"AMOR PROHIBIDO"
Capítulo I: "No me conoces"
¿Cómo podría ser que ella lo hubiese olvidado? No entendía nada de nada, le había impresionado sobremanera todo lo que había acontecido hacía un par de días, pero lo que estaba ocurriendo ahora es que ya no sabía qué pensar.
- Esto es de locos. Voy a terminar volviéndome loco por su culpa –murmuraba molesto el muchacho.
Es que no era normal que de un día a otro ella se olvidase todo lo que habían vivido aquellos últimos días.
- OK, ella ha sido capaz de olvidarlo ¿pero cómo hago yo para olvidar? –con rabia e impotencia golpeó fuertemente la pared.
En su mente todo seguía estando muy reciente. Sin quererlo todas aquellas imágenes se fueron atravesando en su cabeza de nuevo.
·.·.·. FLASH-BACK ·.·.·.
Como todos los días, el joven había salido a caminar por los alrededores de su mansión, estaba un poco harto y aburrido de estar todo el día en la casa sin hacer nada.
A sus 24 años era un apuesto joven con muchas pretendientas, ya no sólo por su elegancia, su belleza…muchas de ellas lo querían porque provenía de una familia adinerada, y así, casándose con él tendrían la vida más que asegurada. Aquello de la alta aristocracia lo mataba, odiaba todas aquellas pamplinas de la sociedad en la que había nacido. Fiestas insulsas en las que su abuela y su padre invitaban a toda jovencita de buena familia para seguir ese linaje, esa sangre azul.
No había día en la que él no se sintiese fuera de lugar entre tanta tontería.
- Os preocupáis demasiado por el qué dirán –dijo un día a su abuela.
Él se consideraba como un espíritu libre, pero sólo era un rebelde según palabras de la nobleza. Estaba harto que día a día lo estuviesen relacionando con alguna muchacha de buena familia.
- Cómo le gusta hablar a la gente sólo porque me han visto hablar con esas señoritas –se decía con fastidio, mientras llegaba a las caballerizas. - Eres el único que me entiende Nero –le hablaba a su caballo mientras le daba agua para beber y lo sacaba del establo.
El caballo relinchaba como si entendiese a su dueño y le diese su apoyo.
- Me gustaría saber qué pensaría toda esa gente cuando viese que hablo con mi caballo. Quizás piensen que soy un loco o algo por el estilo, pero nadie se atreve a decir nada malo del hijo del Duque Suou –resopló indignado. - Como extraño a mis amigos, si los tuviese aquí, tendría con quien hablar y quien me apoyase en mis decisiones.
Al poco tiempo se volvió a la mansión. De camino a su habitación se topó con el ama de llaves. Era una persona mayor, era quien lo había cuidado desde muy pequeño cuando su padre estaba ausente de la ciudad. La quería mucho, era la única persona que lo comprendía, con la única que podía hablar de todo. Ella conocía todos sus secretos, todos sus miedos y cuando hacía alguna trastada era ella quien, de pequeño, lo regañaba. La quería mucho.
- Shima, ¿sabe cuando volverán mi abuela y mi padre?
- No lo sé con claridad joven, sólo han dicho que llegarían la semana que viene, pero no saben cuándo. Cuando tenga alguna noticia se la haré saber, no se preocupe.
- Esperaré noticias de ellos. Muchas gracias –y con mucho cariño depositó un beso en la mejilla de la anciana.
Al entrar a su habitación se quedó inmóvil delante de aquella presencia que invadía su dormitorio.
- Disculpe señorita, ¿puedo ayudarla en algo?
La muchacha no le contestó, sólo se encaminó a su lado.
El joven la miró extrañado. La veía demasiado misteriosa, ¿o sólo eran imaginaciones suyas? Clavó sus violáceos ojos en su silueta. Era preciosa, eso no lo podía negar. Su largo y liso cabello castaño le llegaba a la mitad de su espalda, tenía un bonito cuerpo con curvas deliciosas que se le notaban perfectamente bien y más con aquel vestido rosado ajustado que le llegaba un poco más por debajo de las rodillas. Su blanca piel daba un toque exquisito a su belleza. ¿Y qué decir de su rostro? En la vida había visto una carita angelical como aquella que tenía frente a sí. Y unos ojos oscuros que podía cautivar hasta al más ruin de los hombres.
Tragó saliva al verla tan cerca de él, a tan sólo unos centímetros de distancia.
- No te conozco –dijo intentando calmarse un poco. - ¿Cómo te llamas?
- Mi nombre es Haruhi Fujioka. Yo sí lo conozco señorito Suou.
- No me conoces. ¿Cómo vas a conocerme? En la vida te he visto.
- Puede que usted no me conozca, pero yo sí –continuó hablando. - En su última fiesta, aquí en la mansión.
- Pues lamento mucho señorita Fujioka, pero no había ninguna muchacha con su nombre esa noche.
- Eso fue porque no se acuerda, usted sólo tenía ojos para la señorita Tonnerre, ¿me equivoco?
Él le iba a contestar cuando ella de una manera muy sensual le puso un dedo sobre sus labios. Y sin más preámbulo lo empezó a besar con pasión.
·.·.·. FIN FLASH-BACK ·.·.·.
Sólo el recordarlo le empezaba a hacer estragos internos. Se tocó los labios como queriendo retener ese primer beso con aquella chica tan misteriosa que había entrado a su vida aún más misteriosamente.
·.·.·. FLASH-BACK ·.·.·.
Aquella noche no habían pasado más allá de los besos y alguna que otra caricia. Ella se había ido, sin decir nada, dejándole con la miel en los labios, dejándole con ganas de más. Pero la noche siguiente la volvió a encontrar nuevamente en su alcoba. No hicieron falta presentaciones, ni saludos, ni nada. Solamente con la proximidad de sus cuerpos lo decían todo.
De pie, junto a la cama, ambos se besaban con más pasión y fogosidad con cada segundo que pasaba.
Sentían como las prendas les estorbaba y poco a poco se iban deshaciendo de ellas. Con ternura pero sin dejar de lado el fuego encendido de sus cuerpos, se recostaron en la cama, donde él le ofrecía dulces y tiernas caricias a las cuales ella le respondía ardientemente.
·.·.·. FIN FLASH-BACK ·.·.·.
Mil suspiros salían de su boca sin querer. Recordando cada episodio de aquella noche.
·.·.·. FLASH-BACK ·.·.·.
Así se estuvieron amando hasta el amanecer. En ese momento ella lo había dejado dormitando en la cama, mientras se vestía y salía de su habitación.
Las tres noches siguientes fueron tan apasionadas como la anterior. Esas veces él esperaba ansioso la llegada de la noche para volver a verla, para volver a sentirla, para volver a amarla…
La última noche, cuando estaban descansando, la chica le habló:
- Tamaki –le llamaba así por la confianza que ya se tenían.
- Dime –dijo cariñoso tocando su mejilla.
- Quería pedirte una fotografía.
- ¿Una fotografía? ¿Mía? –ella asintió. - ¿Para qué?
- Para recordarte, y pensar en ti.
- Deja que busque –se levantó, medio se vistió y se acercó a la cómoda buscando alguna fotografía suya reciente. - Ésta es de principios de año.
La castaña le sonrió seductoramente y le besó. Tamaki la conocía de muy poco tiempo, pero no pudo evitar sentir que aquel beso fuese un beso de despedida. Pero no quiso volver a pensar en ello, seguramente sólo era su imaginación, únicamente quería pasar el máximo de tiempo posible junto a su damisela, por lo que no la dejaba de observar el resto de la noche hasta que él también se quedó dormido.
·.·.·. FIN FLASH-BACK ·.·.·.
Al llegar a esa última escena, la rabia que sentía en aquel momento era equiparable a la furiosa tormenta que había iniciado hacía unos minutos en el lugar. No quería seguir recordando lo siguiente que había sucedido pero no pudo controlar los recuerdos…
·.·.·. FLASH-BACK ·.·.·.
La noche siguiente a la que ella le había pedido la foto, él estaba recostado en su cama, pensando en la muchacha. Pasaba el tiempo pero ella no llegaba.
Al rato escuchó que alguien tocaba la puerta de su habitación.
- ¡Pase! –exclamó.
- Señorito Tamaki –era el ama de llaves.
- Dígame Shima –le sonrió incorporándose en la cama.
- Esta tarde llegó una carta de su abuela.
- ¡Ah, eso! –dijo sin muchos ánimos. - ¿Y cuándo vuelve? –preguntó pero ni le interesaba mucho saberlo.
- Llega mañana muy temprano. Tenga la carta –dijo entregándosela. - Quizás tenga algo más que decir. Que descanse.
- Gracias. Igualmente.
El muchacho abrió la carta y empezó a leer. Su cara de disgusto lo decía todo.
- ¿Otra fiesta más? ¿Es que de verdad no se cansarán nunca de molestarme con esas cosas? Claro, y seguramente al día siguiente estará la gente pensando cosas que no son. Cómo me gustaría callarles la boca algún día.
Dejó de lado aquella carta y siguió esperando a la llegada de la doncella. Pero las horas pasaban y no llegaba.
Y así pasaron los siguientes días… Por las mañanas organizando una fiesta que ni por asomo quería que se celebrase, pero conocía a su abuela y sabía que no se podía escaquear. Por las tardes cuando veía algún hueco se libraba de todas aquellas tonterías y se alejaba de la mansión rumbo al pueblo o a cualquier otro lado donde no lo pudiesen reconocer. Y las noches…esas horas estaban vacías, sin su presencia, sin su compañía, noches frías y solitarias.
·.·.·. FIN FLASH-BACK ·.·.·.
- Estoy seguro que se olvidó de todo lo que hemos vivido. Es que no puede ser que no haya podido saber nada de ella en estos últimos días. Echo de menos su presencia en mi vida –se lamentaba.
Cuando por fin se iba a tranquilizar escuchó la puerta sacándolo finalmente de sus absurdos pensamientos y de sus tristes recuerdos. Se levantó y abrió personalmente la puerta.
- ¡Hola Shima! ¿Ha pasado algo?
- Sí señorito, le va a encantar lo que le tengo que decir.
- Dígame –le sonreía viéndola a la anciana sonreír.
- Hay una persona abajo, esperándolo.
A Tamaki se le iluminó el rostro. Estaba seguro que podría tratarse de la muchacha por la que había suspirado las noches anteriores, pero le parecía raro ya que ella llegaba a la mansión sin que nadie la viese. Nadie sabía de su presencia aquellas noches excepto él…¿O tal vez estaba equivocado?
CONTINUARÁ…
...NOTAS DE AUTORA...
Tengo que aclarar una cosita... Este fic lo tengo escrito hace unos años y era con otros personajes (no es de otro fandom de anime ni manga ni mucho menos, es una historia que tenía escrita con unos cantantes que me gustan xD); pero como llevo estancada con el fic desde hace muchísimo tiempo, decidí, después de ver Ouran High School Host Club, escribir con estos personajes (aunque cambiaré muchas cosas seguramente).
La forma de ser de ellos cambiarán, digamos, bastante XD para darle más interés a la historia. Hubiese preferido poner sus carácteres como son en realidad pero bueno, eso quizás en algún otro fic que haga de este fandom (agora que empecé a leer el manga me ayudará más a comprender a los personajes y demás ^^).
Por otro lado, creo que este fic me vendrá bien, en estos momentos, estoy, digamos algo chof y me viene bien ponerme a escribir dramas...mientras no me venga mi inspiración para fics cómicos u_u
Este primer capítulo lo escribí basándome en la canción "No me conoces" de David Bustamante (es preciosa, la tenéis que oír ^^).
Para terminar y como siempre: Los personajes de Ouran High School Host Club pertenecen a su creadora Bisco Hatori.
