DISCLAIMER: Los personajes de ésta historia NO me pertenecen, solo a Rumiko Takahashi, la historia SÍ es mía.

DISFRÚTENLO


TIME MACHINE

Sola en esta habitación, parece ser más amplia que antes. Se acabó, creo que se acabó…

~Time Machine – Girls' Generation~

PRÓLOGO

ÉL

-¡Qué rayos! No pude dormir toda la noche -.

Me muevo sobre la cama, tratando de buscar una mejor posición, trato de estirar mis brazos, al hacerlo golpeo algo suave y blando. Abro mis ojos, somnoliento, no pude dormir bien el resto de la noche. Me siento sobre la cama, puedo distinguir que comienza a amanecer, me desperezo por completo, no sé dónde rayos estoy, está claro que no es mi habitación, volteo de un lado a otro tratando de reconocerlo, al hacerlo, me vienen los recuerdos a la mente, volteo hacia mi lado derecho, estando ella ahí durmiendo. Ahora entendía por qué no había dormido bien. Había tenido relaciones sexuales con una chica pelirroja, no recuerdo cuántas veces traté de satisfacer ésa necesidad animal con ésta chica, al final, ella se cansó antes de lo previsto. Sí, me quede con las ganas de más. Sonrío ante la ironía de mis pensamientos.

Decido levantarme, desnudo, de ésa cama de no sé cuánto dinero pague por ella por una insatisfactoria noche. Necesito un baño rápido, quiero que toda suciedad sea limpiada.

Al salir del baño, me encuentro con aquella chica desnuda, levantándose sin pena, no se ha dado cuenta de mi presencia. Camino hacia mi ropa tirada, quiero irme lo antes posible; siento sus brazos rodearme y sus pechos desnudos posándose sobre mi espalda.

-¡NO!, no me abraces, no me gusta que hagan eso -pienso y como si me quemara deshago el abrazo bruscamente.

Sé lo que quiere cuando abruptamente me voltea hacia ella, se inca y trata de deshacer el nudo de la toalla que tengo atada a la cintura. Tomo sus manos para poder levantarla y aventarla sobre la cama.

-No soy de ése tipo, además –Lo menciono con indiferencia -Fue suficiente anoche- la miro sin expresión alguna-

-Pe… Pero- Me mira confundida –Por favor quédate- me mira con lujuria y súplica.

No quiero que me siga rogando, me quedo en silencio mientras me visto, ella se queda inmóvil. Al terminar, me dirijo hacia la salida y de nuevo, sus manos vuelven a rodearme en un abrazo demasiado posesivo a mi parecer.

-Con lo que odio esto.- Me volteo bruscamente.

-No vuelvas a hacer eso- La miro con dureza y ella retrocede unos pasos.

-Pero, ¿por qué me haces esto?, siempre eres así conmigo, pensé que teníamos algo serio- Me mira aturdida, cubriendo su desnudez.

-Sabes muy bien para qué te busco, no hay más que eso, no me interesas de otra manera, aunque…- veo su sorpresa, está ilusionándose ante mi pausa, me decido a dejarle en claro todo de una buena vez –aunque, anoche me ha quedado claro que ya no estoy cómodo- La he dejado sin habla, es obvio que una niñita como ella se ilusione conmigo, bueno, ¿y qué mujer no se ilusiona por mí? Siempre ha sido así.

-Tienes a otra ¿verdad?- y lo escupe como si fuese veneno – ¡DIME ¿quién es?! ¡¿Por me haces ésto?!- me grita como una celosa histérica, ya he perdido la paciencia, la tomo de la mano con demasiada fuerza, caminando con ella hacia la pequeña sala que se encuentra en ése departamento y la voto sin delicadeza en un sillón cercano.

-Mira niñita, no tengo porque darte explicaciones de nada, será mejor que te vayas olvidando de mí, no me interesas en lo más mínimo, y sí, tengo a otra, tengo a muchas, así que no eres la única con la me acuesto, además, las 'otras' son más discretas que tú- saco mi chequera y anoto una cantidad razonable para que me deje en paz, le muestro la cantidad y me mira atónita –Te daré éste dinero si me prometes que nunca en tu vida me vas a volver a buscar- La miro intimidantemente y sin vacilar, asiente y acepta el cheque.

Hasta el momento, ha sido la única manera de alejarme de las mujeres que ya no necesito, es fácil, el dinero siempre ha sido su más grande atracción, además del sexo, claro.

Salgo de aquel departamento, debo llegar rápido a mi casa, o si no… siento el vibrar de mi celular y no necesito ver la pantalla para saber quién me llama.

-¿Madre?-

-¿Dónde estás?, he estado tratando de comunicarme contigo, ¿por qué apagas el celular? ¿Con quién estuviste? ¿Tomaste demasiado? Dios mío, hijo, estoy muy preocupada- de verdad suena muy preocupada.

-Mamá, me duele la cabeza, una pregunta a la vez- tomo aire y me preparo a explicar lo más relevante- Estoy a 8 km de Tokio, no estoy tan crudo, puedo manejar hasta la casa y no creo que la conozcas, ¡Ah! y no quería que me interrumpieran-

No hubo respuesta, sé muy bien que a mi madre no le agrada mí, no tan nuevo, estilo de vida.

-Hijo, te lo suplico, llega a casa sano y salvo, sabes que hoy comenzamos con…- la interrumpo.

-Lo sé madre, llegaré a casa lo más rápido que pueda, de ahí me dirigiré hacia "Shikón", no te preocupes- no quiero discutir más sobre el tema.

-Maneja con cuidado… Te quiero- Solamente ella puede decirlo de una manera tan sincera, tierna y llena de amor.

-Yo también te quiero madre- Y es solamente a ella a quien le puedo corresponder de la misma manera, con toda la honestidad que soy capaz de decir.

Sábado 14 de junio, 8:30 am Miro la pantalla de mi celular y suspiro con pesar saliendo rápidamente de ése hotel, de ése poblado, regresando a mi realidad.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

ELLA

Me duelen los párpados, me cuesta tanto trabajo despertarme un día como hoy. Amo los fines de semana, puedo dormir toda la mañana hasta el mediodía, bueno, a menos que me dejen la suficiente tarea ó, simplemente, encontrarme en la situación en la que me encuentro ahora, mis planes de dormir todo el día han sido arruinados.

Estoy boca abajo sobre mi cama, agradezco de verdad no babear mientras duermo, no me gustaría despertar en medio de un océano sobre mi almohada. Abro primero un ojo y después el otro, me siento poco a poco, y me desperezo completamente. Veo mi despertador, son apenas las 8:30 de la mañana.

-Debo apresurarme o llegaré tarde- Me dirijo a darme un baño rápido.

Salgo con mi bata de baño y una toalla enrollada en mi cabello, cuando oigo tocar la puerta de mi habitación.

-El desayuno está servido- me lo anuncia mi nana.

-En un momento bajo- escucho como se retira. Tendré que romper mi récord anterior, voy hacia mi closet y elijo un pantalón de mezclilla entubado y una camisa larga y perfectamente holgada. Comienzo a secar y arreglar mi cabello, debo admitir que es una de las características que amo de mi persona. Me enchino las pestañas con un poco de rímel y ¡listo!, cualquier otra chica me caracterizaría como poco femenina, pero, yo me considero casual, cómoda y natural.

-6 minutos, ¡record superado! -. Sonrío y salgo de mi habitación.

Cuando llego al comedor, veo en la mesa, que solo se encuentra mi desayuno, suspiro, he estado comiendo sola desde hace 5 meses, es algo desagradable, al menos para mí, una persona a la que no le gusta la soledad, más sin en cambio, siempre estoy sola.

-¡Buenos días nana!- saludo sonriente, pero sin olvidar el formalismo, mi nana es muy especial.

-Buenos días- saluda con su común frialdad.

Cuando termino mi desayuno, mi nana aprovecha para recordarme lo que tengo que hacer antes de irme.

Veo el reloj que esta cerca, 9:30. Me levanto de la mesa y me dirijo hacia la sala, tomo el teléfono y llamo a Sango.

-¡KAGOME!- retiro un poco el teléfono de mi oído.

-Calma, me vas a dejar sorda-

-Lo siento, es que… es que estoy muy emocionada, ¿acaso tu no?- lo pregunta como si fuera algo de vida o muerte. No le puedo decir que para nada estoy emocionada, ni feliz con lo que haría, me cuestionaría y no estoy dispuesta a decir la verdad, además de que no puedo.

-Solo es una audición Sango, no es para tanto- lo digo con un poco de indiferencia.

-¡¿QUÉ?! Claro que no es solo una audición, es una audición para entrar a la mejor Academia de Artes Escénicas de Japón, ¿cómo puedes decir que es una simple audición cuando fue tan difícil conseguir las últimas fichas que quedaban y que justamente hoy es el último día de audiciones?- estoy sorprendida, ha hablado mucho en tan poco tiempo y le he entendido todo.

-¡Ok, ok!, lo que sea, no debes de emocionarte demasiado o…-

-… me pondré nerviosa, lo sé, pero es inevitable, sabes como soy- aun cuando estemos hablando, siento su sonrisa –bueno, paso por ti en media hora, estate lista.- Termina la llamada.

¿Lista?, pues sé que cuando me vea pensará que estoy todo, menos lista, la noche anterior me hablo solo para decirme lo que debería usar para ésa dichosa audición, de lo cual, no estoy usando nada de lo que me aconsejo.

Me dirijo de nuevo a mi habitación, tomo la chaqueta de mezclilla que combina a la perfección con lo que me he puesto, después, elijo mi mochila de dos tirantes café, donde coloco todo lo que siempre debe de llevar una mujer y un libro para poder distraerme.

-9:50 am- suelto un suspiro de resignación mientras me dirijo hacia la sala y tomo el teléfono marcando el número que me he sabido de memoria estos últimos meses.

-Kagome, esperaba tu llamada- puedo oír su voz gruesa, fría y controladora, era seguro que tenía una sonrisa arrogante en su rostro, no soy de las personas que llegan a odiar a alguien, sin embargo, él se merece todo mi desprecio.

-Sí, ¿para qué querías que te hablara?- no evito sonar grosera.

-Sé que esto es obligado, pero sé muy bien que esto también te gusta Kagome- sé que se burla, no quiero discutir más sobre el tema.

-Ve directamente al grano- estoy desesperada a que acabe la conversación.

–Sabes lo que quiero que hagas, estaré vigilándote, no podrás huir. Muchos dependen de tu presentación, debes ser la mejor, aunque, estoy completamente seguro que te aceptarán.-

-Entonces no tienes de qué preocuparte.-

-Quiero asegurarme de que no cometas errores para poder salirte con la tuya, ya que si lo haces…- su risa rasposa suena a victoria asegurada. –Sabes muy bien las consecuencias.- y sin más me dejo con las palabras en la boca.

¡AH, LO ODIO!, si no fuera por la culpa de mi padre, esto no estaría sucediendo.

Escucho sonar el timbre de la puerta, -ya no puedes hacer nada.- mi subconsciente ahora ha despertado. Tomo lo que había dejado sobre un sillón, me encamino hacia el genkan, mirando hacia la pared junto a mi lado, me coloco mis converse negros para salir al encuentro con Sango.

Sábado 14 de junio.


2015-02-13 / 12:50 am

N/A: ¿qué les pareció?, espero sus comentarios. GRACIAS POR LEER.

Es mi primer fic, asi que iré mejorando :D