Disclaimer: Esta historia es una traducción/adaptación del fic original de Ms-Figg, "The Abduction". La autora me ha dado permiso para traducirlo. La idea original le pertenece únicamente a su autora, Ms-Figg. Los personajes son propiedad de JK Rowling.

La Abducción.

Capítulo 1: En la posada Hogshead.

Hermione Granger se hallaba sentada en el fondo de la posada Hogshead con una botella de whiskey de fuego frente a ella y un vaso en la mano. Ya tenía los ojos ligeramente brillantes mientras estaba allí sentada en silencio. Las mesas a su alrededor estaban vacías, excepto por una en la que se encontraba un tipo pelado y grandote con cara de piedra. Tenía puesta una camiseta con una calavera al frente, una chaqueta de cuero negra, jeans y unas pesadas botas, también negras. Sus azules ojos miraban alrededor cuidadosamente.

Era viernes por la noche y la taberna estaba llena de hombres y mujeres por todas partes, que charlaban, fumaban y bebían. Se podía conseguir comida allí, pero nadie en su sano juicio se atrevería a consumir algo en aquel lugar. De hecho, la gente llevaba sus propios vasos en el que le servían las bebidas. El dueño, Aberforth Dumbledore no era el tipo de persona que mantenía su local higiénico. Y uno nunca podía saber qué clase de carne era la que te ponía delante, acompañanada de guisantes, zanahorias y vaya uno a saber qué más.

Hermione se sentaba sola cada vez que iba. Pagaba muy buen dinero para que la dejaran tranquila. Desde que ese tabloide, el Sun Mágico, había descubierto a Ron en flagrante infidelidad con Lavender Brown, ilustrando el artículo con una foto de los dos saliendo de un motel de mala muerte del Knockturn Alley, luciendo ambos como el ciervo que queda frente a los faros del automóvil, Hermione había perdido la paciencia y pasaba mucho tiempo bebiendo sus penas.

No había forma que ella quisiera volver con él. Había sido arrestada, temporalmente, después de lanzarle a su ex novio una andanada de Crucios, cuando el idiota se atrevió a regresar a su departamento para rogarle por una segunda oportunidad. Había sido seguido por los paparazzi y las cámaras registraron todo lo acontecido. Ella había pagado una buena fianza para poder salir de Azkaban por el uso de una imperdonable contra Ron, mientras que el infeliz de Ron obtuvo una orden de restricción contra Hermione. No como que Hermione iba a acercársele otra vez...y si lo hacía iba a hacer algo más que acercarse... ¡imbécil!

Hermione se había enfadado con Harry también, porque él había sabido lo que Ron hacía y lo había cubierto. A Harry no le gustaba, pero sentía que ese no era su lugar y que no era él quien tenía que decírselo a Hermione. Por supuesto, la cosa se puso peor cuando Lavender le dio al Sun Mágico una entrevista exclusiva por una obscena cantidad de galeones. Dijo que estaba trabajando en un libro llamado "La amante Lavender: la mujer de un héroe lo cuenta todo."

Las reservas del libro ya alcanzaban el techo.

Hermione seguía allí sentada metiendo un dedo dentro del vaso de whiskey, apenas observando a la gente divirtiéndose a su alrededor. Un conato de pelea se produjo por ahí, cuando dos tipos ebrios trataron de armar una trifulca, pero ambos estaban demasiado borrachos para atinarse el uno al otro. Un aturdidor pasó cerca de la cabeza de Hermione, pero ella apenas se movió, incluso cuando Aberforth los dejó inconscientes a ambos con su varita y luego los lanzó afuera con un Levicorpus.

"¡Aquí sólo se pelea si se van a correr apuestas!" les gritó el dueño de la taberna, mostrándoles un puño cerrado y luego cerrando la puerta de un golpe. "¡Condenados imbéciles!"

Severus Snape estaba observando a Hermione ávidamente mientras él mismo bebía un whiskey de fuego. Él también iba con frecuencia. Terminó su bebida, se puso de pie y se dirigió hacia la mesa en donde ella se encontraba. Repentinamente, un tipo calvo le bloqueó el camino.

"Nadie molesta a la Srta. Granger", gruñó el grandote al delgado hechicero de ojos negros frente a él.

"¿En serio?" murmuró Snape con la boca un poco torcida.

"Eeeehhhh... ¿Hugo? De verdad...no creo que quieras vértelas con el..." dijo Hermione con suavidad. Había escuchado la familiar voz, así que alzó la vista para ver la confrontación. "Solo preocúpate por los paparazzi. El Profesor Snape puede hacerme compañía si quiere"

El guardaespaldas parecía que no quería moverse. Los ojos de Snape lo estaban retando y Hugo odiaba ser retado. El sujeto era delgado como una escoba y tenía la nariz muy grande, que parecía poder romperse con facilidad. Además, se veía muy frágil con ese pelo lacio y la piel pálida. ¿Y esa ropa? ¿De dónde mierda la había sacado? ¡Parecía que tenía como mil botones! Y el cuello se veía tan alto que daba la impresión de ser increíblemente incómodo. Se veía como alguna clase de pervertido. Un tipo malvado de seguro.

¿"Me permite?" dijo Snape secamente, apartándolo con el hombro. Hugo se puso color escarlata. Snape se sentó a un lado de Hermione y ella le pasó la botella.

"Acompáñeme", dijo ella con suavidad, con un poco de temblor alcohólico en la voz.

Como todos los demás, Snape conservaba su vaso. Lo apoyó sobre la mesa y se sirvió una medida. Observó a Hermione servirse una cantidad bestial del licor en su vaso y bebérselo de una sola vez. Emitió un pequeño sonido. Eso fue todo.

Hugo volvió a sentarse, con los ojos azules enfocados en Snape, deseando que el hechicero hiciera algo fuera de lugar.

"Así que, finalmente Weasley te ha trasformado en una antisocial...", le dijo Snape con suavidad.

Hugo se encrespó y se puso de pie.

"Siéntate Hugo", ordenó ella sin siquiera mirarlo. Hugo volvió a sentarse.

"Váyase a la mierda..."respondió ella a Snape, con los ojos fijos en el vaso vacío.

Los ojos de Snape brillaron.

"Lo dices con tanta convicción Hermione..."replicó él y ella lo miró. "Tal vez quieras venir conmigo..."

Hugo volvió a ponerse de pie. Snape se puso tenso. "Sugiero que le acortes la correa a tu perro guardián o me temo que voy a tener que castrarlo y ponerle un bozal. No me agrada que me amenacen"

Hermione se volvió a Hugo con el rostro serio. El grandote no entendía por qué su jefa le permitía a este tipo tan feo hablarle de esa manera. Hugo era un mago americano que había llegado recientemente a Inglaterra y no tenía ni idea de quien era Severus Snape. Si seguía amenazando, iba a pagarlas caro...muy caro...

"Hugo, ve a descansar" le dijo Hermione

Frunciendo el ceño levemente, Hugo se puso de pie y se fue a la barra. Se sentó en una banqueta sin dejar de mirar a la pareja en la mesa con una expresión de enojo en la cara.

"¿Está loco? ¡No me iría ni a la mierda con usted! Solo era mi manera de decirle que poco me importa cómo me vea", le dijo ella a Snape. "Ya no soy una estudiante buscando su aprobación. Así que puede esfumarse como todos los demás"

Snape puso un Mufflatio alrededor de la mesa. La conversación iba aponerse interesante de ahora en más.

"¿Es un toque de acidez lo que detecto? ¡Cielos! ¿Qué tal se siente?" Respondió el.

Hermione lo maldijo.

"¿Por qué vino hasta aquí?" demandó ella. "¿Para patearme ahora que estoy caída? Y yo que creí que sería una compañía decente. Debí imaginármelo. Ya puede irse"

"Podría, pero no lo haré" respondió él. "Quiero hablar contigo. Te has sentado aquí por los últimos cinco meses a embriagarte. Has perdido tu fuego. Y estoy aquí para encenderlo de nuevo"

Hermione se rió con sarcasmo.

"Oooohhhh...ya veo... ¿está aquí para salvarme de mi misma?" le preguntó mordazmente.

Snape arqueó una ceja.

"Si la memoria no me falla, ese fue mi trabajo durante algunos años", le dijo con suavidad. "Y también fue difícil en aquel tiempo"

"Estaba protegiendo a Harry" gimoteó ella.

"Los protegía a todos", gruñó Snape. "Y tengo las cicatrices que lo prueban pequeña y desagradecida mocosa"

"¿Y eso que se supone que significa? ¿Qué le debo algo?" siseó ella. "¿Que le debo qué? ¿Que me salvara para tener esta vida?"

"Te lo debes a ti misma mujer tonta. ¡Eres demasiado brillante para estar perdiendo el tiempo llorando por un imbécil que no merece siquiera lamerte las botas!"

"Usted no entiende. Amaba a Ron, y él me engañó...con Lavender Brown", dijo ella en voz baja alzando la botella de whiskey de fuego otra vez. "Con ella. Podría haber soportado a cualquier otra...pero ella..."

La mano de Snape atrapó la muñeca de ella, evitando que se sirviera más licor.

"¿Crees que no sé lo que se siente perder a alguien a quien amas con alguien a quien odias?", siseó el peligrosamente.

Hugo vio que Severus tomaba a Hermione de la muñeca y saltó de la banqueta. Eso era lo que había estado esperando. Sacó su varita y la cabeza de Snape giró en su dirección. Con increíblemente rápidos movimientos, Severus sacó su varita sin soltar la mano de Hermione. La botella de whisky se cayó al piso y se quebró.

"¡Expelliarmus!" siseó él, acertando a Hugo, quien fue a caerse de trasero sobre una mesa llena de gente, rompiéndola. Rápidamente, Snape quitó el Mufflatio y apretó la mano de Hermione.

"¡Van a tener que pagar por eso!" gritó Aberforth saliendo a la carrera de atrás de la barra y deteniéndose de golpe al ver a Severus ponerse de pie arrastrando a Hermione con él. El oscuro hechicero le clavó los ojos al dueño del bar. Aberforth se quedó lívido. Luego se volvió hacia el inconsciente Hugo y meneó un dedo frente a él.

"¡Tú pagarás por esto!" declaró.

"¿Qué está haciendo?" gritó Hermione, intentando zafarse de la mano de acero de Snape, mientras él la arrastraba en medio de la gente que estaba dentro de la taberna. La gente se apartaba al verlo, sin hacer ningún intento para ayudar a Hermione. Lo que sucedía era que muchas mujeres eran arrastradas de allí por maridos o novios iracundos todo el tiempo. Era ese tipo de lugar.

"¡Secuestrándote!" siseó Snape.

Hermione buscó en sus bolsillos desesperadamente.

"No te molestes. Te quité la varita ni bien me senté a tu lado. Deberías asegurarte de tenerla bien guardada", le dijo el oscuro hechicero, arrastrándola a través de la puerta y desapareciendo con ella.

N/A: ¡Holas otra vez! Una nueva historia de Ms-Figg. ¿No les encantan las historias en las que Ron es el imbécil de turno? ¡A mí me encantan! ¡No soporto a ese personaje! Espero que disfruten de la historia. ¡Gracias por leer!