¡Hola a todos!
Vengo con este pequeño Dabble que esta dedicado para la jefa del grupo "okikagu hiatus locos": The sun is silent.
Tambien para aliviar un poco despues de los sucedidos en los ultimos capitulos del manga

Espero que lo disfruten n.n

Los derechos de gintama van para el gorila que se le ocurrio destruir el corazon de todos.


No todas las parejas son como las novelas
[Okikagu familia]
[semi-au futuro]


Souji a su corta edad sabía que sus padres eran peculiares. Incluso sus compañeros de la escuela se lo mencionaban preguntándole si sus padres realmente se amaban.

Él respondía con un sí sincero.

Tal vez sus padres eran demasiados competitivo entre sí, a tal punto de competir por quien era el preferido de Souji. Mimándole en más de una ocasión. Tal vez no se llamaban con apodos cariñosos como lo hacían los padres de sus compañeros, sino, con insultos y burlas que aprendía el pequeño castaño con ojos azulados para algún futuro emplearla.

No obstante, sabía que a pesar de todos sus padres se amaban. Su bella y fuerte madre lo mostraba cuando se preocupaba por su padre que llegaba tarde, y con varias heridas por su trabajo como ladrón de impuesto. Su hábil padre lo mostraba en sus celos cuando algún hombre se le acercaba con otras intenciones a su madre. Sus mostraciones de cariños eran pequeñas si lo comparaba a las demás parejas, sin embargo, eran suficiente para decir que sus padres se amaban.

Su tío vago adicto de los dulces y su tío cadáver adicto a la mayonesa siempre se lo confirmaba. Contándole sobre la extraña relación que tenían sus padres, de aquella que nació en una rivalidad hace muchos años, para luego pasar a ser una extraña relación amorosa.

El pequeño Souji encontraba una gran ventaja que sus padres no fueran tan acaramelado como eran las parejas de las que veía en la tele, de tan solo pensarlo le daba gana de vomitar todos aquellos dulces que le sacaba en el escondite a su tío vago, sin que este lo supiera.

También había otra cosa importante que se dio cuenta a su corta edad:

Sentía un gran orgullo de ser el hijo de Kagura Okita y Sougo Okita.

El cariño que le daba no lo cambiaba por nada.