Hola! Aquí estoy yo con una nueva idea, siempre en el Sessh/Kag solo que ahora es un AU. Ellos no creen en el amor, pero este los atrapará en sus redes, ¿podría ser esta la oportunidad definitiva para ser felices? O ¿seguirán en soledad?

Disclaimer: Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, son propiedad de la gran Rumiko T.

Yo solo los tomo prestados para mis pequeñas locuras ;-)

"…" pensamientos

-….. Diálogos

Aclaración: en este fic Inuyasha no es medio hermano de Sesshomaru, son de familias diferentes, lo decidí así cuando redacte la trama para esta historia

Luchando por encontrar el amor:

Cap. I: Reencontrándonos:

Kagome Higurashi es una joven de 23 años, alta, con un cuerpo estilizado, unos ojos marrones y un cabello azabache que caía un poco por debajo de sus hombros formando graciosos rizos al final. Se puede decir que tenía todo lo que alguien puede desear en la vida: sus padres, Kazuo Higurashi, un gran empresario de publicidad y su madre Sonomi Yoshida(N/A: el apellido de la mama de Kag lo invente yo XD), quien tuvo una brillante carrera en el modelaje, eran millonarios y reconocidos a nivel internacional.

Ella, como era de esperarse, tuvo todos los lujos y comodidades que podía tener como hija de tan prominentes personajes, pero también con ello vinieron las obligaciones, estudiaba en los mejores colegios, pero a diferencia de las niñas mimadas que llegaban a quedarse sin hacer nada, ella tenía que mantener siempre el sobresaliente en sus calificaciones, además de llevar actividades extracurriculares que permitiesen afianzar sus conocimientos en las materias, lo cual explica el que a sus cortos 23 años, ya sea toda una profesional, maneje varios idiomas y todo lo que se espera de quien será la heredera del imperio formado por Kazuo Higurashi. Tan perdida estaba en sus pensamientos que no se enteró cuando Yuri, una de las muchachas de servicio entró a su estudio

-Señorita Kagome, su padre le solicita en su despacho, me ha mandado decirle que es muy importante, que vaya en seguida

-Gracias Yuri, puedes retirarte-respondió Kagome amablemente, cosa que solía hacer solo estando en casa y con los más cercanos a ella, puesto que en asuntos de trabajo era una mujer fría que al hablar lo hacía con un tono neutro que no dejaba saber nada de lo que sentía o pensaba. Salió de su estudio y se encamino a paso lento hacia el despacho de su padre, toco una vez y luego de escuchar un "pasa hija" del otro lado, abrió la puerta y entró.

Su padre estaba sentado, leyendo unos documentos y girando la mirada de vez en cuando a su ordenador, seguramente en espera de algún mail importante, pero no fue eso lo que la sorprendió, sino el hombre de cabello azabache que estaba de espaldas a ella con la vista perdida en la ventana, aun así no mostro sentimiento alguno

-Me dijo Yuri que querías verme urgente- le dijo a su padre sin reparar mas en el otro individuo en la habitación

-Sí, verás hija ya habíamos hablado de que en un par de semanas tomarías el control de las empresas-ella solo asintió-pues he querido presentarte al nuevo editor en jefe de la empresa-En ese instante el hombre se volteó y Kagome sintió que todo su mundo se detenía- Te presento a Inuyasha Yoshimura- frente a ella estaba ese hombre al que había llegado a amar y al que ahora odiaba profundamente, vio como él le extendía su mano en forma de saludo, mas no correspondió, se limitó a asentir. Mientras tanto, Kazuo ya estaba pensando si habría sido buena decisión contratar a Inuyasha Yoshimura como editor en jefe, no podía negar que era un profesional calificado, pero también sabía que él y su hija habían tenido un serio problema, mas pensó que Kagome ya había superado ese incidente

-Bien-respondió Kagome mirando a su padre, para luego darle una mirada furiosa a Inuyasha, quien sonreía burlón-si eso es todo me retiro- dijo la azabache fríamente

-Hija, también quería decirte que mañana iras a las empresas Taisho, se ha concertado una reunión con el Director General para afinar los detalles de un proyecto que tenemos con ellos, Inuyasha irá contigo y puedes llevar a quien necesites. Como tu pronto te harás cargo de todo, he considerado prudente que asistas tú.

-Está bien-dijo Kagome para luego salir del lugar hecha una furia

Sesshomaru Taisho, un joven de 25 años, de buen porte y apariencia se encontraba observando por la ventana de su oficina la ciudad de New York, tenía la ciudad a sus pies, literalmente pues desde su oficina, en el piso 105 del gran edifico perteneciente a las empresas Taisho, sede del imperio hotelero de su padre, la ciudad parecía de juguete. El único edificio que se le comparaba era el de Higurashi Corporation, que estaba al igual que este, localizado en la zona centro de la ciudad. El era un hombre apuesto, alto, con un físico envidiable, una larga cabellera platinada, y unos fríos ojos dorados, tan fríos como su carácter y que hacían a las mujeres rondarle como moscas a la miel y a los hombres envidiarle en extremo. Mas no era de enamorarse, sólo una vez lo había hecho y luego de las consecuencias juró que no se volvería a repetir, sólo estaba con mujeres para satisfacer su deseo, luego prescindía de ellas.

Luego de un arduo día el joven Taisho se preparaba para irse a su casa cuando su padre Inu No Taisho entró a su oficina

-Pensé que ya no iba a encontrarte Sesshomaru- dijo su padre, que era un hombre de unos 48 años de edad, aunque no los aparentaba puesto que gozaba de un físico excelente. Se parecía mucho a Sesshomaru, la diferencia radicaba en su carácter, él, a diferencia de su hijo, era más sociable y bromista. Había puesto a su hijo a cargo de sus empresas hace unos meses porque deseaba retirarse y pasar más tiempo con su esposa Irasue, además ya era hora de que Sesshomaru tomara sus responsabilidades como heredero de las empresas; aun así el siempre se daba una vuelta para ver cómo iba todo y ayudarle, mas eso no era necesario, si algo sabía era que su hijo era un experto en los negocios y nadie como él para manejar una empresa

-De hecho ya iba de salida padre- contestó Sesshomaru, tomando asiento e invitando a su padre a hacer lo mismo

-ya veo-dijo Inu No, sentándose- quería hablar contigo sobre tu junta de mañana con la dueña de Higurashi Corporation

-¿Dueña?-inquirió Sesshomaru extrañado, no sabía que Kazuo Higurashi hubiese transferido su empresa a alguien mas

-Así es, mañana vendrá Kagome Higurashi, quien está ahora a cargo de las empresas de su padre-dijo Inu No a su hijo quien aun le miraba extrañado- si leyeras un poco te enterarías- dijo extendiéndole un reportaje del periódico donde se anunciaba que Kagome Higurashi, de 23 años, tomaría el mando de las empresas de su padre.

Sesshomaru tomó el periódico que su padre le ofrecía y sus ojos viajaron a la foto que venía en el reportaje. En ella se apreciaba a una mujer alta, con un buen cuerpo, vestía un pantalón negro que resaltaba sus estilizadas piernas, unas sandalias de tacón de aguja que le hacían ver más alta de lo que ya era, llevaba una camisa manga tres cuartos blanca con rayas azul claro y en el brazo derecho, el cual se encontraba doblado en su cintura, llevaba doblado un blazer del mismo color que el pantalón. Su cabellera azabache la llevaba suelta y su rostro no mostraba expresión alguna. "Kagome Higurashi, será interesante conocerte" pensaba Sesshomaru, sin saber que la junta que mañana tendrá con la hija de Kazuo Higurashi, sería el comienzo de algo nuevo. Luego de unos momentos más, padre e hijo salieron rumbo a la mansión Taisho, habían tenido un día muy ajetreado

Hasta aquí el primer cap., es más o menos una introducción a la vida de ambos. ¿Qué será lo que pasó entre Inuyasha y Kagome? ¿Porqué ella lo odia tanto? Y ¿Qué le ocurrió a Sessho para que no quisiera enamorarse de nuevo?, espero les haya gustado el cap. y sigan la historia n.n me dejan un review, me hace muy feliz además de que me da los ánimos para continuar escribiendo. Aviso que la próxima semana subiré un cap. de la historia Mi Ángel guardián, la cual no he olvidado, solo que publique esto porque me llego la idea y antes de que se perdiera en mis locos pensamientos decidí empezar a escribirla

Bye, nos leemos!