---------------------------------- (linea continua) quiere decir que la historia cambia de escena o personaje de quien se narra

Nota: Los personajes de esta historia son completamente propiedad de la grandiosa Rumiko Takahashi

"Compañeros en la Soledad "

Capitulo Primero

Akane caminaba ensimismada por el parque, otra vez había peleado con Ranma, ya llevaban 3 años de prometidos, mas su relación continuaba igual, desde aquella vez que le dijera que la amaba en la batalla contra Safrón, nunca mas lo había dicho, comenzaba a dudar si ese compromiso con Ranma valía realmente la pena, además el joven dedicaba casi todo su tiempo en entrenar, dejando en un plano secundario el pasar tiempo con Ella, Akane se sentía sola.

Tan ensimismada estaba en su pensar que no noto que alguien venia caminando en la dirección contraria, por lo que sin querer chocó contra este , mas cuando iba a alcanzar el suelo se sintió tomada de la cintura por unos fuertes brazos, que al momento le recordaron a Ranma, mas cual fue su sorpresa al abrir los ojos y encontrarse con un extraño joven con una gorra en la cabeza, y con los cabellos largos y plateados, lo que mas llamo su atención fueron sus ojos que a pesar de tener un extraño color amarillo eran muy profundos en su mirar, estos hacían juego con el ahori que este llevaba, que era de color rojo...


Inuyasha había dejado a Kagome en la escuela, mas en vez de regresar en seguida al templo, opto por primera vez dar un vistazo al extraño mundo de la joven, observando cada extraña cosa del lugar, no entendía como Kagome podría querer estar en un mundo tan escandaloso, después de un buen tiempo caminando termino en un parque, donde aun se podía apreciar algo de fauna, por lo que interesado comenzó a pasear por él, tan ensimismado estaba mirando sus alrededores que sus sentidos no notaron a la persona que venia en dirección contraria hasta que ya era demasiado tarde, mas al ver que esta iba a caer de espaldas por la fuerza del impacto rápidamente paso sus brazo al rededor de su cintura sosteniéndole y evitando su caída.

Cuando esta alzo la vista hacia El, no pudo evitar sentirse atrapado en la hermosa mirada de la chica en sus brazos, al sentirse observado de manera tan profunda este no pudo evitar emitir un sonrojo, se sintió extraño, a diferencia de Kagome y su madre jamás se había sentido tan bien con alguien y menos alguien que no conocía en absoluto.

Después de unos momentos observándose, ambos jóvenes notaron que seguían con su cercanía por lo que instantáneamente se alejaron.

Akane recuperando la cordura se inclino ante el extraño chico

-Perdóna, no me fije por donde caminaba. Muchas gracias por evitar que cayera- Decía la joven mientras sonreía amablemente

Inuyasha se sonrojo aun mas que antes, pasando de la mirada de la chica a su hermosa sonrisa, esta joven lo desconcertaba por completo.

-¡Keh! No hay problema yo también estaba un poco distraído – Decía el hanyou dejando salir su porte orgulloso e intentando mirar hacia otro lado.

Akane al ver su comportamiento no pudo evitar compararlo con su prometido Ranma, divirtiéndose bastante ante la similitud de ambos, aunque este chico tenia algo que lo hacia especial aunque no sabia que.

- Mi nombre es Akane y ¿¿el tuyo??-

Inuyasha extrañamente no podía mantener su postura altanera, esta chica tenía un aura que le inspiraba confianza.

-¡Je! ¡Yo soy Inuyasha!- Decía el hanyou sonriéndole de medio lado

-Vaya extraño nombre, pero me gusta, va contigo. ¿¿De casualidad practicas algún tipo de arte marcial??- Preguntaba Akane mirando mas detenidamente su ahori y la espada que este llevaba.

Inuyasha no comprendió a que se refería Akane

-¿¿Artista marcial?? Claro que no, Yo soy un Han…- Al darse cuenta de que hablaba de mas tapó su boca -¡Digo! Mmmmm... Algo por el estilo - Esperando que ese termino no significara algo de su desagrado.

-¿¿En serio?? Yo también practico artes marciales, aunque no me parece haberte visto antes ¿ No eres de por acá o me equivoco?-

-¡Claro que no! Yo vengo del pa... - Tapando de nuevo su boca - Quiero decir, que vengo de otra región, y por ahora me estoy quedando en un templo de la zona.

Akane, quien había estado escuchando atenta al extraño joven, al verlo mas detenidamente cuando tapo su boca, noto sus manos, las cuales eran demasiado extrañas ¿Tenía garras?

Y sin pensarlo tomo sus manos para verlas mejor

Inuyasha se estremeció con su toque, sintiendo la calidez que esta emitía

- ¡Tienes garras!- Decía la chica con asombro

Inuyasha inmediatamente arrebato sus manos escondiéndolas en su espalda, esperando el inevitable rechazo, mas este nunca llego

-Que interesante, deben ser útiles para cuando tienes comezón jeje- Decía Akane sonriendo animosamente

Inuyasha tranquilizándose y dejando de ocultar sus manos miro intentando parecer indiferente

- ¡Keh! Puede que tengas razón- Decía el hanyou mostrándose divertido

- Bueno Inuyasha creo que será mejor que regrese a casa o Ran..., quiero decir mi familia se preocupara. "¿Porque no quise mencionar a Ranma?"- Se preguntaba internamente la joven - Espero encontrarte nuevamente- Se despedía Akane dando su mejor sonrisa.

Inuyasha se le quedo viendo un momento cuando reaccionó

-¡Keh! Como sea, adiós-

Y ambos dieron rumbo a sus caminos en direcciones contrarias

- "Con que Inuyasha..."-Pensaba Akane evocando los ojos del chico

En un momento detuvo su caminar dando la vuelta para darle un último vistazo, como si quisiera decirle algo, mas ya tenían una distancia considerable por lo que nuevamente volteó siguiendo su camino a casa.

Inuyasha que iba pensando en su agradable encuentro sintió la mirada de la chica sobre El, por lo que volteo esperando encontrarla, mas al darse vuelta vió que esta seguía su camino ya a bastante distancia.

-"Akane... me recuerda un poco a Kagome aunque tiene algo... no se que, esos ojos y esa sonrisa..."- Cuando se dio cuenta de su pensamiento -¡¡Keh!! ¡¡Pero que estoy pensando! Creo que esta época me esta afectando, será mejor que me apure y regrese cuanto antes al pasado-

Y tomando su típica manera de andar por la ciudad, regreso con rapidez al pozo, para estar nuevamente en su época.


Akane regreso al Dojo extrañamente alegre, Ranma que entrenaba, al verla llegar se extraño bastante con su comportamiento, ya que la ultima vez que la había visto la joven estaba con los ánimos bastante negativos, generalmente la habría seguido para saber que le pasaba, pero estaba ya tan acostumbrado a sus cambios de humor que decidió dejarlo pasar.

Ambos ya tenían 18 años, había pasado un año desde su boda fallida, desde esa vez sus prometidas y pretendientes habían optado por lo sano y los habían dejado en paz al fin, siguiendo cada cual con su vida, dando por hecho la "relación" entre Ranma y Akane.

Shampoo había hecho relación con Mousse, Ryoga decidió probar suerte con Akari y Ukyo se dedico 100 a su negocio acompañada de su amigo Konatsu, eran pocas las veces que se reunían todos, y cuando lo hacían las reuniones eran bastante pacificas lo cual indicaba que todos habían comenzado a madurar. Por su parte Kuno había comenzado a salir con Nabiki y Kodachi había decido irse con su padre a Hawai para abrir una nueva escuela.

Además estaba el hecho de que las maldiciones al fin habían logrado ser curadas, unas semanas después de la boda fallida, por un hechizo muy antiguo que la anciana Cologne había encontrado en unas viejas volutas que le enviaron de su pueblo.

Definitivamente un año muy tranquilo para los miembros del Dojo Tendo, hasta las peleas de la pareja de prometidos habían cesado.

Ranma y Akane ya habían terminado la escuela, pero habían decidido esperar un año antes de comenzar con cualquier estudio superior, así que Ranma aprovechando la tranquilidad se sumergió por completo en su entrenamiento, pasando su relación con Akane a un plano secundario, en especial por el hecho de que las cosas estaban demasiado tranquilas, ya que toda Nerima sabia que Ella era su prometida, por lo que evitaban pretenderla sabiendo que fracasarían, como muchos lo habían hecho anteriormente, lo que hacia que Ranma se sintiera demasiado seguro de su relación con Ella, sin encontrar la necesidad pretenderla ni aclarar sus sentimientos por Ella.

Para El era obvio que se casarían algún día, y daba por hecho que Ella pensaba igual que El, su egocentrismo y orgullo así se lo decían.

Akane por su parte desde la boda fallida había intentado de varias formas llamar la atención de su prometido, mas el joven difícilmente lo notaba, para suerte de ambos sus padres los habían dejado tranquilos gracias al poder de convicción "Katana" de Nodoka.

Ese año no había sido el mejor para Ella, ya que poco a poco había comenzado a sentirse sola, además estaba el hecho de que ni Ranma, ni su padre la tomaban en serio como una artista marcial, como si quisieran indicar que su deber como mujer era ser una buena esposa y dueña de casa para Ranma.

Eso la estaba hartando realmente, por lo mismo se daba seguido escapes de la casa evitando así la insistencia de su hermana Kasumi o su Tía Nodoka por aprender a ser una buena ama de casa.

En poco mas de una semana estaría de cumpleaños y por lo que había logrado escuchar de sus padres, tenían pensado que se casaran definitivamente cuando esta cumpliera los 19, declarando que ninguno de los dos podría escapar de la inevitable boda ¿¿Estaba preparada para dar ese gran paso??

Realmente no lo sabia, ni siquiera sabia si Ranma se casaría con Ella porque así lo quería o porque el compromiso así lo decía, eran tantas cosas las que tenia en su mente que ya no sabia que pensar, su vida era dictada de acuerdo a lo que otros decían, ya no tenia una vida propia.

Si al menos sintiera que su amor hacia Ranma era correspondido estaría dispuesta a enfrentar todas esas contrariedades, lamentablemente por el comportamiento del chico hacia Ella ese ultimo tiempo le hacía dudar que así fuera.


Inuyasha regreso al Sengoku bastante extraño, estaba de buen humor, aquello desconcertó mucho a sus amigos, ya que ni siquiera había golpeado a Shippou en la cabeza como generalmente hacia, había ido directo al Goshimboku y se había instalado ahí toda la tarde, mirando con una extraña sonrisa hacia el cielo.

Al parecer el encuentro con Akane ese día había sido algo más que un solo eso..

Sus amigos lo miraban desde lejos, conociendo el humor del Hanyou prefirieron ignorarlo, dando por hecho que algo bueno había pasado con Kagome en su época, mas no podrían averiguarlo hasta que la joven miko decidiera ir a darles una visita.

Hace unos meses que habían logrado al fin derrotar a Naraku y reunido los fragmentos de la perla, mas por decisión unánime decidieron no unirla por completo, dejando que Kouga se quedara con los fragmentos que tenia, para que así pudiera proteger a su tribu y al cachorro que esperaba con Ayame, su compañera, también estaba Kohaku quien gracias a el fragmento en su espalda se mantenía con vida, ninguno había tenido corazón para arrebatárselo, ya que el joven había logrado recuperar la memoria y regresado al lado de su hermana, quien vivía felizmente un noviazgo con el monje Miroku, Shippou seguía como siempre, aunque cada vez estaba interesándose mas por la especie femenina, por lo que varias veces había tenido uno que otro lío amoroso.

Todos vivían felices en la aldea de la anciana Kaede, ensimismados en sus propias vidas, por lo que Inuyasha varias veces llegaba a sentirse solo.

Los demás fragmentos permanecían en la época de Kagome bien guardados bajo muchos sellos para evitar atraer a cualquier ser que los codiciara.

Kikyou y Kagome habían tenido que fusionarse nuevamente para ser una y así tener sus almas completas, logrando el poder suficiente para derrotar a Naraku de una buena vez.

Aunque Kagome siguió siendo la misma, algunas características de Kikyou se habían ido manifestando en Ella con el tiempo, tornándose mas madura y responsable, aunque sus sentimientos por Inuyasha seguían siendo fuertes, sus deberes como sacerdotisa y estudiante la habían consumido sin darse cuenta dejando su relación con el hanyou en un segundo plano y cada vez que viajaba al pasado terminaba siendo abordada por alguna obligación, no pudiendo pasar mucho tiempo con Inuyasha quien poco a poco comenzaba a sentirse solo de nuevo.

Inuyasha amaba a Kagome de eso estaba seguro, incluso antes de que Ella y Kikyou volvieran a ser una lo sabía, mas cuando las cosas se volvieron pacíficas y pensó que podría disfrutar estar a su lado sin preocupaciones y demostrarle su amor, esta se había vuelto distante y apenas y tenia tiempo para estar con El a solas.

El abandonado hanyou extrañaba sus momentos a solas con Kagome, cuando solo se sentaban apoyados el uno en el otro mirando hacia algún lugar, conversando o besándose según lo indicara el momento.

Cada vez que Inuyasha iba a su época para verla, esta estaba corriendo, si no era por algún examen, era porque estaba estudiando, la joven se excusaba diciendo que deseaba aprovechar al máximo la tranquilidad que vivían en ambas épocas para terminar sus estudios ya que ese era su ultimo año, olvidándose generalmente del pobre hanyou.

Inuyasha se encontraba sentado mirando la luna en el viejo árbol Goshimboku divagando en sus pensamientos.

- "Que calma...Pensar que hace unos meses viajábamos sin parar buscando esos benditos fragmentos, ahora en cambio todos vivimos en paz. Como quisiera que Kagome estuviera aquí, conmigo, disfrutando esta paz. No entiendo esa testarudez por terminar eso que Ella llama estudios ¡¡Keh!! Esa hembra me va volver loco, antes cuando Kikyou estaba viva, siempre se mantenía a mi lado, ahora que Kikyou no está, apenas y tiene tiempo para estar conmigo!" -

Sin darse cuenta su semblante se torno triste, y sus orejas estaban bajas, demostrando a quien lo viera una soledad evidente.

Miroku y Sango que habían vuelto a verlo notaron su cambio de animo, comparado a como había regresado anteriormente, sacando por conclusión que este extrañaba a Kagome, y que de seguro estaría pensando en Ella, al parecer lo que lo había tenido de buen animo esa tarde, no había sido suficiente para mantenerlo feliz por demasiado tiempo.


Akane estaba en el techo de la casa observando la luna, se le había hecho costumbre ir a ese lugar, al principio lo había hecho para pasar tiempo con Ranma quien al parecer lo había hecho su lugar favorito, pero este había dejado de frecuentar ese lugar desde que se había empecinado en su entrenamiento, terminando sentada ahí siempre sola, mas eso no impidió que Ella siguiera yendo ahí, se sentía tan bien estando en ese lugar.

- "Aaaayy Ranma... como quisiera que estuvieras aquí conmigo, como antes, cuando al menos éramos buenos amigos, ahora parece que ya ni eso queda. Ahora todo lo que te importa es entrenar para ser el mejor, si al menos supiera que me quieres y que no estas comprometido conmigo solo por honor He intentado de tantas maneras mostrarte lo que siento pero pareciera que estuvieras ciego. Me siento sola, ya ni mis amigas de la escuela están para poder conversar y todos los demás, están ensimismados viviendo sus vidas que apenas y sabemos de Ellos. Y encima todos en esta casa están empecinados en que aprenda a ser una buena esposa para ti, ¡¿Es que acaso no importa lo que Yo quiero?! Todos quieren llevar mi vida a su manera ¡¡ ya no lo soporto!!"- Pensaba internamente, dejando escapar una solitaria lágrima de sus ojos y luego sin notarlo quedarse profundamente dormida.


Inuyasha se había quedado dormido profundamente en el árbol, cuando amaneció una armoniosa voz lo llamó, este levantando sus orejas miro a su interlocutor

-¡¡Inuyasha!! Aquí estas, te estaba buscando- Decía la joven sonriendo, aunque la sonrisa ya no era tan calida como antes..

-¡Kagome! No sabía que vendrías- Decía el hanyou animado al verla

-Llegue anoche, pero no pude venir a buscarte, porque un aldeano vino a solicitar la ayuda de la anciana Kaede y la mía para ir a ver a su hija que estaba muy enferma y no me desocupe hasta ahora- Decía mientras dejaba salir un bostezo - No he dormido nada, pero antes de irme a casa decidí pasar a saludarte-

-¡Keh!- Expresaba sonriendo de medio lado y bajando del árbol para pararse frente Ella - Vamos, iré contigo-

Y tomando su mano regresaron al presente, en el camino Kagome hablo de todas sus preocupaciones y obligaciones, lo cual Inuyasha escuchaba, aunque no le interesara mucho, si podía estar junto a Ella, podría escucharla todo el día.

Cuando llegaron a la casa, se fueron a la habitación de Kagome donde esta se recostó en su cama mientras hablaba, cuando terminó, Inuyasha le iba a contar lo que había hecho en su ausencia y lo solo que había estado sin Ella, mas esta le interrumpió antes de que este comenzara, excusándose que tenia sueño y deseaba dormir.

Inuyasha al verla cerrar los ojos y quedarse profundamente dormida, bajo sus orejas decepcionado de no poder contarle su historia, mas como sabia que debía estar cansada, la acomodó en la cama, tapándola bien y después de besar su frente cariñosamente, salió por la ventana, ya regresaría cuando esta despertara, lo que de seguro seria ya mas entrada la tarde.

-Bueno será mejor regresar al pasado...- Cuando una idea se le cruzo por la mente -"Aunque... quizás... podría ir a dar una vuelta a ese lugar que llaman parque. ¡Keh! No es que espere encontrar de nuevo a esa muchacha, eso seria imposible"-

Y regresando sigilosamente al cuarto de Kagome tomo la gorra que estaba sobre el escritorio para cubrir sus orejas, y dirigirse al parque para "dar un paseo".


Akane dormía placidamente, cuando sintió que era tomada por unos fuertes brazos, no dudo quien era, conocía ese aroma

- Ranma…- Decía mirándolo soñolienta

- Si Akane soy Yo- Al verla despierta la dejo de pie en el tejado – Te estaba buscando, pero no imagine que estarías aquí. Te quedaste dormida en el tejado y como te veías durmiendo tan placidamente iba a llevarte a tu cuarto sin despertarte- Decía el chico sonriendo de medio lado.

-Gracias Ranma, pero parece que ya no es necesario jeje -En ese momento una idea cruzo por su mente - Es mas ¿No te parece que se esta muy agradable aquí? Porque no te quedas un tiempo conmigo aquí arriba, disfrutando del aire- Decía Akane sonriéndole cariñosamente.

-Lo siento Akane, pero no puedo, quede de ir con mi padre y el tuyo a entrenar a las montañas y no regresaremos hasta pasado mañana, Yo solo venia a decirte que tu papá quiere despedirse de ti-

Akane bajando la mirada y susurrando con decepción

- Y Yo que pensé que te habías preocupado por mi-

- Perdona no te entendí ¿¿que dijiste??-

- Nada, nada, que disfruten el entrenamiento- Decía la joven simulando una sonrisa

-Además mamá y Kasumi quieren que vayas a ayudarles con las cosas de la casa, porque querían enseñarte algo así como bordado o no se que-

Akane ya no pudo de la frustración con lo último

- Diles que me excusen por favor, pero tengo cosas que hacer y no regresare hasta la tarde -

- Esta bien. Bueno Akane será mejor que me vaya, recuerda ir a despedirte de tu padre sino ya sabes como se pone. Nos vemos a mi regreso ¡Adiós!-

Y de un solo salto desapareció del lugar quedando Akane nuevamente sola

Akane mostrando tristeza - "Ni siquiera me preguntaron si quería ir con Ellos, y encima a Ranma ni le importo donde iba a salir, al menos antes siempre estaba atento a lo que hacia, ahora pareciera que no le importa. Bueno, será mejor que me bañe y cambie de ropa luego para poder escapar de una vez antes que la Tía y Kasumi me atrapen con alguna de sus enseñanzas"-

Y rápidamente se baño y cambió, pidiendo a Kasumi que le diera el desayuno para llevar, ya que según Ella tenia muchas cosas que hacer y no tenia ni tiempo para desayunar.

Cuando salio del Dojo miro en ambas direcciones, pensando en cual tomar, cuando unos ojos dorados vinieron a su mente.

- "Mmm... quizás... podría ser, quien sabe, no pierdo nada con probar, además no tengo nada mas que hacer y el parque es un lugar tranquilo para pasar el día"-

Y un poco mas animada guió su camino hacia el parque del día anterior...

Continuará....

Riosaku

Manden sus reviews si??

Sayounara