Te deseo, desde hace ya mucho tiempo.
Aún sin poder creerlo, el más alto seguía inmovil ante el acto del de menor estatura. El suave contacto con sus labios era tan delicioso, tan adictivo y tan dulce, tal y como el lo había imaginado desde hace ya bastante tiempo. El más alto sintió como el contrario separaba aquel hermoso y bello contacto alejando su boca de la él. Russell tenía el rostro completamente rojo y trataba de no mirar al más alto a los ojos para ocultar su vergüenza. A Lumpy esto le pareció de verdad tierno, su mejor amigo siempre le había parecido adorable pero ,esta vez, le pareció absolutamente irresistible:
-Russell... -dijo el peliazul más alto, casi en un susurro.
El pequeño solo levantó la mirada, aun con el rostro sonrojado por la vergüenza de su anterior acto. El joven pirata esperaba ver enojo, desaprovación y ódio en la mirada de su mejor amigo, sin embargo solo vió en esta una sonrisa comprensiva ,muchísimo más bella de lo que el peliazul menor veía cotidianamente. En un acto inesperado, Lumpy vovió a besar aquellos labios que ansiaba volver a probar. El más pequeño solo disfrutaba del contacto que le propinaba el mayor. Lumpy mordió levemente el labio inferior de Russell, el cual abrió ligeramente la boca soltando un pequeño gemido, el más alto no desaprovechó esta oportunidad e introdujo su lengua en la cavidad humeda del menor. Exploró cada rincón de la boca de Russell mientras que lo abrazaba por la cintura. Russell sentía la lengua de su mejor amigo lamer sus paredes bucales y acariciar su lengua, cuando sintió los brazos del más alto en su cintura, este lo abrazó tiernamente del cuello. Así se quedaron hasta que sus pulmones reclamaron por más oxígeno. Ambos respiraban jadeantes, mientras que de sus bocas aun colgaba un hilillo de saliva, la cual fué evidencia de su anterior muestra de afecto.
Afuera ya era de tarde, el sol se ocultaba y estaba abriendo paso a la luna y las estrellas. Ninguno de los dos tenía ganas de ir a casa ésa noche, por lo que decidieron quedarse en el barco del menor y regresar al día siguiente:
-Creo que nos quedaremos juntos esta noche Russell -dijo algo pícaro el más alto, a la par que rosaba su naríz con la del menor.
-Su-Supongo que sí, Lumpy -dijo el peliazul menor algo sonrojado por lo que sugería su mejor amigo.
-Entonces -dijo Lumpy acercandose sugerentemente al más pequeño hasta el punto de acorralarlo contra el piso- ¿No crees que deberíamos aprovechar que estamos solos tu y yo? -finalizó susurrandole al oido y agarrandolo por la cintura, mientras aspiraba la esencia que emanaba el menor.
Lo único que recibió como respuesta fué un beso en los labios. Pero este no era como el anterior, este estaba cargado de deseo y pasión, y ,también, era mucho más intenso que el anterior. Lumpy cargó a su ,ahora, pareja en brazos hasta la habitación del pirata. En esta solo había una cama, ya que Lumpy se había ofrecido en dormir en la cubierta del barco. Pero esta noche, ambos sabían bien que ninguno dormiría solo.
Continuará...
