Seguí el camino hasta llegar fuera del portón donde estaba Nutty estaba esperándome comiendo una paleta de dulce.
-Hola- dijo con una gran sonrisa sacándose el caramelo de la boca.
-Hola, Nutty es media hora de camino, no es necesa…- el no me dejo terminar la frase, me puso un par de dedos sobre mis labios.
-Lo are por que quiero, no por que me obligan- dijo y saco sus dedos de mis labios, le sonreí, no me gusta mucho estar sola, que ironía, yo vivo sola.- Mi nombre formal es…- esta ves yo lo calle.
-Conwell, Nutty Conwell, lose, tu padre me hablo un poco de ti- dije mientras caminábamos derecho, yo saque mis dados de sus labios.
-Y que dijo?
-No mucho, que eres muy mujeriego, un chico malo- dije riendo, y el se sonrojo un poco.
-Eso no es cierto.-dijo el algo enojado.
-Entonces por que no te describes tu mismo ahora?- dije tranquila.
-Bueno, soltero, guapo, disponible- dijo y me guiño un ojo, me reí y sonroje un poco. El rió poco al ver mi reacción.- Naa, supongo que creo que no tengo mucho que contar, yo voy a la academia militarizada.
-Ahh, y que haces allí?
-Además de estudiar, me entrenan y preparan para el futuro.
-Y que quieres hacer en el futuro?
-Depende de que hablamos, si es algo que quiero, yo quiero tener una tienda de dulces, lo que ellos quieren, que sea algo como un jefe militar, o por o menos un buen soldado.
-Creo que como estoy ahora, me conformo con sobrevivir.- mirando hacia abajo.
-No tienes ninguna clase de talento?
-N n n no- dije nerviosa, se dio cuenta y me miro (al estilo are you sure?)- B bueno tal ves si, solo una cosa… cantar- dije algo roja.
-Eso es fantástico- dijo el sonriendo- Que tal si me cantas algo ahora?- me sonroje con solo pensarlo.
-¿Q q q q que? No no por favor no me obligues- dije casi rogando, por que tenia que ser mi jefe.- Me da mucha vergüenza.
-Bueno, pero prométeme que un día de estos me cantas.- le sonreí, me recordó a mi madre, ella me dijo eso mismo a los 9 años.
-Seguro- le dije y seguí mirando hacia delante con algo de tristeza.
-¿Qué pasa?
-Nada- trate de darle mi mejor sonrisa pero el todavía no me creía.- Bueno, la verdad es que me recordaste a mi madre.
-Ahh si, escuche de ella, lo siento, no fue mi intención deprimirte- dijo apenado.
-No importa, ella siempre decía que mi voz era como una cura para ella, asi que en sus ultimas me dedique a cantarle todo lo que podía, no importaba si me quedaba muda, contal de que ella este bien. No fue la mejor ayuda que digamos- dije mirando hacia abajo, sintiéndome inútil por no poder ayudarle cuando mas me necesitaba.- El me rodeo con su brazo en forma de consuelo. No dijo nada, no era necesario.
-Esta es la ultima cuadra, ya puedes irte.
-No, yo soy un caballero, y los caballeros dejamos a las damas en la puerta de su casa, no en la esquina- me reí un poco, en sonrió algo aliviado.
-Bueno- caminamos, la 3ra casa era la mía, era pequeña y algo desarreglada, tenia las paredes ``blancas``, bueno ahora amarillas por el paso del tiempo, ventanas algo rotosas, algunas plantas, unas rosas marchitadas, y un sauce llorón.- Bien aquí es. Gracias Nutty.
-De nada, hasta mañana- me dio un pequeño abrazo y me fui.
