Hola!

Espero que estén muy bien, vengo con una nueva historia que se me vino a la mente mientras veía la pelicula de "Mira quien habla" aunque practicamente no tiene mucho que ver con ella, simplemente llegó y dije ¿por qué no? =)

Disclaimer: Bones pertenece a Hart Hanson, Kathy Reichs y FOX.


El coche avanzaba lentamente por las calles de Chicago, a pesar de que no había casi nada de tráfico el hombre al volante prefería conducir despacio, pues el estado en el que se encontraba su acompañante lo obligaba a seguir el límite establecido por el reglamento.

El hombre dirigió la mirada hacia el retrovisor para encontrar en el asiento trasero una mujer que veía por el vidrio polarizado del automóvil como resbalaban las pequeñas gotas de lluvia hasta desaparecer en el borde de la ventanilla, sumida en sus propios pensamientos.

-¿Se encuentra bien Doctora Brennan?- le preguntó el hombre, dudoso de que en realidad pudiera oír la verdad.

-Sí John, todo está bien - le contestó ella automáticamente, sin voltear a ver al chofer, que la observaba fijamente intentando detectar si ella mentía, pero al darse cuenta de que no iba a poder sacarle nada más, devolvió la vista hacia el camino, deteniéndose en un semáforo; ella se limpió una lágrima que escapó inconscientemente de su ojo, quizá físicamente estuviera bien, pero anímicamente no, hacía meses que no lo estaba, pero en el último mes se había acentuado de una manera casi descomunal; iba tan absorta en sus pensamientos y en ese momento recordaba el porqué había abandonado Washington:

Habían estado recorriendo varias joyerías, una tras otra, pero no lograba encontrar el anillo ideal para su novia y futura prometida, hasta que entraron en una pequeña joyería atendida por un hombre ya mayor:

-¿En qué le puedo servir señor?- preguntó el joyero con interés, caminando por detrás del mostrador.

-Verá…-le contestó Booth emocionado- estoy buscando un anillo para mi novia, quiero proponerle matrimonio, pero no encuentro un anillo que me guste…

-Perdone que me entrometa pero ¿no se supone que la novia no debe ver el anillo?- le dijo señalando a Brennan con picardía.

-¿Qué? ¡Oh no! ella es mi compañera solamente, pero le pedí que me acompañara por favor, necesito una opinión de chica ¿verdad Huesos?

Brennan sintió un nudo en la garganta al oír el "compañera solamente" por lo que se limitó a asentir levemente.

-¡Oh! Bueno disculpe, en ese caso déjeme mostrarle este anillo- le dijo el hombre mientras sacaba una pequeña caja del mostrador y se la entregaba al agente- está hecho de oro florentino y un diamante de 5 quilates…

-¡Vaya! eso se oye un poco caro…- contestó Booth dudoso- ¿Qué opinas Huesos?

-Creo que… está bien ese, le gustará a Hannah, además creo que el precio bien lo vale…- le contestó ella con un hilo de voz.

Booth lo examinó una vez más y lo sacó de la caja para verlo a contraluz.

-¿Te importaría probártelo?- le preguntó a la antropóloga- me parece que Hannah y tú son del mismo número de anillo.

Brennan sintió una puñalada en el corazón, de tan sólo pensar que ella era la que pudo haber recibido el anillo y no Hannah, porque para empezar Hannah no hubiera aparecido en el mapa si ella no lo hubiera rechazado esa noche, sin embargo estiró la mano y le dirigió una sonrisa a Booth quien le introdujo el anillo a la perfección.

-Sí definitivamente lo quiero- le dijo Booth al joyero entregándole el anillo- gracias Huesos, sabía que podía contar contigo…

-¿Necesita un pañuelo Doctora Brennan?- preguntó el chofer acercándole su propio pañuelo de tela.

Brennan volteó a ver a John e hizo un amago de agarrarlo, pero negó con la cabeza y soltó un sollozo, dejando escapar sin querer ese sentimiento de culpa y soledad que la venían atormentando desde hacía mucho.

El hombre al ver el estado en el que se encontraba ella decidió no seguir preguntando y continuó su camino, pero dejando el pañuelo justo al lado de la antropóloga, para que lo tomara en caso de necesitarlo.

"Si tan sólo supieras cuánto te necesito"pensó ella mientras veía como el coche daba la vuelta en una esquina y continuaba su recorrido; en ese momento se agolpó en su mente otro recuerdo:

-Temperance…- le llamó desde la puerta de su oficina una voz familiar, Brennan se giró y encontró a una rubia esperando.

-Hannah… ¡qué sorpresa! Pasa por favor- le contestó ella señalando la silla enfrente de su escritorio para que tomara asiento- ¿qué te trae por aquí?

-Bueno… es que venía a traerte esto- dijo la reportera extendiéndole un sobre color blanco, Brennan no pudo evitar ver el anillo que portaba Hannah en su dedo, el mismo que ella se había probado semanas atrás- es la invitación a nuestra boda- terminó ella con una sonrisa en los labios.

-Gracias…- Brennan sintió de nuevo como su corazón se encogía, al tiempo que tomaba el sobre y sacaba la invitación.

-Temperance… ¿puedo pedirte un favor?- le preguntó Hannah dudosa.

-Claro que sí, dime qué necesitas- le preguntó la antropóloga mientras leía el lugar donde se iba a celebrar la ceremonia religiosa.

-¿Podrías ser mi dama de honor?- Brennan se congeló ante la pregunta y desvió la mirada hacia la reportera, lanzándole una mirada confusa- verás… mi familia está en el extranjero y dudo que puedan venir hasta acá… no cuento con nadie más, y creí que tú…-Hannah dudó al ver la expresión de Brennan- bueno, piénsalo si quieres y luego hablamos ¿está bien?

-Eh… si claro Hannah lo pensaré…

-Bueno, está bien, nos vemos Temperance, me voy, tengo que entregar aún más invitaciones- dijo la reportera saliendo de la oficina. Brennan ni se inmutó, estaba enfrascada en sus propios pensamientos.

¿Cómo diablos iba a ser capaz de jugar a la dama de honor?

Sabía que eso era serio, Hannah no era una aventura como las demás ex parejas de Booth, sabía que lo había perdido definitivamente, así que ni siquiera se tomó la molestia de terminar de leer la invitación, la arrugó y la aventó al bote de basura, y dejó que algunas lágrimas mojaran el sobre que momentos antes había contenido la invitación…

Brennan se tranquilizó un poco, se secó los ojos con la punta del pañuelo y siguió observando a través de la ventana, sintiendo de vez en cuando los leves movimientos de su bebé aún dentro de ella, cuando el coche se detuvo nuevamente en una luz roja vio como una pareja paseaba de la mano por una calle abarrotada de tiendas, la pareja se detuvo ante una tienda y mientras ella miraba algo en el escaparate él simplemente la giró y la besó, Brennan sintió una punzada en la boca del estómago, parecía que el destino, el universo, el karma o como se llamara le estaba jugando una mala pasada, haciendo que sus recuerdos más dolorosos se hicieran presentes ese mismo día, lo único que la consolaba era que en unas horas más conocería a su pequeño, o pequeña, y otro recuerdo, quizá mejor que los anteriores se hacía presente en su cabeza:

Justo dos días antes de la boda tenía cita con su ginecólogo, al parecer el segundo intento de la inseminación había resultado positivo, pero como siempre, fiel a sus ideales, prefirió no adelantar conclusiones y decidió acudir con un profesional.

-Bien Temperance aquí vamos…- le dijo el ginecólogo abriendo el sobre de los resultados y extrayendo una hoja-¿Está lista? - Brennan no cabía de los nervios y le dirigió una mirada impaciente- Sí, excelente, la prueba es positiva - el doctor le extendió la hoja a Brennan quien la tomó con las manos temblorosas- ahora si puedes considerarte embarazada.

-¿De… de verdad?- Brennan estaba absorta, no creyó que fuera a funcionar tan pronto, el doctor asintió enérgicamente y esbozó una sonrisa de satisfacción - ¿Existe algún riesgo?- preguntó la antropóloga casi con miedo.

-No, Temperance ¡qué va!- el doctor agitó la mano como restándole importancia al asunto - sólo recuerda alimentarte sanamente, hacer un poco de ejercicio, tomar tus vitaminas y no olvides asistir a tus chequeos mensuales, evita estar viajando, o al menos espera a que termine el primer trimestre, para evitar riesgos, pero bueno, creo que eso está demás no creo que vayas a salir en estos días, ¿o sí?

Brennan que hasta entonces había estado sumida en su propio mar de emociones sintió una oleada de tristeza al pensar que después de la boda su siguiente lugar de residencia no sería más Washington.

-Eh… pues tenía planeado ir a Illinois dentro de tres días, allá vive mi familia y pues mi madre podrá cuidar de mí durante mi embarazo- mintió-¿puedo ir?- soltó, rogando por que el doctor dijera que sí.

-Pues no es un viaje muy lejos, así que lo podrás hacer sin dificultad, sólo recuerda todo lo que te dije- el doctor notó lo mala que era la antropóloga mintiendo, pero al menos sabía que no se arriesgaría a realizar un viaje más lejos sin consultárselo.

-Bueno, gracias doctor- le dijo Brennan estrechándole la mano al hombre- nos vemos.

-Cuídate Temperance, felicidades…

El coche continuó avanzando por casi veinte minutos hasta que se detuvo en el estacionamiento del hospital "Saint Joseph", Brennan no pudo evitar sentir un estremecimiento al leer el nombre del hospital por enésima vez, a pesar de llevar meses atendiéndose en ese hospital el recuerdo de cierto agente siempre se hacía presente en su mente.

-¿Ya está mejor doctora?- le preguntó el hombre girándose para verla.

Brennan asintió levemente y le devolvió el pañuelo al hombre quien lo guardó en el bolsillo de su pantalón.

-Sé que es difícil para usted, pero tenga en cuenta que hoy nacerá su bebé, y no creo que quiera darle la bienvenida al mundo así ¿verdad?- le dijo mientras le limpiaba una lágrima que acababa de brotar de su ojo- su bebé la va a necesitar fuerte ¿no lo cree?

La antropóloga asintió una vez más y esbozó una ligera sonrisa mientras tocaba levemente su vientre.

John bajó del auto e inmediatamente lo rodeó para abrir la puerta trasera y ayudar a bajar a la doctora.

-¿Quiere que la acompañe o prefiere que regrese después? – le preguntó el empleado mientras cargaba la maleta de la antropóloga y la acompañaba hacia la puerta.

-Puedes tomarte el resto del día libre si gustas, esto puede tomar horas, te avisaré si necesito algo ¿está bien?

-Entendido doctora, solamente me cercioraré de que esté instalada en una habitación.


¿Debe continuar?

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Felices fiestas! =)