Hola este es mi primer fanfic, espero que les gueste. Comenten :)
N/A: los pitufos no me pertenecen
Capítulo 1 el comienzo
Era un día normal en Pitufilandia, y como todas las mañanas, Gruñón fue al hongo de su novia a despertarla.
-Vexy-susurró Gruñón en su oído-. Vexy despierta, o pitufarás tarde al liceo.
-Mmm… Ya voy-respondió Vexy somnolienta.
A varios kilómetros de la aldea, los pitufos habían descubierto una ciudad pitufo, allí era donde Vexy iba al liceo.
Ella era la única de la aldea que iba al liceo. Vexy había sentido la necesidad de ir, a pesar de que en la aldea no era necesario.
Gruñón fue al comedor a buscar el desayuno de Vexy; Goloso se lo dejaba allí la noche anterior, ya que ella y Gruñón eran los únicos que se levantaban a las seis de la mañana. La diferencia era que Gruñón se volvía a dormir.
-Aquí tienes-dijo Gruñón entregándole el desayuno a Vexy.
-¡Woow! Se ve pitufidelicioso-dijo Vexy observando el gran trozo de pastel de chocolate y el enorme vaso de leche chocolatada.
Vexy desayunó y Gruñón la esperó afuera mientras se cambiaba.
Una vez que Vexy salió, los dos caminaron hasta el límite de la aldea a esperar el autobús. Se sentaron en una roca a esperar
-¿Tienes algún pitufiescrito o pitufioral hoy?-preguntó Gruñón, el cual desde que conoció a Vexy había dejado de ser gruñón, pero prefirió no cambiarse el nombre por motivos sentimentales.
-No-contestó Vexy-. Pero tengo pitufipráctica de hockey-le informó agitando el palo enfrente de su cara.
Vexy practicaba en un club llamado "El futuro" con muchas de sus amigas. No era la más importante, pero era titular y jugaba muy bien; su posición era la de punta derecho.
-Ah-a gruñón no le gustaba que Vexy jugara, porque muchas veces salía lastimada.
Divisaron el autobús a varios metros, y cuando ya estaba estacionando, Gruñón dijo:
-Nos vemos-y le dio un beso.
Una vez que el autobús se fue, Gruñón volvió a su hongo y se acostó a dormir.
A las diez se volvió a despertar y se fue a desayunar.
En el comedor se sentó junto a Fortachón y Pitufina, los cuales eran novios desde hace tres semanas.
-Hola amigo, ¿cómo dormiste?-le preguntó Fortachón.
-Bien
-Qué aburrido-le dijo Pitufina.
-¿Y qué querés que te diga?-preguntó Gruñón con un toque de fastidio.
-Mmm… No los sé; es que siempre nos pitufas lo mismo-se alzó de hombros Pitufina.
-De acuerdo, déjame ver…-y poniendo una voz finita y haciendo muecas graciosas dijo-: dormí pitufigenial, pitufié un sueño súper cool en el que era un… adivinen, adivinen, ¿no pitufan?, ¿no?, ¡era un pitufihéroe! Salvé al pitufimundo y me comí un pancho.-Y con su voz normal agregó-: ¿Contenta?
-Sí-dijo Pitufina con una sonrisa mientras Fortachón se moría de risa.
Después de desayunar, Gruñón se fue el solo a recolectar pitufresas. Tenía que pensar.
La verdad era que estaba bastante nervioso porque últimamente había habido muchos robos y secuestros en la ciudad. Lo sabía porque había estado viendo el informativo.
(Nota de la autora: en la ciudad se puede comprar todo tipo de tecnología).
Cerca del mediodía volvió, le dio las pitufresas a Goloso y se fue a almorzar.
Luego Fortachón se fue a levantar pesas, y como no tenía nada más importante que hacer, decidió acompañarlo.
Los dos levantaban pesas muy pesadas mientras Pitufina, que bebía una malteada, los observaba y los aplaudía.
A las cinco Gruñón se fue a merendar y tomó una ducha. Luego se puso a ver la televisión, esperando a que se hicieran las siete y media.
A esta hora se levantó y se fue a la misma roca en donde se había sentado con Vexy aquella misma mañana, esperando su llegada.
Se hicieron las ocho y Vexy no volvía, lo cual era muy extraño porque Vexy salía de la práctica a las siete.
Los minutos pasaban y cada vez Gruñón estaba más y más nervioso.
Vexy no llegaba más, así que decidió tomar su moto (sí, tenía una) e ir por ella.
Espero que les haya gustado. Pronto subiré el siguiente capítulo.
