Disclaimer: Katekyo Hitman Reborn! es propiedad intelectual de Akira Amano.


Premonición

por Onmyuji


La familia Giglio Nero custodiaba meticulosamente la mansión donde la princesa se encontraba resguardada. Con una seguridad herméticamente diseñada con apoyo del equipo de inteligencia avanzada de los Vongola y el liderazgo de Byakuran (indignado por ser Gamma el siguiente en cuanto a su repartición de turnos para liderar misiones de la familia) respecto a la protección de la pequeña, estaban convencidos de que nadie se atrevería a pasar ni a cien metros de distancia de la propiedad sin desatar la fuerza de aquel que en alguna línea de tiempo alterna controló el mundo por completo.

—Yuni-san... ¿Está bien que yo me quede aquí con usted en lugar de ayudar al resto a buscar?

Yuni estaba convencida de que la presencia del Vongola Décimo no sería necesaria. La misión en la que la familia Vongola, en conjunción con Giglio Nero y Millefiore se habían enzarzado por tumbar a una de esas familias del bajo mundo de la mafia, sería exitosa aún sin el Juudaime.

En un esfuerzo por tranquilizar al nervioso chico de castaños cabellos, la ex-arcobaleno le sirvió una taza de té—. Ellos... saldrán victoriosos.

Porque Yuni había visto lo que se avecinaba en esa batalla. Nadie mejor que ella sabía lo que ocurriría, desde que el Vongola Décimo anunció ante su círculo de familias más allegadas que estaba decidido a limpiar la mafia de tanta sangre, corrupción y crimen, declarando una guerra sin miramientos contra aquellos que no quisieran alienarse a su principio de ayuda y buenas acciones.

Era algo arriesgado, considerando que la mafia tenía décadas operando de la forma en que lo hacía. Modificar los patrones de conducta de una red tan torcida y complicada requería tiempo, esfuerzo y, sobre todo, mucha decisión. Pero sus visiones venían acompañadas de familias que, una tras otra, comenzaban a seguir a los Vongola y a unirse por una causa común.

—Décimo. —Sonrió la niña de cabellos azulados mientras le ofrecía la delicada taza de té al castaño, que la recibió avergonzado y atento a lo que fuera que la princesa tendría qué decirle—. No debería estar tan nervioso. Ellos estarán bien.

—Aún no he heredado apropiadamente el título de Vongola Décimo... ni planeo hacerlo. —Se encogió Tsuna en su lugar, aún con la taza de té entre los dedos y el ceño fruncido en medio de sus pensamientos.

—Oh, pero lo hará. Y lo que desea para la mafia; aquello por lo cual la familia Giglionero y Millefiore hemos decidido seguirlo en su causa, también se cumplirá. Es una premonición. —Y le sonrió con la clara intención de relajarlo. Pudo ver en la cara de Tsunayoshi Sawada primero la confusión, para después reemplazarla con una expresión de profundo alivio y notó cómo rápidamente se relajaba, mientras bebía prontamente un sorbo del té que le había ofrecido.

Yuni pensó, en ese momento, que aunque la maldición de los arcobaleno se había anulado, aún quedaban algunos resquicios de su poder en ella. No obstante, estaba convencida de que no hacía falta un don así para tener la certeza y la seguridad de que Sawada Tsunayoshi lograría su cometido.


Fin.


PS. Bueno, para empezar, no tengo ni idea de dónde salió este fic. Pensaba meterle connotación romántica, hablar del 2795 en este fic, pero Yuni manejó la situación sola y me dio esto (?) me ha gustado mucho, aunque no puedo decir que tiene nada de romance, ya que no shippeo a Yuni con Tsuna. Aún tengo más ideas de fanfics para este fandom, sólo que no todos los personajes se me dan muy bien XD pero pronto espero traer más fics de GokuHaru, que es mi OTP de la serie, así que manténganse sintonizados ;)

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Nos estamos leyendo ;)

Onmi.