Disclaimer: Ningún personaje me pertenece a mi, para mi desgracia. Todo es de J.K Rowling.
Advertencia: Femslash = Relación mujer/mujer. Rating: M. Escenas fuertes. No leer si eres alérgico a esto.
Normal entre mujeres
Habían pasado exactamente 3 meses desde que la Guerra en el Mundo Mágico terminó. Ya la mayoría de las familias que habían perdido integrantes se estaban recomponiendo y todos los lugares que habían sido destruidos estaban siendo re-construidos, como Hogwarts.
El inicio de clases fue algo abrumador para los que iban a repetir su séptimo curso, al darse cuenta que eran muy pocos, la mayoría había preferido no volver a ese castillo que les traía tan malos recuerdos y los otros estaban en Azkaban, mayoritariamente. Los únicos slytherins que quedaban en el castillo eran Malfoy y Parkinson, para mayor sorpresa de todos. Jamás esperaron que justo, ellos dos se salvaran de una sentencia, pero al parecer lo habían logrado y ahora se encontraban en el castillo repitiendo su curso.
El trío dorado se había distanciado un poco, ya que Ron había decidido saltarse sus estudios para empezar su carrera de auror y Harry había decidido volver sólo para vigilar a su novia Ginny. Así que Hermione se encontraba prácticamente. Cuando no se encontraba en la biblioteca se encontraba en el lago, pero siempre sola sumergida en algún libro. La verdad los primeros días le molestó el echo de que sus dos mejores amigos la hayan abandonado, pero luego se habituó a la soledad y no le importo más.
Eran navidades en esos momentos en el castillo así que la castaña pocas veces podía pasar por el lago, así que pasaba la mayor parte de sus días en la biblioteca con la grandiosa compañía de los libros.
─ Pansy no puedes evadirlo por siempre. - escuchó el inconfundible siseó de Malfoy y bufó escondiendo su cara tras el libro que leía, no quería que las serpientes la vieran y comenzaran a molestarla, aunque ya no lo habían hecho desde el inicio de ese año, prefería no arriesgarse.
─ Créeme que si pudiera lo evadiría por el resto de mi vida. - escuchó que respondía la chica.
─ ¿Quieres que te acompañe?. - preguntó el rubio.
─ No Draco, sabes tan bien como yo que ese es tú único día libre para poder pasarla con tu madre, y Narcissa te extraña, así que mejor ve a tu casa, yo ya veré como me las arreglo. - escuchó los pasos de ambos chicos haciéndose lejanos y una vez estuvo segura que se habían ido bajo el libro y siguió con su lectura aunque con el ceño un poco fruncido preguntándose de que hablaban las serpientes, no que ella fuera chismosa, pero esos dos no eran de fiar.
Fue el mismo Sabado cuando la gryffindor entendió a que se referían los slytherins, ese día se abrirían las puertas en Azkaban para las visitas, así que seguramente Parkinson estaba evitando ir a visitar a sus padres. Sin poder evitarlo la castaña sintió compasión por la chica, últimamente la había visto taciturna y sin su altivo porte chocante.
─ Parkinson. - le dijo a modo de saludo cuando la chica le paso por al lado. La verdad no pretendía ni mirarla más de lo debido, pero su boca la había traicionado. La slytherin miró a la chica de arriba a bajo y luego frunció el ceño.
─ ¿Qué quieres?. - preguntó y la castaña suspiró, ni siquiera le había dicho sangre sucia, algo andaba mal con la chica.
─ Suerte hoy. - fue lo único que dijo para luego dirigirse a la biblioteca a seguir estudiando para los exámenes que pronto tendría.
Fue ese mismo día en la noche cuando escuchó unos sollozos en la parte más escondida de la biblioteca y su instinto de prefecta la hizo acercarse hacia donde se encontraba el sonido para descubrir a Parkinson sentada en el piso con su cabeza entre sus piernas llorando desconsoladamente.
─ ¿Qué pasó?. - preguntó sin poder evitarlo y se sorprendió cuando la chica le contestó sin inmutarse ni siquiera por su presencia.
─ Papá murió. - fue todo lo que necesito decir para que la castaña entendiera y le abrazara sin poder evitarlo. Aquello fue todo lo que necesitaron ambas chicas para comenzar una relación de amistad.
Se reunían todas las tardes en ese rincón de la biblioteca a hablar sobre sus familias, sobre sus errores, sobre las cosas que querían, sobre sentimientos, y sobre muchas otras cosas de las cuales hablarías con amigos. Aquella amistad era como una nueva oportunidad para revivir para Parkinson y era una luz en el camino de la gryffindor. Poco a poco sin darse cuenta comenzaron a pasear por todo el castillo tomadas del brazo o riéndose, a comer juntas y trabajar juntas, y Mayo las sorprendió siendo inseparables. De hecho no sería extraño si de la nada durmieran juntas, en el buen sentido de la palabra. Y lo habían hecho una que otras veces en la sala de menesteres donde se quedaban horas y horas hablando o simplemente disfrutando de la compañía de la otra.
Fue una noche en específico cuando la situación cambio. La profesora McGonagall había anunciado que haría un baile para los de séptimo en una semana y era obligatorio tener pareja. Ese día las chicas habían decidido reunirse en la Sala de Menesteres y se encontraban discutiendo el reciente anuncio.
─ ¿Tú tienes alguien con quien ir?. - le preguntó la morena a la gryffindor y esta negó con la cabeza.
─ No y supongo que tú irás con Malfoy. - dijo la chica sorprendiéndose de que su tono sonara un tanto decepcionado.
─ La verdad no, estaba pensando en ir con mi mejor amiga. - dijo como si nada y la chica la miró con los ojos abiertos de par en par.
─ ¿Es en serio?. - preguntó y la otra asintió. -No...¿no te importa que nos vean raro?. - preguntó y la morena alzó una ceja.
─ ¿Por qué nos habrían de mirar raro?. - preguntó.
─ Porque somos dos chicas yendo a un baile juntas y de paso porque somos Slytherin y Gryffindor. - dijo y la serpiente bufó.
─ Que piensen lo que quieran, todos sabrán ese día que somos inseparables les guste o no. - dijo sonriente y luego agregó con un guiño. - además necesito que veas que tal me queda mi vestido y opines.
Antes de que la gryffindor pudiera preguntarle cómo era posible que ya tuviera vestido en la sala apreció un closet lleno de hermosos vestidos.
─ Como no lo pensé. - se reprochó a si misma haciendo que la morena se carcajeara y la jalara de la mano para acercarla al closet.
─ Pruébate este, se verá bien en ti. - le dijo tendiéndole un vestido color tierra con un corte en v en la espalda y un escote un tanto indiscreto para el gusto de la gryffindor.
─ No hay vestidores. - dijo la leona y vio como su amiga rodaba los ojos.
─ Somos mujeres, no hay nada que no hayamos visto. - dijo y para reformar su teoría comenzó a bajarse la falda para bochorno de la gryffindor que apartó rápido la mirada y comenzó a desvestirse lo más rápido posible ya que la idea de estar desnuda, aunque sea frente a otra mujer, la avergonzaba. Una vez se puso el vestido se volteó a mirar a su amiga en busca de su opinión y se sorprendió al ver que la slytherin se había dejado en ropa interior y la miraba intensamente.
─ ¿T-te gusta?. - preguntó algo incomoda ignorando el calor que había comenzado a sentir.
─ Te queda espectacular Hermione . - dijo acercándose a la susodicha que no hacía más que mirarla detenidamente dándose cuenta de que su amiga tenía un gran cuerpo, unas caderas bastante anchas y una cintura fina, pero no tan fina como para desagradarle, unas piernas bien largas, y unos pechos...─ Hey, si me sigues mirando así mejor tócalos y ya. - le dijo con burla y la gryffindor frunció el ceño preguntándose a que se refería. ─ mis senos, anda, te doy permiso. - dijo y al ver como su amiga abría los ojos como platos bufó. ─ No tiene nada de malo, somos chicas Hermione, eso hacen las chicas entre si. - dijo y al ver que la chica no se atrevía, agarró cuidadosamente la muñeca de la gryffindor y puso su mano en uno de sus pechos, en seguida la gryffindor saltó dándose cuenta de lo que había hecho.
─ C-creo que m-mejor me cambio. - dijo la leona y la slytherin rodó los ojos más no le dijo nada, ya que una idea comenzaba a formarse en su cabeza. Una vez la castaña se quitó el vestido y comenzó a colocarse la falda la slytherin agarró ambas muñecas de su amiga haciendo que la susodicha frunciera el ceño. ─ ¿Q-qué estás haciendo Pansy? E-estoy desnuda, n-necesito cambiarme. - le dijo y la serpiente negó divertida.
─ Vamos Hermione, seamos justas, estuviste viéndome descaradamente demasiado tiempo, es mi turno. - dijo mientras miraba los senos de su amiga. Miles de veces se había imaginado como serían pero su imaginación se había quedado corta, eran pequeños, quizá más pequeños que las de una chica normal de su edad, pero eran bastantes firmes y suaves, por lo visto. Sin pedirle permiso ni avisarle la slytherin colocó ambas manos en los pechos de su amiga haciéndola sobresaltar, vaya que si eran suaves. ─ ¿Ves? es normal, vamos hazlo. - le dijo mientras comenzaba a darle unos pequeños y casi imperceptibles masajes a los senos de la gryffindor que había comenzando a sentir como algo dentro de sus piernas palpitaba furiosamente. La gryffindor miró un rato más los senos de su amiga y decidió hacerlo, de todos modos no estaba totalmente segura de que aquello estuviera mal, nunca había tenido una mejor amiga mujer. Colocó despacio ambas manos en los pechos de su amiga y se sorprendió al notar como ambos parecían amoldearse perfectamente a sus manos, tragó saliva pesadamente resistiendo las ganas de masajearlos. ─ Eres libre de hacer lo que quieras con ellos. - le susurró la slytherin mientras comenzaba a meter su mano por debajo de una de las copas del sostén y tocaba directamente el seno de su amiga que por el contacto se erizó por completo y la gryffindor se sorprendió a si misma dejando escapar un suspiro, aquello se sentía demasiado bien y se estaba comenzando a preguntar porque no lo habían hecho antes. Sin pensar en mucho más que no fuera aquellos dos senos que se encontraban entre sus manos comenzó a masajearlos lentamente, no tenía mucha idea de como hacerlo ya que nunca antes lo había hecho, ni siquiera en ella misma, pero al sentir como su amiga apretaba aún más los suyos se dio cuenta que iba por buen camino.
Eres libre de hacer lo que quieras con ellos.
Aquella frase apareció en su cabeza y se mordió el labio preguntándose si sus repentinos deseos de morderlos estaban incluidos en "lo que quieras". La slytherin captó la mirada dudosa de su amiga y sonrío mientras introducía totalmente sus dos manos en el sostén de su amiga y comenzaba a pellizcar los pezones haciendo que la gryffindor se sonrojara y soltará más suspiros.
─ Creo que es hora de que veas que tal me queda mi vestido. - dijo la slytherin y la castaña parpadeó confusa por el cambio de ambiente y se separó enseguida de su amiga asintiendo torpemente. Las cosas se habían salido un poco de control y aún tenía que averiguar si aquel comportamiento era normal entre amigas, aunque algo en su interior le decía que no.
Como pudieron notar es un One-shot bastante cortito.
Esto se trata de una serie de varios One-shots / drabbles basado en relaciones de chicas/chicas.
Podrán ver de todo tipo de parejas y se vale sugerir algún tema o pareja, tomaré todas sus opiniones en cuenta.
Espero reviews que me animen a continuar esto pronto.
