08/01/07

-"Lo que hablan los personajes"-

"Aquí algunos pensamientos"

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¿Novio o empleado?

¿Cómo sería si en vez de una empleada tienes a un joven guapo sirviéndote? ¿Y si lo debes hacer pasar por tu novio? Las cosas se complican, y salen a flote nuevos sentimientos... InuxKag

Capítulo 1

Miró a la anciana que estaba delante de ella, con un signo de preocupación en el rostro. ¡Esto era imposible! ¿Cómo un chico iba a realizar semejante trabajo? ¿Acaso su madre se volvía loca?

No, no era locura lo que su madre padecía. Simplemente era demasiada bondad, como siempre. Pero esta vez no pensó en las consecuencias.

La anciana Kaede miró a la joven con nerviosismo. Quizás qué cosas estaban pasando ahora en la mente de Kagome.

-"Esto no es posible anciana Kaede, es MI cuarto, son MIS cosas, si te dejo entrar ahí y ordenarme es solo porque te tengo la suficiente confianza"- dijo al fin Kagome, que trataba de auto convencerse que la idea de su madre no iba a resultar.

-"Eso lo entiendo Kagome, pero yo ya estoy vieja para trabajar. Yo misma hice la recomendación del joven, lo conozco desde que era un pequeño, incluso antes de conocerte a ti"- Hablaba con el rostro serio, mostrando lo sabia que era, y tratando de demostrar que el nuevo empleado era de confianza.

-"Te creo anciana Kaede, pero... Hum, un chico no puede entrar en mi cuarto, me sentiré insegura con él viviendo aquí"- dijo Kagome con la mirada baja, haciéndola ver muy inocente.

Desde pequeña la anciana Kaede era la que la cuidaba, porque sus padres trabajan todo el día. Estaba acostumbrada a ella, que entrara en su cuarto y lo ordenara entre otras cosas. Pero, ¡HUM! ¡no podía aceptar que un chico hiciera eso! Sería mejor conocerle y hablar con él sobre el tema.

-"¿Y cuándo llega?"- su rostro cambió drásticamente de expresión, lo que antes era molestia, ahora demostraba mucha curiosidad.

La anciana dio una carcajada, ya se había acostumbrado al carácter de Kagome.

-"En un momento estará aquí. Es como de tu edad, y a tenido una vida dura Kagome, espero que lo trates bien"- Dicho esto, mostró una cálida sonrisa. Sabía a la perfección que Kagome sería amable y podrían llevarse bien.

-"¡Claro que sí anciana Kaede!... Hum, pero aún así te extrañaré mucho, recuerda visitarnos ¿Nee?"- colocó ambas manos delante de su pecho, en forma de súplica.

-"Por supuesto que lo haré, ahora debo irme"- tomó una de sus maletas, y caminó hacia la calle donde la esperaba un taxi. Kagome tomó tres más y la ayudo en su tarea.

"Están muy pesadas..." pensó Kagome, y segundos después se encontraba en el suelo con maletas y todo. Se levantó con un pequeño rosado en sus mejillas, y tomó las maletas para terminar su tarea. "Nee, me... dolió" una fea marca quedó en su rodilla derecha, y antes de llegar al taxi sintió como todo el peso de las maletas que cargaba, se esfumaba de pronto.

¡Que livianas estaban! Pero, no podía ser que no pesaran nada.

Giró su rostro, y donde se supone que estaba arrastrando las maletas se encontraba un muchacho que se las había quitado y se las puso al hombro.

-"No está tan pesado, o eres muy alharaca, o eres una debilucha"- Dicho esto el muchacho dejó las maletas en el taxi sin siquiera mirar a Kagome.

¿Qué... le había dicho? Acaso... ¡Se atrevió a decirle debilucha! ¡siquiera le conocía y la trató tan groseramente!

Se colocó frente al muchacho con los brazos en la cintura, dispuesta a decirle lo grosero que era. Pero al ver su rostro se quedo callada.

"Nee... es muy... apuesto" Pensó, luego de calmarse y que su rostro volviera a sonrojarse. El chico tenía unos ojos dorados hermosos, su cabello era negro y largo, lo que no era normal en un chico en estos tiempos. Vestía un pantalón negro y una camisa blanca, que llevaba desabrochado los primeros tres botones.

-"Kagome, te presento a mi reemplazo. Él es Inuyasha, espero que se lleven bien"- Kaede terminó de decir esto y se subió al auto para retirarse. Sacó la mano por una ventana y la movió como gesto de despedida.

Inuyasha , con las manos en los bolsillos, solo dio un bufido y se dio media vuelta para entrar a la casa. Cuando se encontraba por llegar, vio una niña de cabello azabache y ojos cafés que se interpuso en su camino.

-"¿Quién eres tú?"- preguntó Inuyasha. Su rostro mostraba algo de curiosidad, y mientras esperaba la respuesta, observó el rostro de la chica. "Es linda"

-"Me llamo Kagome Higurashi, y trabajas para mi familia. Necesito que escuches algunas cosas"- Kagome se cruzó de brazos, aún estaba un poco molesta por el comportamiento de su nuevo "empleado"

-"Vale, pero hablemos adentro"- No estaba de muy buen ánimo para escuchar a una niñita dándole órdenes. Entró a la casa y se sentó en un lujoso sillón. Apoyó sus codos en las rodillas, y miró a Kagome seriamente. –"Te escucho pequeña"-

¡Hum!, ¿Porqué le decía pequeña? Si tenían casi la misma edad, o al menos eso parecía.

"-Antes que nada dime Kagome, no soy pequeña, tenemos casi la misma edad"- se sentó al frente de él, y se cruzó de piernas.

El chico la miró casi despectivamente. –" Tengo 20 años, ¿tú unos 12? "- mostró una sonrisa burlona, sabía que ella debía tener al menos 17 años, pero solo lo dijo para molestarla.

-"Nee!, ¡tengo 18 años!"- exclamó molesta. ¿Tan poca edad demostraba? –"Bueno el asunto es otro, tu sabes cuales son tus labores ¿no?"- preguntó mas calmada.

"¿Como es que su carácter cambia tan rápido?" Inuyasha la miró extrañado –" Debo ordenar y limpiar como una empleadita"- Estaba molesto, odiaba tener que hacer ese trabajo. Pero el dinero le faltaba, y le pagaban muy bien.

-" Además deberás ser el chofer del hogar, se te pagará más por eso. Lo que deseo dejar en claro es que no entres a mi cuarto"- Kagome se levantó dispuesta a salir, pero se detuvo –"Dormirás en el dormitorio de la derecha, puedes acomodarte si quieres "-

Inuyasha observó cuando se iba. Realmente era bella, pero parecía tener un carácter de los mil demonios. "mujeres" dio un largo suspiro y se fue a su habitación.

Kagome hizo correr el agua por todo su cuerpo. No dejaba de pensar en lo apuesto que era su nuevo empleado. ¡Y podía hacer todo lo que ella quisiese!

Se sonrojó completamente por lo que había dicho. Todo lo que ella quisiese, ¿Cómo podía pensar esa clase de tonterías? ¡Jamás lo había hecho! Bueno solo una vez que tomó demasiado alcohol. Pero esta vez no lo pensó con mala intención, solo después se dio cuenta de lo que dijo.

¡Nee, a quien le importa!

La puerta de su habitación se abrió lentamente. Se tapó con una toalla y aún con el cabello húmedo salió del baño para cambiarse.

-"I...Inuyasha..."- susurró despacio.

El chico la miró, sonrojándose de pronto. ¡Había entrado en la habitación equivocada! ¡Y en el momento equivocado! Y además.. en su primer día de trabajo, ¿Qué podría empeorar la situación?

-" AAHH!!!"- El grito retumbó en los oídos del chico. Se tapo las orejas y vio como una Kagome furiosa se disponía lanzarle miles de cosas por la cabeza.

-"¡Pervertido! ¡Viniste a espiarme, hentai! "- mientras Kagome gritaba, se acercaba a él amenazadoramente, dispuesta a echarlo a patadas de su cuarto.

-"No espera, es un malentendido "- Inuyasha trataba de explicarse, pero era imposible. Lo de "conocer el lugar" no había sido una buena idea después de todo.

-"¿Malentendido?, ¡fuera de aquí ahora! HENTAI"- Kagome le lanzó unas almohadas que estaban a su alcance. Estaba realmente furiosa, le dijo a Inuyasha que no entrara en su cuarto y ¡era lo primero que hacía!

-" Hmp!, como si quisiese ver a una chica poco atractiva como tú... semidesnuda"- El chico de ojos dorados ahora estaba enojado, no le gustaba para nada que le dijesen pervertido, porque NO LO ERA.

¿Poco atractiva? Una vena se notó en la sien de Kagome, lo que demostraba que la poca paciencia que tenía estaba a punto de esfumarse completamente.

-"Sal... de... aquí"- Lo dijo lentamente, tratando de controlarse. No podía hacer mucho después de todo, porque solo una toalla tapaba su cuerpo.

Sin esperar más, Inuyasha salió de la habitación muy asustado. Después de decirle que era poco atractiva, sintió miedo de esa mujer...

"Feh!, tonterías" Se cruzó de brazos y siguió examinando la lujosa casa en donde trabajaba. "Estaba semidesnuda... no fue tan mala idea entrar a aquella habitación después de todo"

Se detuvo en seco. ¿Qué había pensado? ¡Jamás había pensado así con nadie! Quizás la compañía de su amigo Miroku le estaba afectando.

Alejo lo más que pudo esos pensamientos extraños, se sonrojó levemente y siguió su recorrido en la mansión. Se tuvo que rebajar a hacer de empleado. "como una sirvienta .. Hmp!" Claro que estaba molesto, pero no le quedaba otra si deseaba estudiar y llegar lejos. Por ahora lo importante era que nadie se enterase de la clase de trabajo que había conseguido.

De pronto la puerta de la habitación de Kagome se abrió. Ella salió con una clase de vestido que le quedaba mas arriba de la rodilla, de color lila y casual. Se veía hermosa, pero Inuyasha no pensaba decírselo, sobretodo después de lo que sucedió.

El rostro de la chica demostraba lo furiosa que estaba, Inuyasha sintió un escalofrío por todo el cuerpo. Aquí venía otra pelea

Kagome respiró hondo. –"Si vuelves a entrar en MI cuarto, haré que te despidan. Y si vuelves a espiarme ¡te acusaré de pervertido!"- Kagome había dicho esto de tal forma, que Inuyasha se encontraba de espaldas a la pared, siendo arrinconado por ella.

-"Feh! Niñita tonta, te dije que ni quería espiarte, no sabía que era tu cuarto"- Se enderezó un poco, tratando de disimular el miedo que había sentido segundos antes.

¿Porqué no la llamaba por su nombre? ¡Era un grosero! Pero se lo haría saber.

Kagome respiro nuevamente para gritarle unas cuantas cosas, pero un sonido la detuvo. El timbre sonaba, lo que le dio una idea.

-"Bien, ve a abrir"- Le dijo calmadamente a Inuyasha. Se notaba que era orgulloso, esta orden le podía doler mas que unas cuantas palabras.

Inuyasha se aguantó como pudo, cerró los puños y frunció el ceño. Dando fuertes pasos se dirigió a la puerta y la abrió enojado.

Dos personas le quedaron mirando. Unos ojos azules, y otros cafés.

-"¿I...Inu...yasha?"- La voz masculina tartamudeo su nombre extrañado.

-"¡Miroku!"- Inuyasha estaba pálido, ¿Qué hacía su mejor amigo ahí? ¡Se daría cuenta de que era un empleado de esa casa! Jamás dejaría de molestarlo...

Kagome apareció de la nada, con una sonrisa por haber ganado la pelea con Inuyasha

-"Hola Sango, viniste con tu novio, por favor pasen"- Le dijo a sus amigos, puesto que Inuyasha no reaccionaba.

A ver si aprendía de una vez a tratar a los invitados. Pero que un chico fuera el empleado de una casa, y no una chica, era bastante extraño. Al menos ella nunca antes había escuchado sobre eso.

-" Inuyasha, ¿que haces en casa de Kagome? "- el ojiazul preguntó de inmediato la duda que lo estaba matando.

-"A.. esto.. yo.."- tartamudeaba el chico sin saber que decir. De pronto una idea cruzó su mente.

Kagome lo miró extrañada. ¿Se conocían? ¡que pequeño era el mundo! Su mejor amiga es novia del amigo de su empleado.

Eso era algo complicado.

Y sonaba muy extraño

Recordaría no decirlo nunca más.

-"A si, el es mi.. HMM!!"- Su boca fue tapada por una mano, Inuyasha alcanzó a callarla, y con la otra mano tomó su cintura.

-"Soy.. Su novio!"-

Las palabras resonaron en su mente. "¿Novio?" ¡Que estaba pasando aquí!

Continuará

Hola a todos!! n.n espero de verdad que esta historia sea de su agrado, después iré colocando mas personajes.

A si si! Los personajes son de Rumiko Takahashi, si no yo ya hubiese esho que Kagome se quede con Inu ;P

Bien no soy buena escribiendo, pero la practica hace al maestro nee? Asi que si les gusta el fic estaría contenta de que me lo hagan saber por un rewiev.

Namárië