Capitulo 1
Kurt Hummel había cometido muchos errores en su vida, pero nunca creyó tocar fondo tan joven.
Todo lo que el creyó que era correcto, termino desmoronando su vida poco a poco.
Amaba a su padre, era su compañero, su hombro donde podía llorar, su héroe. La persona que supo estar ahí para el, tomando rol de madre y padre al mismo tiempo.
"Tengo Cáncer de próstata"
Esas fueron las palabras que cambiaron la vida de Kurt, y de todo el círculo familiar.
Kurt sabía todo lo que implicaba tener cáncer, sabía que podría perder a su padre en cualquier momento.
¿Qué pasaría si no llegaba a dejarle en claro lo mucho que lo amaba? ¿Qué pasaba si su padre no lograba verlo triunfar en Broadway? ¿Si su padre no estaría ahí el día de su matrimonio, dando el primer paso para formar una familia?
& él solo pensarlo, teniendo 19 años, creyendo que perdería a su padre (tal cual como paso con su madre) fue lo que llevo a Kurt Hummel a contraer matrimonio un 28 de Noviembre de 2013.
Actualmente, siendo 13 de Septiembre de 2016 Kurt era un alumno regular en NYADA, cursando su ultimo año, aspirando a trabajar en ayudantías en la Universidad, Esposo de Dean Wright, residente de uno de los más lujosos departamentos de Nueva York, esperando pasar el verano con su padre, alejándolo de los tratamientos finales del cáncer.
Caminaba bajo una irregular llovizna, luchando por no mojar su nuevo traje que había adquirido para trabajar, sintiendo esa lujosa argolla en su dedo anular más pesada que nunca.
Corrió los últimos minutos, por la incesante lluvia, llegando al bar donde lo esperaba Rachel.
Entro cuidadosamente, esquivando estudiantes que iban y venían entre mesas y sillas. Buscando a la morena por todos lados.
-Kurt!- grito la morena desde el bar, golpeteando un asiendo al lado de ella, incitando a Kurt a sentarse allí.
-Hey- respondió Kurt, deshaciéndose rápidamente de su abrigo empapado.
Rachel le tomo las manos y le sonrió, tratando de brindarle apoyo en ese momento.
-¿Cómo fue?- finalmente pregunto la morena, rompiendo el hielo.
Kurt alzo las cejas rendido, se tomo la cabeza con la mano que tenia libre, y comenzó a relatar.
-Se puso furioso- confesó. -Me saco en cara la vida que llevamos, que como me podía quejar de todos los lujos que nos permitíamos. . . -Finalizo con un suspiro.
-Está bien, fuiste sincero.- Le animo Rachel.
-Yo no quiero nada de eso, yo. . . Yo lo necesito a él, no a sus cosas.- Kurt sonrió. -Que vuelva a ser como esos días, donde él se preocupaba por sorprenderme, o buscarme en la Universidad- tomo un sorbo de agua, del vaso de Rachel. -Ahora ni siquiera nos vemos. . .
-¿Entonces le dijiste?- pregunto la morena.
-Si, pero no me tomo atención, ósea el estaba muy seguro de que era algo que se me había metido en la cabeza, una tonteria . . . y no lo sé.- Kurt resoplo y tiro su cabeza hacia atrás chocando con alguien.
-Ouch- dijo un joven de alta estatura, ojos verdes y de cabello castaño.
-Lo siento mucho, yo . . .- Kurt comenzó a disculparse.
-No, no importa. Um. Sebastian Smythe- el joven le extendió la mano a Kurt.
-Oh, Kurt Hummel, encantado- dijo Kurt estrechando la mano de Sebastian.
Kurt se volteo y encontró a Rachel con una expresión embobada, como si fuera una pequeña de 6 años que ha mirado su programa favorito todo la tarde.
-¿Que va mal contigo?- pregunto Kurt, mirándola extrañado.
-Ese es el chico más hermoso que he visto en todo este bar- termino balbuceando en las ultimas 3 palabras.
-Ok, creo que tendré que comprarte unos buenos lentes y un chupete, porque no sé si lo has notado, pero ese chico es gay- Dijo Kurt confiado.
-No, no, no el niño con apellido Francés. . . hablo del que esta junto a él.-
Kurt se volteo para apreciar a la supuesta maravilla, y sonrió a Rachel.
-Tu caes rendida completamente cuando ves ojos de color miel- afirmo Kurt mientras revisaba sus papeles envueltos en una carpeta.
-Tiene una mirada muy Cullen ¿verdad?- Balbuceo como si ella fuera la mismisima Bella Swan de la saga Crepusculo.
-Nunca debí prestarte mis películas. . . -concluyo Kurt.
-¿No lo habías visto por aquí antes?- pregunto Rachel emocionada.
-Primero, aun estas saliendo con Brody, segundo por el hecho de que comenzare a trabajar aquí no significa que te conseguiré los números de los chicos guapos que encuentres aquí, y tercero y más importante quita esa expresión, luces ridícula-
-Ahora entiendo una de las partes de tu divorcio, no ha habido mucha acción en tu cama últimamente ¿verdad? -concluyo Rachel tras ver tal mal humor por parte de su amigo.
-¿Volvemos a la dinámica? Primero no es tu incumbencia saber que ocurre en mi cama, segundo como mi mejor amiga, no deberías recordarme que me estoy divorciando, porque créeme no es divertido, y tercero estoy a punto de llamar al pobre Brody para decirle que su novia de 3 años tiene un enamoramiento con un niño del porte de un Hobbit.-
-Lo siento, no quiero hacerte sentir mal- agrego tomando las mejillas de Kurt.
-Ok-
Kurt apostaba que Rachel no aguantaria ni un segundo en quedarse con la boca callada, y dejara de hablar de ese chico.
-Pero admite que es guapo- grito de la emoción.
Kurt solto una risita, conocia muy bien a Rachel, incluso mejor que Brody.
-Ok, lo admito para que me dejes tranquilo-
Siguieron conversando, riendo por la noche, mientras Kurt compartia experiencias con los barman's presentes que serian sus colegas desde el lunes próximo.
-Falta mucho Kurt?- pregunto Rachel mientras soltaba un bostezo. -Tengo sueño-
-No, uhm 5 minutos y nos vamos.-
Rachel comenzó a acomodar su boina y su abrigo cuando fueron interceptados por Sebastian.
-Hola- dijo Sebastian acomodándose entre Rachel y Kurt. -Es para ti- dijo deslizando un papel en dirección a Kurt. -Aunque tu anillo me asusto un poco, ese es mi numero. Este es Blaine –dijo mencionando a su acompañante –Quizás nos encontremos nuevamente.
Kurt quedo sin palabras en su asiento, viendo como Sebastian y el tal "Blaine-y-enamorado-de-Berry" dejaban el bar.
-Lo escuchaste, se llama Blaine- dijo Rachel mientras anotaba el nombre en una servilleta.
Kurt resoplo y guardo silencio, pensando en cómo necesitaba a su amiga con seriedad, y el alcohol había sacado a la loca-enamoradiza-Rachel.
-Vamos Berry, un departamento en Bushwick nos espera-
-¿Vamos a mi casa?- pregunto Rachel tomada del brazo de Kurt, tratando de coordinar sus pasos por el bar.
-Claro que vamos a tu casa, no te dejaría sola completamente ebria-
Quedaron esperando alrededor de 15 minutos por un taxi, cuando vieron a Liz salir del bar gritando como loca.
-Kurt, gracias a Dios que no te has ido- llego tomando grandes bocanadas de aire -El chico que estaba coqueteando contigo, ósea no, el que estaba con el... -
-Blaine!- grito Rachel.
-Shh- dijo Kurt.
-Su teléfono, está aquí.- Liz se lo entrego, aun respirando irregularmente, probablemente ahora por el frio.
-¿Qué? ¿Me lo llevo?- pregunto Kurt esquivando el teléfono.
-Tú tienes el numero de ese chico que se intereso en ti, ve que puedes hacer- dijo Liz ingresando al bar.
-¿Porque?- grito Kurt.
-Ok Kurt, si vas a trabajar aquí- dijo Liz soltando otro suspiro, haciendo creer a Kurt que esa muchacha tenía serios problemas de asma. -Estas cosas pasan, ve que puedes hacer-
Claro, debía lidiar con su matrimonio fracasado, un celular perdido, una ebria y el novio musculoso de Rachel que preguntaría el porqué del estado de su novia.
Kurt sintió que Rachel le arrebataba el teléfono de las manos, recordándole que debían tomar el taxi que tenían en frente.
Cargo a Rachel por todo el departamento hasta depositarla en su cama, le puso su pijama y su amiga cayo dormida enseguida.
Tomo unas sabanas y mantas para acomodarse en el sillón.
Se deshizo de su ropa, saco su teléfono, el de Blaine, amuño la servilleta donde se encontraba el numero de celular de Sebastian –porque realmente no estaba interesado –y se recostó en el cómodo sillón para dormir.
Lo que Kurt nunca sospecho, es que los hechos de ese día cambiarían el rumbo de su vida rotundamente.
