Desclaimer: Los personajes de Prince of Tennis no me pertenecen, son autoria de Konomi Takeshi. La historia relatada si es de procedencia de mi imaginación por lo tanto me pertenece (sonó raro x3). Prohibida su copia sin autorización.

N/A: Hellow bueno esta es una mini historia que la empecé a principio de año y la termine hoy wiii xd cuenta de tres capítulos, disfrútenla y dejen muchos reviews

-Dulce Caramelo-

RedSpika'Mey

Cap. 1: Dulce Caramelo

-R-Ryoma-kun – Tartamudeo una chica de hermosos ojos rubí y de una larga cabellera color chocolate, la cual como siempre estaba atada en dos largas y finas trenzas. El chico, de ojos color ámbar y pelo negro verdoso, se dio vuelta con su mirada indiferente y talvez por inercia su cuerpo respondió al llamado.

- Umm? –Pregunto mirando a la chica que estaba roja al extremo

- Ryoma-kun pa-para vos –Dijo con el cabeza agachada extendiendo firmemente un sobre rosado ante el chico.

- Eee –Respondió ignorando lo que contenía el sobre. Lo leyó, y cada segundo que pasaba la chica, ardía en la vergüenza y era notorio, su rostro la delataba estaba más roja que un tomate, reprimía sus ganas de salir corriendo por que tenia la fe que su adorado Ryoma correspondiera a sus sentimientos, mientras sus piernas amagaban con dejarla caer, su cuerpo temblaba. Ryoma la miro con esos ojos ambarinos.- Ryuzaki –Pronuncio al fin

- ¿S-si? –Pregunto tratando de verlo, más sus ojos se desviaron al ver la acción del chico

- ¿Que fue eso? –Indago una vez hecho un bollito la carta junto con el sobre y embocando al cesto de basura

- M-mis sentimientos Ryoma-kun –Dijo Tristemente mirando al cesto

- Ryuzaki, esas cosas son una perdida de tiempo, cosas inútiles. –Dio como respuesta destrozando sin piedad el corazón de Sakuno, esta lo miro con los ojos cristalizados amenazantes de que en cualquier momento dejarían ver las frágiles gotitas cristalinas- Mada mada dane. –Finalizo el chico y continúo su caminata hacia los vestidores.

La chica rompió en llanto, lentamente se acerco al cesto y rescato la carta del basurero, se colgó su mochila y luego se fue corriendo, no le importo en donde pararía o si se perdía solo quería correr, olvidarse. Había cometido un grave error, lo sabia.

¿Cómo había podido ser tan idiota de confesarse a Ryoma?, se reprendía con esa pregunta mentalmente. Por fin luego de correr tanto noto su respiración agitada, no le llegaba bien el aire a sus pulmones, tratando de normalizar su respiración recorrió con la vista el lugar, había llegado a un gran parque que alrededor había tiendas y en frente una estación. Creía saber donde estaba, pero no era importante se acerco a una banca y se sentó, el frío calo sus huesos, por supuesto estaban en pleno invierno, se froto los brazos intentándose calentar y se maldijo porque por estar tan ansiosa de entregarle su carta a Ryoma se había olvidado el abrigo. Miro la carta que se encontraba en sus manos y la leyó…

"Ryoma-kun:

Se que vas a pensar que soy una de esas chicas, las de tu club de fans, pero no es así. Ryoma-kun me gustas mucho, desde el primer día que te vì en el vagón, pero seguro no te acuerdas porque me habías dicho que no me viste jeje. Espero que mis sentimientos sean correspondidos. ¡Dame una oportunidad Ryoma-kun para hacerte feliz! Te amo.

Sakuno R."

Si su carta era cortísima, era lo que le había salido, lo que más le había convencido luego de 20 o más intentos, siempre su pulso o su mente la traicionaban y cometía un error que hacia que la carta no quedara bien.

Las lágrimas corrieron por sus mejillas calidas ante el frío, y caían en su falda del instituto, su cabeza estaba agachada, su mirada fija en la hoja y sus manos acunaban esta hoja junto con el sobre los cuales estaban muy arrugados, dada la acción del "Príncipe"

- ¡Oye! –Pronuncio una voz masculina llamando su atención, Sakuno tímidamente levanto su mirada hacia el desconocido- ¿Quieres? –Pregunto ofreciéndole un caramelo, el chico de cabello rojizo estaba agachado a la altura de las piernas de Sakuno y con el brazo extendido, mirándola.

La chica sorprendida se limpio las lágrimas y agarro tímidamente el caramelo.

- ¿Vas a Seigaku no? – Pregunto parándose y sentándose al lado de ella sin dejar de mirarla, la chica asintió.- Soy Marui Bunta de Rikkaidai – Sonrió amistosamente comiendo un caramelo.

- Sa-Sakuno Ryuzaki – Dijo tímidamente la chica y con la voz quebrada todavía

- ¿Puede ser que te haya visto en algún partido? –Indago curioso Marui y sin sacar esa sonrisa, la chica simplemente asintió un poco afligida, ya que ella solo iba a los partidos de tenis por Ryoma. – ¿Que te sucedió? ¿Te hicieron algo? ¿Te robaron? –Siguió con su "interrogatorio" mirándola preocupado.

- No, solo –Trago con dificultad – una confesión no correspondida – Sonrió tristemente

- OH –Dijo el chico formando con su boca una perfecta "O"- Lo lamento miro hacia el piso.

- No, fue mi culpa –Dijo con las lágrimas cayendo por sus mejillas, trataba de limpiárselas pero estas seguían cayendo, en un movimiento inesperado Marui acuno el rostro de la chica en sus manos y con sus pulgares limpio las lágrimas, la castaña lo miro sorprendida y fue cuando reacciono, apartando sus manos del rostro suave de la chica y mirando para otro lado con un tinte rosado en sus mejillas.

-Lo siento – Pronuncio, suspiro y la volvió a mirar como tomando coraje. – Sabes cuando yo me siento mal, aunque casi nunca me pasa, como muchos dulces –Sonrió- Es como un remedio.- Sakuno miro el caramelo que minutos antes el desconocido-conocido le había regalado y asintió.

Delicadamente abrió el envoltorio y lentamente llevo el dulce a su boca. Todo el trabajo para degustar el caramelo no paso desapercibido por los ojos de Bunta, y apenas la golosina estuvo sobre sus labios y entrando a la boca de la chica, un impulso recorrió por cada parte del cuerpo del pelirrojo, sin poder frenarlo. Tomo el rostro de la chica entre sus manos y aprisiono, sin pedir permiso, los labios de la chica contra los de él.

Sakuno se estremeció sorprendida sin saber bien que hacer, ya que primero; era su primer beso, y segundo; no lo conocía bien, solo de vista.

Marui luego de degustar el dulce sabor que poseían los carnosos labios de la chica de Seigaku, se separo lentamente, un poco desilusionado porque la chica no le correspondió, pero tan rápido como entro la desilusión la respuesta del porque no correspondió el beso azoto su mente "acababa de ser rechazada. Ella estaba enamorada de otro" Eso lo entristeció pero, no se daría por vencido, el era un genio del tenis, muy habilidoso en todo lo que hacia, se había interesado en esa chica, apenas la vio en los partidos de tenis contra Seigaku, su chance para hablarle fue al verla sentada ahí. Se había enamorado de esa chica a primera vista y no la dejaría ir así como así por culpa de un idiota que no se dio cuenta.

- Perdóname Sakuno, pero ¡permíteme hacerte olvidar de ese que te rechazo! –Pidió mirándola, nunca era así pero realmente necesitaba de esa chica. El porqué no lo sabia era simplemente lo que su corazón le pedía. Sakuno estaba sonrojada a más no poder, sorprendida – Dame una oportunidad por favor –Pidió mirándola

- E-esta bien – Respondió dudosa. Ese "Dame una oportunidad" le recordó a ella misma.

- ¡Gracias! –La abrazo efusivamente acompañado con una gran sonrisa en su rostro.

Intercambiaron sus números y siguieron hablando un rato, hasta que un estornudo de Sakuno, le hizo recordar a esta y percatarse al acompañante que ella no traía abrigo. Marui todo un caballero, se saco su campera y se la puso a Sakuno, esta se sonrojo fuertemente ante la acción del chico. Bunta solo sonrió. Luego como había recibido un llamado preocupado por parte de su abuela, decidió volver a su casa, el pelirrojo la acompaño y quedaron en salir el fin de semana.

Bunta no se daría por vencido, estaba convencido que la enamoraría a Sakuno Ryuzaki a como de lugar.