Harry Potter estaba sentado alegremente en su sillón favorito de la sala común de Gryffindor. Él y Ginny acababan de salir bajo su capa de invisibilidad a dar un paseo iluminado por la luna. Se habían reído, hablado y besado. Pero pronto, Ginny había declarado que hacía mucho frío, así que tuvieron que volver a entrar. Cuando Harry había se dejó caer en su asiento actual, Ginny anunció que tenía algo para él y fue a su dormitorio rapidamente.
Ahora Harry estaba ansiosamente esperando. Miró a la chimenea y vio que el fuego estaba casi estinguido. Levantó su varita y murmuró "Incendio". Un fuego abrasador cobró vida. Por un momento se acordó de la vez que había visto a Sirius aparece allí. Entonces Ginny le vino a la mente. Sus ojos marrones y su cabello, tan rojo como el fuego que acababa de encender.
- ¡Harry, lo tengo!- La voz de Ginny dijo detrás de él. Se dio la vuelta justo a tiempo para ver a Ginny en el primer escalon de la escalera que conducía al dormitorio de las chicas. Llevaba un pequeño paquete de color verde brillante con un lazo rojo en la parte superior. Harry hizo todo el espacio que pudo para que ella pudiera sentarse a su lado. Ginny apretó su cuerpo pequeño al lado de Harry y le dio su regalo.
Harry lo tomó con su mano derecha, la que no estaba aplastada entre él y Ginny, y lentamente lo abrió. Dentro había un reloj de bolsillo de plata con las letras 'H' y 'P' cuidadosamente talladas. Le dio la vuelta y vio a las letras 'G' y 'W'. Harry miró a Ginny. Ella lo estaba mirando nerviosamente.
-¿Qué?- Harry pregunto.
-Abrelo.- Ginny dijo, con su voz tan solo un poco mas fuerte que un susurro.
Harry hizo lo que le dijo. Un hermoso reloj con la luna y el sol como manesillas que había dentro. Al otro lado había una foto de sus padres por el Lago Negro. Junto a ella había otra muy similar, pero ésta parecía más nueva. Era una imagen de Harry y Ginny.
Ese día, Hermione le había dicho a Harry a dejar de molestar a Ginny porque ella tenía que estudiar para sus T.I. . Así que, cuando Hermione se dio la vuelta, Harry agarró a Ginny de la mano y disimuladamente salieron de la sala común. Pasaron la tarde juntos caminando alrededor del lago y hablando de lo que Hermione les haría después de que regresaran a la sala común.
En un momento, Ginny dijo que quería descansar, por lo que se sentaron en la sombra de un gran roble. Harry estaba de apoyado en el árbol, mientras que Ginny estaba descansando en su regazo. Ginny había visto a Colin Creevey con su cámara cerca, por lo que ella le pidió que tomara una foto de ellos. Harry no sabía para que era la foto hasta ahora.
-Gracias.- Harry dijo con una sonrisa. Se inclinó para besarla. Ginny se profundizó el beso y pronto ambos estaban sin aire.
-Te amo.- Harry dijo con los ojos cerrados. Los abrió para ver que Ginny lo miraba con la sonrisa más grande que el jamás había visto en su rostro.
-Yo también te amo.- Ella dijo.
Harry la besó una vez más antes de poner su brazo alrededor de ella. Ginny apoyó la cabeza en su hombro y después de algún cómodo y silencioso tiempo, Harry la miró para ver que se había quedado dormida. Como no quería despertarla, Harry tan solo se quedo allí, hasta que finalmente comenzó a sentir sueño también. Y no preocupandose por lo que Ron podría decir la mañana siguiente, Harry se quedó dormido.
