Mi primer fik de Shaman King!! Bueno, a las poquitas personas que me conocen: Arigato!!, tengo poquitos reviews pero a todos y cada unos los atesoro, de verdad, gracias de corazón!!

Nota: Ningún personaje de esta serie es de mi propiedad, saben que solo se escribe por el placer de hacerlo y darles a ustedes una lectura buena (que mejorará si me critican mucho... mejoro bajo presión... pero no presionen tanto que tmb soy muy sensible, sensible no débile heee, soy niña grande...) Espero les guste!!

Por ti seré fuerte.

CAPITULO 1: 13 PIEDRAS.

Japón. 3 de Noviembre. Tarde.

-Ahhh, pero que lindo atardecer - decía un joven de tez ligeramente bronceada y cabello castaño, con unos ojos negros profundos, llevaba unos… audífonos.

- Yho, déjate de estar distraído, si no llegamos a hacer la cena, ¡Anna nos matará! - exclamó un joven rubio de estatura muy… bajita.

- Jiji, cálmate Manta, recuerda que como tenemos visitas, esta un poquito entretenida, ya sabes -

- Lo sé, pero es que también se me hace feo que dejes a Jun sola con Anna, aunque la señorita Jun sea mayor, Anna le saca el pero a todo - se achico mas el pequeño.

- Lo sé, lo sé, pero recuerda que ella vino a darle consejos de sacerdotisa, y eso, a Annita la mantiene completamente ocupada jiji, le interesan mucho esas cosas jiji- dijo Yho.

- Te aprovechas, es la segunda vez en toda la vida que vemos a la señorita Jun, y tu, al igual que la primera vez le sacas provecho - le reprochó.

- Eh… am… pos sí -

- ¡No tienes remedio Yho! - le grito Manta.

Y sin darse cuenta, los dos jóvenes habían llegado a la entrada de la residencia Asakura. Hogar de ellos. Si bien la residencia pertenecía a los hermanos Asakura, Yho y Hao, quienes eran gemelos, a cada uno se le permitió tener un acompañante, por lo que Anna, la prometida de Yho y Manta, vivían con ellos, ambos más cercanos a el gemelo risueño, ya que Hao no tenía interés de pasar mucho tiempo en casa ni de invitar a algún "amigo".

- ¡Ya llegamos! - anunció el castaño.

- Ya era hora - mencionó una vos demasiado familiar. Ambos caminaron hasta la sala de la casa y encontraron al dueño de la voz, era un chico idéntico a Yho, solo que su cabellera era más larga, y sus ojos mostraban frialdad y misterio.

- ¡Hao! - exclamaron ambos al verlo.

- ¡Señor Hao! ¿Desde cuando llego? - pregunto el rubio.

- No me quedaré, si es lo que quieres saber, solo vine por eso - dijo mientras apuntaba a "algo" que permanecía de pie al otro lado de la sala.

- ¿A quien llamas "eso"? ¡Ten más respeto! - le grito un joven de cabellera violácea y unos penetrantes ojos dorados que derramaban astucia y presencia.

- ¿Quién eres tu? -

- Su nombre es Ren, y es mi hermano - dijo una hermosa mujer que acababa de entrar en la sala, seguida por otra joven no tan alta como ella.

- ¡Señorita Jun! - exclamo el rubio - Que alegría, creí que ya se había ido.

- Aun no - informo una joven rubia de ojos negros - Yho, tardaste-

- Lo siento Annita -

- Ya no importa, tenemos que hablar…-

Francia. 3 de Noviembre. Día.

En una bella mansión, a las afueras de la ciudad, donde todo estaba decorado de hermosos jardines.

- Que bien, aún no hace tanto frío - decía una encantadora y tierna joven de cabello corto rosa, al igual que sus dos grandes y expresivos ojos que mostraban infinita dulzura.

- ¡Tamao! - la llamo un joven apuesto de porte elegante, cabello y ojos verdes - Tamao, sabes que no puedes salir sola es peligroso.

- Lo sé, hermano, pero es que… me he aburrido tanto, ya han pasado casi 8 meses desde que salí por última vez -

- Lo sé, pero… no quiero que nada te pase- trato de consolarla - En cuanto vuelvan Pilika y Horo Horo, saldrás de nuevo -

- Han tardado tanto…- contesto mientras su mirada se perdía en el cielo.

- ¡Joven Lyserg! ¡Señorita Tamao! - se escuchó el grito de una joven no muy lejos.

- ¡Pilika! - exclamó la joven de rosa - y… ¡Horo Horo! -

- ¡Que alegría volver a verlos! - dijo el chico de cabello azulado.

- Ya los extrañábamos - les dijo Lyserg a los mellizos.

Las chicas se abrazaban y saltaban con euforia, mientras que los jóvenes se daban un apretón de manos.

- Nosotros también, por cierto… hay algo de lo que debemos informarle, joven Lyserg -

- Sabes que no es necesario que me llames de usted, nos conocemos desde que nacimos, eres parte de la familia - le respondió mientras le mostraba una de sus sonrisas, los Tamamura tenían fama por sus sonrisas, las cuales eran terriblemente encantadoras.

- Yo, yo, em, sí - contesto nerviosa.

- ¿Se quedarán cierto? -

- Que más quisiéramos Tamao, pero… sabes que es necesario que nosotros salgamos constantemente - lamento Horo mientras apoyaba su mano en el hombro de la chica.

- Sí… pero, quédense por lo menos hasta navidad, falta poco -

- Hermana, no les puedes pedir eso -

- De hecho Lyserg, creo que nadie se podrá quedar esta navidad en la mansión, Pilika ya lo dijo, tenemos que hablar-

Así fue como los cuatro ingresaron a la mansión.

Japón. 3 de Noviembre. Noche.

- Ya veo…- expresó Yho - Así que esa es nuestra nueva misión, ayudaremos a Ren a encontrar las piedras antes de que los malos lo hagan, ¿cierto? -

- ¡Ja! Lamento informarte, perdedor, pero yo no necesito ayuda de nadie - sentenció el de mirada dorada.

- ¡Hermano! No hables así, sabes que los Asakura, al igual que los Tao, gozan de poderes espirituales muy elevados, es una ayuda que no podemos menospreciar -

- La misión es peligrosa, habrá oponentes muy fuertes, tendrán que cuidarse muy bien - fueron las últimas palabras de la rubia, quien salio de la sala hacia su habitación.

- Entonces…- Jun rompió el silencio que se había hecho - ¿Ayudarás Yho?-

- Pues… sí, suena divertido, además no le puedo negar la ayuda a la tutora de mi Annita, jiji, me mataría -

- Patético…- susurro Ren.

- ¿Qué dices tú, Hao? - cuestiono la mujer.

- Yo no tengo ninguna responsabilidad en esto, no le debo el favor a nadie, no es mi problema, pero iré, ja, no sobrevivirían sin mi ni un instante - se bufó.

- Que alegría, ahora estaré más tranquila a saber que tienes dos grandes aliados, Ren -

- Haz lo que quieras - y así Ren salio de la sala con dirección al patio.

- Manta- llamo a su amigo.

- ¿Si?-

- Será mejor que esta vez no nos acompañes, parece ser realmente peligroso-

- Yho… ¿lo dices por la actitud de Anna?, tienes razón, que tengas suerte -

- ¿Cuándo partimos? - pregunto el mayor de los gemelos.

-… ahora-

Francia. 3 de Noviembre. Tarde.

- ¿¡Qué!? ¿Pero que estas diciendo? -

- Lo que oyes Lyserg, no hemos podido ubicar las 3 piedras faltantes de las 13 piedras sagradas, temo que es necesario que sea Tamao quien las localice-

- Mi hermano tiene razón, ya hemos viajado tanto, y no hemos sido capaces de sentir sus presencias, creemos que solo ella puede hacerlo-

- Pero… ustedes saben tan bien como yo que si mi hermana sale, su vida correrá una grave peligro, debe de haber otra forma, quizás si yo… pero…-

- Acéptalo Lyserg, no hay de otra - sentenció el joven Horo.

- Ah… está bien, pero iremos los cuatro, Pilika, por favor, ve a avisarle a mi hermana y procura que lleve todo lo necesario, se nos acaba el tiempo -

- Sí, joven Lyserg - contesto la chica de larga cabellera celeste.

Una vez que Pilika se había retirado, los dos chicos cambiaron miradas frías.

- Cuatro meses…- susurró el chico de ojos negros.

- Conseguiremos las piedras, yo… evitare que eso pase, acabaremos con esto antes del 13 de Marzo, y ella no morirá, yo la salvaré-

- La salvaremos - corrigió.

- Sí, gracias - y con esas palabras, Lyserg y Horo dieron por terminada esa conversación.

- Señorita Tamao, ¿esta despierta? - pregunto Pilika mientras asomaba la cara por la puerta de la enorme habitación de la joven Tamamura, la cual estaba decorada completamente de blanco, con tonalidades rosa pastel y un piso azul cielo.

- Por supuesto Pilika, es de tarde, no de noche -

- Je, bueno, es que como usted frecuentemente tiene desmayos y mucho cansancio -

- Si, mi hermano aún no ha querido decirme cual es la enfermedad que me agobia, y nunca deja que un doctor me revise, Pilika… yo sé que tu sabes que es lo que me pasa… ¿Aún no me lo dirás? - cuestiono con su cara triste.

- Lo siento, es una promesa que le hice al joven Lyserg, pero le prometo que todo terminara antes de su cumpleaños- le confesó con una mirada cómplice.

- ¿Cuándo cumpla 18?- infirió intrigada - Bueno falta poco, antes de que llegue la primavera… el 13 de Marzo.

México. 3 de Noviembre. Tarde.

- Muchas gracias señorita Teresa, que Dios la bendiga - se despedía un grupo de niños, aproximadamente 21 mientras salían de una hermosa e imponente iglesia.

- Vayan a sus casas, mis pequeños, cuídensen entre todos, que todos somos hermanos - les decía una preciosa joven de cabello claro grisáceo y misteriosos ojos rojos.

- ¿Termino la misa, doncella? - pregunto un hombre a las espaldas de la joven, un hombre alto rubio y de ojos azules tras unas elegantes gafas.

- Si, Marco, ha terminado y nuevamente el Señor nos acompaño al hacer de este día hermoso y propicio para una clase en el parque -

- Doncella… ¿Algún día les confesará su verdadero nombre? - inquirió.

- No, sabes tan bien como yo que la única persona que llegó a mencionar mi nombre fue mi difunto padre, y me prometí que solo la persona más importante en mi vida lo podría mencionar, esa es mi decisión - sentenció la joven aún con una amable mirada.

- Entiendo - contesto - Ojala y esa persona pueda ser yo - pensó Marco.

- ¡Seño, seño! señorita Teresa, ¿quiere comer fresa? - preguntó un joven moreno con el cabello afro mientras sonreía ampliamente - Teresa, fresa, ¿entendió? -

- Si, son buenas rimas, Chocolove - le sonrió al joven.

- Pero no se rió, ¡le prometo hacer un súper chiste! -

- Sigue intentándolo, algún día… - susurró Marco.

- Es que estoy cansada - se excuso - Pero muy pronto yo se que lograrás hacer la mejor de tus presentaciones y traerás mucha felicidad -

- Por supuesto que si, que sí, señorita, sabe que ese es mi sueño, nada de penas ¡pura alegría pues!

- Sin duda, ahora si me disculpan jóvenes Chocolove y Marco, necesito ir a revisar unas cosas, con su permiso-

- Si, que tenga buena noche y dulces sueños – mencionaron ambos a coro, mirándose celosos.

- Gracias – y así se dirigió al interior de la iglesia, después fue a un largo pasillo oscuro, siguió hasta una habitación sin luz y se introdujo en ella, donde no había nada, solo una gran estatua gruesa que lentamente se fue abriendo revelando el sitio más oscuro de aquel lugar, se metió dentro y nadie escucho su plegaria…

Canadá. 3 de Noviembre. Noche.

- ¡Mamá! ¡Papá! - exclamaba una pequeña de cabello castaño - ¡Vengan, miren lo que encontré!

- ¿Qué encontraste, mi pequeña? - pregunto un apuesto hombre rubio.

- Papá… ya no soy una pequeña- le reprocho.

- Es cierto cariño, nuestra Milly ya es toda una damita - sonrió una hermosa mujer de larga y abundante cabellera dorada.

La familia se encontraba en un bosque rodeado de puros pinos, debido a la estación, ya todo se encontraba cubierto de nieve.

- Muy cierto, señora mía - le respondió el hombre.

- Elizabeth, cariño, llámame mejor así, que señora me hace sentir vieja, jaja -

- Entonces Elizabeth, puedes decirme tu eterno Fausto - sonrió - Solo tuyo -

- ¿Y yo que? ¿Me abandonan? - cuestiono la pequeña - Que malos… -

Milly hacía pucheros mientras que sus padres sin que se diera cuanta hacían bolas de nieve hasta que… ¡pau! Directo en la cara de la pequeña castaña.

- ¡Hey! Eso no fue justo -

- Vamos hija, diviértete un poco -

- Tu padre tiene razón, para eso vinimos hasta aquí -

- ¡Pero es que quiero que vean lo que he encontrado! -

- ¿Y que es? - inquirió la madre.

- Esto -

La pequeña les mostró una piedra pequeña de cristal, transparente, donde en el centro se apreciaba la figura de lo que parecía una M en cursiva con brillos alrededor. Fausto la tomo en sus manos y la analizo.

- ¿Pasa algo cariño? -

- Eso creo, no estoy seguro, lo mejor será que la analice en el laboratorio, mientras tanto, Elizabeth, Milly, no quiero que la toquen, despide mucha energía maligna -

Tanto esposa como hija asintieron y así se dirigieron a su casa, en una colina nevada.

Japón 3 de Noviembre. Noche.

- Bueno, si tendremos que hacer este viaje, mínimo deberíamos de conocernos, ¿No?, mi nombre es Yho y el callado y aburrido de mi hermano es Hao, así que tu eres Ren, no te pareces a tú hermana, ella es muy…-

- ¡Y a ti quien te preguntó! Esto es una misión, no un campamento, ni siquiera sabemos cuantas piedras son en total, yo solo tengo una – dijo Ren.

- Muéstranosla – pidió Hao.

Se detuvieron de la caminata que habían emprendido para observar la piedra que Ren sacaba de un bolsillo de su gabardina, una pequeña piedra de cristal, transparente, donde en el centro se apreciaba la figura de lo que parecía una M en cursiva con brillos alrededor…

- Es muy linda, ¿Qué significa la M?- pregunto el menor Asakura.

- Ni la más remota idea, mi hermana solo me dijo que era mi deber encontrar las piedras o… algo malo pasaría -

- Es muy curioso, demasiado misterio, bueno, como sea jiji, tenemos que hacerlo jiji -

- Significa "megami" que quiere decir diosa, y por otro lado significa… muerte- inquirió Hao.

- Entonces… quieres decir que… -

- Así es Yho, esas piedras representan la muerte de una diosa y…-

- Eso no nos importa, solo tenemos que encontrarlas y listo, lo demás no nos incumbe – sentencio Ren y siguieron su camino.

Reviews?? Será una larga y tierna historia