Nota de las autoras de este FIC CONJUNTO:
Hola a tods! Somos GriTzi y Tantei Lena-haruno (las L´s dominarán el mundo (de los fics, claro, que el mundo entero es muy complicado xDD)!!), y aquí les traemos algo con lo que esperamos, sobre todo, que se diviertan mucho (nosotras al menos no parábamos de reír mientras lo escribíamos xDD)! Estará compuesto por, en principio, tres capítulos, así que de momento les dejamos con el primero! Advertimos que los personajes estan algo OOC, o lo que es lo mismo: los personajes se salen un poco de su personalidad o la exageran xDD
En fin, las nuevas tecnologías traen consigo multitud de experiencias, no solo interesantes, sino en este caso algo pervertidas, quizá por eso nuestras chicas aprender más rápido de lo normal a sacarles uso xDDDD
Que lo disfruten!
Kazuha Toyama, con aquella indagadora mirada verde, contempló en silencio su propio reflejo en la puerta del establecimiento del gran centro comercial, mientras sus tres acompañantes, cargados con bolsas de compras, ignoraban los insospechados pensamientos que surcaban su siempre activa mente de adolescente.
- ¿Y si entramos? –preguntó de pronto, consiguiendo así que los demás se volvieran para mirarla.
- ¿Qué? ¿A ese cibercafé?
Ella afirmó con la cabeza, ilusionada.
- ¿Y por qué de repente te apetece entrar? ¿Querías consultar algo en Internet?
Kazuha bajó la cabeza, avergonzada:
- Bueno, la verdad es que… -vaciló un instante- La verdad es que les quería pedir un favor -Conan, Sonoko y Ran la miraron intrigados-. Hace apenas una semana que me regalaron un ordenador y no me entiendo muy con él, quizá ustedes me podrían enseñar a manejarlo un poco mejor.
- Vaya, lo que es por mi parte no podrás aprender mucho, apenas sé utilizar bien un par de programas –comentó Ran, sintiendo como también se ponía colorada-. Y luego está ese condenado ratón, que a cada rato se me traba…
"Se traba por los golpes que le das cada vez que picas en lo equivocado" pensó para sus adentros el niño, mirándola de reojo.
- Sin embargo yo hace muchos años que utilizo los ordenadores, sé manejarme muy bien con ellos –continuó Sonoko, sonriendo orgullosa.
- ¿De verdad? ¿Entonces no te importaría darme una clase particular ahora? –preguntó esperanzada la chica de Osaka.
- ¡Claro que no! Además, tenemos tiempo de sobra. ¿A ti te importa acompañarnos un rato, Ran?
- Que va, e incluso puede que aprenda mucho también –opinó la chica.
- ¡Estupendo! Entonces está decidido: ¡yo seré tu experimentada sensei de informática! –proclamó Sonoko, levantando el puño con decisión.
"¿Experimentada? Pero si te entiendes con el mando de la tele de milagro…" opinó Conan, mientras sentía como, inesperadamente, le recorría un desagradable escalofrío por la espalda.
De aquella manera, Conan se vio arrastrado (en contra de su voluntad) hacia el cibercafé con la grave impresión de que, con Sonoko cerca, iba a ser una experiencia de lo más (mejor dicho, demasiado) entretenida…
-Muy bien, Kazuha, para empezar has de encender el ordenador –contó la improvisada profesora, mientras se sentaba junto a su alumna.
La aikidoka contempló el sofisticado ordenador que había ante ella, pensativa. Luego, ante la extrañada mirada de los otros tres, se agachó resuelta en el suelo.
- ¿Qué se supone que estás haciendo?
- Buscar el enchufe –contestó ella totalmente convencida, indagando por entre la confusión de cables de colores.
La respuesta los dejó helados durante unos segundos, arrancándoles la capacidad de reaccionar. Solo Sonoko logró reponerse a tiempo, antes de que Kazuha tocase algo y rompiese el ordenador:
- ¡Sólo tienes que darle al botón de encendido!
- ¿En serio?
Kazuha se reincorporó en su asiento, mientras se sacudía el polvo de sus rodillas. Luego obedeció a su instructora y el ordenador se puso en marcha.
- Vaya, quién habría pensado que era tan sencillo, ¿verdad?
- Sí, es apabullante –murmuró irónico Conan.
- Bien, Kazuha, ahora debes coger el ratón y meterte en el Internet –continuó explicando Sonoko, que parecía conservar aún su paciencia-. Luego teclearás y visitaremos el buscador. Te enseñaré a buscar información.
La muchacha, sintiendo que era más observada que nunca, cogió indecisa aquel extraño artilugio que dedujo que debía de ser el ratón. Lo examinó en silencio y luego…
- ¿P-pero qué…?
- ¿QUÉ SE SUPONE QUE ESTÁS HACIENDO?
Kazuha dejó de golpear la pantalla del ordenador con el ratón. Cualquiera habría jurado que pretendía meterlo dentro de ella…
- Bueno, es que me dijiste que cogiera el ratón y lo metiera en el Internet –se explicó ella, sin dejar de intentar su propósito-, y claro, como supuestamente eso queda dentro de este cacharro…
Lo había dicho tan convencida que dio lástima.
- ¡Deja ya de golpear la pantalla, te la vas a cargar! –Sonoko le arrancó de las manos el ratón, mientras Ran y Conan miraban con temor como la vena de su frente palpitaba cada vez con más rapidez.
- Tampoco es para que te pongas así, te advertí que sabía poco de estas cosas… -contestó Kazuha, dolida.
- ¿Poco? ¿POCO? ¡No tienes ni idea de ordenadores!
- Bueno, bueno, Sonoko, no te enfades, Kazuha hace lo que puede –la intentó tranquilizar su amiga.
- ¡Pero es que no me cabe en la cabeza, Ran! ¿Cómo diablos se las ha apañado hasta ahora para hacer, por ejemplo, los trabajos de clase? ¡Hoy en día todos los profesores los piden a ordenador!
Contemplaron a Kazuha, esperando una respuesta lógica a aquella gran duda que surcaba la cabeza de todos.
- Em… Bueno, en realidad es Heiji el que me los pasa a ordenador. Luego los imprime y me los da –dijo tímidamente la chica.
- ¿Cómo? ¿Y no ha tenido las narices de enseñarte lo más básico?
"Eso se podría malinterpretar fácilmente" pensó Conan.
Kazuha negó con la cabeza, un segundo antes de que la rubia comenzase a picar en el ratón y a teclear furiosa.
- ¿Q-qué haces ahora?
- Ese guaperas se merece un castigo por no haberse preocupado en enseñarte nada de ordenadores –masculló Sonoko-, ¡pero bueno!, ¿acaso ni le das pena?
- Ja… vaya mujer, muchas gracias… -murmuró la otra, con una sonrisa torcida.
- ¿Qué pretendes? –le preguntó temerosa Ran.
Sonoko sonrió con malicia y apretó "enter" en el teclado:
- Voy a enseñar a Kazuha a chatear con otros chicos. Tiene que olvidarse un poco de ese detective mentecato.
- ¡¿NANI?!
- ¡O-oye Sonoko, no la estarás metiendo en un Chat de esos en los que te pasas las noches, verdad! –preguntó alarmada Ran, conociendo a dónde podía llegar su amiga.
- ¡Sí, y no a uno cualquiera! –rió ella, entusiasta- ¡Nada más y nada menos que el Chat Caliente de los patitos traviesos!
"¿EN SERIO ESO EXISTE?" se preguntó Conan, dando sobresaltado un paso para atrás.
- ¡No Sonoko! –Ran parecía enfadada- ¡Esa clase de sitios solo los visitan viejos cuarentones pervertidos!
- No creo que tu padre sepa utilizar siquiera un tenedor, Ran, aún así eso no es cierto, yo no soy un viejo cuarentón. Lo de pervertida ya es otra historia…
- ¿Qué tú te metes en estas páginas? –preguntó escandalizado Conan.
- ¿Cómo si no crees entonces que lo conozco, ahou? –se inclinó y continuó tecleando tan rápido que incluso los demás la temieron- Ale, ya tienes nick.
- ¿Nick? –Kazuha parecía dubitativa- ¿Es una marca de ropa?
Otro silencio atroz le puso los pelos de punta. Cuando descubrió la tensa mirada de Sonoko incluso se planteó el salir corriendo de allí y coger el primer vuelo hacia su ciudad natal.
- Oye, Sonoko –le interrumpió su repentinas ganas de asesinar a la chica de Osaka el pequeño-, dime que "algodón de azúKar" no es su apodo…
- ¿Puede haber uno mejor? Eso los atrae como moscas –sonrió la estudiante-. Además, no pensaba prestarle mi nick de "bombón-ardiente", el que suelo utilizar…
Afortunadamente, el móvil de Conan vibró en su bolsillo justo en aquellos momentos, consiguiendo así que al menos reaccionase ante el shock de aquella respuesta. "Esto es un milagro, alguien en el cielo ha escuchado mis plegarias y me va a ayudar a alejarme de esta pervertida -pensó mirando la pantalla del teléfono. Sin embargo, lo que leyó no pareció entusiasmarle-. Bueno… siempre es mejor hablar con éste. Si me quedo aquí un poco más puede que se me contagie algo de Sonoko". El niño se fue de allí disimuladamente, dejándolas así solas, y entró en los baños de caballero. Las chicas ni si quiera recayeron en su ausencia, estaban demasiado ocupadas…
- ¡Ya está bien Sonoko, así no le enseñas nada útil a Kazuha!
- ¿Qué no? Espérate y verás… -examinó la página y comenzó a leer los usuarios del Chat.
- "Nene-bum-bum"… "Papitokierecaña"… "cOnejitas69"… ¿PERO SE PUEDE SABER QUÉ CLASE DE PERSONAS ENTRAN AQUÍ? –exclamó aterrada Kazuha- ¿LES FALTA UN TORNILLO?
- No, solo están faltos de amor y cariño, nada más –justificó Sonoko.
- ¡Hey, miren, "daMeconellátiGo" acaba de abrirnos una conversación privada y nos ha escrito algo! –recayó Ran. Las tres jóvenes acercaron su cara a la pantalla, pero en cuanto leyeron se hicieron para atrás espantadas y rojas como tomates- ¡¿Pero qué clase de proposiciones son esas?! ¡ESTÁN ENFERMOS!
- ¡CIERRA INMEDIATAMENTE ESO, SONOKO!
- ¡Vale, vale, tranquilas! –ella obedeció- Seguro que tiene que haber alguien decente por aquí…
- ¡Sonoko!
- Vaya, este me inspira confianza: "supermorenazo26"…
- ¡SONOKO!
- Vamos a decirle "hola"… –dijo alegremente, tecleando.
- ¡NOOO!
- …"Enviar". ¡Listo!
Ran y Kazuha contemplaron boquiabiertas la conversación privada que Sonoko acababa de iniciar con aquel usuario, del que lo único que sabían era que, supuestamente, era "súper moreno".
- ¿Qué… has…?
- La chicas también tenemos que dar el primer paso, ¿nee? –opinó la rubia, satisfecha.
- Voy a cerrar esa ventana ahora mismo, antes de que nos proponga algo como participar en una peli porno –dijo Ran, agarrando decidida el ratón.
- ¡No, espera! ¡Déjale contestar por lo menos! –casi suplicó Sonoko, agarrándole la mano.
- ¡Ni hablar!
- ¡Pero imagina que es Shinichi!
Eso pareció enojar mucho más a la muchacha.
- ¡Él nunca se metería en un Chat como este!
Por primera vez en su vida, Kazuha fue testigo de un forcejeo entre las dos amigas, que se disputaban en aquellos momentos el ratón y el teclado.
- ¡Kazuha no ha pagado la hora de ordenador para esto, Sonoko!
- ¡Por favor, le devolveré el dinero!
- Esto… chicas… -intentó intervenir Kazuha.
- ¡Qué! –preguntaron ellas al unísono, con tanta fiereza que la sobresaltaron.
- Sin darse cuenta escribieron algo y lo enviaron –desveló.
- ¿CÓMO?
Las tres miraron nuevamente la conversación:
algodón de azúKar dice: Hola! n.n
supermorenazo26 dice: Hola…
algodón de azúKar dice: gfyretn#qwi8rp71842mjfhgugqsteuihyudftquwd
- Oh… oh… -susurró Ran, avergonzada.
- ¡Mierda, hay que reparar esto! –dijo Sonoko con nerviosismo, como si se tratara de reparar una vida en peligro. Se acercó rápidamente al teclado, y su amiga ni se molestó siquiera en detenerla.
- ¡Ahí va! ¿Es esa una página de Yaiba? –preguntó inocentemente una voz tras suya. Las tres muchachas se giraron poco a poco y vieron al pequeño Conan, sonriente- ¡Yo quiero ver la sección de malos malísimos!
El chiquillo saltó sobre la falda de Kazuha para sentarse, cogió el ratón y…
¡PLAF!
- ¡Ayyyyy! –gimió en el suelo, acariciándose el chichón que le acababa de nacer en la cabeza tras el certero golpe de Sonoko, que lo mirada furiosa con el puño cerrado.
- ¡No te metas en los asuntos de mayores! –le espetó.
- ¡Conan! –Ran se agachó y abrazó al pequeño, mientras le acariciaba la cabeza- Es verdad, no deberías ver esto, ¿vale?... ¿Te encuentras mejor? –preguntó con preocupación.
- S-sí… -murmuró el niño, colorado como un tomate.
"Ahora no solo están calientes los patitos…" pensó para sí. En ese momento Sonoko sacó de su bolsillo su cartera y extrajo de ella toda la calderilla que tenía.
- Toma –le dijo, dándole las monedas de menos valor en la palma de su mano-, lárgate de aquí y vete a comprarte algo. Procura tardar mucho.
- ¿Qué? –Conan examinó el dinero- ¡Con esto un niño no va a ninguna parte!
- ¡En mis tiempos daba para chuches, un paquete de cromos y si lo racionalizabas bien incluso para ver una peli! –le dijo ella, cada vez con más ganas de sacar al niño de allí de una patada.
"Será mentirosa… Mis tiempos eran tus tiempos, y ni de broma podías hacer tantas cosas" pensó ofuscado. Sin embargo, ya sabía lo que quería, así que aquella era la mejor excusa para marcharse de allí.
- Está bieeeen –contestó con voz cansina, mientras Ran lo soltaba-, me voy a dar una vuelta, luego vuelvo…
- ¡Largo! –Sonoko se dio media vuelta y leyó con determinación la pantalla, a la vez que Conan salía por la puerta del cibercafé- Hemos tardado mucho tiempo en contestarle por cuenta de ese mocoso… ¿Tú qué le responderías ahora, Kazuha?
- No sé… –la chica meditó- ¿Algo así como "Vaya, así que te gustan los chats, ¿eh?"?
- Madre mía, qué atrevida… -murmuró Sonoko con ironía.
- Bueno, quizá le puedo preguntar por sus gustos –propuso ella alegremente.
- Oh, sí, en plan "En fin, ¿te gusta jugar al padel y tomar el té a las cinco?"…
- ¡Deja de burlarte de mí, Sonoko!
- Hija, es que parece que en vez de sangre tienes horchata… Si sigues por ese camino nunca tendrás novio.
- So… no… ko… -masculló ella, apretando los dientes furiosa.
- ¡Ey! –las distrajo Ran- Miren, parece que supermorenazo26 respondió.
- ¿En serio? –las dos muchachas se inclinaron ante la pantalla. Sin embargo, sus rostros iluminados se apagaron rápidamente.
- ¿Pero qué…?
supermorenazo26 dice: Descríbase, por favor ¬¬
- Vaya, me recuerda a Heiji en los casos… -comentó Kazuha sorprendida. Las otras dos la miraron.
Sin embargo, justo cuando las chicas comenzaban a recuperarse por la peculiar respuesta, el usuario volvió a escribir a continuación:
supermorenazo26 dice: ey, tronka! ¿tas wena o eres un callo?? n.n
- ¿Pero de qué va este?
- Vale, este es de los de la clase c): van a lo que van –dedujo Sonoko, acariciándose el mentón cual especialista experimentada. Se acercó al teclado y escribió con seguridad:
algodón de azúKar dice: Bueno, eso tendrás que descubrirlo por ti mismo…
- ¡SONOKO! –gritó Ran, escandalizada.
- Tranquila Ran, es para probarlo…
- ¿Y LO DICES TAN SERENA? –miró a su otra amiga con el ceño fruncido- Vamos, Kazuha, yo sé que a ti lo que estamos (mejor dicho, está haciendo Sonoko) no te gusta tampoco. ¿A que estás de acuerdo conmigo y quieres acabar con esto?
La joven parpadeó, observándola atentamente.
- Tienes razón –dijo al cabo de un rato. Luego se dio la vuelta y comenzó a escribir- Sonoko se está acaparando el teclado, y la que ha pagado he sido yo.
algodón de azúKar dice: Pero bueno, si eres impaciente puedo darte detalles: tengo una talla 100 de sujetador… n/n
Las otras dos estudiantes se quedaron paralizadas, impactadas por la contestación enviada por Kazuha. A Ran poco le faltó para desmayarse.
- ¡Esa es mi Kazu! Tú sí que aprendes rápido, ¿eh? –festejó Sonoko, dándole palmaditas en el hombro.
- ¡Ni en broma tienes tú la talla 100! –le recriminó Ran, ya alcanzando la histeria.
- Ya, pero siempre he querido tenerla –murmuró ella, bajando la cabeza avergonzada.
- Claro, pero eso Ran no lo comprende, como va sobrada en lo que respecta a delanteras… -farfulló Sonoko.
De repente, la karateca se vio taladrada por las envidiosas miradas de las otras dos. Tanto temor sintió que incluso se tapó inconscientemente los pechos con los brazos.
- B-bueno, ¡así que sea! –dijo con nerviosismo, tras recuperar un poco de valor- ¡El caso es que estás mintiendo!
Sonoko y Kazuha se miraron unos segundos, en silencio. Incluso, por un instante, Ran creyó que iban a contestar algo coherente, sin embargo…
- ¿Y qué? –preguntaron al unísono.
- ¿Cómo que "y qué"? ¡Supermorenazo26 tendrá también sentimientos, aparte de una mente enferma! ¡Están mintiéndole y eso…!
- Sí, sí, claro –la cortó Sonoko, ignorando todo su discurso-. Lo mismo es un travestido, y tampoco nos lo ha dicho. En fin, sigamos con nuestro nuevo amigo.
Contemplaron la pantalla del ordenador, expectantes. Sin embargo, la respuesta del otro misterioso usuario tardaba en llegar…
- ¿Lo habré asustado? –preguntó con preocupación Kazuha.
- Puede ser, pero si es así, la pobre Ran siempre espantaría a los chicos -opinó Sonoko, con lástima. Poco faltó para que la otra cediera a sus deseos de estrangularla.
- ¡Ah, esperen! ¡Escribió algo!
supermorenazo26 dice: vaya, eso es interesante… me podrías mandar una foto? Solo para cerciorarme, claro… ¬/¬
- ¿NANI?
Ran sonrió con triunfo al ver los rostros apurados de sus amigas.
- ¡Ja! Eso les pasa por escribir lo que no deben –dijo con satisfacción, sin recaer en que las otras dos murmuraban entre ellas-, por eso ahora no tienen ni idea de salir de esta…
- Oye, Ran
- ¿Qué quieres?
- ¿Ese que se ve al otro lado del cristal no se parece a Shinichi? –preguntó de pronto Sonoko, señalando tras ella.
Las mejillas de Ran se encendieron repentinamente, y se giró enseguida para mirar hacia donde le indicaba la joven.
- ¿Qué? ¿Lo viste? ¿Era Shinichi?
Desgraciadamente, recayó demasiado tarde en que aquella impresión de Sonoko había surgido casualmente. Para cuando escuchó el "clic" de la webcam al fotografiarla, ya era imposible reparar la situación…
- U-un momento… no… ¿no habrán…?
- Ale, ya tenemos foto para convencer al muchacho. Al final no fue tan complicado, ¿verdad Kazuha?
- Pues no, la conseguimos rápido –sonrió tranquilamente, mientras pulsaba "enter" y se enviaba la foto.
- ¡USTEDES ESTÁN LOCAS! –les chilló Ran, arrebatada y sintiendo tanto calor que temió desfallecerse de un momento a otro.
- Va, ahora solo queda esperar –dijo Sonoko acariciándose con entusiasmo las manos, ignorando completamente a la otra-, aunque me da a mí que este es como todos los demás: no tardará mucho en contestar.
- Ya se sabe lo que se suele decir… -comenzó a recitar Kazuha.
- … ¡pueden más dos tetas que dos carretas! –rieron ella y la rubia al unísono.
- No puedo… no puedo con estas dos… -murmuraba agotada, abanicándose con la mano.
- ¡Ah, mira! No ha tardado nada en escribirnos el muy bandido –se alegró Sonoko, señalando hacia la pantalla.
supermorenazo26 dice: y cómo puedo estar seguro de que son de verdad? ¬´¬U
- ¿Nani?
- ¡Cómo puede dudar de que sean reales! –se preguntó Sonoko ofuscada, señalando los pechos de su amiga.
- Oye, deja de apuntarlas con el dedo…
- ¡Sí, yo tampoco me lo puedo creer! –exclamó Kazuha, tremendamente decepcionada. Se acercó nuevamente al teclado y comenzó a escribir con rapidez, como si de aquel mensaje dependiese la vida de una persona- ¡Este tío se va a enterar!
- ¿Qué se supone que le estás…? –comenzaron a decir las otras dos jóvenes, contemplando la pantalla del ordenador. Cuando leyeron dieron un brinco- ¡K-KAZUHA!
- ¿Qué pasa?
- ¡No irás a enviar eso que estás…! –sin embargo, la muchacha no le dio tiempo a Ran de acabar su frase: la cortó justo en el instante en el que presionó la tecla de "enviar"- ¡Aaah!
algodón de azúKar dice: quieres estar seguro? ¡Muy bien! ¡Entonces quedemos! ¡Nadie pone en entredicho si mis pechos son de verdad o no! ÒÓ
algodón de azúKar dice: …AHOU!
- ¡Serás chiflada! ¡Cómo se te ocurre contestar algo así!
- Gomen nasai, pero ese tono impertinente me recordó al de Heiji, que siempre pone en entredicho mi credibilidad cuando le doy con toda la ilusión del mundo una noticia que me importa –se justificó ella recordándolo con rabia.
- ¡¿Pero es que no te das cuenta?! –saltó Ran, al bode de soponcio- ¡¿Qué pasa si ese tío acepta la invitación?!
Entonces los altavoces del ordenador, como respondiendo a la karateca, avisaron de que acababan de recibir la crucial respuesta:
supermorenazo26 dice: JÁ! Me estás retando? Pues muy bien! QUEDEMOS ENTONCES! ÒÓ
supermorenazo26 dice: …BAKA!
- Parece que estén hechos el uno para el otro: los dos con insultos retardados –comentó Sonoko divertida, observando el último mensaje. Luego se acarició el mentón pensativa-. Déjà vu, esto me suena de algo…
- ¿BAKA? ¡SERÁ AHOU! –chilló Kazuha furiosa, llegando incluso a llamar la atención de medio cibercafé.
- Madre mía… ¡Madre mía, éste enfermo ha aceptado! -se escandalizó Ran. Luego se dirigió nuevamente a su amiga de Osaka-. Bueno, sea como sea estás a tiempo de negarte y…
- ¡JAMÁS!
- ¿NANI?
- ¡Kazuha Toyama nunca ha faltado a una cita con un chico! –reclamó alzando el puño con fuerza.
- Básicamente porque nunca has tenido una cita con un chico –opinó la rubia, mirándola de reojo.
- ¡Eso da lo mismo! –rugió Kazuha, colorada como un tomate. Se tiró nuevamente sobre el teclado- ¡Lo importante es que lo vamos a dejar con dos palmos de narices cuando quedemos y vea que los pechos de Ran son de…!
- ¿Perdona?
La joven enmudeció ante la interrupción de Ran, que la miraba de brazos cruzados y sin demasiada simpatía.
- O sea… Tú serás la que acuda a la cita, ¿no? Al fin y al cabo la foto era tuya y… -comenzó a explicar Kazuha como si aquello hubiese quedado desde el principio como algo obvio.
- ¡Ni muerta!
- ¿Cómo? ¡Pero Ran, tienes que hacerlo! –suplicó ella, exasperada-, ¿si no qué crees que voy a hacer?
- ¡Tú solita te metiste en este problema, y tú solita sales de él! ¡A mí no me mezcles en tus locuras! –informó la chica con tanta seguridad y firmeza que dejó calladas a las otras dos.
Kazuha torció la boca disgustada, pensando con rapidez. Si no contestaba algo enseguida finalmente no podría hacerse realidad aquella cita, y si algo odiaba la aikidoka era retirarse en plena batalla. Sin embargo Sonoko la tranquilizó posando una mano sobre su hombro:
- Tranquila, tú especifícale el lugar y la hora, tengo un plan –sonrió con un brillo de confianza en su mirada.
Kazuha reflexionó. Aquella era una cuestión complicada, más que nada porque quería dar buena impresión, y eso dependería también del sitio que eligiera para la cita…
- Un lugar… un lugar… -de pronto se le ocurrió algo- ¡Ah, ya sé! Conozco un sitio en Osaka, "Brusel", donde íbamos Heiji y yo cuando quedábamos juntos y…
Kazuha enmudeció y miró para el suelo. Parecía que los recuerdos había traído consigo para ella una pincelada de melancolía y tristeza.
- Ahora que lo pienso, hace mucho tiempo que Heiji no dice de ir allí, o simplemente de pasar la tarde juntos…
Ran observó con lástima a su amiga, e hizo un ademán de decirle algo para animarla, pero Sonoko, que no tenía tanta sensibilidad, la interrumpió de golpe:
- ¡No seas tonta y ya deja de preocuparte por ese baka! –la empujó a un lado y comenzó a teclear- Le vamos a enseñar que a las chicas no hay que desatenderlas… ¡Y a este tal morenazo26 que somos mujeres hechas y derechas!
algodón de azúKar dice:genial chavalín! Entonces te quiero pasado mañana a las 9 de la noche en El Burdel, en Fukushima-ku, Osaka. Supongo que irás, a no ser que tengas miedo a que te muerda… ¿Lo tienes, morenito?
- ¡Genial! Ese Hattori va a aprender a partir de ahora a prestarte más atención –festejó Sonoko sacudiéndose las manos-: he hecho que quedes con este tipo en el mismo burdel al que ibas con él.
- ¿¡BUERDEL?! ¡ERA "BRUSEL", UNA CAFETERÍA, AHOU! –le chilló Kazuha. La vena de su cuello palpitaba tan rápido que parecía estar a punto de reventar.
- ¿Ah, si? -sonrió con nerviosismo, retrocediendo inconcientemente- Uf, qué fallo, te entendí mal.
De pronto ambas escucharon un golpe y se giraron: Ran acababa de desplomarse sobre una de las sillas, casi desmayada.
- ¡Ran! ¡Eh, Ran! –la intentaron reanimar, mientras le pegaban palmaditas en los cachetes. La muchacha estaba preocupantemente pálida y tenía los ojos entreabiertos.
- Vaya, son demasiadas emociones fuertes para un ella en un solo día…
- ¡Así no ayudas, Sonoko!
- Vale, vale, ya me callo… -masculló ella a regañadientes, comenzando a abanicarla con la alfombrilla del ratón.
- Un burdel… mi amiga va a quedar con un desconocido enfermo y pervertido en… en un burdel… -murmuraba la auxiliada, trastornada.
- ¡Ya viste lo que conseguiste, Sonoko!
- ¡La que quería quedar para demostrarle que tus pechos eran una creación de la naturaleza y no de un quirófano eras tú!
- ¡Eso era asunto mío! ¡Nadie te mandó a concretar la dichosa cita! –le espetó Kazuha, poniéndose en pié.
- ¡Já! –ella también se levantó e ignoró como la otra a Ran- ¿Acaso tú, la experimentada en relaciones amorosas, iba a citarlo en un lugar mejor? ¡Ya sé! ¿Quizá debajo de un puente?
- ¿Quieres que te de un consejo, rubia impertinente? -la señaló amenazante con el dedo- ¡Nunca te metas con una aikidoka si no tienes ni idea de defenderte!
- ¡Me dirás tú como defenderme, verdad! –rugió Sonoko, cogiéndola del cuello de su camiseta, pasando totalmente del alboroto y las miradas que ya estaban atrayendo.
El curioso sonido del Chat, un inocente "¡cuak!", las alertó de la llegada de un nuevo mensaje. Ambas, miraron hacia la pantalla, con las mandíbulas apretadas:
supermorenazo26 dice: un burdel!! Me lo has quitado de la boca!! Justamente ahí te iba a pedir que quedásemos, fíjate… n.n
- Ale, ahí tienes tu cita –dijo Sonoko, soltándola de la camiseta-. Será una velada encantadora, siempre y cuando no pretendas llegar virgen hasta el matrimonio…
- ¡Tú cállate!
En ese momento Ran cerró completamente los ojos y perdió el sentido.
- Me da que también leyó el mensaje.
- Ay madre… Ay madre… ¡Voy a quedar en un burdel con un desconocido enfermo y pervertido! –lamentó Kazuha rascándose con preocupación la cabeza.
- Y no deseches la posibilidad de que sea un cuarentón o un travestido.
- ¡QUE TE HE DICHO QUÉ TE CALLES! –tragó saliva y contempló con tensión la pantalla.
- En fin –comenzó a decir Sonoko un poco después, atreviéndose a volver a hablar-, ya no te queda otro remedio que quedar, ¿no?
Kazuha torció la boca con el ceño fruncido y, tras reunir el valor suficiente, volvió a teclear:
algodón de azúKar dice: pues muy bien, allí nos veremos! Deseando estoy por comprobar si es cierto que eres moreno ¬´¬… Ale, que te vaya bonito.
Kazuha, sin esperarse siquiera a que el misterioso usuario se despidiese, hizo ademán de cerrar la conversación. Sin embargo, justamente cuando tenía el dedo sobre la tecla de "enviar", Sonoko la paró:
- ¡Espera! Tengo una duda.
- ¿Qué? ¿Tú vas a seguir dando la paliza?
- Calla, calla, no seas cascarrabias –se las apañó para apartar a la chica y comenzar a teclear sin su consentimiento:
algodón de azúKar dice: por cierto, me podrías decir a qué viene el 26 que pones en tu nick¿? Oó
- ¿Era esa la duda tan trascendental que tenías? –dijo Kazuha, decepcionada.
- Si alguien pone en su nick un 26 será por alguna razón, ¿no? Quizá te convenga saberlo.
- No le busques tres patas al gato, lo más seguro es que sea la edad que tenga, nada más… ¡Pero bueno! ¿Vas a seguirle escribiendo?
- Es que este tipo tarda mucho y me mosquea –masculló Sonoko un segundo antes de volver a enviar el mensaje:
algodón de azúKar dice: oye nene, no será acaso que ese es tu coeficiente intelectual?¿ xDD
La contestación en este caso no se hizo esperar más y apareció al par de segundos:
supermorenazo26 dice: pues no, mentecata! Para tu información ESO ES LO QUE ME MIDE! ÒÓ
Tras leer esto, los músculos de Sonoko se tensaron y su boca se abrió sola. Había estado segura de que el 26 vendría por algo, pero… ¿¡POR AQUELLO!?
- ¿Lo que le mide? –reflexionó Kazuha, releyendo el mensaje. Luego miró a su amiga, confundida- ¿Qué es lo que le mide 26?
La expresión de estupefacción se acentuó en el rostro de la rubia, que era incapaz de reaccionar.
- Bah, sea lo que sea ya no me creo nada de este tío, menuda pinta de mentiroso tiene -enjuició la muchacha de Osaka con desdén, y tecleó por última vez:
algodón de azúKar dice: Ya, ya, 26, claro… Eso también habrá que comprobarlo ¬¬ Nos tenemos que ir, adiós chaval.
- Ala, ya está cerrada la conversación –dijo Kazuha satisfecha-. La verdad es que he aprendido mucho a manejar los ordenadores, de eso no hay duda, ¿eh?
- S-seguro –murmuró Sonoko, aún consternada.
- Por cierto, deberíamos llevar a Ran al hospital –opinó, agachándose para examinar más de cerca de la joven desmayada en la silla-. No tiene buen aspecto…
Sonoko bufó cansada y se llevó las manos a la cintura:
- ¡Hay que ver! Esta chica es aguafiestas hasta inconsciente.
Y próximamente... SUPERMORENAZO26!! xDDDD
