Hola :) les traigo una nueva historia, esta vez me inspire en una serie de fotos que dieron pie a esta pequeña historia. Espero que les guste ya que la hice con mucho cariño para mis lectoras ^u^

Esta historia será corta por lo que solo tendrá pocos capítulos ;)

¡A leer!


Capítulo 1

Sarada escuchaba atentamente cada palabra que decían sus compañeros de clases, cada uno tenía un panorama diferente que involucraba a sus padres. Ella, quien hacia su tarea con rapidez, sintió algo de angustia, Sarada tenía vagos momentos en los cuales su padre había sido participe de ellos, cada logro que dio, cada paso que daba, su padre estaba ausente, si, su padre había estado con ella cuando pequeña pero ahora que ya era más grande, cursando su pubertad, lo había visto tan poco que comenzaba a sospechar de que su padre tal vez no la quería.

Sus compañeros seguían hablando de lo mandones que eran sus padres o los planes que harían el fin de semana o lo amoroso que eran con ellos hasta el punto de darles vergüenza.

Sarada terminó de hacer su tarea esperando el timbre que anunciaba el termino de las clases. Se sentó derecha en su asiento y apoyó los codos en la mesa, juntando las manos mientras meditaba. Tal vez su madre no le había contado la verdad, necesitaba saberlo todo, cómo se habían conocido, cómo se enamoraron, incluso hasta cómo su padre le propuso matrimonio. Ella siempre se cuestionó de que su padre tuviera sentimientos, su seriedad era por lejos lo que más lo caracterizaba y habían sido pocas las veces que lo vio sonreír, el hecho de que ambos estén todavía juntos era un misterio para ella. Sus padres casi nunca se veían cuando él tenía misiones, la mayoría de las veces eran trabajos muy largos que involucraban meses de investigación. Lo que significaba que eran meses lejos de su familia.

El timbre sonó y Sarada salió lanzaba hasta la salida pero uno de sus compañeros la alcanzó a penas pasó el umbral.

- ¿Ahora qué pasa, Boruto?

- Nada, es extraño verte salir de las primeras, por lo general siempre nos esperas ¿Ocurre algo?

- Nada que puedas entender.

- ¿¡Qué!? - exclamó algo ofendido.

- A penas terminó la clase ¿y ya están peleando?, menuda energía la de ustedes - sonrió Mitsuki, incorporándose al grupo.

- ¡Es ella quien empieza y lo sabes!

- Ahh, no tengo ánimos de discutir, Boruto, tengo prisa por llegar a casa.

- Mmm...de acuerdo, al menos déjanos acompañarte hasta la salida de la academia.

Sarada mostró un leve sonrojo ante la propuesta de su compañero, que hace que Mitsuki riera al verla de ese modo.

- Bien, pero de ahí se van - anunció con fingida molestia.

- Como tu digas... - Boruto rodó los ojos al escuchar ese tono mandón y la acompañaron.

Una vez sola ella corre hasta llegar a su casa y lo primero que hace es llamar a su madre.

- Ya llegué - anunció - ¿Mamá?

- Hola cariño, no pensé que llegarías tan pronto, ¿cómo te fue en la academia?

- Bien, nada fuera de lo común - Sarada se sentó en la silla del comedor mientras su madre le calentaba el almuerzo que había hecho.

- Ten, preparé tu comida favorita - le sonrió, mientras ella se sentaba a su lado junto a un plato de comida para ambas.

- Mamá…sé que siempre te lo pido pero… ¿podrías hablarme de papá?

- Lo extrañas ¿verdad? - sus ojos verdes mostraron un tono sombrío. Tal como Sarada, Sakura extrañaba a su esposo. Sarada jugueteó con los palillos mirando el plato mientras esperaba la respuesta de su madre - ¿Qué quieres saber? - Sakura se animó, aunque extrañaba a Sasuke siempre le gustaba hablar de él y su relación.

- ¿Cómo comenzaron a salir ustedes?, es decir papá casi no habla y siempre es muy serio.

Sakura rió por lo bajo y se sonrojó

- Tu padre puede aparentar ser muchas cosas pero no es como la mayoría lo describe, a pesar de sus pocas expresiones él muestra su cariño de diferentes maneras, hija.

- Lo sé, pero...temo a que no nos quiera de verdad como tanto afirmas, mamá. Los padres de mis compañeros siempre están presentes en sus vidas y cuentan cosas que yo muero por experimentar, como regaños, salidas familiares, cariño y que me avergüencen de vez en cuando en público.

- Oh querida...tu padre tiene misiones muy importantes últimamente.

- Si...solo que, a veces me gustaría que estuviese más con nosotras - dijo triste - La única manera de sentirlo parte de mi vida es cuando te pregunto sobre él. Anda mamá...cuéntame cómo fue su primer beso.

Sakura enmudeció al recordar cómo había sido aquel primer beso entre ellos. Su mente voló rápidamente a aquel recuerdo que estaba muy guardado dentro de su ser. Aún eran jóvenes, ambos estaban esperando a que llegara Naruto para salir juntos a ver el espectáculo de fuegos artificiales que lanzaba la aldea cada año. Sasuke, como era de costumbre, tenía ese aspecto malhumorado que casi la mayoría de las personas se alejaban de tan solo verlo. Ella por otro lado miraba distraída hacia la multitud por si conseguía ver a su rubio amigo, de reojo miró a Sasuke y sus miradas se encontraron por breves segundos. Sakura miró hacia otro lado para que él no notara su sonrojo mientras que él se quedó mirándola como si algo tramara.

Al verla mirar hacia el suelo con esa tonta sonrisa él la codeó, llamando la atención de ella quien de inmediato respondió ante el golpe, empujándolo con su cuerpo suavemente. Aquel contacto entre ambos parecía tan solo un juego de niños, pero la expresión de Sasuke fue de desagrado, algo que Sakura sabía manejar ya que lo conocía muy bien como para diferenciar cuando de verdad le molestaba algo y cuando no.

Sasuke se puso derecho luego de aquel empujón y alzo una mano hacía ella, Sakura lo esquivó pero él tomó su mano, algo que ella no vio venir pero quedó aún más sorprendida ante la fuerza con que él la acercó a su pecho quedando ambos frente a frente.

Él, con una sonrisa traviesa, la observaba como un león a su presa, y ella con ojos grandes e iluminados lo miraba asustada cual conejo atrapado en una trampa.

Sintió el suave calor de su aliento cerca de sus labios, escuchando cómo su corazón de pronto le latía tan fuerte que sentía que se le saldría del pecho. Sasuke sonrió aún más y se acercó más a su rostro sin dejar de verla hasta que sus labios se juntaron en un cálido primer beso.

La pasión no dudó en llegar y luego de aquella probada, Sakura se aferró a su poncho acercándolo más a ella, besándolo cada vez con más necesidad. Él, mientras sentía su ansiedad, la rodeó de la cintura con su único brazo, estrechándola más hacia él, aprovechando de sentir su delicado cuerpo contra el suyo mientras sus labios continuaban moviéndose desesperadamente, tocando sus lenguas hasta casi perder el aliento.

El frenesí de aquel beso fue tal, que ya ni les importaba lo que la gente les decía al besarse en un lugar público, lo único que les importaba a ambos era disfrutar de aquello que jamás pudieron negar.

La mano de Sasuke subió hasta su nuca, alentando a que ella abriera aún más sus labios profundizando cada vez más el beso a la vez que ella se aferraba en su cuello perdiéndose en su aroma y dejándose llevar por él.

- Wow…jamás me imaginaría algo así de parte de papá. Siempre creí que tú fuiste la que dio el primer paso.

- Una mujer nunca debe acosar a un hombre, Sarada, tarde o temprano ellos vendrán a ti - sonrió triunfante, sintiendo una gota de sudor bajar por su frente al declarar tal mentira.

- ¿Y luego qué pasó? - preguntó ansiosa.

- Pues…luego de eso fuimos interrumpidos por… - suspiró con fuerza y casi en un susurró lleno de odio dijo - …Naruto…

Sarada rió en una carcajada haciendo sonreír a su madre.

- Mamá - continuó ella, sacando de sus pensamientos a su madre que de pronto comenzó a recordar más sobre ese día - ¿Cómo era mi padre de pequeño?, los maestros de la academia siempre me elogian al decirme que me parezco a él cuando tenía mi edad.

- Pues - Sakura tragó saliva y sus ojos nuevamente se entristecieron al recordar todo lo que él sufrió, pero no deseaba decirle eso a su pequeña hija, por lo que solo recordó lo buen estudiante que fue desde un principio, evitando ciertos detalles.

- Ya veo… - no muy convencida ella tocó su barbilla, inspeccionando a su madre que de pronto cambió de actitud, a una más risueña.

- Hija, come ya, no deseo que comas tu comida fría. Tenemos toda la tarde si deseas hablar más - sonrió.

- No te preocupes mamá, iré a entrenar una vez que acabe.

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Eran cerca de las 18:00 de la tarde y Sarada seguía entrenando arduamente su lanzamiento de shurikens. Cada vez que lo hacía apuntaba justo en el blanco sin importar la distancia que fuera.

- ¡Oye! - gritó una voz de niño - Deberías ir a tu casa, es peligroso estar tan tarde aquí.

- Hmp…¿acaso no tienes algo más que hacer que espiarme, Boruto? - ella lanzó uno de sus shurikens a uno de los árboles donde ella pudo sentir la voz. Tan pronto llegó a las hojas escuchó el grito de Boruto para luego verlo caer.

- ¡Por poco me matas! - exclamó, sobándose su cabeza que sufrió todo el impacto de la caída.

- ¿Qué quieres? - lo inspeccionó mientras se ponía de pie.

- Nada en particular, la casa me aburre y pues…solo estaba pasando por aquí cuando te vi - él rascó su cabeza distraído y la vio sonreír - No te creas especial ¿eh?

- Ah, Boruto… - Sarada jugó con uno de sus kunais, mirándolo pensativamente. Últimamente tenía tanta curiosidad por saber más sobre su padre que no podía pensar en nada más. Ella miró a Boruto de soslayo y sin rodeos habló - ¿A veces no te preguntas cómo fueron nuestros padres cuando niños? - ella se sentó en el suelo mientras tiraba el kunai en la suave tierra una y otra vez. Lo vio negar con la cabeza para luego verlo asentir - Mi padre es un misterio, me gustaría tanto saber más de él.

- Mi padre dice que él es tan fuerte que es el único quien puede derrotarlo, es como un segundo Hokage - afirmó con gran admiración - Al escucharlo hablar así de él a mi también me gustaría conocerlo.

- ¿Y qué hay de tu propio padre? - inquirió ella con curiosidad.

- Nah…mi madre siempre me habla de él pero no me interesa - Boruto se sentó al lado de Sarada, arrancando el pasto con una de sus manos mientras hablaba - Además, ¿qué conseguiremos en descubrirlo?, puede que nos mientan o nos oculten algo. Al fin y al cabo jamás sabremos cómo eran en verdad.

- Es cierto - Sarada miró su kunai enterrado para luego levantar la vista y ver a Mitsuki arriba de un árbol - ¡Mitsuki! - dijo sorprendida.

- Vaya…¿qué he hecho yo para ser excluido? - se preguntó con cierta burla - Solo bromeaba - sonrió, bajando con gran audacia del árbol, mirando a ambos con una sonrisa - Veo que los tres sufrimos por el pasado de nuestros padres.

- Solo es curiosidad, nada más - corroboró ella, levantándose del suelo.

- ¿De verdad desean saber el pasado de sus padres? - Mitsuki preguntó de una forma tan misteriosa que causó intriga, Sarada le preguntó que ya nada podían hacer ellos más que solo escuchar a aquellos que los conocieron, pero la respuesta de Mitsuki la dejó con la boca abierta al escucharlo decir que habían formas secretas de volver al pasado en cuestión de horas.

- ¿Qué?...¿y crees que nosotros creeremos eso? - preguntó Boruto, incorporándose a ellos al levantarse del suelo de un salto - No existe ningún tipo de jutsu que permita volver a una persona al pasado.

- No de los que ustedes conocen - sonrió - Hay formas de volver al pasado, un jutsu antiguo de espacio-tiempo, fue prohibido por el segundo Hokage cuando lo descubrió, encerró el secreto en un lugar protegido por trampas. Muchos deseaban encontrarlo pero nadie fue capaz, excepto mi padre - ambos quedaron sorprendidos ante tal declaración.

- Si lo que dices es cierto, ¿por qué deseas que sepamos de esto? - Boruto colocó sus manos en las caderas, esperando la respuesta de su compañero.

- Porque veo que ustedes solo desean usarlo para algo bueno y no por poder o por cambiar el curso de la vida.

- Si nosotros viajamos al pasado podríamos alterar las cosas igual, Mitsuki - manifestó Sarada.

- Si siguen los pasos al pie de la letra nada cambiará, además este jutsu te permite viajar y recorrer el pasado de la manera en que tu lo desees, la persona que lo utiliza sentirá que viaja por días o hasta semanas pero el efecto es totalmente diferente para quien lo ve de afuera, ni si quiera sus padres sabrán que se fueron.

- Pero existe la posibilidad de que nuestros padres nos vean, ¡cambiaremos todo si nos descubren! - exclamó espantada.

- Te equivocas de nuevo - Mitsuki sacó una pequeña botella con un contenido extraño en el interior - Con esto puedes borrar la memoria de la persona que te vio, solo borrara tu recuerdo, por lo que si hablas con alguien y deseas que no te recuerde, solo soplas un poco de esto en su cara y ya está.

- Supongo que eso lo inventó tu padre también ¿no? - Mitsuki le sonrió a Boruto, afirmando de esa manera su pregunta - Vaya sujeto…

- No lo sé… - dudó ella, mordiéndose la uña de su pulgar.

- Tranquilos, si quieren hacerlo les prometo que todo saldrá bien, hice esto una vez cuando quise explorar el pasado de mi padre y bueno…como ya ven, nada extraño pasó.

- ¡Sarada! - Sarada miró detrás de ella al escuchar la aguda voz de su madre que la llamaba desde lejos.

- Debo irme, al menos…deja pensarlo un poco, si quiero hacer esto debo prepararme - Mitsuki asintió con seriedad, ella partió de un salto dejando a sus compañeros solos, luego Mitsuki miró a Boruto, esperado una respuesta de su parte.

- Lo que ella dijo - anunció - Vámonos, debemos regresar, si quieres puedes ir a cenar a mi casa. Mi padre nuevamente trabajara de noche.

- Gracias - Mitsuki guardó el frasco en uno de sus bolsillos y se dirigieron ambos a la casa de Boruto.

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Al llegar a casa Sarada no pudo dejar de pensar en las palabras de su compañero, de cierto modo ansiaba saber el pasado oculto de su padre y ver en persona su personalidad. Era llamativo todo lo que ello implicaba, conocerlo, saber cómo era, corroborar si de verdad era lo mucho que se parecían y si las palabras de su madre eran tan ciertas como ella le dijo.

Volvió a acomodarse en su cama, viendo hacia su mesita de noche donde yacía una de las pocas fotos junto a su padre y madre.

Ella era tan solo una bebé, su madre la sostenía en sus brazos mirándola con tiernos ojos, su flequillo se notaba algo húmedo, lo más probable es que la foto la hayan sacado cuando ella apenas nació. Miró la fotografía donde salía su padre. Estaba vestido de negro y en el torso le cruzaba una funda en la cual debiera de estar su espada. Quizás antes de la foto se la sacó y por eso su espada no salió. Le llamó la atención lo delicado que lucía él junto a ella, en la fotografía podía notar un padre amoroso que besaba la frente de Sakura y colocaba una mano sobre la pequeña cabeza de ella.

Sarada suspiró y miró al techo, pensando nuevamente en lo que le había dicho Mitsuki, tal vez no fuera una mala idea después de todo. Si seguía las reglas ¿qué podría salir mal?

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A la mañana siguiente Sarada despertó ansiosa, había soñado toda la noche sobre las mil y un posibilidades de cómo sería ver a su padre a su edad. Estaba emocionada y algo asustada, todo lo que tenía que ver con su padre le daba algo de escalofríos, había escuchado tanto de él y de su familia, cosas buenas y malas, era emocionante saber que pronto todo eso lo podría averiguar ella misma, quizás esa misma tarde una vez que las clases terminaran.

Las horas se le hicieron eternas, miraba constantemente el reloj esperando que pronto dieran las 14:00 para salir de clases, era estresante saber lo lento que de pronto se puso el tiempo hoy. Ni el hecho de los ratos libres se le hicieron tan interminables. Apenas eran las 09:30 cuando el primer receso apareció.

- ¡Que aburrido estoy! - exclamaba Boruto - Al menos es más entretenido que estar en mi casa pero aún así no soporto estar aquí, ¿cuándo haremos combates nuevamente?, necesito practicar - se quejaba.

- Puedes practicar conmigo si quieres - se ofreció Mitsuki.

- Sabes que necesito practicar, contigo todo se hace difícil, siempre me ganas cuando yo solo quiero aprender. Lo que es peor, el viejo no tiene días libres como para ayudarme - Boruto se cruzó de brazos mientras Mitsuki suspiró al escucharlo.

- Mitsuki - habló Sarada - Anoche lo pensé bien y quiero ir al pasado - Boruto se sorprendió y puso ambas manos sobre la mesa, dando un suave sonido hueco - ¿Puede ser hoy? - Mitsuki se rascó la cabeza y miró hacia arriba pensando en una respuesta. Boruto, quien observaba a Sarada tan decidida, exclamó que también deseaba acompañarla, no podía dejarla sola - Sé perfectamente cómo cuidarme, Boruto - exclamó molesta.

- Tonterías, además también deseo saber sobre mi padre. Mi madre siempre dice maravillas de él, supongo que algo no está bien en sus relatos ¡Así que iré!

- Si, puede ser hoy, pero necesitamos coordinarnos para no ser interrumpidos, esto tiene una cantidad de horas limite por lo que no tendrán mucho tiempo para explorar todo el pasado. Quizás estén dentro del jutsu un par de días, a lo más semanas - aseveraba con mesurada seriedad.

- ¿Cuánto exactamente? - preguntó ella inquietante.

- A lo más 4 horas. Mirándolo desde donde estaré esperándolos, claro, pero una vez que den las 4 horas deben invocar nuevamente el jutsu para regresar o…

- ¿O? - cuestionó Boruto expectante.

- O ustedes quedaran en esa parte del pasado para siempre - tanto Sarada como Boruto se pusieron pálidos, obviamente todo tenía consecuencias pero era un riesgo que debían tomar si deseaban saber la verdad.

- ¡Podrías haber mencionado esa parte antes! ¿No crees? - chilló Boruto.

- Lo siento, pero omití esa parte sin querer - se disculpó él mientras una sonrisa nerviosa se adueñaba de su rostro - Entiendo si no desean hacerlo ahora…

- Si, si quiero - dijo Sarada convencida - Si tu pudiste hacerlo nosotros también podremos, solo debemos asegurarnos de salir una hora antes - Mitsuki afirmó, pero Boruto aún tenía sus dudas.

El receso terminó y todos volvieron a sus respectivos lugares, Mitsuki se bajó de la mesa para sentarse en su asiento y Boruto quedó mirando a Sarada mientras se acercaba a ella para preguntarle acerca de lo que harían.

- ¿Estás segura? - le dijo en un susurro.

- Si - respondió molesta al ver que el maestro los miró a ambos, la clase ya había empezado y él comenzaba a dictar un par de preguntas como actividad.

- Nada más preguntaba, sabes que estaremos rompiendo las reglas ¿verdad?

- Lo sé, pero necesito saberlo, Boruto. Si no quieres ser partícipe de esto no me sigas y ya.

- Uchiha Sarada y Uzumaki Boruto - la voz del profesor los sorprendió a ambos, quedando los dos quietos con la mirada al frente - Si desean pueden hacer la clase por mí, veo que saben perfectamente lo que haremos hoy ¿no?

- Lo sentimos - dijeron ambos al unísono.

- Bien, como les decía niños… - apenas el profesor siguió con la clase, Sarada le dirigió una mirada acusadora.

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Eran las 15:00 de la tarde cuando Mitsuki, Sarada y Boruto se encontraban en un lugar apartado de la aldea, debían procurar hacer el Jutsu a la máxima perfección y eso implicaba estar lejos de la gente para evitar que alguien los descubriera.

Luego de varios minutos practicando el jutsu con Sarada, Mitsuki se dirigió a ella, quien estaba concentrada y lista para partir.

- ¿Estas completamente segura, Sarada? - preguntó Mitsuki antes de concentrarse, la vio asentir y comenzó a preparar el Jutsu.

- ¿Y qué hay de mi? - Boruto resopló al notar que no fue considerado.

- ¡Calla! No hay tiempo para discusiones, si viniste aquí es porque iras ¿no es así? - lo miró ella al notar su nerviosismo.

- Si - él se cruzó de brazos mientras veía a su compañero con las manos juntas en una posición nunca antes vista.

- Bien…estas son las reglas, eviten hablar con muchas personas, si hablan con sus padres recuerden esparcir el polvo para que olviden que los vieron, usen nombres falsos si quieren. Además deben cambiar su apariencia un poco - Mitsuki señaló algunos símbolos en sus prendas - Y por favor…no se metan en problemas - Mitsuki miró a Boruto esta vez - En especial tu, Boruto.

- ¡Aich! - soltó disgustado.

- ¿Cuántas veces podremos usar el Jutsu? - preguntó Sarada, quien ya sabía cómo invocarlo cuando se encontrara en el pasado.

- Las veces que desees, pero no podrás regresar tantos años, solo podrás ver a tus padres cuando tenían tu edad, lamento que no puedas conocer a tus abuelos paternos o a Itachi…

- No te preocupes…no era mi intención…bueno, tal vez si - sonrió apenada - Boruto acércate, pronto nos iremos.

- Denme sus bandas ninjas, si los ven con ellas causarán muchas preguntas - ambos obedecieron y luego miraron a Mitsuki - Tengan, este reloj es especial, ustedes podrán estar en el pasado como si fueran días o semanas, pero siempre recuerden mirar esto. Les dirá el tiempo exacto de horas que han estado dentro del Jutsu. Buena suerte - Mitsuki le sonrió a Sarada - Recuerden, solo tienen 4 horas, procuren regresar a tiempo.

- Si - ambos asintieron mientras Boruto continuaba con los brazos cruzados.

Mitsuki movió sus manos varias veces hasta que pronunció el Jutsu, lo último que vieron fue una gigante bola de humo que los envolvió a ambos, sintiendo una fuerte brisa a su alrededor como si fueran cayendo dentro de ese humo desde una considerable altura. Boruto sujetó a Sarada quien trataba de mantener el equilibrio pero era imposible, la fuerza que los llevaba hacia el pasado era tan fuerte que no podían tener control de su cuerpo.

A los pocos minutos sintieron un leve golpe al suelo y poco a poco el humo comenzó a esparcirse, habían llegado al mismo lugar de donde salieron, solo que los árboles eran unos metros más pequeños. Sarada observó el lugar tratando de ver si el Jutsu había resultado, mientras que Boruto levantó una ceja con semblante de disconformidad, gritando el nombre de Mitsuki.

- ¡Oye! ¡sabemos que ese Jutsu no resultó así que muéstrate de una vez!

- Boruto cállate, Mitsuki no está aquí - murmuró Sarada al notar el cambio del lugar, eran los pequeños detalles los que la hacían creer que de verdad habían viajado al pasado.

- Hmp, eso es lo que crees, estamos en el mismo lugar, todo lo que hizo Mitsuki fue alguna ilusión o algo que nos hiciera creer que viajamos al pasado - él se rascó la cabeza mientras avanzaba hacia la aldea.

- ¿¡A dónde vas!?

- Pues a mi casa ¿A dónde más? - dijo distraído.

- No estamos en el futuro, ¿por qué haces que todo sea más difícil?

Sarada escuchó unos pasos que se acercaban hacia ellos haciendo que ella se lanzara hacia Boruto para luego subirlo a una rama del árbol más grande, mirando a todas direcciones para ver de qué se trataba.

Eran unos ninjas de Konoha que se dirigían a la aldea después de su misión. Sarada los miró con atención para luego seguir los mismos pasos.

- Bien, ¿ahora podemos bajar? - preguntó Boruto algo irritado - Ven, debemos juntarnos con Mitsuki.

- Boruto, debemos hacer algo con nuestro aspecto - dijo notablemente nerviosa y ansiosa, las ganas de conocer a su padre la estaban consumiendo por dentro pero sabía que debían ser cuidadosos.

- Hmp - Boruto enchuecó su boca pero otro sonido de una voz chillona lo hicieron mirar con asombro a aquella figura tan peculiar. Ambos trataron de esconderse lo mejor que pudieron con las ramas del árbol y al ver a las personas ambos quedaron helados, aguantando la respiración mientras observaban con atención.

- ¡Sakura-chan! - Naruto tenía los brazos detrás de su cabeza mientras un leve sonrojo invadía sus mejillas - Me preguntaba si alguna vez irías a comer ramen conmigo, ya sabes…

- Ahhh - Sakura tenía una expresión de molestia al escucharlo - Ya te dije que tengo cosas que hacer, Naruto.

- Ya deja de presionarla, perdedor - Sasuke caminaba delante de ellos mientras Sakura se animó al escucharlo.

- Oh, Sasuke-kun me preguntaba si te gustaría comer…

- Escuchen - susurró Sasuke deteniendo su paso.

- Aich…¡Te haces el interesante!, ya no hay nada, estamos en la aldea - Naruto siguió caminando con cierta confianza - Vamos, Sakura-chan.

- Sasuke-kun, vamos, quizás estés cansado debido a la misión de hoy - Sakura lo agarraba del brazo. Sasuke la miró con cierta expresión fría al dudar de su presentimiento.

Con un leve movimiento Sasuke se zafó de su agarre y continuó caminando con las manos en sus bolsillos, esta quedó en el lugar con una mirada perdida mientras que su rostro palideció por la vergüenza. Sasuke nuevamente la había rechazado.

Por otro lado, Sarada y Boruto miraron la escena fascinados. Sarada contuvo la risa al ver a su madre comportarse de esa forma con su padre. Notando que al parecer las historias de su madre eran tan solo cuentos.

- ¿Ahora me crees? - susurró ella al ver que sus padres entraron a la aldea.

- S-Si… - susurró perplejo.

- Ahora que lo veo, debemos cambiarte el color de cabello, Boruto. Te pareces mucho a tu padre, llamaras mucho la atención.

- ¿Y qué sugieres hacer? - preguntó él. Sarada lo miró pensativa y Boruto se sonrojó ante la mirada fija de su compañera - ¡Ya sé!, acompáñame - Boruto soltó un chillido ante el agarre veloz de Sarada, que los impulsó a ambos hacia abajo.

...Continuará...


Hola de nuevo, ¿qué les pareció este primer capítulo? :)

Espero que lo hayan disfrutado, cabe decir que solo seguire la historia dependiendo de sus reacciones, por el momento les puedo decir que se vienen cosas muy interesantes y si...tarde o temprano habran escenas SasuSaku ;) jajajaja

Me despido, espero saber de ustedes y comenten :)

¡Gracias por pasar! Nos leemos pronto.