Recuerdos
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Capitulo 1
La pequeña y delicada figura de una joven que aparentaba no más de diecinueve años de edad, caminaba feliz por las calles de Kyoto. Una linda sonrisa adornaba sus pequeños y sonrosados labios, mientras tarareaba una linda melodía. Su cabello era largo y sedoso, de color negro pero que la luz del sol mostraba destellos azules. Su rostro estaba compuesto por unos enormes y hermosos ojos marrones que destilaban un brillo de inocencia y felicidad que no muchas mujeres hoy en día podrían tener el placer de presumir, sus pestañas eran largas y abundantes. Su pequeña y respingada nariz estaba roja a causa del frío que abrazaba la ciudad, sus mejillas ahora habían adquirido un tono rosado que contrastaba con su piel de porcelana.
La chica vestía un sencillo y lindo vestido de color blanco que le llaga hasta un poco mas abajo de la rodilla, y que se acentuaba perfectamente a su delicada figura. Encima de este, cargaba un grueso abrigo color café, que le llegaba un poco mas arriba de los muslos, su cuello era adornado con una bufanda del mismo color que su vestido, y los guantes que llevaba puestos en sus manitas.
Aoi Kinomoto cerro los ojos con fuerza cuando sintió la fría brisa de la tarde acariciar su rostro y revolver sus largos cabellos.
"¡Ufff...que frío! ¡Sera mejor que me apresure!," dijo mientras aceleraba un poco el paso.
"¡Señorita Aoi!," la grave voz de un hombre hizo que Aoi parara su caminar para prestar atención al chico que acababa de llamar su nombre.
"¡Ryujii-kun!," los labios de la peli-azul se curvaron en una sonrisa al ver al joven que estaba parado a unos metros de ella, mirándola , también con una cálida sonrisa.
Era un joven apuesto, de cabellos azabaches y largos, algunos dirían que demasiado largo para un hombre, sin embargo este le daba un look un tanto desordenado y a la vez atractivo capaz de captar la atención de cualquier mujer. Sus ojos color mar eran simplemente hermosos, y combinaban perfectamente su piel ligeramente bronceada, sin mencionar su escultural y bien trabajado cuerpo que era fruto de los duros entrenamientos que tuvo que soportar por largos años.
"Ya esta empezando a oscurecer...no debería andar por allí sola. Puede ser peligroso", dijo tranquilamente el joven, mientras avanzaba algunos pasos hacia ella.
"Gracias por preocuparse", sonrió amablemente, "pero se cuidarme sola, además ya estaba volviendo a casa." Dijo tratando de no sonar grosera.
"Déjeme acompañarla, de todos modos tengo que ir por aquí..."
"Esta bien," dijo antes de seguir su camino con el apuesto muchacho a su lado.
No hubo mucha platica entre los dos jóvenes durante el camino, pero a ninguno de los dos pareció incomodarse ante ese detalle. Aoi miro de reojo a Ryujii, quien miraba al frente con una expresión seria.
"En verdad es muy guapo...", pensó Aoi para si misma, sintiendo sus mejillas sonrojarse, y inmediatemente se reprendío a si misma por tener "pensamientos inapropiados".
"¿Se encuentra bien?", la voz de Ryujii y una mirada llena de preocupación la saco de sus pensamientos, dandose cuenta de que ya habían llegado a su destinación, "Tiene la cara toda roja...¿No tendra fiebre verdad?"
"¡Eh!...¡No!...Y-Yo...L-Lo que pasa es que...", Aoi pudo sentir como sus mejillas volvían a tomar color, y esta vez mas intensamente. "¡Que vergüenza!", pensó para si misma bajando la mirada sin saber como excusarse.
Ryujii río divertido ante el gracioso sonrojo la de peli-azul, mientras veía como la chica se trataba de excusar balbuceando palabras sin sentido, "Calmese, se que mi gran atractivo natural pondría a culaquier mujer nerviosa, no la culpo."
"¡NO ES ESO!", espetó indignada mientras lo miraba con el entrecejo fruncido. A lo que Ryujii respondio con otra sonrisa incrementando el enojo de la peli-azul.
"Esta bien, esta bien...ahora entre a casa que deben estar esperándola," hablo divertido el oji-azul mientras le daba pequeñas palmadas en la cabeza a la chica como si fuera un niña pequeña, y él su padre.
"¡No me diga lo que tengo que hacer!," gritó enojada, separándose bruscamente del muchacho mientras daba media vuelta y empezaba dar grandes zancadas hacia la entrada de sus hogar, "¡Bobo!", dijo volteando su rostro un poco para sacarle la lengua en un acto infantil que, Ryujii, sinceramente le pareció adorable.
"Buenas noches," dijo con una sonrisa, a lo que Aoi respondió con un ademán despidiéndose para entrar a su hogar.
Aoi le parecía que Ryujii era un chico tierno, y dulce, aunque de vez en cuando sacaba ese lado egocéntrico y engreído que ella no veía tan a menudo. Según tenía entendido, ellos dos habían sido vecinos por un par de años. Claro que ella no lo recordaba de esa manera, había pasado por muchas cosas durante los últimos tres años, y habían muchas cosas que todavía no tenia en claro, pero prefería restarles importancia. No le gustaba pensar en su pasado, y por eso trataba de mantener su mente ajena de aquellos pensamientos. Sabía que era una cobarde por pensar de esa manera, pero cada vez que trataba de recordar cosas sobre su vida pasada, algo se lo impedía, un miedo que para ella era ajeno se apoderaba de su cuerpo y cada uno de sus huesos, como si hubiera algo que, aunque su mente no reconociera, su cuerpo si.
Algo que no debía recordar, o que mas bien no quería recordar.
Pero entonces estaba esa molesta vocecita que le decía...no...que le gritaba que había algo muy importante de lo que se estaba a olvidando. Su corazón le gritaba que dejara su cobardía a un lado y que buscara las respuestas que necesitaba.
Una parte de ella también sentía que parte de ese "algo" que estaba olvidando, estaba relacionado con el joven Ryujii.
Según lo que le han dicho la relación entre ella y el oji-azul nunca había llegado a nada sentimental, ni siquiera a una simple amistad. Ellos solo eran conocidos, vecinos que de vez en cuando se dirigían la palabra por simple cortesía. Sin embargo había veces en las que ella podía apreciar claramente como un peculiar brillo aparecía en los azules ojos del muchacho, un brillo que reflejaba melancolía, nostalgia, pero más que todo, reflejaban un gran dolor. Un dolor tan grande le rompía el corazón. Hubo veces donde estuvo a punto de preguntarle la cause de su sufrimiento, pero simplemente no tenía el valor. Después de todo estaba la posibilidad que todo eso no fuera mas que su estúpida imaginación, y aunque no fuera así, ella no quería ser impertinente. Ella no era nada para él y por eso no tenía derecho a meterse en su vida privada.
Pero entonces estaban esos días en los que Ryujii se le mostraba indiferente, con un actitud tan fría que hasta le dolía. También hubo veces en las que ella podría haber jurado que él la estaba evitando, cosa que por alguna razón también la puso bastante triste, hasta el punto de sentir un leve dolor oprimir su pecho. Claro que tampoco entendía la razón de eso.
Un suspiro salío de los labios de la joven antes de caminar hacia su cuarto.
"Habrán pasado tres años pero esta estúpida amnesia sigue afectando me hasta el día de hoy...y siento que es solo el comienzo..."
No muy lejos de la casa de los Kinomoto, se encontraba la humilde pero acogedora vivienda de Ryujii Sora. No era muy grande ni lujosa, pero para él estaba perfecta.
"Bienvenido a casa hijo", una mujer de mediana edad que no pasaría de los cuarenta entro a la sala con una dulce sonrisa adornando su hermoso rostro. Vestía un lindo kimono color celeste, sus cabellos eran de un color marrón que denotaba tonos rojizos, eran largos y ondulados y estaban todos bien peinados en una linda trenza que descansaba con gracia en uno de sus hombros. Era una mujer que ante todo denotaba elegancia y una belleza que muchas mujeres a su edad desearían tener.
"Hola mamá," una leve sonrisa se mostró en los labios del oji-azul antes de acercarse a su madre para besarle la mejilla.
Nodoka sonrió, pero esta sonrisa pronto se borro al notar como los hermosos ojos de su hijos eran opacados por una profunda tristeza.
"Fuiste a verla de nuevo...," el joven no respondío ante esto, "Sabes como me siento sobre eso...no esta bien. Solo te estas haciendo más daño a ti mismo."
"Mamá...ya hemos hablado de esto...," estaba cansado y ahora mismo lo último que quería era una discusión con su madre.
"¡Pero Ranma..!"
"¡Te eh dicho que me llames Ryujii!", Ranma no pudo evitar levantar su voz ante esto. Él ya había tomado una decisión y le exasperaba ver que su madre no podía entender eso. "Me daré un baño...," dijo rápidamente antes de que su madre digiere otra palabra.
Su madre simplemente suspiro resignada y lo observo marcharse, hace tres años su hijo, Ranma Saotome, desapareció de este mundo junto con los recuerdos de Akane, o debería decir ¿"Aoi"?, dejando en su lugar a ese hombre callado y serio que se hacía llamar Ryujii.
Un suspiro escapó de sus labios antes de dirigirse a la cocina.
En el baño, Ranma observaba triste una pequeña fotografía que sostenia en sus manos, la cual acarició con la yema de los dedos delicadamente. Inevitablemente ese sentimiento de nostalgia se apodero de su cuerpo una vez más, y sintio un nudo formarse en su garganta a la vez que su visión se volvía borrosa debido a las lagrimas que amenazaban con salir.
"Papá, tío, Nabiki, Kasumi...Akane...los extraño tanto..."
La fotografía mostraba una graciosa escena en donde una furiosa Akane golpeaba Ranma con un tetera. El golpe era proporcionado en la cabeza, causando que Ranma se inclinara hacia adelante, con la cabeza baja y los brazos extendidos hacia fuera como si estuviera a punto de caerse de cara contra el piso. La peculiar pareja se encontraba en el centro de la foto, mientras a sus espaldas se encontraba toda la familia riendo a felizmente.
"¡Bobo!", la furiosa mirada de "Aoi", y la imagen de ella sacandole la lengua como una niñita regreso a su mente, causando que el oji-azul sonriera levemente.
"Sigues teniendo tu horrendo carácter marimacho...como en los viejos tiempos..."
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Hola chicos, Que tal están? Bueno esta es un historia que se me ocurrió mientras oía una de mis canciones favoritas, "The Memory", de Mayday Parade. Se que el asunto de Ranma y Ryujii y Aoi y Akane puede llegar a ser confuso así que tratare de mantenerlo todo lo mas claro posible xD. Espero disfruten la historia! Pronto subire el próximo capitulo donde se explicará que sucedió con la familia de Akane, y la razón por la que Ranma y Akane tienen diferentes identidades :) Este es mi primer fic así que sean lindos conmigo vale guapos? xD No estoy acostumbrada a escribir en español o.o!
Bueno Chicos eso es todo! Bye~Bye~Nya! ;)
