Disclaimer: Los personajes no son míos, pertenecen a JK Rowling… y es algo que se notará porque en mi relato no son tan mojigatos… algunos por lo menos no lo son.

Bueno, resulta que soy una masoquista consumada, no me llega con subir una historia que ahora voy y me pongo con dos… si es que. De todos modos esta requiere también un poquito de explicación. Empezó como un experimento y cachondeo entre mi mala influencia y yo, pero resulta que a mis compañeras les está encantando por lo que Elhora me ha animado a que lo suba, sí, cariño… yo te lo pregunté, pero tú fuiste la que respondió efusivamente que lo subiese.

La historia se presentará por sí sola, pero antes decir que muy probablemente os encontréis con unos cuantos cambios al respecto de cómo suelo escribir habitualmente, nada de espacios y mucho caos en los párrafos, se debe a que a medida que lo escribo me doy cuenta de que es la mejor manera de escribir lo que pasa por la mente del pobre Draco en cada una de las situaciones en las que lo presento.

He de añadir también que vais a encontrar varios añadidos en inglés… pero es que la mala influencia es inglesa y este relato está hecho, parafraseando a los Beatles: With a little help of a friend.

Bueno, ahí va… espero que os guste.

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Mi nombre es Draco Malfoy. Soy un mago, estudio en Hogwarts, la escuela de magia y hechicería. Acabo de cumplir 17 años lo que en la comunidad mágica es el equivalente a hacerse adulto. He tenido una fiesta en mi casa con todos los que pertenecen a Slytherin que merecían ser invitados, una fiesta aburrida y soporífera, me han alagado, me han hecho regalos carísimos a los que no he prestado más atención que la cortésmente debida y al fin se han largado todos a sus respectivas casas. No es que sea un desagradecido, es que ninguno ha venido realmente a felicitarme mi cumpleaños, sólo han venido porque se considera un honor ser invitado por los Malfoy. Incluso tras la caída de Voldemort, el mago oscuro que ha aterrorizado a todos los magos, tanto a los que se le opusieron como a los que lo apoyaron, (nosotros tuvimos que apoyarlo… ) Incluso entonces seguimos siendo lo suficientemente importantes en el mundo mágico como para que no me quedase más remedio que invitar a unas cien personas a mi casa para que subieran un peldaño en la escala social y viniesen a mi cumpleaños. En realidad me hubiese gustado celebrarlo tirado en la cama viendo una película, sin que nadie me estuviese atormentando los oídos con lo maravillosas que son las molduras del salón o lo magnífico que es el jardín… (Ya lo sé, vivo aquí.)

De todos modos lo peor no ha sido soportarlos sino lo que ha venido después. Mi padre me ha llamado a su despacho, supuse que tendría que ver con alguna estúpida tradición familiar… y es que somos una familia que cumple con muchas tradiciones. Mi padre heredó del suyo un imperio y ha sido su deber mantenerlo, mi madre heredó de mi abuela una afición bastante exagerada por el jerez y tenemos una bodega que se rellena todos los meses, los Malfoy en general son conocidos por sus tendencias clasistas y un afán por mantener la pureza de la sangre y me temo que eso también me tocará a mí. Por una extraña razón, cuando mi padre me llamó al despacho me temía que anunciase mi compromiso con según qué beldad de pura sangre… Por favor, parecemos criadores de caballos en busca del mejor rocín. Pero mi querido y amado padre (¡Fucking bastard!) no quería comunicarme mi compromiso con nadie sino contarme algunos secretillos de la historia familiar, unos pecadillos de un antepasado mío venían a tocarme las narices en la noche de mi decimoséptimo cumpleaños.

Resulta que hace unas cuantas generaciones, uno de mis antepasados se dedicó a jugar a los médicos con una Veela, no contento con ello la dejó embarazada y de ahí salió mi siguiente antepasado, al parecer la esposa del primero no podía tener hijos por muy pura que tuviese la sangre, él lo adoptó como heredero y a pesar de lo que pudiese opinar su mujer (creo que a partir de ahí todas las esposas Malfoy tienen afición al jerez) lo presentó como hijo de ambos y sólo al cumplir los diecisiete años le contó la verdad acerca de su origen y algunas cosillas raras que le pasaban al pobre… Sí, resulta que cuando desciendes de una criatura como una Veela heredas unas cuantas de sus características, como por ejemplo la piel blanca y resplandeciente, los ojos claros y un cierto magnetismo hacia las criaturas del sexo opuesto. En fin, el caso es que todo lo raro que me ha estado pasando tiene que ver con el hecho de que desciendo de una criatura fantástica y que mi sangre no es tan pura como la pintaba mi padre. Según él tiene sus ventajas, él no ha heredado mucho, salvo el aspecto básico de todos los Malfoy: piel clara, ojos claros y cabello claro. Vamos, que somos como fantasmas. Pero resulta que eso de que últimamente las chicas me estén dando dolor de cabeza con tanto aleteo de pestañas tiene relación con que soy el que más genes Veela ha heredado de todos los que hasta ahora llevaron el apellido Malfoy. No tengo intención de comprobar si algo más es cierto, como lo de convertirme en un bicho enorme y mortífero si llego a enfadarme mucho… aunque bien pensado, no creo que me importase que me ocurriese estando cerca de mi padre.

Esto no se le hace a un hijo. No. No se le tiene en la oscuridad hasta que cumple diecisiete años y luego se lo sueltas a bocajarro. "Hijo, eres un Veela." Tú ya empiezas a pensar que tu padre se ha dedicado a limpiar el mueble bar de vodka, pero no, te lo repite y no hay rastro de alcohol en su aliento ni tampoco tiene los ojos inyectados en sangre como cuando se encierra solo en el despacho."Eres un Veela. Uno de nuestros antepasados tuvo una aventura y resultó que… "En ese preciso momento, aunque tu cerebro está registrando cada palabra que escupe por su boca, ya has dejado de prestar atención, estás a punto de tener un ataque de histeria.

"…ella quedó embarazada (¡Bravo, por el antepasado Malfoy! ¿No podía dejarse los pantalones quietos?). Al principio no quería aceptar al niño, pero su esposa no podía darle descendencia, en aquella época no tenían tantos prejuicios por los bastardos, de todos modos la convenció para que aceptase al niño como suyo. (¡Qué encanto de mujer!) Lo que ocurre es que las Veelas se unen para toda la eternidad con su pareja, eso fue un verdadero inconveniente, porque él no podía separarse de su esposa y tampoco podía declarar a todos que en realidad estaba con un ser sobrenatural. Decidió que ya que a su mujer no le importaba criar a un hijo que no era suyo tampoco sería un gran inconveniente que trajese a su amante a la casa para tenerla cerca y que ella pudiese criar también al niño, no en vano era parte Veela y necesitaba un poco de preparación por esa parte (¡Qué derroche de delicadeza por parte de mi querido antepasado! Primero se cepilla a la Veela, la deja preñada, le quita el niño y para colmo la encierra en la casa para que le sirva de concubina y ama de cría… si es que Malfoy tenía que ser). A partir de entonces la Veela fue poco a poco dejando de ser tan hermosa y fuerte, se marchitó poco a poco a causa de ese encierro y la crueldad con la que la trataba (Crueldad es decir poco). Terminó languideciendo lentamente y lo último que hizo fue maldecir a todos los descendientes de su hijo, el amor profundo que había sentido por él se había convertido en un odio sin fin. En su lecho de muerte le dijo que su hijo y los hijos de sus hijos no descubrirían lo que era el amor ni aunque lo tuviesen delante de sus narices, sólo aquel que heredase lo suficiente de ella como para poder enamorarse con la misma entrega que ella le había dado sería capaz de ver el amor y lo único bueno en aquella maldición fue desearle a dicho descendiente la fortuna de que su amor fuese correspondido y no la maldición que ella había tenido que vivir."

Sí, mis antepasados fueron una pandilla de capullos que no hicieron otra cosa que casarse una y otra vez por dinero y tierras, con doncellas hermosas de sangre pura a las que despreciaban por no ser capaces de sentir nada parecido al amor. Eso explica un poco la relación de mis padres, si no fuese porque ya tengo un poco de experiencia en cuestiones de chicas me preguntaría cómo habrían sido capaces siquiera de concebirme… aunque con el poco tiempo que pasa mi padre en casa me maravilla que siquiera pasase algo más que la noche de bodas con mi madre. Sí, lo del jerez puede tener un punto de justificación, después de todo. Así que no sólo soy un maldito Veela sino que además soy el único que va a poder enamorarse de todos los Malfoy… pero muy probablemente me pase lo mismo que a mi antepasada y mi elección sea tan errónea como la suya, junto con su mismo inconveniente, no me quedará más remedio que amar a esa mujer y soportaré estoicamente su desdén y su frialdad, no me importará (por lo menos al principio) que me odie. Es decir, por culpa de mis encantadores antepasados soy un ser mitológico, seré monógamo y un calzonazos de tomo y lomo. Sí, Draco: ¡Feliz diecisiete cumpleaños!

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Ya he vuelto a Hogwarts. Este año me toca ser Premio Anual. (¡Stupid thing!).

En el tren pude comprobar cómo mi floreciente herencia hacía mella en todas y cada una de las féminas con las que me encontraba. Sus ojos me seguían a cada paso que daba, no me di cuenta hasta que me senté en el compartimento con Crabe y Goyle: resulta que mi piel no sólo es blanca, sino que además ahora resplandece con la luz. Me puse de inmediato la capa del colegio para poder tapar lo que mi camiseta de Metallica dejaba expuesto. Lo malo es que no tiene capucha y el ridículo gorro se lo va a poner su padre. Suspiré y me recliné contra la ventanilla, pasando olímpicamente de la reunión de prefectos, de la supuesta reunión de Premios Anuales y todas las reuniones que se les ocurriesen… a ver si alguien tenía los suficientes redaños como para venir a recriminármelo… Lo malo es que sí lo hay.

En cuestión de una hora, cuando me había saltado todo lo saltable y ya empezaba a dormirme con el tenue sol vespertino la puerta del compartimento se abrió y una voz que jamás pensé podría llegar a ser tan hermosa e hiriente se oyó en el pequeño cubículo. "Malfoy, te has saltado las reuniones." Supongo que si hubiese sido otra voz, de inmediato habría mandado a freír gárgaras al que me recriminase en ese tono, pero aquella me resultaba tan deliciosa de escuchar que me quedé callado, haciéndome el dormido. Crabe y Goyle habían ido a por chuches por lo que nadie la detuvo cuando se puso frente a mí. "¡Maldición, Malfoy! ¡Te estoy hablando! Haz el favor de mirarme al menos y hacer como que escuchas," resopló mientras se sentaba frente a mí. Un delicioso aroma a canela estaba llenando el espacio que nos separaba, un perfume tan delicado y natural que me maravilló que siquiera una mujer pudiese oler tan bien. (¡Oh, Merlin!) Siempre están echándose perfumes y colonias para enmascarar su propio aroma, probablemente esta chica no hubiese tenido tiempo para acicalarse mucho por la mañana, pero era el perfume más seductor que jamás había podido percibir. La oí suspirar derrotada mientras se levantaba, ahora una corriente eléctrica recorrió mi brazo, acababa de tocarme para zarandearme ligeramente en su intento por despertarme, su calor abrasaba mi piel siempre fría, pero también se extendía por todo mi cuerpo. Abrí los ojos al fin y me encontré con dos magníficas gemas ambarinas que me miraban fijamente, su cabello caía en cascadas alrededor de su rostro, sus labios parecían tan suaves como los pétalos de una rosa. "¿Estás bien, Malfoy?" Su voz cantarina mostraba algo de genuina preocupación. "Sí, estoy bien. ¿Qué quieres, Granger?" Pregunté sin rastro de mi habitual desdén hacia ella. ¿Cómo me iba a sentir superior de un ser tan hermoso? "¿Por qué te has perdido las reuniones?" De nuevo las malditas reuniones. "No creí que mi presencia fuese necesaria." Ella resopló. "Al menos podrías haber venido a la de Premios Anuales, me habrías ahorrado tener que venir a buscarte y contártelo" Eso sólo significa que ella es la otra Premio Anual. Me quedé mudo por un instante, perdido en la complejidad de sus pestañas, ella siguió hablando a pesar de mi silencio. "Como ambos somos Premios Anuales y tendremos mucho que hacer y mucho que estudiar nos asignan una torre para nosotros solos. El caso es que tenemos que presentarnos en el despacho de McGonagall antes del banquete de bienvenida para que nos indique dónde queda y las contraseñas." Por favor, no me digas que voy a pasar todo el curso con esta belleza encerrado en una torre… ¿Me he muerto y he ido al cielo? Seguro, porque en cinco minutos estará a mis pies y… un momento. ¿Por qué no suspira como una tonta igual que las demás? "Bueno, sólo vine para decirte eso." Volvió a suspirar y se irguió para irse. "Espera" tomando su mano entre la mía. No debí de hacer eso, el contacto de su piel contra la mía era como un estallido eléctrico, me miró con desconfianza, sí, es verdad, ya me olvidaba, ella me odia. "¿Qué quieres, Malfoy?" Mi apellido en sus labios suena como si estuviese siendo arrastrado por el fango y sin embargo es el sonido más maravilloso del universo. "Sólo quería saber si se dijo algo interesante en la reunión de prefectos…" Es la peor excusa de la historia. Mi intelecto podría ayudarme un poco, pero resulta que está un poco entorpecido por mis malditas hormonas. "No, se dijo lo mismo de siempre, Malfoy. La verdad es que no te has perdido nada del otro mundo. Aunque puedes preguntárselo a Pansy, ¿no? Supuse que habías enviado a tu novia para que tomase notas." ¿Pansy mi novia? Ya le gustaría a ella. (Surely she'll drive mad with that) "Pansy no es mi nova." Ahora sonrío mientras la miro como si fuese el centro del mundo y… "No tengo novia." Dejando claro que el puesto está vacante… (Come on, Darling. You know what that means)… "Bueno, pues se lo preguntas a ella y me dejas en paz." Se soltó de mi mano sin darme opción a decir nada más… (Ouch! That hurts)

Definitivamente estoy muerto. El ser más adorable del mundo tenía que ser ella. Y lo peor de todo es que eso que me estuvo diciendo mi padre de mi herencia Veela se me está metiendo ahora mismo en la cabeza. Fascinante para el sexo opuesto, unido y enamorado de una sola persona y una maldición conforme esa persona iba a pasar olímpicamente de mí… exactamente como Hermione Granger acababa de hacer a pesar de desplegar todos mis encantos, nuevos y antiguos, sobre ella. Estoy perdido. (Totally lost.)

Por suerte los hados me sonríen, como Premios Anuales tenemos que compartir carruaje, uno bastante recargado y ostentoso, pero da igual, es un carruaje cerrado. Nadie podrá ver lo que tengo planeado hacerle a esta marisabidilla de tres al cuarto que se atreve a ignorarme. Soy un Malfoy y eso tiene que contar para algo. (¡Digo yo!) Ni siquiera me mira cuando se cierran las puertas, de todos modos, como nadie más que ella me va a estar mirando y además no nos va a dar la luz, me quito la túnica y me siento de tal modo que mi estatura me ayude a intimidarla un poco. Es bueno eso de medir más de metro ochenta y que muchas veces tu cuerpo pueda llegar a ocupar mucho más espacio que el resto… "Malfoy, no estás solo, ¿Sabes?" Protesta aún sin mirarme. "Es que necesito estirarme." Protesté mientras rozaba con mi pierna su rodilla, sin que se diese cuenta estaba atrapándola entre mis piernas. "Ya está bien…" Se quedó callada mirándome. "¿Qué ocurre, Granger?" Pregunté desplegando todo el encanto del que era consciente y puede que algo del que no era consciente porque de inmediato su mirada se perdió en la mía… (¡Oh, Merlin! Those eyes are like fluid gold). Creo que he conseguido lo que quería, está atrapada en mi encanto… "Dime, Granger… ¿Qué es lo que está bien?" Susurré acercándome a ella lentamente. "Tú… ¿Qué…?" La pobre está sin palabras. "¿Yo estoy bien?" Será mejor que siga hablando en susurros… parece como si la hubiese hipnotizado, me pregunto si… "¿Hay algo que quieras decirme aparte de que estoy bien?" No parpadea apenas, puede que me esté pasando un poco… Ahora sí que estoy alucinando yo… Se ha incorporado y avanza hacia mí, la tengo sobre mi cuerpo, sus labios a milímetros de los míos… "Hueles muy bien…" Susurra antes de besarme ligeramente… "Sabes aún mejor" (Yeah, Darling! Come with me).

Sus besos dejaron de ser suaves e inexpertos para volverme completamente loco, su boca era suave y aterciopelada, su lengua jugaba con la mía de un modo increíblemente lujurioso, si no fuese porque este carruaje pronto llegará a su destino no creo que fuese capaz de contenerme y estaría sobre ella en un instante. Pero ella no parece consciente de ese detalle, está rozándose contra mí de un modo increíblemente sugerente… (Vaya, vaya, Granger. ¿Quién lo diría de un ratoncito de biblioteca como tú? ¿Será Krum quien te enseñó todo esto?) Definitivamente va a ser el mejor curso de mi vida, una mujer tan sensual y hermosa condenada a vivir encerrada conmigo en una torre… He muerto y he ido al cielo. (No, I'm dead but this is too much luxury for heaven, I'm in a wonderful hell.) Su mano se mete bajo mi camiseta y comienza a explorar mi pecho, creo que voy a morir de puro placer con sus besos. Cierro los ojos y me concentro en su lengua bajando por mi cuello, su cuerpo cada vez más cerca del mío… ¡Esto es una tortura! Pero de pronto… para. "¡Oh, no!" Ay. Eso ha dolido y no creo que estuviese en el plan original, menuda bofetada… eso me recuerda a cierto puñetazo en tercero… "¡Maldito hurón! ¿Qué me has hecho?" Vale, la próxima vez no me puedo dejar llevar… sí, ya, como si fuese a haber una próxima vez. (¡Fool!) ¡Tácticas evasivas a la de ya! "No tengo ni idea de lo que me estás diciendo, Granger!" Hasta yo me creo que estoy enfadado, bueno un poco sí estoy, me acaban de joder el viaje. "Sí, ya… que me voy a creer que no tienes nada que ver con esto." (¡Merlín, está de vicio cuando se enfada!). "Mira, lo único que sé es que te has tirado sobre mí y has empezado a besarme." Sonrisa lo más inocente posible. "Pensé que era una especie de sorpresa de bienvenida o algo así." Y en ese mismo instante el carruaje se detuvo. (Saved!)

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McGonagall me mira como si fuese una especie de caramelito. Esta parte creo que no me gusta. (Freak out!) Por suerte, Hermione tiene tal cabreo encima que ni se da cuenta de cuando su profesora favorita tartamudea al dirigirse a nosotros. (Sigh! This is a sin) Nos ha dado las indicaciones y las contraseñas, ya han llevado nuestro equipaje allí y ahora está recordándonos nuestros deberes como Premios Anuales. Entre otras cosas tendremos que ir a Beauxbatons y Durmstrang en distintos momentos del curso en representación de Hogwarts. (Crap!). Cuando deja de regodearse con los detalles nos deja ir a cenar. Estoy hambriento. Aunque he de reconocer que no sólo tengo hambre de comida… (¿Por qué tiene que llevar tanta ropa encima?) Al entrar en el comedor se me escapa un gemido de desesperación: Pansy está dando palmaditas a un sitio a su lado. Busco a Crabe y Goyle y me voy derechito a donde están ellos. Son los únicos a los que puedo llegar a considerar amigos, al menos sé que me van a ayudar a escapar de Pansy. Ni me miran, siguen comiendo. La suerte es que tampoco me dan la noche con parloteos insulsos, ellos van a lo suyo que es la comida.

Ya es hora de irse a dormir. La torre está en el quinto pino hacia la derecha. No hay cuadro ni tampoco una puerta como es debido, sólo una estatua de una doncella muy hermosa. Me mira con ojos vacíos de piedra y un escalofrío recorre mi espalda mientras digo la contraseña, el pedestal se desliza y deja al descubierto un arco, milagrosamente no tengo que agacharme para entrar, este castillo siempre está lleno de puertas hechas por enanos. La sala de estudio no está mal. Varios sofás grandes y con aspecto de ser cómodos, una mesa en el medio frente a la chimenea, una mesa con un par de sillas, una alacena y una encimera parecen todo lo que conceden como cocina. Tras los sofás una escalera de piedra. Supongo que las habitaciones estarán en lo alto. Estoy cansado y creo que me voy a dar una ducha y tirarme en cama hasta que el lunes tenga que ir a clase. En cuanto llego a lo alto de las escaleras me encuentro un pequeño rellano con tres puertas. Bien. Sin distintivos de ningún tipo. No pienso quedarme como un tonto llamando a todas, la lógica me dice que la del medio será muy probablemente el baño, me decanto por la de la izquierda como mi posible cuarto. ¡Acerté! Todas mis cosas ya están desempaquetadas y en su sitio. Cama grande y cómoda, sábanas de seda negras, chaise longe cerca de una ventana con una lámpara de pie para leer, libros en la estantería y los distintivos de Slytherin en una de las paredes. Perfecto. Cojo el batín y la pequeña bolsa con todo lo necesario para el baño y me voy a la puerta del medio. ¡Perfecto! Este baño no tiene que envidiarle nada al de los prefectos, bañera tamaño piscina y sin sirenas que toquen las narices en las ventanas. Estoy deseando meterme en el agua caliente, me duele todo tras el viaje y noto un ligero dolor de cabeza de tanto concentrarme en mantener todo el 'encanto Veela' a raya. Sólo me falta un poco de música relajante y una luz un poco más tenue… (Maybe…) Cojo la varita y con un suave movimiento las velas del techo se apagan, sólo quedan unas pocas a la altura de la piscina. La música suave de un cuarteto de cuerda comienza a llenar la estancia poco a poco. (Nice). Me sumerjo completamente y dejo que todas las preocupaciones queden en la superficie. Mas cuando vuelvo a subir… no estoy solo.

"¿Qué haces aquí?" Pregunta intentando salir de la bañera aunque se detiene en cuanto se da cuenta de que está desnuda. (I'm a lucky man!). "Estaba bañándome." Respondo con una sonrisa. "Supongo que ambos tuvimos la misma idea." Acercándome a ella. "¡No te acerques!". Alejándose hasta que dio con la pared. "Tranquila, no voy a violarte." (No, you're gonna ask me to make you love, maybe not today, but you're gonna ask me soon). "De todos modos, prefiero que no te acerques más de lo que ya estás." Está preciosa cuando frunce el ceño. "No seas tonta, Hermione. Somos adultos." Poniendo los ojos en blanco. "A mí no me importa cederte el sitio, ya estoy suficientemente relajado por esta noche" Avanzando hasta las escaleras para salir de la piscina. "Buenas noches." Salí del agua y cogí una toalla cercana para secarme poniendo especial cuidado en que no se notase que la observaba disimuladamente. "Supongo que sería buena idea que pensemos en un modo de no coincidir en el baño" Dijo con un hilillo de voz (¿Dónde está la valentía Gryffindor?). "A mí me da igual, Hermione. Si tanto te preocupa, organízalo a tu gusto y luego me lo cuentas." Encogiéndome de hombros mientras me ponía el batín. "Buenas noches, Draco." Musitó cuando salía.

No está mal para ser las primeras horas en Hogwarts como un Veela. Creo que me lo voy a pasar muy bien con esta leoncita asustadiza. Me deslicé entre las sábanas y me decidí a dormir.

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¿Qué tal? ¿Merezco aplausos o me lanzaréis todos los ingredientes de la ensalada? Espero arrancar al menos alguna risa…