Holas! :DD Bien, este es mi primer fic ^^ espero recibir buenos comentarios y si son criticas que sean constructivas :D Por favor sean buenas conmigo ;D
Bien, aqui les dejo el argumento, Disfruten!
Fairy Tail y sus personajes son de propiedad de Hiro Mashima-sama
EL CAMBIO DE SU VIDA…
Lucy Heartfilia era una famosa arquitecta y diseñadora de moda, sus diseños eran mostrados por las mejores modelos del mundo, la mezcla entre lo fantasioso y lo real hacían de sus creaciones lo más misterioso para que cualquiera deseara llevarlos. Una mujer de facciones elegantes hacía que Lucy con solo mostrarse en un salón fuera capaz de opacar hasta a la miss universo, a pesar de todo era una mujer de carácter sereno, siempre guardando la calma, siempre demostrando sus modales. Pero una noche las cosas dieron un giro de 180º para convertirla en la mujer que siempre deseo ser. ¿Qué haría para escapar de ese peligro? ¿Cómo podría alejarse del detective que se encontraba cuidando siempre su espalda?
UNA VIDA SOLITARIA…
Natsu no acostumbraba a compartir con nadie su espacio, siempre había amado la soledad y tranquilidad que su departamento le daba, lo único que tenia por compañero era un pequeño gato azul que lo seguía a todos lados. Amante del peligro, había entrado a la escuela de investigaciones en cuanto salió del instituto, lo único que quería era cumplir los 35 años para dejar la institución y así poder abrir su propia agencia de detectives privados. Últimamente, Tokio se estaba volviendo una ciudad peligrosa, y el debía estar metido en todos esos problemas. Como teniente, tenía toda la autoridad de elegir si quería o no hacerse cargo de un caso, pero por culpa de su compañero tendría que indagar en donde menos quería. ¿Quién era esa mujer de cabellos como el sol y cuerpo de sirena que despertaba todos sus sentidos? ¿Por qué ya no se sentía arrepentido de ir a ese lugar?
Capitulo 1: "El evento más esperado. Época de cambios"
Una cabellera dorada se escondía entre una montaña de papeles arrugados, el aire era espeso producto del calor que se sentía dentro de la oficina producto del aire caliente que se filtraba por las rejillas del aire acondicionado. La mujer levanto un poco el rostro al darse cuenta de lo que estaba haciendo, ¡Se estaba quedando dormida en la mitad de un importante diseño!, miro a su alrededor para observar su oficina de color blanco que daba un ambiente acogedor, frente a ella, pegado a la pared se encontraba la enorme pantalla de su LCD, a un costado derecho un sofá rojo que daba un contraste a tan sofisticada habitación.
-¡Lucy! – Exclamo una mujer entrando por la puerta – Veo que aun no te recuperas del todo – En su mano llevaba una taza humeante con olor a , que se infiltro por las fosas nasales de la aludida.
- Gracias Levy-chan – Dijo recibiendo la taza blanca.
- Te ves cansada, recuerda que esta noche tienes la cena con Katou-san y debes estar perfecta.
- Por mí que se cancelara, no tengo ánimos para salir hoy, además mis diseños aun no están listos y las ideas cada vez se van acabando – Hizo una pausa para llevar el objeto de porcelana blanca a sus labios – No sé qué hacer.
- Vamos Lucy, las ideas no pueden acabarse de esa manera, tienes que pensar, recuerda que todos tienen los ojos puestos en ti.
- Lo sé, lo sé – Dijo mirando a la peli azul que se encontraba frente a ella, Levy nunca dejaría de ser bonita, se conocían desde los 5 años y nunca se había producido cambio en ese rostro tan perfecto, en esos ojos qué brillaban como dos perlas, su cabello azulado que se desparramaba con gracia sobre sus hombros, su cuerpo pequeño y grácil que parecía hecho de cristal… Ella perfectamente podría pasar como una célebre modelo, pero su vocación era otra, economista, ella se encargaba como gerente general de la empresa de moda internacional Heartfilia – Creo que iré a caminar – Dijo de repente la rubia poniéndose de pie para tomar su cartera que estaba tirada sobre el sofá.
- Cuídate Lu-chan – Fue lo único que dijo antes que esta saliera del lugar mientras tomaba su abrigo colgado en el armario.
Lucy llamo la atención de todos en cuanto puso un pie fuera del ascensor que la llevaba al primer piso, nadie podía discutir la belleza de la creadora de los sueños de todas las mujeres, su cabello suelto que llegaba hasta la cintura hacia un bello contraste con su abrigo blanco que llegaba hasta su rodilla desde donde salían sus perfectas piernas cubiertas por unas medias negras que se volvían a esconder en unos botines de tacón alto rojos como sus labios.
Fuera de la oficina se escuchaba el molesto ruido de los murmullos de cada mañana producidos por los agentes. El dolor de cabeza era insoportable, apenas había podido dormir unas dos horas y todo por culpa de la resaca que llevaba encima, ni siquiera las aspirinas ni la ducha de agua fría que se había dado antes de irse al trabajo lo habían tranquilizado. Por lo tanto decidió tomarse una par más.
Todo había comenzado en la noche, cuando su mejor amigo lo invito a salir después que su novia había terminado con él por otro, para olvidarse del dolor que sentía no encontró nada mejor que invitarlo a salir a un bar para pasar las penas, esa noche Natsu ni siquiera pensaba en tomar trago, pero justo se aviso que en el lugar había un hombre que estaba a punto de contraer matrimonio, todos los presentes, incluso el, se vio involucrado en una improvisada despedida de soltero en donde una chica morena salió de una caja de cumpleaños enorme, en ese momento una dolorosa punzada atravesó a Natsu y este volvió a recordar su angustioso pasado al recordar que de una manera similar, su antigua novia había salido a su encuentro en una despedida de soltero de un amigo.
Recordar a Lisanna le hacía mal, pero el saber que ya era parte de su pasado, lo tranquilizo un poco. Se restregó los ojos para mirar unos papeles que estaban desparramados por el escritorio y ver cuál sería el primero en ser atendido.
Pero un golpe en su puerta lo sorprendió.
-¿Qué sucede ahora? – Gruño.
De seguro debía ser el molesto de Visitor quien no lo dejaba ni un día de molestar para mostrar sus nuevos pasos de baile o invitarlo a salir de parranda en los días en que había más casos por resolver.
-¡Dragneel! – Dijo una voz que nadie podía ignorar, en la puerta abierta se vio a una mujer intimidante, de cabello rojo como el fuego. El aludido se puso en pie nerviosamente e hizo una reverencia.
- Buenos días – Dijo aun con la cabeza gacha.
- Buenos días – Respondió con una voz grave - ¿Donde está Fullbuster? – Pregunto al no ver a nadie más en el cuarto.
- Oye Natsu – Grito un hombre de ojos oscuros haciendo su aparición, se detuvo un momento en la puerta al ver a su general.
Lucy se encontraba tomando un café al lado de la ventana en una cafetería cerca de la torre de Tokio, revisaba una y otra vez los diseños que se encontraban en una carpeta, eso le tomaría más tiempo del que había imaginado, no encontraba la inspiración correcta. Había estado trabajando en esos diseños semanas, generalmente a esas alturas debía estar haciendo los de otoño del próximo año, pero se había quedado en los de verano, necesitaba algo que le demostrara como se podía seducir a un hombre, la temporada de verano de ese año ofrecía las sedas y los escotes, las cosas reducidas en la talla XXS y los colores fuegos que mostraban seducción. Mientras se encontraba arreglando un diseño sintió el ¡Tic! De algo que pronto toco su cabeza.
-No te muevas dulzura – Dijo una voz siniestra detrás de ella, en ese momento regreso al mundo real y pudo comprobar que el lugar estaba siendo asaltado. La policía no tardo en llegar, y en desesperación los hombres encapuchados tomaron todo lo que encontraron, entre eso su cartera en donde se encontraba la carpeta con sus trabajos de toda las dos semanas.
Un llamado recibió la central de investigaciones, que rápidamente fue pasado al general mayor quien aun se encontraba en la oficina del Teniente Dragneel.
-Mi general – Dijo un hombre abriendo la puerta – Hay un caso que acaba de llegar desde la central de la policía, puede que le interese – Erza tomo el informe y levanto la ceja un tanto confundida.
- ¿Esto no es trabajo de la Policía? – Pregunto, pero al leer el nombre de la principal víctima quien ya había puesto constancia y si no se hacía algo rápido, amenazaba con poner un abogado – Vaya, vaya, entiendo, pues bien… - Dijo y miro a los dos hombres quienes se encontraban nerviosos por su presencia allí – Ustedes se harán cargo de esto – Les coloco el informe sobre el escritorio y en cosa de segundos, Gray se lanzo sobre el papel.
- ¿Esto es una broma? – Pregunto – Digo, porque no tiene gracia buscar una cartera.
- Lee el nombre – Dijo Erza.
- Lucy Heartfilia – Leyó sin ninguna sorpresa - ¡Lucy Heartfilia! – Grito – Ella no es…
- Exactamente, podrás conocerla Gray – Dijo un tanto divertida con esto Erza.
- ¿Quién es ella? – Pregunto Natsu mirando el informe.
- ¡Cabeza de Lava! – Chillo Gray – Deberías conocerla, ella es… - Un golpe en la puerta les hizo a todos dar un saltito, en eso una mujer de unos 26 años hizo su aparición en la habitación, pequeña como una ninfa, de cuerpo delgado y piel nívea, su cabello azulino alborotado era sostenido con una cinta amarilla sobre la cabeza, vestía un simple pero adorable abrigo amarillo que llegaba hasta un poco más arriba de la rodilla.
- Necesito que alguno de ustedes nos cuide – Dijo la de pelo azul sin pelos en la lengua, Gray y Natsu la miraron como si estuviera hablando algo estúpido - ¿Qué? Si quieren podemos pagar lo que sea, por eso no hay problema – Tomo su cartera y de allí saco una chequera.
- Para, Levy – Dijo Erza - ¿Por qué tendrían que cuidarlas? ¿No tienen acaso guardias privados para eso?
- Si, pero necesitamos gente más discreta, personas que no levanten sospechas, mi amiga fue apuntada con un arma antes que le robaran la cartera y para colmo hace unos momentos recibió una nota en donde la amenazaban, ¿Acaso no necesitamos a alguien?
- Quiero hablar con Lucy – Dijo Erza. Levy hizo pasar a su amiga, y de nuevo se produjo un silencio en la habitación, Natsu parpadeo un par de veces al ver lo que apareció detrás de la puerta. Era como si un rayo de luz en medio de una tormenta entrara por la puerta en forma de mujer, era un completo manjar, toda suavidad, que comenzaba en su sedoso cabello y terminaba en sus llamativos zapatos. El cabello rubio enmarcaba perfectamente su rostro ovalado, tan perfecto que parecía hecho de porcelana. Su mirada vago por la habitación para estrellarse en la de Natsu, lo miro con unos ojos caramelo que parecían preciosas piedras brillando con intensidad.
Tenía un cabello de ángel, ojos de ángel, y su cuerpo… En una rápida ojeada Natsu inspecciono el cuerpo de Lucy observando con lujuria sus curvas que se marcaban producto de lo apegada que era la ropa que llevaba, Tardo un momento en darse cuenta de que no respiraba, y que solo unos segundos de apreciación a esa ninfa habían logrado calentar su cuerpo.
-Buenos días – Pronuncio Lucy, su timbre era suave…. Voz de ángel, pensó Natsu tenso.
Ella dio una leve reverencia y volvió a tomar su compostura.
-Señorita Heartfilia – Dijo Erza acercándose a ella – Cuénteme lo que sucedió – La rubia asintió y comenzó a relatar lo sucedido esa mañana desde que salió de la oficina hasta que llego su amiga a buscarla como una loca al café. Natsu no perdía detalle de lo que Lucy hacia, el movimiento de sus labios al hablar era suave y lento, así era como seria al besarlos, de vez en cuando sonreía al recordar algo, movía su cabello para no permanecer tan quieta, cuando hacia eso, un olor dulce e inocente llegaba a Natsu y lo inundaba haciéndolo desear a cada minuto a esa mujer.
- ¿Ves Erza-chan? – Dijo Levy mirando al General.
- ¡¿Erza-chan? – Gritaron Gray y Natsu al escuchar como llamaba la peli azul a su general mayor.
- Si, es una vieja amiga – Dijo la Scarlet algo avergonzada, primera vez que Natsu y Gray la veían así, ambos sonrieron.
- Levy McGarden, Economista y gerente general de la empresa de moda internacional Lucy Heartfilia – Dijo orgullosa de lo que era, Lucy al mirar a su amiga y ver que esta le hacia una seña de que claramente ellos no sabían muy bien quienes eran y que ella también debía presentarse.
- Lucy Heartfilia, Arquitecta y diseñadora de moda – Dijo la rubia.
- Es un gusto conocerla, Lucy- San – Dijo Gray lanzándose sobre la rubia para tomar su mano – Soy un gran admirador suyo y de sus diseños.
- Vaya – Exclamo Lucy.
- ¿Van a ayudarnos? – Pregunto Levy.
- Claro que si – Dijo Fullbuster - ¿Verdad Natsu? – El aludido solo lo miro asesino con sus ojos oscuros y luego murmuro.
- Claro.
La casa de Lucy era para Gray lo más hermoso que podía haber visto, apartada de todo, era como esas casas misteriosas que se encuentran rodeadas de verde vegetación.
-¡Que casa más linda! – Exclamo sin poder esconder sus emociones.
- La diseño Lucy-chan – Dijo Levy detrás de él.
- Increíble, así que estos son los diseños de la famosa Lucy- San – Observo la casa todo lo que pudo, mientras Natsu bajaba del vehículo y miraba ceñudo la construcción que se encontraba frente a él, era una casa de tres pisos, de madera y ventanales grandes que eran divididos por pequeños cuadritos de vidrio para darle un estilo Monticello, todo era blanco, excepto el techo que era más oscuro. Parecía una casa antigua.
Una vez en el vestíbulo apareció una mujer de bastante edad, quien les hizo una reverencia.
-Buenos días, y bienvenidos a la residencia Heartfilia– Dijo la mujer de cabellos canosos.
- Deja eso a un lado Mitsune- Sama – Dijo Levy apareciendo frente la anciana – Sera mejor que prepares las habitaciones para estos jóvenes que van a quedarse aquí – Dijo señalándolos.
- ¿Quiénes son? – Pregunto curiosa mientras observaba a uno en especial.
- Unos amigos – Respondió Lucy entrando – Son unos amigos que vienen de Hokkaido.
- Nunca me has hablado de ellos Lucy.
- Lo que pasa es que nos conocimos hace muchos años, ¿Verdad? – Pregunto mirándolos, pero solo Gray asintió, Natsu solo se limito a girar el rostro para no encontrarse con esos ojos caramelo.
El ambiente dentro de la casa era acogedor, la madera aun se dejaba entre ver en algunos lugares, no era una típica casa japonesa, sino todo lo contrario.
Lucy entro a su escritorio mientras Mitusne-san le ordenaba a Virgo que se hiciera cargo de los invitados, Levy dejo su cartera sobre el sofá blanco de la estancia.
-¿Qué sucede, Levy-chan? – Pregunto Lucy al notar el leve temblor de su amiga, la peli azul la miro temerosa.
- Creo que pasare la noche aquí – Respondió afligida – Supongo que no hay problema.
- Claro que no – Sonrio la rubia – Puedes quedarte todo el tiempo que desees, incluso me siento más segura – Reconoció, Levy sonrio.
- ¿Qué harás con la cena de esta noche? – Pregunto cambiando el tema, Lucy suspiro y volvió a tomar sus anteojos.
- He llamado a Elicia para que se comunique con Katou-san y cancele la cena y la reservación al hotel – Respondió la rubia ojeando unos papeles.
- Supongo que Katou-san comprenderá tu situación – Dijo Levy soltando un suspiro ahogado.
- Le telefoneare más tarde – Contesto Lucy – Le explicare la situación y cambiare la cita para la próxima semana.
- Se te juntara todo – Levy se puso en pie luego de pronunciar esas palabras, no tenia para que decirlas, Lucy lo sabía perfectamente.
- Hime – Dijo la inconfundible voz de Virgo entrando en su oficina – Los caballeros están perfectamente instalados – Informo.
- Gracias Virgo – Respondió Lucy – Prepara el té y avísale a ellos que bajen, es hora de tomar el té – Le dijo sonriendo, la peli morada también lo hizo mientras se giraba.
Habían pasado ya dos días desde el incidente y la cartera de Lucy con todo su contenido había sido encontrada, quien iba a necesitar una carpeta llena de dibujos, un espejo, un lápiz labial rojo y un monedero, realmente no era la gran fortuna, pero significaba mucho para Lucy, todo su trabajo estaba en esa carpeta.
El hecho de que ese hombre de mirada fría estuviera bajo su mismo techo la incomodaba, aunque debía agradecer haberle conocido, porque, por muy extraño que suene, ahora sí que se había inspirado para crear nuevos diseños.
La presentación de la moda de primavera que se llevaría a cabo dentro de dos semanas se había adelantado, y para buena suerte de Lucy que ya había terminado toda su colección. Había una gran actividad en la casa, las chicas se preparaban para la gran noche, mientras que en el exclusivo y apartado salón de eventos todos preparaban las cosas para festejar por indiscutible triunfo que obtendría Lucy con sus nuevos diseños.
-¿De verdad tenemos que acompañarlas? – Pregunto Natsu a su amigo mientras lo miraba como se arreglaba frente a un espejo de cuerpo entero.
- Claro que sí, estamos aquí para protegerlas y en esos eventos siempre suceden cosas raras, aparte cualquiera se infiltra en una celebración tan masiva.
- Yo no acepte venir a este lugar, este tema no me interesa, ellas no corren peligro, ¿Te das cuenta de la estupidez que hiciste, cubo de hielo? – Pregunto insultando a su amigo, siempre era lo mismo con ellos.
- Corren peligro, idiota lanza llamas – Devolvió el insulto intentando permanecer calmado el Fullbuster, no quería destruir la hermosa casa de Lucy-san con una estúpida pelea con aquel imbécil.
- Y ¿Por qué aun no sucede nada? – Pregunto el peli rosa de brazos cruzados arqueando una ceja.
- Tu mejor que nadie debería saberlo, los criminales profesionales siempre actúan con calma para no levantar mayores sorpresas… ya deja de hacer preguntas tontas y vístete decentemente – Le reclamo Gray al ver que el peli rosa aun seguía con unos jeans y una camisa.
Levy estaba impaciente, había veces en que su amiga hacia problemas en esas ocasiones tan importantes, ya casi iba a ser la hora y Lucy no bajaba.
-Vaya, vaya – Dijo Gray al ver a Levy, quien llevaba un vestido celeste apegado a su cuerpo tipo estrapless con un juego de flores en la parte superior mientras que desde la cintura hacia abajo iba en capas que le daban mas volumen, su cabello como siempre liso era sostenido por una cinta que actuaba como cintillo para despejar su rostro, lo que la hacía verse más inocente de lo que ya era.
A pesar de la belleza de la pequeña Levy, Natsu no podía despegar los ojos de la ninfa que bajaba en esos momentos la escalera, sentía que el aire no llegaba a sus pulmones y producto de ello estaba seguro que moriría, el vestido de Lucy no era nada fuera de lo normal, era un plateado oscuro casi negro que llegaba hasta el suelo, el escote era lo que más brillaba, era algo provocativo que dejaba ver gran parte de su hermoso cuerpo, era el lugar en donde Natsu había detenido su mirada.
-Lu, que hermosa estas, te dije que era el vestido perfecto para ti – Dijo Levy acercándose a su amiga – De seguro opacas de nuevo a tus modelos.
- Claro que si tú fueras una de ellas, sería imposible – Respondió Lucy en un vano intento por convencer a su amiga que modelara.
- Creo que nunca va a suceder algo así, no soy una persona que deje mi trabajo para convertirme en una descerebrada.
- Siempre dices lo mismo.
- Es la verdad, Lucy, tú mejor que nadie debería saber que las modelos no hacen otra cosa más que pensar en su figura, son de veras unas completas descerebradas… - Y así ambas caminaron hasta la puerta principal, ignorando por completo a las dos presencias masculinas que se encontraban allí.
- ¡Tsh! Mujeres – Murmuraron ambos y las siguieron hasta el vehículo.
Generalmente los eventos producidos por la empresa de Lucy eran bastante escandalosos, gracias a ella, Tokio era considerado una capital de la moda incluso más que Paris, New York, Buenos Aires, entre otros, en donde se hacían los eventos de modelaje más masivos del mundo.
Todos estaban con las cámaras preparadas para apuntar en cualquier momento a la creadora de todo aquello, la mujer que fácilmente podría ser la más hermosa, o que ya lo era.
Una limosina blanca se dejo ver estacionada justo al frente de la entrada del recinto en donde una alfombra roja se extendía hasta la puerta del vehículo, todos se giraron expectantes a la fémina que saldría del lujoso auto, primero salió una mujer de cabellos azules saludando a todos y dejando claro que lo mejor siempre se guardaba para el ultimo, en cuanto Lucy puso un pie fuera de la limusina todos comenzaron a gritar y las cámaras apuntar en su dirección para no perderse ningún detalle, el ruedo de un vestido color plata se dejo ver sobre la alfombra y al instante una mujer de suaves curvas se dejo ver, su sonrisa era inigualable parecía un ángel caído del cielo.
El recinto sin duda estaba lleno, esto significaba un gran negocio para la empresa de la Heartfilia, llegaron hasta allí famosas estrellas de Hollywood, en especial mujeres que adoraban sus diseños y querían ver lo último que Lucy ofrecía al mundo.
-Esto es aburrido – Expreso como un niño pequeño Natsu quien no perdía de vista a la rubia – Aunque la comida esta deliciosa – Añadió mientras se apoderaba de una enorme pierna de cerdo.
- En lo ultimo tienes razón, todo lo que se puede apreciar aquí es de primer corte – Dijo refiriéndose a los invitados, en especial a las mujeres.
- ¿Podrías ponerte la ropa? – Pregunto Natsu, había dirigido la vista nuevamente a su compañero y se encontró con la típica escenita de Gray: Estaba desnudo.
- ¡Ah! ¡¿Cómo pudo pasar de nuevo? – Chillo tapándose con lo primero que pillo, una bandeja que solo cubría sus partes nobles.
El desfile debía comenzar, todos aplaudían en cuanto salían las modelos, todas llevando dulces pero a la vez provocativos diseños, el color rosa pálido era lo que más se veía en cuanto a trajes de fiesta se trataba, mientras que en la moda casual la combinación de colores no importaba, la fuerza de los 60' se dejaba ver en la pasarela. Cuando ya había terminado y las modelos daban su ultima pasada esta vez todas juntas, Lucy hizo su presentación sobre el escenario, vestida acorde a las demás con un minivestido fucsia con estampados de flores de colores que dejaban en claro la moda que estaba por venir, una serie de aplausos se sintió en cuanto la diosa camino por la pasarela como una profesional seguida por sus modelos.
La fiesta final se desarrollo de manera normal, mientras todos querían acercarse a Lucy, los detectives se encontraban en un rincón sin perder de vista a ninguno de los invitados.
-¡Tsch! Comienzo a aburrirme, esta no era lo que tenía en mente – Comento Gray mientras jugaba ociosamente con su iphone.
- Te lo dije – Dijo Natsu poniendo sus brazos detrás de su cabeza – Esto no iba a ser nada divertido, no era así como quería que terminaran mis días de detective.
- ¿Qué dices? Recién tienes 27 flamita – Le recrimino el Fullbuster.
- ¿Cómo me llamaste hielito? – Gruño enojado el peli rosa iniciando la típica discusión con su amigo. Natsu se puso en pie furioso pero justo en ese momento choco una persona con él.
- Disculpa – Dijo el hombre de voz aterciopelada, Natsu apenas dirigió su vista a él, estaba más preocupado por Gray que por aquel tipo.
- No es nada – Respondió el peli rosa volviendo su atención al Fullbuster. Apenas noto que aquel hombre iba acompañado por una linda chica rubia y que ambos subían las escaleras.
Lucy dejo su copa en la mesa, estaba nerviosa y eso nunca era bueno, siempre que se encontraba así, algo malo sucedía, ya sea un inconveniente con su vestido o con su maquillaje. Levy volvió a mirar a su amiga, últimamente estaba muy tensa y le preocupaba que aquel detective tuviera que ver en eso, y es que la pequeña era bastante inteligente, se había dado cuenta desde el principio de lo que su amiga sentía por Natsu, aunque para cualquiera que conociera a Lucy, aquello era más que evidente.
-Lucy – Dijo una mujer de cabellos oscuros. La aludida se dio la vuelta y sonrio al ver allí a una de sus mejores amigas.
- Kotomi – Dijo poniéndose en pie y abrazando a la mujer – Que bueno verte aquí.
- Es un placer para mi estar aquí, tus desfiles siempre son una maravilla – Dijo la de ojos azules – Levy, ven aquí – Dijo abrazando a la peli azul.
- Es un gusto verte Kotomi – Dijo Levy.
- Pues tenía que ver con mis propios ojos la nueva colección de la diseñadora más célebre de todo Japón – Respondió Kotomi - ¡Bisca! – Llamo a su más confiable crítica.
- Kotomi, que bueno que hayas venido – Dijo la peli verde viendo allí a su amiga.
- Por supuesto, espero que hayas anotado todo lo que has visto – Respondió Kotomi.
- Claro que si, y todo son buenas críticas para Lucy – Dijo abrazando a la rubia quien solo sonrio con las mejillas sonrojadas.
- Pues he oído algunos rumores que dicen que tienes a dos hombres viviendo en tu casa – Dijo con una sonrisa picara la oji azul sentándose en el sofá, siendo secundada por las demás – Cuéntame.
- Ah eso – Dijo Lucy arreglándose un mechón de pelo – Pues…
- Son detectives – Salto Levy intentando sacar del momento a Lucy – Están en casa de Lu porque yo se los pedí.
- ¿Tu igual estas allí Levy? – Pregunto Bisca, quien se había perdido de todo aquel revuelo puesto que había estado casi un mes en Italia.
- Sip, soy la más cercana a Lu, es posible que también intenten algo en mi contra – Respondió la peli azul.
- Tsch – Rechisto la de pelo negro – Que aburrido, Levy tienes que salir de allí, así no habrá acción – Dijo tomando los brazos de la McGarden. Levy suspiro, a veces Kotomi resultaba ser tan inmadura – Y ¿Quiénes son? – Pregunto curiosa mirando a todos lados, Bisca hizo lo mismo, ambas estaban interesadas en saber que tal estaban aquellos dos hombres.
- Los que están allí – Dijo Levy señalando a ambos hombres que ya se encontraban sentados aburridos mientras miraban hacia todos lados.
- Vaya, vaya – Dijo Kotomi – Lucy-chan, tienes dos buenos machos, ¿A cuál prefieres? – Pregunto mirando a su amiga.
- ¿Q-que a c-cual p-prefiero? – Pregunto Lucy completamente roja, frente a sus amigas no podía disimular y todas sabían perfectamente lo tímida que era la rubia con aquel tema – P-pues…
- Yo diría que a Natsu – Interrumpió nuevamente Levy con una sonrisa traviesa en el rostro. La cabeza de Lucy exploto mientras su rostro parecía un tomate maduro, las demás rieron ante la reacción de Lucy, con aquello solo confirmaba lo dicho por Levy.
Mientras esto sucedía en la primera planta, en el segundo piso se desarrollaba una escena lo bastante aterradora.
-¿Por qué haces esto? – Inquiría la mujer arreglándose el vestido.
- Tú querías estar conmigo, tú eras la que me rogabas por tener sexo conmigo, ahora yo soy quien quiere que cumplas mis deseos.
- Si grito todos vendrán y verán lo que quieres hacerme.
- Bonita, si gritas, te mueres – Susurro en su oído, acto y palabras que hicieron que la mujer diera un respingo, la observo detenidamente – Aunque, eres demasiado hermosa como para seguir viviendo – Dicho esto enterró el cuchillo en el abdomen de la fémina dejándola caer al suelo semidesnuda – No me gustan las mujeres tan superficiales – Tomo un arma que tenia escondida dentro del esmoquin negro y disparo en la frente de la mujer, sonrio y escapo por la ventana.
Un disparo resonó en todo el centro de eventos haciendo que todos se quedaran quietos dando tiempo solo para que los guardias y los detectives reaccionaran.
-¡Natsu! – Grito Gray mientras sacaba su arma.
- ¡Sí! – Respondió Natsu mientras corrían escaleras arriba, Lucy no pudo evitar sentir un escalofrió y corrió a la siga de los chicos seguida por su mejor amiga, mientras los anfitriones encargados del espectáculo intentaban transmitir calma a todos los invitados.
En cuanto Lucy entro en la habitación del segundo piso quedo paralizada ante lo que vio, en el suelo a la luz de la luna se encontraba la figura de una persona que ella conocía y con quien había compartido varias veces, sus ojos aun permanecían abiertos mostrándolos sin luz, sin vida, como cuando se le quita el sueño de vivir a una persona, o cuando sabes que nada va a ser para mejor.
Levy soltó un chillido que hizo que los detectives se dieran la vuelta, Natsu al ver a esas mujeres ahí, le recorrió un sudor frio por todo el cuerpo y avanzo hacia ellas.
-Les voy a pedir señoras que por favor se retiren – Intentando ser lo más educado posible, Levy asintió tomando de la mano a su amiga quien inconscientemente la rechazo y avanzo al cuerpo que yacía en el suelo sin vida, McGarden salió de la habitación como una niña asustada guiada por Tomoyo, su asistente.
- Katherine – Susurro Lucy agachándose para mirar de más cerca a su amiga – Por Dios, ¿Por qué a ti? – Se pregunto dejando que las lágrimas hicieran su aparición.
- Señora – Dijo un guardia – Voy a pedirle que se retire, pronto va a llegar la policía y se harán cargo de ella.
- Déjenme – Dijo sutilmente. Natsu no soportando más la escena se acerco a ella y la tomo del brazo.
- Venga conmigo.
- Duele – Se quejo mientras miraba esos rudos ojos negros. Sin decir ninguna palabra más se dejo arrastrar por ese hombre.
- Hazte cargo Gray – Dijo Natsu mientras salía de la habitación.
- No lo dudes.
Lucy fue arrastrada a otra habitación del recinto que al parecer era una especie de salón.
-Mire señora – Comenzó Natsu.
- Señorita – Lo corrigió Lucy arreglándose el maquillaje que se había corrido producto de las lágrimas.
- Muy bien "señorita" – Continuo recalcando la última palabra, actitud que enfureció a la rubia – Usted no tiene derecho a meterse en una investigación.
- Es mi fiesta, por lo tanto estoy en todo mi derecho.
- Se equivoca, ¿Qué pasaría si quedara una de sus huellas en la escena del crimen? ¿Acaso le gustaría verse implicada en un caso así?
- No se preocupe tanto por mí agente.
- Teniente – Le corrigió esta vez Natsu.
- Perdón, "teniente" – Esta vez fue Lucy quien se burlo – Pero no necesito que se preocupe tanto por mí, soy una mujer adulta y sé lo que hago.
- Ah, muy bien, entonces no requiere de nuestros servicios.
- Claro que no, fue Levy-chan quien les rogo que nos protegieran de no sé qué.
- Fíjese que no es por mi gusto que estoy aquí – Dijo acercándose a la fémina.
- Entonces lárguese – Respondió está mostrando lo enfadada que estaba por el hecho de que ese hombre la estuviera regañando. Se acerco provocativamente a él produciendo un efecto esperado en Natsu, quien no tardo en encontrar que el aire estaba muy pesado y que el espacio entre ellos dos era cada vez más estrecho.
- "Maldita mujer"- Gritaba Natsu por dentro, ¿Acaso ella no se daba cuenta que al acercarse tanto producía que las hormonas masculinas se alborotaran completamente?
En cosa de segundos la tomo por la cintura para no dejar distancia entre ellos y beso sus labios con lujuria, la mente de Lucy se sello completamente sin dejar entrar ningún pensamiento más en su cabeza, estaba siendo besada por Natsu ese hombre tan insoportable, ese hombre que la estaba volviendo loca desde el día en que ella piso su oficina por petición de su amiga.
Natsu se permitió besar sus labios sin premura como para darle tiempo a Lucy que sintiera aquella caricia, entre ligeros mordiscos consiguió que lo abrazara por el cuello, demostrándole que estaba tan dispuesta a besarlo como él.
Las manos de Natsu se sujetaron con firmeza por la cintura apegándola a su calor masculino, sin encontrar resistencia se aventuró para intensificar el beso saboreando los labios femeninos dulcemente, los cuales le abrieron el paso para que llenara su boca, aquella deliciosa y adictiva. Olvidándose por completo que los demás se preguntaban en donde podrían estar, se dieron el lujo de continuar sintiendo sus labios danzar con pasión percibiendo como sus corazones se unían en un acelerado ritmo y la temperatura de sus cuerpos amenazaba con arder peligrosamente, pero un fuerte golpe en la puerta los devolvió al mundo real.
Un tanto aturdida Lucy se alejo levemente de él para mirarlo a los ojos con la respiración aun entrecortada. ¿Qué era lo que le estaba pasando? Nunca, jamás permitió ser besada y menos por un desconocido, se sentía extraña, aunque le encantaba sentirse así.
-¡Natsu! – Se escucho una voz desde el otro lado del trozo de madera – Tienes que venir ahora mismo, la cosa se pone fea y necesitamos tu ayuda – Dijo Fullbuster mientras tocaba la puerta impacientemente esperando recibir una respuesta.
- Voy – Dijo Natsu separándose de aquella provocativa mujer que no perdía de vista cada movimiento que hacía con los ojos aun nublados de placer – Quédese aquí y no se mueva – Dicho esto abrió la puerta y salió, dejándola sola y confundida en un mar de sucesos a los que no encontraba respuesta lógica.
Natsu avanzo en silencio detrás de su amigo, no podía dejar de pensar en lo que recientemente había sucedido con la Heartfilia, él no era de esos hombres, cada vez que tenía una buena presa delante no la dejaba escapar hasta complacerse, ¿Por qué con esta mujer tenía que ser tan caballero? Sentía que todo temblaba dentro de él cuando pensaba en Lucy, en su belleza de ninfa.
-Mira esto – Dijo Gray entregándole un papel.
- Esto es… - Murmuro Natsu al leer el contenido de la hoja, "De rubios cabellos y rojos labios, clamor siente mi alma. Perlas brillantes que miran a mis ojos, quiero tenerte entre mis brazos. Alcanzar, quiero alcanzar a quien más hermosa que cualquier otra pueda ser." Natsu arrugo la nariz, Lucy era rubia y sus ojos parecían dos perlas cuando brillaban. Y eso de alcanzar a la más hermosa, sin duda Lucy había sido nombrada entre las más hermosas a nivel mundial, eso sí que no pintaba nada bueno.
- Posiblemente del asesino, al parecer sus intenciones son otras, creo que esta a la siga de Lucy- san, ella es a quien realmente quiere.
- Tenemos que descubrir quién es – Dijo mientras se ponía guantes quirúrgicos.
- Ya tenemos a Macao a cargo de toda la investigación, el comisario está haciendo las investigaciones, al parecer ella mantuvo relaciones sexuales con el tipo antes de ser asesinada, por lo tanto lo conocía, no habían en su cuerpo señales de alguna pelea y lo que más me sorprende es que se han encontrado dos cuerpos mas la semana pasada, las dos mujeres hermosas y promesas en el mundo del modelaje.
- ¿Un asesino en serie? – Pregunto Natsu mientras se agachaba junto al cuerpo de la victima buscando alguna pista, mientras que un hombre sacaba fotos al cuerpo de la mujer.
- Puede – Dijo Gray – Y sin duda va por mujeres lindas, es obvio que su meta es Lucy y más aun por lo puesto en la nota.
- Esa maldita mujer – Murmuro Natsu recordando lo sensual que era con sus cabellos rubios y su cuerpo de sirena – No quiero que nadie salga, reúne a todos en el salón de abajo – Dicho esto se levanto del suelo y se saco los guantes.
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