Disclaimer: Ningún personaje me pertenece, son todos de J.K Rowling.


Embustero...

La muerte es la suerte con una letra cambiada.

Odiaba esto mas que otra cosa en el mundo, odiaba estar internada, odiaba estar lejos de Hogwarts, odiaba no poder jugar quidditch, odiaba esta sensación de estar muerta en vida...

Odiaba al maldito artefacto que me había mandado a la cuarta planta de San Mungo, en la que al parecer llevaba ocho meses dormida, no en coma por que al parecer hablaba. Pero da igual por que yo no recordaba nada.

Lo que más odiaba es que a falta de tiempo para hacer otras cosas la única alternativa que me quedaba era pensar.

PENSAR.

Como si no tuviera nada más que deprimirme, tenía que pensar en él, justo en él.

Oliver. Si, Oliver mi ex-novio, amor de mi vida y todas esas cursiladas que le siguen a esa patética frase. Al menos hasta que el decidió cortar conmigo por lechuza semanas antes de mi accidente.

Sin ninguna explicación, disculpa o arrepentimiento. Y mi jodida mente no tenía mejor idea que recordarme absolutamente cualquier detalle acerca de él. Todo acerca de él.

Suspiro.

El decidió salir de mi vida y no hay nada que yo pueda hacer al respecto, no lloraré, no me enfadare mas de lo debido, lo superaré, dejaré de extrañarlo, dejaré de pensar en él, al fin y al cabo hay mas peces en el mar.

Suspiro de nuevo.

Se que me miento a mi misma, se que no lo superaré en un tiempo corto, me enfadare más, se que lo seguiré extrañando y ¿Quién sabe? incluso tal vez lloré un poco por que aunque se que hay mas peces en el mar pero yo no quiero un pez, yo quiero un cangrejo por que no me gustan los peces. Los cangrejos no son peces.

Más suspiros.

Oliver si saliste de mi vida también deberías salir de mi corazón. Pienso de nuevo, pero me enfocó en otra cosa. Muchos me han dicho que tengo suerte, que debería estar contenta de estar viva después de esto. Pero tras esto yo aprendí que la muerte es la suerte con una letra cambiada. Maldita sea mi suerte.


N/A:: Pues... es mi primera publicación; se aceptan tomatazos y todo lo demás. La frase del titulo pertenece a la canción Embustera de Joaquin Sabina.