-¡Háganse a un lado! -Gritó por enésima vez saliendo de un pasillo.
Los chicos huían despavoridos del rubio, que enfurecido al punto de perder la elegancia, golpeaba a todo el que se le pusiera enfrente; enrojecido de ira (y de otra cosa), se dirigía a los baños del tercer piso, la multitud luchaba por entrar, pero sólo una delgada hilera lo hacia y de forma tan lenta que se sintió paliceder.
-Lo siento, nadie puede entrar. -Ron como prefecto de Griffindor había sido comisionado para impedir el paso a los que no se formaran. –Es la regla, únanse a la fila o vayan a otro piso.
-¡Hey Weasley! –Gritó Draco. -¡Deja ya tu puesto de intendente y déjanos pasar!
-No es tu asunto Malfoy...si tanto te urge... –Dijo Ron sonriendo complacido por la cara de Draco perlada en sudor. -...ve a las mazmorras o a tu sala común.
-Me quedaría de buena gana a verte limpiar el piso...pobretón. –Carcajeó Draco mientras se alejaba, quería aparentar tranquilidad, pero ya no soportaba, apunto estaba de ponerse a bailar enfrente de todos.
Se dirigió al gran salón, sólo para percatarse que todos los Slytherin estaban en las mismas condiciones, algunos se había rebajado a ir a los baños que vigilaban los prefectos de otras casas, por que los de las mazmorras estaban inundados aún peor que los de las torres y el gran salón; aquellos baños que funcionaban lo hacían al 10 de su capacidad, y en un colegio plagado de jóvenes que beben jugo de calabaza como si no hubiera un mañana era realmente una catástrofe.
Mientras veía a McGonagall y a Snape ir de un lado a otro empapados por las inundaciones vigilando a los gnomos que reparaban las averías causadas por Peeves, Draco sentía que un minuto más y moriría sin remedio.
-¿Porqué no le pides usar su baño al gigante? –Susurró Pansy con preocupación, ella había tenido que pasar al baño ante una divertida Cho Chang en el 1er piso.
-¡Estás loca! –Draco se horrorizó. –¿Pedirle eso al inepto de Hagrid?
-Era una idea. –Pansy se volvió a otro lado y platicó con algunas otras chicas.
Exasperado se puso de pie, si era la única forma se rebajaría, pero no mostraría sus pantalones empapados en ningún momento, menos si había la posibilidad de que Potter, Weasley o Granger le vieran en esas condiciones.
Salió del comedor como alma que lleva el diablo, empujando en su escapada a más de un chico de primero, en el patio, notó que no era el único con el problema, por ahí miró a algunos de Hufflepuff que temblaban y bailaban decididos a resistir hasta el último momento; empezaba a preguntarse si tendría que hacer lo mismo, cuando furioso corrió hacia el invernadero 3.
Al llegar a parase junto al muro, era tanta su desesperación que miró a todos lados, cerciorándose de que nadie le seguía, cuando se convenció de que estaba totalmente solo, levantó la túnica, se desabrochó el pantalón y ahí contra la pared hizo lo propio, dejando escapar una exhalación de alivio.
-Creo que con estas será suficiente para la poción, gracias por acompañarme Hermione...por cierto que...¡Ah! –Ginny y Hermione cruzaban la puerta del invernadero, topándose frente a frente con un Malfoy bastante entretenido en sí mismo.
-¡Weasley, Granger! –Malfoy sonrojado al punto de sentir quemarse sus orejas, se guardó aquellito, y bajó la túnica sin siquiera cerrarse el cierre del pantalón, acalorado y sin saber que decir, se dio media vuelta, sonrió socorranamente y se marchó.
Ya en el castillo, tomó la sabia decisión de desaparecerse entre los pasillos por un rato, mientras las dos chicas se olvidaban del percance, pues seguro estaba que no habían
logrado verle nada. Cuando volvió al gran salón, se topó con una escena desagradable, Hermione y Ginny conversaban entre carcajadas estrepitosas con las demás chicas de Griffindor, incluso la extraña de Lunática estaba en el grupo.
Ofendido, humillado, avergonzado y dolido se quedó mirando espantado, sin saber que hacer dejó escapar toda su ira caminando hacia ellas encolerizado, entró en el grupo y a gritos se lanzó contra Hermione que era la más cercana.
-¡Sangre sucia inmunda!...tú, tú...y tu amiga, acaso...es que...sépanse que mi hombría es una de las más envidiadas en todo Slytherin...deberían considerarse afortunadas...pero claro, tenían que decírselo a medio mundo...¡seguramente no habían visto nada mejor! –Enrojecido y acaparando la atención de todas las mesas, respiraba pesadamente.
-Malfoy veo que no sabes de lo que hablamos...Neville se ha caído en el pasillo y ha derribado a Crabbe y Goyle en su trayecto. –Ginny divertida por la cara de Draco que palidecía intentó no reírse.
-Yo...yo... –Malfoy se sintió estúpido. -¡Idiotas! –Dijo caminando hacia Pansy, Hermione le tomó de la muñeca y le jaló.
-Descuida...si se trata de varitas...-Hermione le susurró al oído. -...me parece que es obvio que tienes el mejor equipo. –Dijo soltándole.
La miró sorprendido por el comentario, sin saber que hacer sonrió maliciosamente, más al ver que Potter y Weasley se acercaban, fue a su mesa sintiéndose turbado y halagado.
