Este finc pertenece por derecho y creación a RavensFirefly17. Yo solo actúo como traductora de este, por el gran gusto que le tengo a esta inusual pareja y lo bueno y divertido que es este fanfiction; espero que les guste.
Kagami to Ai
Capítulo uno
-
La noche había caído, y el grupo de cazadores de fragmentos rápidamente se acomodó para pasar la noche. Era peligroso viajar después de ya haber anochecido, lo sabían. Y, aparte de eso, todos estaban algo agotados por su encuentro con Kaguya.
"Ah... se siente tan bien descansar!" dijo Kagome feliz, mientras se acomodaba en su bolsa de dormir, "Que mal que no haya unas aguas termales por aquí cerca no Sango-chan?".
La única respuesta que obtuvo la joven miko fue silencio. Sentándose una vez más, miró a su alrededor, "Sango-chan? A donde fue?"
"Se fue en esa dirección" indicó Shippou mientras se sentaba, comiendo un dulce que Kagome le había dado anteriormente, "Dijo que necesitaba pensar en algunas cosas"
"Kohaku-kun..." suspiro triste Kagome, "Tal vez debería ir a hablar con ella"
"Pienso que lo mejor para ella, sería darle un tiempo para si misma" dijo Miroku tranquilamente, aunque cualquiera podría decir que el quería hablar con ella también.
Inuyasha cruzo sus brazos y comenzó a caminar en la dirección que Shippou había señalado, "Keh. Estos bosques están llenos de demonios. Va a conseguir que la maten si se queda allá afuera sola"
"Inuyasha, Sango-chan puede cuidarse por si misma." Dijo Kagome, "ella es una exterminadora, recuerdas?"
Inuyasha solo resoplo y continuo su camino, "Claro que lo recuerdo!" le respondió, justo antes de desaparecer en el oscuro bosque.
No tuvo que avanzar mucho antes de encontrar a Sango, sentada en un pequeño claro, solo mirando fijamente al cielo. Avanzando hacia ella, "Oi, Sango, que estás haciendo aquí?" le preguntó, aunque él ya sabía la respuesta a esa pregunta.
La taijiya estuvo callada por un momento, antes de agitar su cabeza y responder, "Nada. Solo pensando".
Inuyasha se detuvo junto a ella, luego se sentó y recostó, cerrando sus ojos. "Estos bosques están llenos de demonios, sabes. Eres bastante estúpida por venir aquí tu sola, especialmente cuando ni siquiera estás poniendo atención a lo que está pasando a tu alrededor."
"Lo se." Dijo Sango tranquilamente, sin siquiera mirarlo.
Su respuesta, pese a ser bastante corta, causo que él se sentara y la mirara con curiosidad. El había esperado que ella se enojara y le gritara por llamarla estúpida. Frunció un poco el entrecejo, ahora no era el momento para que se deprimiera nuevamente. Abrió su boca para decir algo, pero antes de que tuviera la oportunidad, Sango habló de nuevo.
"Sabes... Me preguntaba..." Dudando, y volviendo a caer en un silencio.
Por sobre ellos, unas pocas nubes flotaron en frente de la luna, sumergiendo al área alrededor de ambos en oscuridad. Inuyasha podía oler humedad en el aire; mañana estaría lloviendo. Pero, por el momento, eso no importaba. Estaba mas preocupado por lo que Sango había empezado a decir.
"Te preguntabas..." Insistió él tras un momento de silencio, curioso por saber que era lo que iba a decir.
La taijiya agitó su cabeza ligeramente. A ese momento, casi había olvidado que era Inuyasha el que estaba allí. Usualmente, era Miroku o Kagome los que venían a hablar con ella, y con ellos, podía hablar libremente. No era que ella no pudiera hablar libremente con Inuyasha, pero Inuyasha, ella sabía, es alguien que tiende a evitar los asuntos relacionados con los sentimientos o maneras de sentir de alguien. Aunque, oyéndolo insistir para que continuara, decidió simplemente continuar, "Me preguntaba... que estará haciendo Kohaku en estos momentos. Ahora que ha vuelto con Naraku de nuevo..."
"Probablemente lo que hacía antes de que Naraku fingiera su muerte." Contestó. "Pero no te preocupes, Sango, nosotros lo traeremos de vuelta. Y, como Miroku dijo, Kohaku te llamó 'ane-ue', así que aún hay esperanzas." Miró a la exterminadora, antes de darle su atención al cielo. Usualmente el no habría dicho nada. Si hubiera sido Miroku o Kagome, o incluso Shippou en lugar de Sango, el habría simplemente dejado que alguien más hablara con ellos. Pero con Sango, el sentía una clase de conexión con ella. El sabía por lo que ella estaba pasando más que cualquier otro del grupo. Y ella, en cambio, sabía por lo que él pasaba con Kikyou.
Sango asintió y trató de sonreír un poco, "Lo se... Gracias."
Después de eso, ambos guerreros estuvieron callados por un tiempo. Esta vez, fue Sango la que rompió el silencio. Algo había estado en su cabeza todo el día. Algo, que ella ni siquiera sabía porque estaba pensado en eso. "Inuyasha?" preguntó suavemente, volteándose para verlo.
Inuyasha se volteó hacia ella, alzando una ceja en el proceso; una manera silenciosa de preguntar 'qué?'.
Y, al mismo tiempo, las nubes flotaron despejando a la luna, dándole al área que los rodeaba un aspecto algo fantasmal debido a la luz de la luna, la cual se reflejo en los ojos dorados de Inuyasha, provocando que estos se iluminaran.
'Que hermoso...' pensó Sango, sonriendo ligeramente mientras miraba al hanyou. Ella parpadeó, luego agitó ligeramente su cabeza, sorprendida de sus propios pensamientos. Este era Inuyasha. Inuyasha estaba enamorado de Kagome. O Kikyou. O... una de ellas. La luz de la luna le estaba jugando bromas, pensó, tratando de hacer cualquier excusa por su anterior pensamiento. Agitó su cabeza nuevamente y se puso de pie, con intenciones de volver al campamento antes de que terminara avergonzándose a si misma, "Nada. Olvídalo, Inuyasha."
"No." Dijo, sujetando su muñeca antes de que pudiera irse, "Que es lo que ibas a decir?"
Ella volteó su cabeza, dándole la espalda, "Nada. Era algo estúpido."
"Déjame decidir si era algo estúpido o no." Le contestó, poniéndose de pie pero sin soltar su agarre en ella, "Si ibas a preguntarme algo, entonces pregunta."
"Solo olvídalo!" Le replicó, volteándose hacia él nuevamente, "Ni siquiera vale la pena mencionarlo."
"Tenía que valer la pena mencionarlo, o no hubieras empezado a decir nada." Le dijo, poniéndose mas y mas curioso en el momento, "Me quedaré aquí hasta que me digas que era lo que ibas a decirme!"
"No puedes hacer eso!" Dijo ella, frustrada. 'Porqué tuve que empezar con esto?' se preguntó a si misma, mirando molesta al hanyou. Aunque, como Inuyasha solo se encogía de hombros y sonreía complacido, ella se dio por vencida y suspiró, "De acuerdo! Quisiste decir lo que dijiste antes?"
El hanyou pestañeó, tratando de pensar en lo que ella dijo, antes de preguntar, "Que fue lo que dije?"
"Si no puedes recordarlo, entonces no te preocupes por ello"Dijo ella, esperando haber encontrado la manera de terminar con la situación.
Pero el probó que no iba a dejar ir esto tan fácilmente, "Sango, me puedo quedar aquí toda la noche si tengo que hacerlo. No me voy a ir hasta que sepa a que te refieres. Dije un montón de cosas hoy, como se supone que sepa a que 'cosa' te refieres?"
La taijiya cerró sus ojos por un momento, en silencio maldiciéndose a si misma, antes de finalmente decir, "Después de que salimos del palacio de Kaguya. Cuando Houshi-sama trato de..." al recordar lo que casi había ocurrido se detuvo e intento proseguir sin mencionar lo anterior "dijiste que tu no querías que aquello hubiese ocurrido." Se detuvo por unos pocos segundos, poso sus ojos en la cara de Inuyasha, esperando su reacción. Viendo que caía en cuenta a lo que iba diciendo, continuó, "Quisiste decir eso? Hubieses dejado que Kagome-chan te besara, si hubieses tenido una opción de elegir en el asunto?"
Sus ojos se abrieron un poco más en señal de sorpresa, mientras se daba cuenta de lo que ella estaba hablando. Soltó el agarre en su muñeca, pero sin dejarla ir, mientras pestañaba e intentaba pensar en una respuesta, "Ah.. eh... porque... quieres... saberlo?" Le preguntó lentamente, dándole una mirada sospechosa a ella, a los árboles, y de vuelta a ella, "Fue Kagome quien te metió en esto? Si fue ella-"
"No, Kagome-chan no tiene nada que ver con esto, Inuyasha." Dijo Sango, interrumpiéndolo, "Yo solo quería saber."
"Bueno, porque quieres saber?"
"Tu contesta mi pregunta primero, después te diré porqué"
"No tengo que decirte ni una mierda! Pero tengo el derecho a saber porque quieres saber algo como eso."
"Si tu no tienes que decirme, entonces yo no tengo que decirte tampoco!"
Su discusión continuó por otros pocos minutos; cada guerrero probó que era tan terco como el otro. Peor la paciencia de Sango pronto se agotó.
"Bien!" Gritó, trayendo fin a su discusión, "Quiero saber porque-"
"Sango! Inuyasha! Que es todo ese griterío?" Pregunto preocupado Shippou, apareciendo por entre los árboles y acercándose a ellos, "Vine a buscarlos porque nos estábamos preocupando, y los escuche a ustedes chicos, gritando. No hay demonios por aquí cerca, o no?"
"Todo esta bien!" Inuyasha medio gruñendo, molesto por ser interrumpido justo cuando estaba a punto de descubrir el motivo de la pregunta de Sango, "No hay demonios por aquí cerca, y nosotros estábamos solo hablando. Vete de vuelta con los otros."
El kitsune los miró, sus verdes ojos parpadearon por un momento. Luego una larga y traviesa mueca cruzo por su rostro, "Oh, lo entiendo Inuyasha! Tu y Sango quieren estar a solas? De acuerdo entonces." Dijo, volteándose y caminando de vuelta con los otros.
Inuyasha inmediatamente se volteó hacia él, "O-o¡ Eso no fue lo que quise decir, mocoso!"
Shippou miró hacia atrás y, viendo que Inuyasha estaba a punto de atraparlo, comenzó a correr, "Kagome! Inuyasha está siendo malo conmigo! Yo solo quería..."Y su voz se fue perdiendo, volviéndose solo un despacio murmuro mientras llegaba de vuelta al campamento.
"Perfecto..." Murmuro Inuyasha, moviendo sus ojos de manera sarcástica ((no se si me entiendan .U)) y comenzando a caminar mas rápido de vuelta al campamento. Aunque, viendo que Sango no se movía, se detuvo y se devolvió hacia ella, "No vienes?"
"Claro." Contestó, asintiendo ligeramente, "Estaré allí en un momento" Agregó, volviendo a mirar al cielo de la noche una vez más.
Inuyasha la miró por un momento, antes de darse la vuelta y desaparecer en una línea de árboles. El aún estaba esperando saber porque Sango había hecho esas preguntas. Y si ella pensó que se iba a librar tan fácil, estaba equivocada.
Sango esperó hasta que no pudiera oír las pisadas de Inuyasha, luego suspiró y miró hacia abajo. "Quiero saberlo... porque creo que estoy celosa." Dijo, una vez que él ya no podía oírla.
O por lo menos, ella pensó que así era.
-
Fin Cap.1
