Hola ¡hola mis queridas seguidoras! Otro proyecto, ya se, he hecho los principales, y todos los demás, han ido complementando esta línea de tiempo, que sinceramente ¡me encanta!

Espero que esto les guste mucho y me tengan paciencia.

En este universo, la pelea con Artemisa (que en mi opinión fue un asco) no pasó jamás, jejejejeje.

Esto va, antes del arén de Poseidón, después del fic de Ares y viene a ser…como 12 islas, se vuelven un continente jejejejeje.

¡Gracias a todas por la oportunidad!

¡Déjenme saber su parecer!¡con un muy buen REVIEW!

Saint seya, es propiedad de Masami Kurumada, yo solo, les intento regalar mejoras para los goldies.

Llamas de discordia.

Apertura.

Athena dio un golpe en la mesa olímpica, igual que Poseidón –es una petición de mi señor Hades. Dijo Pandora por fin, clavando sus ojos en los de ambos dioses –las guerras han terminado. Dijo Julián.

-es justo que tengamos a nuestras guardias de regreso. Pandora rió - ¿guardias que desafiaron a los dioses? No lo creo. Saory negó.

-han sido así, las guerras cada cierto tiempo para probar que el protector de la tierra, sigue siendo digno, no pienso renunciar a mis santos por nada. Julián asintió secundando a Saory.

-ni yo a mis marinas. Pandora rió con gracia.

- ¿Qué puedes decir tu Poseidón? ¡Te venció lo peor de la orden de Athena! Lo peor, si es verdad, te deshiciste de Ares en un pasado, pero ¿para que? Tus gloriosas marinas fueron vencidos por unos mocosos de bronce. Julián se levantó.

-también tus espectros querida. Dijo con voz suave –por unos asquerosos mocosos de bronce, porque esta vez, fuiste mas lista que en la guerra pasada y los arrastraste a tu territorio, porque sinó, los caballeros dorados hubieran vuelto a acabar con tus malditos remedos de guerreros. Pandora sacó su guadaña, Julián su tridente.

-te demostraré que soy mas que una cara bonita. Dijo la peli negra, el peli azul, rió con petulancia.

-como quieras niña, ataca, no te tengo miedo. Saory atravesó a Nique.

-basta. Dijo con calma –Julián, siéntate. Dijo, Julián la miró con reto –siéntame. Desafió, Saory lo haló hacia la silla, Pandora rió.

-eres un burdo sometido Poseidón. Dijo con tranquilidad, Julián apretó el mango de su tridente.

-todos queremos el derecho de que ellos vivan, bien, hagámoslo. Pandora miró a Saory con altivez.

-los demás dioses no los quieren de regreso. Saory asintió –lo se, estoy acostumbrada a desafiar la voluntad del resto de los dioses. Pandora sonrió.

- ¿Qué harás Athena? Tu no eres de luchar. Saory se levantó de la silla, tomó su báculo y con una de las puntas afiladas, se abrió una de sus muñecas.

- ¡Athena! Exclamó Julián –caballeros dorados, caballeros de plata, escuchen mi llamado, los convoco a regresar a la vida, una vez mas, unidos a mi alma. Luces de colores se vieron y las órdenes antiguas, aparecieron rodeando a Saory.

- ¿Qué has hecho? Preguntó Pandora con voz peligrosa.

-he regresado a mis caballeros a la vida Pandora, el trato es: que los caballeros podrán descansar en los campos, porque son hombres justos y buenos que pelean por la justicia, nos defienden a todos de otros dioses ambiciosos y malignos, independientemente de sus conductas en las guerras santas y que una vez, culminadas estas, podrán regresar a hacer su vida, así ha sido antes, así será siempre. Pandora golpeó la mesa.

- ¡fue una regla derogada por mi señor Hades! Dijo mientras miraba a los caballeros de plata y de oro, que mantenían sus cabezas gachas, sin abrir la boca siquiera.

-el no puede derogarla. Dijo Saory dirigiéndose a la puerta, los hombres y la mujer, alzaron la cabeza, Saory les sonrió con dulzura.

-vamos chicos, vamos a casa. Pandora se atravesó.

-alto haí, Athena ¡regresa esas almas a donde deben estar! Dijo Pandora mirando a los 12 hombres que habían reposado los siguientes 3 meses en un monolito, mientras se firmaba el tratado de paz, que puso a los dioses con escolta a subirse por las paredes, es decir: a todos, ya que todos tienen escoltas, cuando se enteraron de que no pensaban dejar regresar a nadie para continuar su vida.

-no. Dijo Saory - ¿Qué has dicho? Preguntó Pandora bajando la voz peligrosamente.

-ha dicho que no ¿eres sorda? O ¿te haces? Preguntó Julián quien abría una de sus muñecas con una de las puntas de su tridente.

- ¡regresen a mi!¡marinas! 7 luces de colores se vieron, Byan, Eo, Crisna, Kassa, Izaack y Kanon, estaban arrodillados rodeando a su señor, Kanon se sorprendió mucho al verse en ese grupo, el creía que Poseidón lo despterraría por lo que pasó.

-Kanon, tu siempre has sido mi marina, solo fuiste malinfluenciado por Ares, eso fue todo. Kanon alzó la mirada, sus ojos se cristalizaban.

-regrésenlos. Dijo Pandora, Saory y Julián negaron.

-deberás matarnos, nuestras almas están ligadas a las suyas, mientras nuestros corazones latan y nuestra sangre corra por nuestras venas, ellos vivirán. Dijo Saory, Julián asintió.

-así es Pandora, en resumen, gracias por nada. Dijo mientras se dirigía a la puerta, los 6 se levantaron.

-vámonos muchachos. Dijo Julián –buenas tardes. Añadió saliendo de la sala de reunión, Saory asintió, toda su guardia la siguió.

-eso no va a quedarse así ¡Athena! Exclamó Pandora muerta de la rabia.

En un palacio en Dinamarca, una joven peli plateada, de ojos morados bufaba de indignación.

-ba ¡todo el plan desperdiciado! Exclamó la joven mirando la manzana dorada –si, en realidad, esa manzana que iba consumiendo la vida de Athena aquella vez, también tenía energía para control, he estado controlando a Hades, para poder llevar a cabo mi conquista sin derramar la sangre, de mi guardia de élite, con las marinas, los espectros, los caballeros nórdicos y los santos de Athena muertos, todo iba a ser pan comido ¡pero realmente no conté! Con esa maldita lealtad a los guerreros, que tienen todos ellos. La peli plateada bufó.

-bueno, bueno, no ha pasado nada, haré que se maten entre ellos, después de todo, las guardias de casi todo el Olimpo, están bajo mi control y aún, faltan muchos dioses por pelear. Dijo la muchacha con diversión, mientras frente a ella, se materializaba una cesta llena de manzanas.

Cuando llegaron al santuario, Milo cerró los ojos –señorita Athena. Dijo, Saory lo miró - ¿Milo? Preguntó –señorita Athena, yo no pienso convivir con estos asesinos. Dijo señalando a Máscara de la Muerte y a Afrodita, quienes se miraron dubitativos sin entender nada, para ese par, había sido una sorpresa, despertar en los campos de asfódelos y enterarse allí, por sus respectivos antepasados, de todo lo que habían hecho, desde allí, se mantuvieron en una actitud discreta frente a sus compañeros y cuando Shion, propuso ir a darles la información a Athena y a los santos de bronce, fueron los primeros en aceptar, Máscara se adelantó.

-escúchame, bichejo. Dijo, Milo se adelantó igual.

-no tienes derecho a decirme bichejo basura, tu, no eres nadie para decirme eso, asesino. Máscara lo taladró.

-yo no asesiné a nadie. Milo rió con inocencia –has asesinado a muchas personas ¡entre ellas a mi hermana!¡entre ese maldito pez y tu!¡yo los mataré! Exclamó mientras se disponía a lanzarse por el cuello de Máscara.

- ¡alto Milo! Lo frenó Aioria, quien taladraba a Saga con la mirada, al igual que a Shura –no vale la pena. Dijo.

- ¡claro que si la vale!¡ellos mataron a Honey! Exclamó el escorpión explotando –no lo hicimos de forma consciente. Dijo Afrodita.

-fuimos controlados por el satán imperial. Agregó Máscara, Aioria rió.

-eso solo te lo crees tu. Dijo con desprecio, Shaka intervino.

-aunque no lo quieran creer, es probable, yo no recuerdo a Máscara y a Afrodita así, antes de la guerra de Poseidón contra Ares, luego, fue que cambiaron abruptamente. Mu asintió.

-aún así, nunca lo perdonaré ¡Honey era inocente! Exclamó Milo.

-al igual que muchos. Dijo Shura, todos asintieron.

-en principio. Dijo Aioria con rencor –nada de esto hubiera pasado, si Saga no hubiera sido débil. Dijo, Camus se adelantó.

-tu no puedes juzgar a Saga maldito cretino. Saory se escandalizó - ¡Camus! Exclamó.

-con todo respeto señorita Athena, Aioria ni nadie, saben lo que Saga pasó, solo lo sabíamos…Antoin y yo. Saga asintió.

-para tu información tenía miedo Aioria y siempre me resistí ¡siempre! Hasta que me jugó sucio, una vez que estuve clínicamente muerto, en la agonía, el se aprovechó de mi deseo de vivir. Aioria apretó los puños.

- ¡te hubieras muerto de una maldita vez! Exclamó, Saga dio un paso hacia adelante, Shura lo sujetó.

- ¡era un chiquillo!¡le tenía miedo a la muerte!¡lo hubieras intentado tu!¡no tienes derecho a juzgarme!¡maldito cretino! Exclamó, Aioros sujetó a su hermano.

-suficiente Aioria, no tienes derecho a juzgar el sufrimiento ajeno, mas si la persona ha sido como Saga, una víctima no porque no se hubiera defendido, sinó porque el destino, lo predijo así, no tienes derecho a condenarlo, cuando Saga llevaba ese peso en sus hombros. Aioria se resistía.

- ¡hermano!¡Saga te mató! El sagitario asintió –y tu me negaste también y me llamaste traidor ¿eso no te volvería un traidor ante todos? Aioria se quedó frío, sus ojos se llenaban de lágrimas.

-hermano yo…era muy pequeño. Dijo –y debiste ser mas fuerte Aioria. Dijo Aioros con firmeza.

- ¡era un niño! Exclamó Aioria –Saga también lo era cuando se posesionaron de el, y tu, lo condenas sin preguntarle y sin saber por todo lo que pasó, eso no lo saben mas nadie que Kanon, Muss y Toin, ni siquiera a mi me lo dijo y no lo condeno por eso. Saga clavaba sus ojos azules en los de Aioros.

-no merezco tu perdón. Dijo –no digas tonterías. Dijo Aioros mientras le regresaba la mirada –es un nuevo comienzo. Aldebarán asintió.

-debemos ser todos, unidos como cuando éramos niños. Todos se miraron, como estudiándose.

-no me uniré con quien me juzga. Dijo Afrodita, Máscara asintió.

-secundo al pez. Dijo alejándose, Shura miró a Aioria –quien es un niño, no puede entender las razones, no hablaré con el. Dijo mientras se acercaba a Saga, Milo y Camus se miraron, estudiándose.

- ¿Muss? El francés alzó una ceja –lamento…haberte llamado traidor, yo…no lo supe. Camus asintió en silencio, una leve sonrisa jugueteaba en sus labios.

-lo se, cuando te dejas llevar, no miras nada. Ambos se abrazaron, Aioros soltó a su hermano, quien se fue herido hacia su casa sin decir nada, Shura se acercó a el.

-Aioros…yo… comenzó el Capricornio, el Sagitario sonrió –solo seguiste órdenes, no sabías, yo no…no lo supe hasta que la salvé. Shura asintió mirándolo y mirando a Saory, Saga caminó solo hacia su casa, Mu se acercó a el.

-Saga. Dijo –no soy digno de esto Mu, Aioria tiene razón, debería estar muerto. Si Saory se había contenido de llorar, mirando el triste cuadro, ahora si, su resistencia se fue al Hades, se dejó caer de rodillas, Dohko la sostuvo.

-Athena. Dijo el pelirrojo mientras la envolvía en ese abrazo, la diosa lo aferró.

-anciano maestro, yo no sabía que estaban tan rotos todos. Susurró la joven dejando caer la cascada de sus lágrimas, Shion le colocó las manos en los hombros.

-déjeme contarle, tenemos mucho de que hablar, vamos por una taza de te. Dijo mientras se alejaba, Saory se levantó en el abrazo de Dohko y los 3, se alejaron a la sala del patriarca.