Nota: ¡aquí mi segundo fic de usuk! Espero que les guste

Cap 1:

El país de las espadas era un reino prospero donde sus habitantes vivan felizmente y sin preocupaciones, este reino era gobernado por el rey y la reina de espadas quienes poseían un gran poder que mantenía el equilibrio en el reino, estas dos personas eran destinadas para gobernar desde su nacimiento ya que nacían con el símbolo de su país en alguna parte de su cuerpo. Hace 3 años un muchacho llamado Alfred. había fue coronado como rey ahora a sus 16 años deseaba encontrar a su reina por lo cual para aquella noche fue organizado un baile para celebrar el cumpleaños del rey donde se buscaría a la persona que poseyera la marca del país para que fuera coronada como reina por lo que se invito a todo el pueblo a aquellas gran celebración.

Alfred estaba completamente emocionado, no solo porque recibiría muchos regalos sino porque por fin podría conocer a su reina después de todo estar solo en el castillo era bastante aburriendo teniendo en cuenta que el siempre había sido una persona que se caracterizaba por ser muy sociable y ahora no tenia con quien hablar. Contaba cada segundo y minuto faltaba para la gran fiesta.

Ya comenzaba a caer la tarde cuando los invitados comenzaban a llegar, Alfred los saludaba educadamente besando la mano de cada señorita que entraba. Su consejero le había dicho que al tocar a esa persona sentiría la conexión al instante por lo cual no perdía la oportunidad de hacer contacto físico con cada una. Con el paso de las horas el baile estaba en su apogeo, todos bailaban y hablaban animadamente. Alfred llevaba varias horas bailando con distintas jóvenes pero aun no lograba encontrar a la indicada, ya comenzaba a aburrirse sin mencionar que estaba bastante cansado así que se despidió del grupo de chicas que se había acumulado a su alrededor y se dirigió hacia el balcón, pero se detuvo antes de poder entrar ya que se percato de la presencia de alguien más el lugar, lentamente fue asomándose para que el otro no lo notara. Apoyado en el borde del balcón se encontraba un muchacho con la vista perdida en el cielo, sus ojos verdes resplandecían con la luz de la luz con un deje de melancolía, su piel era bastante blanca como si nunca se hubiera expuesto al sol. Alfred no podía apartar los ojos de la figura de aquel joven y sin que se diera cuenta ya se encontraba caminando hacia el otro y por inercia toco el hombro del ojoverde, fue entonces que sintió una descarga eléctrica recorrer todo su cuerpo que lo hizo retroceder y tropezar, ya en el suelo vio como el otro se volteaba y lo miraba sorprendido.

-tú eres….el rey ¿verdad?-pregunto el más bajo a lo cual Alfred se puso de pie y asintió-

-me llamo Alfred-

-eso ya lo sé idiota, sería inapropiado no conocer el nombre del rey de mi país-

-¡no soy un idiota!-protesto infantilmente-por cierto ¿Cuál es tu nombre?-volvió a recobrar su expresión alegre-

-Arhtur, Arthur Kirkland-

-¿te estás divirtiendo?-

-la verdad es que no, para ser sincero es bastante aburrido y molesto estar aquí-Alfred lo miro perplejo nunca antes había recibido una crítica de sus fiestas-nunca me ah gustado las reuniones entre tantas personas y más sin son el tipo de personas que fingen ser alguien que no son-

-entonces… ¿qué haces aquí?-Alfred parecía bastante entretenido escuchando a Arthur-

-mis hermanos me obligaron a venir, dicen que ya estoy en edad de encontrar a una pareja y casarme, pero yo no estoy interesado en ese tipo de cosas-

-¿no estás interesado en esas cosa?-pregunto sorprendido mientras el otro asentía-eres un amargado-

-¿Qué has dicho?-pregunto molesto mientras se acercaba amenazantemente hacia el rey que mantenía su mirada firme aunque por dentro sintiera un poco de miedo ante la mirada asesina le dedicaba el otro-

-eres una amargado-volvió a repetir haciendo un puchero-

Arthur se detuvo a escasos centímetros del Alfred, ambos permanecieron quietos por unos minutos sin apartar va vista el uno de otro hasta que al fin el ojiverde lanzo un suspiro y aparto la mirada.

-no discutiré con alguien tan infantil como tu-comenzó a dirigirse a la salida del balcón y chocando su hombro con el de Alfred el cual nuevamente sintió una descarga eléctrica recorrer su cuerpo acallando así cualquier protesta que hubiera pensado para defenderse de la anterior declaración de Arthur en vez de eso solo se volteo en dirección de la fiesta donde Arhur esquivaba a la multitud de gente que se interponía en su camino para luego salir del lugar, sus ojos azules no perdieron detalle de cada movimiento que realizaba el otro hasta que salió de su vista, por alguna extraña razón que él desconocía sintió por unos momentos deseos de ir tras de él pero se contuvo y decidió volver adentro después de todo era su cumpleaños-

Durante todo el resto de la noche no pudo sacar de su cabeza la imagen del muchacho de ojos verdes, aun podía recordar con claridad a aquellos ojos nostálgicos y aquel delgado cuerpo todo lo contrario a su actitud. Estuvo tan concentrado en sus pensamientos que olvido por completo su objetivo de esa noche. Lo que más le intrigaba era aquella sensación que tuvo cuando sus cuerpos hicieron contacto ¿a qué venía todo eso? ¿Qué es lo que sucedía?

Sin siquiera haberse dado cuenta la fiesta había dado por finalizado y los invitados se estaban retirando, no fue hasta que uno de sus empleados le informara que ya era tarde y debía ir a adormir que al fin reacciono, aun algo desorientado se dirigió a su habitación pero lo que no se esperaba era que en cuanto cerraba los ojos la imagen del de ojos esmeralda apareciera en si mente.

-¿pero que me está pasando?-se pregunto a su mismo-¿Por qué estoy pensando en él? Ahhhhh! Debo concentrarme y encontrar a mi reina rápido-se alentó y con este pensamiento se fue quedando dormido al fin-

A la mañana siguiente uno de sus mayordomos personal lo despertó informándole que saldría del pueblo un momento para comprar alimento para preparar el almuerzo, al oír esto Alfred se puso de pie y comenzó a vestirse apresuradamente diciendo que el también iría y a pesar de las negativas del hombre mayor termino saliendo del castillo junto a este "esta es una gran oportunidad para encontrar a mi reina" pensaba mientras caminaba por el pueblo, todos en el lugar volteaban a verlo y lo saludaban "tal vez debería haberme disfrazado" razono mientras devolvía los saludos. Fue en un memento de descuido que se separa de mayordomo y quedo solo en un lugar que no conocía, miro a su alrededor buscándolo sin éxito.

-"bien, solo debo calmarme y volver por el mismo camino por el que venía"-miro a su alrededor nuevamente dándose cuenta de que todo era igual así que tomando una gran cantidad de aire y siguiendo su instinto tomo uno de los tantos caminos-

Camino por largo rato sin ningún resultado y cuando al fin se canso decidió tomar un descanso en unas bancas cercanas. Se quedo allí mirando a la gente que pasaba, desde hace tres años que no salía del castillo, habían muchas cosas que habían cambiado como que las calleras eran más grandes y el comercio había crecido ¿la población también lo había hecho? No recordaba que cuando él era una persona normal tuviera que abrirse paso entre las personas como ahora lo había hecho "ahora que lo pienso no había estados por estos lugares" pensó divertido mientras continuaba observando a su alrededor hasta que al fin distinguió a alguien conocido

.Arthur-se puso de pie y camino hacia el nombrado-¡hola!-saludo una vez que estuvo al lado del mas bajo el cual dirigió su mirada hacia el-

-¿Qué haces tú aquí?-

-vine a hacer unas compras-respondió a lo que Arthur lo miraba con incredulidad-

-si… y ahora ¿Cuál es la verdadera razón?-

- ¡es verdad! Vine a acompañar a mi mayordomo pero….-se detuvo al darse cuenta que iba a confesar la vergonzosa verdad-

-¿te perdiste?-en su voz se notaba claramente el tono de burla-de verdad eres un idiota-

-¡oye! Me llames idiota-

-si no podías volver porque no le pediste ayuda a alguien, todo el mundo aquí sabe cuál es el camino hacia el castillo-

-los héroes no le piden ayuda a nadie, ellos son los que ayudan-

-¿héroe?-

-¡así es! ¿Acaso no te habías dado cuenta? Bueno eso es obvio porque los héroes deben esconder su identidad-

-lo que digas, entonces nos vemos héroe espero que puedas volver a casa-se despidió para luego comenzar a alejarse-

-¡espera-alcanzo Arthur y comenzó a caminar a su lado-

-¿Qué quieres ahora?-

-te acompañare a tu casa-dijo con autosuficiencia-

-no es necesario, en primer lugar conozco el camino a mi casa no como otras personas-miro de mala forma a Alfred-y segundo no soy ninguna damisela que necesiten que la acompañen a su casa-

-pero…-

-si quieres que te muestre el camino hacia el castillo solo pídelo idiota-

-Arthur podrías mostrarme acompañarme hasta el castillo por favor-susurro con la mirada baja-

-bien, si no tengo de otra-

-¡gracias!-salto para abrazar a Arthur pero en cuanto sus cuerpos se tocaron la descarga eléctrica los recorrió a ambos lo que provoco que se separaran rápidamente-

-pero que…-Arthur estaba desconcertado-¿qué demonios pasa?-

-no lo sé-

-ayer por la noche fue igual-

-lo sé, yo también sentí esa descargar-

-¿pero porque?-comenzó a pensar el ojiverde-

-tal vez….-

-¿sí?-

-no olvidas es una idea tonta hahaha-

-probablemente lo sea, pero quiero escucharla me da curiosidad que idiotez se te ocurrió-rio-

-bueno…hace unos días mi concejero dijo que cuando encontrara a mi reina la reconocería porque habría una conexión cuando nos tocáramos y bueno….-

-estas insinuando que…

-¡lo sé! Es una idea estúpida ¿verdad?-se apresuro a decir avergonzado-

-sí que lo es, para empezar soy hombre-sentía sus mejillas arder por lo cual se volteo y comenzó a caminar-apresurémonos o en el castillo se comenzaran a preocupar-

-tienes razón-también se puso a caminar-

Alfred se había entretenido durante todo el camino hablando con Arthur a pesar que este lo insultara, cuando llegaron a la entrada del castillo se sintió deprimido ya que tendría que volver a aquel aburrido lugar-

-bueno adiós-se despidió Arthur-

-¡espera!-Arthur se detuvo y se volteo hacia el rey-veras…estaba pensando si….podríamos juntarnos de nuevo mañana-

-eres el rey no puedes ir por ahí como si nada, no deberías salir del castillo a menos que sea necesario y no seré tu escusa para salir del castillo solo porque estas aburrido-

-pero yo de verdad quiero hablar contigo ya que eres mi amigo-

-¿desde cuándo se decidió eso?-pregunto enojado-

-hoy-sonrió-¿Qué dices? Puedo ir a buscarte a tu casa y salir a algún lugar-

-eso suena como si me estuvieras invitando a una cita-rio aunque sus mejillas estaban de un tono rosa-

-no…no quise que sonara así…yo solo….-trato de arreglar sus palabras-

-lo entiendo, lo entiendo, de acuerdo estaré esperándolo-de uno de sus bolsillos saco un papel y un lápiz entregándosela a Alfred-mañana a las 4 pm no llegues tarde-se dio media vuelta y comenzó a caminar-oh casi lo olvido, te recomiendo preguntar la dirección o te perderás-sonrió para luego comenzar a alejarse-

Alfred se quedo de pie en el lugar viendo como la figura de Arthur alejase poco a poco, cuando ya no pudo ver al otro se adentro en el castillo con una gran sonrisa formada en sus labios, al parecer las cosas no serian tan aburrida desde ahora tal vez hasta podría olvidar eso de buscar a su reina después de todo ahora tendría a Arthur con quien hablar y pasar sus días.

Notas: ¿Qué les aprecio? ¿Debería continuarlo? Díganmelo en los cometarios, de ante mano gracias