Hola, mi nombre es Ariasu (✿◠‿◠)/ y este es mi primer fic de KHR, extrañamente es 2718, más precisamente TYL27 x 18, se me ocurrió por un doujin que vi, aunque no recuerdo el nombre, donde Kyoya viaja al futuro y conoce al Tsuna de allí, claro que aquí es muy diferente (o ܫ o)
No sé por qué, pero en verdad tenía ganas de escribir y esto salió, espero que a alguien le guste. Y sí se preguntan porque Hibari de uke, es porque amo a Kyo-chan de uke, tan tiernito o(≧ω≦)o
En fin, no entretengo, si a alguien le gusta, estaría muy agradecida de que dejaran comentarios, con sus dudas, sugerencias, etc., etc. (o^ー^)o
DISCLAIMER: ningún personaje de Katekyo Hitman Reborn! Me pertenece, todo es propiedad de la fabulosa Akira Amano-sensei ヽ(^o^ ) yo hago esto sin fin de lucro y solo por amor al arte de la escritura (^ܫ^)/
ADVERTENCIAS: por ahora nada preocupante, pero en el futuro hard lemon o(*¬*)o
NOTAS: nada, espero lo disfruten.
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CAPÍTULO I: Llegada al futuro.
Era un típico día en la secundaria Namimori, con la calma momentánea cubriendo todo el entorno de nuestros protagonistas.
Sawada Tsunayoshi, mejor conocido por Tsuna y próximo jefe de la mafia Vongola miraba la pizarra sin entender nada, a varios asientos frente a él estaba Gokudera Hayato, su autoproclamad mano derecha, Gokudera le hacía señas diciéndole la respuesta, pero Tsuna no se enteraba de nada.
La verdad es que estar en la escuela después de mucho tiempo en el futuro era reconfortante de cierta manera, ya no tendría que preocuparse por Byakuran nunca más… o eso deseaba.
Pero como le es costumbre al joven Vongola las cosas siempre pueden tomar un giro inesperadamente esperado, y justo cuando las clases terminaron de la nada salió Lampo junto con I-pin y Reborn, los dos primeros ya comenzaban a jugar a su alrededor, Gokudera trataba de detener a la "vaca estúpida" y Yamamoto reia como siempre ante los juegos de los niños, Tsuna suspiro cansinamente para después sonreír, viendo a todos reír alegres después de volver a Namimori del pasado, estaba contento de que Kyoko y Haru y los demás estuvieran a salvo y de alguna manera se entusiasmaba con el futuro, después de todo, dejando a un lado las cajas de armas y los anillos entre otras cosas un poco preocupantes, Tsuna se sentía feliz de que cuando fuera un adulto y tomará el control de los Vongola (cosa que seguía sin hacerle gracia) estaba feliz al ver que sería un buen adulto y un hombre maduro…
Reborn lo pateo en la cara, sacándolo de su ensoñación.
-¿Pero qué estás haciendo Tsuna, Lambo salió corriendo con bombas? ¡No te estés haciendo el tonto y anda! –Reborn lo volvió a patear.
Tsuna se quejó, pero al oír las explosiones se alarmo, sí Lambo seguía haciendo eso la furia de Hibari seria monumental.
Rápidamente trataron de atrapar a Lambo, el cual se daba aires de grandeza. Cuando ya lo tenían de la nada apareció el presidente del comité de disciplina, Hibari Kyoya. Tsuna gimió de pánico nada más ver su mirada amenazante.
Kyoya saco sus tonfas, dispuestos a "morderlos hasta la muerte", pero Lambo tropezó cuando Kyoya se aproximaba y la bazuca de los 10 años cayó sobre Kyoya y con un fuerte "BOOM" desapareció el Kyoya de 16 años y apareció un Kyoya adulto de 26 años.
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~2718~
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Cuando la nube de humo rosada desapareció Kyoya se encontraba en un baño, uno grande y lujoso, con acabados de plata y oro y una tina del tamaño de una pequeña piscina, los azulejos parecían más bien de mármol y había columnas al estilo romano.
Kyoya estaba en la bañera, su ropa estaba completamente mojada, frunció el ceño enojado, esos estúpidos herbívoros se la pagarían muy caro. Eso era claro.
Salió lentamente sintiendo el agua escurrir y la ropa más pesada de lo habitual.
Se preguntó dónde estaría su futuro yo, sabía que al parecer vivía en una casa tradicional japonesa anexada a la base del herbívoro, pero esto claramente no tenía ni una pisca de oriental. Se quedó pasmado al ver un gran espejo y un león de oro. Le desagrado, quizá a alguien le gustase esa decoración lujosa, pero a él no, en definitiva, prefería las cosas tradicionalmente japonesas.
Pensó si debería sacarse la ropa y ponerla a secar, o permanecer mojado y esperar a que los 5 dichosos minutos acabasen para regresar y morder a esos idiotas hasta la muerte.
Pero antes de tomar una decisión la gran puerta se abrió y por allí entro Sawada Tsunayoshi de 25 años.
-Mira Kyoya, traje ropa y… -se quedó pasmado al ver que su guardián de la nube era 10 años menor… y luego esquivo rápidamente las tonfas del chico, cuyo propósito eran golpearlo hasta la muerte.
Pero no en vano Tsuna era el jefe, tenía más experiencia y claramente más habilidad que el niño frente a él, y con una llave un tanto difícil y aplicando fuerza en las muñecas del adolescente logro hacer que tirará sus tonfas y lo inmovilizo.
Suspiro- no recordaba que eras tan violento –Hibari se estremeció por el aliento cálido del adulto en su oreja, ¡diablos!
Era un tantititito sensible allí.
-Pero mírate, estas mojado, es la bazuca –dijo, no pregunto- ven a tu habitación, veré si te encuentro ropa.
-Déjame herbívoro –forcejeo un instante.
-Sólo con la condición de que cuando lo haga no te me lanzaras.
-No tengo porque obedecerte… ¡agh! –Kyoya se recrimino soltar el gemido de dolor, él estúpido ese había apretado fuertemente sus muñecas y en un segundo ya lo estaba cargando como costal de papas, trato de golpearlo, pero Tsunayoshi de alguna manera lo había inmovilizado temporalmente.
Kyoya ardía en rabia, definitivamente este herbívoro ya no viviría, cuando fuera al pasado, definitivamente ¡lo mataría hasta la muerte!
Trato de calmarse, pero con el temperamento que se carga no fue tarea fácil. Así que decidió observar el lugar. Era realmente elegante y por los muebles y otros objetos, también caro. Todo parecía brillar en color dorado, una alfombra de terciopelo rojo, cuadros muy pintorescos y algunas armaduras y jarrones finos, se preguntó un instante si a Sawada le gustaría una vida tan ostentosa. Ahora comprendía un poco más el hecho de que viviera prácticamente en otro lado.
Al mirar por una ventana vio que era de noche y también vio un hermoso paisaje a la luz de la luna, un gran bosque y un gran lago brillaban hermosa y palatinamente, dándole un aspecto mágico. Kyoya se golpeó mentalmente por pensar eso, seguro era culpa del castaño que le pegaba su estupidez.
Volteo al otro lado y vio un salón sostenido por columnas romanas, también dorado, pero no había nada particularmente interesante allí.
Finalmente Tsunayoshi se detuvo frente a unas gigantescas puertas, las cuales abrió con una mano, Kyoya aprovecho para tratar de, cof, cof, tener oportunidad de atacarlo alejándose de él, no huir, claro que no. Pero Tsuna, pareciendo saber lo que pensaba, tomo esa extraña postura inmovilizadora, se preguntó si sería la tal "súper intuición", a la cual, momentos después, maldijo.
Segundos después sintió la cálida y mullida alfombra, el herbívoro lo había soltado y estaba sentado en el suelo.
-Te pondría en la cama, pero tú sabes que tú la odias así –le sonrió burlón.
Kyoya enrojeció de ira reprimida, ¿quién se creía ese idiota para dirigirse así a él?, no importaba que papel tuviera, era imperdonable.
Se levantó para golpearlo con sus tonfas, cuando noto que ese idiota no las había traído. Pero antes de un pensamiento más una toalla le cayó en la cara, seguida por las grandes manos del adulto, el cual le secaba el cabello, Kyoya volvió a enrojecer, claramente de ir, no por ningún otro motivo.
-Tranquilo Kyoya, no te hare daño, ¿quieres relajarte? –le pregunto cansinamente mientras le desabotonaba la camiseta mojada.
-¿Qué crees que estás haciendo Sawada Tsunayoshi? –pregunto sonrojado y frunciendo el ceño, el adulto se parto unos mechones de cabello largo hacia atrás y le sonrió.
-¿Qué crees tú?
Una vez fuera la camiseta y los pantalones, Tsuna comenzó a secarlo
-Puedo hacerlo solo.
-Sí, lo sé, pero de alguna manera no puedo detenerme –dijo despreocupadamente.
Kyoya se preguntó cuánto faltaba para que acabaran el tiempo y regresará a patearlos, pues queriéndolo o no, la voz madura del castaño le detenía de golpearlo, tal vez por el leve tono autoritario.
Una vez seco Tsuna le abotono una camiseta que le quedaba muy grande, le llegaba a medio muslo.
Este tenía una pose pensativa, con una mano en su barbilla y la otra en el codo, dándole un aire maduro.
-Mmmm, creo que no te vez mal, pero no puedes acompañarnos así –Kyoya enrojeció, ¿Qué demonios le pasaba?, definitivamente quería meter su cabeza en la bañera-piscina, además la palabra "así" le sonó muy sugestiva.
-Bueno, le diré a Genobeffa que ponga esto a secar y traeré ropa de lambo, seguro te queda –decía distraídamente, tomando las aun mojadas prendas de Kyoya.
-Volveré en un rato al pasado –le dijo seguro, tratando de cubrirse con esa camiseta, se sentía expuesto.
-Ya paso media hora –le dijo y se fue.
Kyoya entonces pensó que era como cuando los herbívoros desaparecieron, se supone que los efectos de la bazuca duraban un rato, pero si duraban más entonces era seguro de que no regresaría hasta sabe Dios cuando.
Frunció el ceño y se sentó en ¿su cama? Era suave y mullida y tenía la fragancia de los crisantemos, sonrió nostálgico, pero en seguida reprimió la sonrisa, sonrojado.
Así que mientras el herbívoro inútil… o quizá ya no tanto, volvía el miro su habitación.
Era más grande que el baño, la cama se encontraba a algunos escalones del suelo, muy grande, como para un rey, y esponjosa, con sábanas blancas y una cobija roja. Un enorme ropero, un escritorio frente a la gran ventana donde aparecía otro hermoso paisaje, esta vez una cascada a la distancia y un jardín florido, se enojó consigo mismo por ese vista, cuando fuera a vivir allí definitivamente escogería otra habitación.
Se sorprendió pensando en cómo sería su vida allí, justo cuando definitivamente había decidido que o seguiría a los Vongola, pero su yo futuro estaba allí querría decir que de todas formas los aceptaba, ¿no?
Frunció el ceño y mordió su labio inferior, mientras seguía mirando la habitación, también era dorada y había algunos cuadros, reconoció en seguida un paisaje de su querida Namimori.
Entonces la puerta volvió a abrirse, era el tipo que solía ver, se referían a él como "Lambo adulto" tenía un ojo cerrado, pero ciertamente si su mente no fallaba, era el mocoso que le arrojo la bazuca que lo envió allí.
-Te traje la… ¡gya! –empezó a hablar calmado y elocuente, pero Kyoya trataba de golpearlo, a lo que tiro la ropa y salió huyendo.
Kyoya iba a ir a perseguirlo, olvidando su casi desnudez. Pero unas fuertes y grandes manos se aferraron a sus muñecas, era de nuevo Tsuna, el cual suspiraba pesadamente.
-Sabes Kyoya, me gustaría que dejaras esa actitud violenta, nadie te va a lastimar
Kyoya se desencajo con eso, ¿qué quería decir con "nadie" y "lastimar"? ¿creen que podrían? Aunque estuvieran los 10 años de diferencia él no perdería.
Pero después de forcejear un rato con el castaño se rindió.
-Así me gusta, los niños deben se obedientes a sus mayores… ¡ey! ¡Basta! ¡No te muevas como serpiente! –y es que tras esas palabras Kyoya tenía más ganas de golpearlo.
Pero en un movimiento brusco que hizo para zafarse cayó en una pose extraña con el adulto.
Estaba él bajo Tsunayoshi, con poca ropa, las piernas abiertas donde se situaba el otro, sus muñecas apresadas por las manos del otro y la cara del adulto en su pecho.
Se sonrojo violentamente, pero de la ira claro, que vergüenza ni que ocho cuartos, era ira.
Tsuna levanto la cara y se miraron a los ojos, Kyoya se estremeció ante esa mirada, era extraña… depredadora.
Tsuna se le acercó al oído y le susurro ¿sensualmente?
-Cómo te gusta provocarme, ne, Kyoya –y le mordió el lóbulo de la oreja.
Kyoya gimió, como escribí ante (?), él era sensible, allí, se sonrojo más y luego la boca del adulto devoraba la suya…
Se separaron por falta de aire.
-Solo bromeo Kyoya –le dijo, sonriéndole amablemente y levantándolo del suelo, le tendió la ropa ante la cara estupefacta del guardián de la nube.
-Vístete, la cena estará lista en seguida, Mirella pasará a escoltarte, ah, es una mujer joven, es hermana de Paola –se golpeó la frente con la mano- que tonto, no conoces a Paola, es una mujer morena de cabello largo azabache- Te explicaremos lo que pasa abajo, chao
Kyoya abrazo la ropa, dejándose caer en el piso, su corazón le dolía extrañamente y sintió unos impulsos locos de llorar, lo cual suprimió, no entendía nada de esto, pero decidió vestirse.
Quería respuestas, y las quería ya.
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Y aquí el sensual (?) final del primer capítulo, espero que a alguien le gustase (๑◡๑), espero no fuera demasiado largo Y(_、)Y ヒェェ! Pero si a alguien le gusto déjeme comentarios per favore~ (TT▽TT)
Si a alguien le gustaría un TYL x Kyo- chan en este fic, entonces hágamelo sabes, aunque le principal es Tsu-kun , en fin, espero les gustará.
Hasta pronto y Chaossu~ (ノ。・ω・)八(。・ω・。)八(・ω・。)ノ
