia se había empeñado en ponerles… después de tanto esfuerzo había cumplido su sueño, y se había convertido en la pareja de Naruto Uzumaki.
Qué dicha y qué emoción sintió durante aquél primer inexperto beso.
Qué alegría sintió cuando el joven de brillante mirada azul le entregó ese anillo, símbolo de su compromiso.
Qué felicidad sintió el día de su boda.
Qué tristeza sintió aquél fatídico día en que la vida de Naruto se apagó, en manos de su desequilibrado amigo Uchiha Sasuke.
Qué soledad sintió aquella primera noche que pasó sin el calor de sus brazos.
Qué vacío sintió la primer mañana que no despertó con el sonido de su risa.
Después del carnaval de emociones que vivió a lo largo de esos dos años, se quedó completamente desconectada. Incapaz de sentir algo.
Su vida se había ido en picada, sin posibilidades de volver a estabilizarse. Sus brazos, delgados hasta la exageración, lucían profundas heridas provocadas por el fino filo de una navaja de afeitar, delatando la desesperación de la joven Hyuga por hacerse de cualquier sensación. Hacía meses que no salía de casa. Su piel, antaño suave y brillante, se había tornado de un blanco inhumano, fantasmal, mortal.
Había soñado tantas veces con que el Uchiha volviera y la matase a ella también. Se había planteado ya tantas veces arrancarse la vida con sus propias manos.
Después de todo, nada de bueno había en vivir de esa manera. Siendo un cascarón vacío.
Aquella tarde una única sensación se instaló en su pecho. La depresión se apoderó por completo de su alma. Afuera llovía suavemente. El cielo completamente gris, y una brisa helada colándose incluso por debajo de las puertas. Sentada en el frío suelo de su habitación, con la mente incluso más nublada que aquél cielo de principios de diciembre, Hyuga Hinata escribía una carta. La última carta que sus frágiles manos iban a escribir.
En ella puso las palabras que creyó harían felices a sus distantes amigos y familiares. Escribió las cosas típicas que una carta de suicidio debía llevar. Nada que ella realmente sintiera.
Después de un fingido: "Los amo a todos", dobló la carta, y la lanzó hasta la puerta de entrada, donde no pudiera pasar inadvertida.
Sonrió con angustia.
Finalmente había tomado una decisión correcta en su vida.
Lentamente, deslizó la navaja por su nívea piel.
Un ardor muy fuerte, seguido de una sensación de incredulidad.
Había hecho una herida tan profunda, que estaba segura de poder ver incluso sus huesos.
¿Era aquello suficiente?
"Más"
Susurró una voz en su cabeza. Con un incesante dolor en la muñeca, prosiguió a lacerar la faltante.
La sangre salía a borbotones por ambas cortadas, e iba formando un charco en el suelo.
"Más"
Hundió la navaja nuevamente, esta vez en el antebrazo, con todas las fuerzas que la pérdida de sangre le permitió.
Sangre. Sangre por todas partes. Su ropa se tiñó de carmín en segundos, y la ojiperla nunca sintió mayor calidez.
Mientras la vida abandonaba su cuerpo, no pudo evitar sonreír.
No creía ir al mismo lugar al que fue Naruto. Siempre tuvo claro que ellos no eran iguales.
Hinata se fue sin esperanzas de reencontrarse con su fallecido amante.
Con un sabor amargo en la boca.
¿Qué tal?
dejen Reviews, y díganme si debería seguir con los demás sabores.
