Disclaimer: Harry Potter no me pertenece. Todo lo que reconozcan es propiedad de JK Rowling y WB. Lo único mio es esta historia creada sin fines de lucro


Capítulo 1:

Camino a Hogwarts

–Mamá, mamá, mamá, MAMÁ, MAMÁAAAAA–gritó el pequeño Harry mientras saltaba sobre la cama de sus padres una y otra vez mientras su padre se reía en la esquina de la habitación

–¿qué sucede Harry? Nunca te había visto tan emocionado– dijo su madre mientras le guiñaba un ojo a su esposo y centraba de nuevo su atención en el pequeño niño que había dejado de saltar

–Mamá, ¿se te ha olvidado? No puedo creerlo. A papá no se le ha olvidado, ¿verdad que no papá? –Harry volteó a ver a su padre instándolo a hablar

–No, no se me ha olvidado. No puedo creer que se haya olvidado Lily–exclamó James con un falso tono de escepticismo mientras se sentaba junto a su esposa en la cama

–Pues para la información de ambos no se me ha olvidado

–¿A no? Y ¿qué es lo que no se te ha olvidado? –preguntó suspicazmente el pequeño niño con la cicatriz en forma de rayo en su frente

–Pues que mi pequeño bebito va hoy a su primer año a Hogwarts–mientras decía esto, Lily le apretujaba las pequeñas mejillas a su hijo de forma amorosa

–Mamá, no hagas eso– exclamó el pequeño Harry avergonzado

–Bueno, señorito no-me-gusta-que-mamá-me-apretuje-las-mejillas, es hora de que vayas a ducharte y a arreglarte para ir a King Cross

–Sí señor– exclamó Harry mientras hacía un saludo militar y se marchó a su habitación cantando algo que sonaba a 'Hoy me voy a Hogwarts'

–Creo que deberíamos alistarnos nosotros también. ¿Qué te parece si ahorramos agua? – dijo James mientras movía sus cejas de manera insinuadora a su esposa, lo que ocasionó una carcajada y un golpe por parte de esta

–Nunca cambias

–Pero es por eso que me amas

–Sí, y siempre lo haré

–Así que… creo que me merezco un beso–Lily se rió ante esto y se fue acercando poco a poco a su esposo hasta que unieron sus labios en un tierno y delicado beso

–¡PUAG! Tenía que haberme imaginado que me encontraría con algo como esto

–Hola Sirius, es un gusto verte– dijo Lily con una sonrisa– quisiera saber hasta cuándo seguirás apareciéndote en la habitación a diestra y siniestra

–Bueno, es que siempre espero que algún día botes al fanfarrón de James y me elijas a mí– exclamó Sirius viendo a su amigo

–También es un gusto volverte a ver Canuto– exclamó el mejor amigo de Sirius, James– ¿Qué te trae tan temprano por aquí?

–Bueno, mi ahijado va hoy por primera vez a Hogwarts y quiero ir con él

–Debería de haber supuesto eso. Bueno, Sirius acompáñame abajo, así Harry se lleva una sorpresa

–Sí, sí. Vamos cuatro ojos

–¡HEY!

Sirius y James se enfrascaron en una discusión sobre quien era mejor que quien. Lily se limitó a rodar los ojos mientras se encaminaba al baño

James Potter y Sirius Black habían sido amigos desde hace muchos años atrás, cuando los dos estaban en Hogwarts e iban a la misma casa, Gryffindor. Su amistad se basaba más que todo en molestarse todo el día entre sí, al igual que molestar a todos a su alrededor.

Cuando James y Sirius se encontraban ya en la cocina "preparando" el desayuno, James tomó la palabra

–Tengo que serte sincero Sirius. Estoy preocupado, han visto ya a varios mortífagos por las calles, y han asesinado a una bruja del Ministerio

–Bueno, no creo que Voldemort vaya a resurgir todavía, en realidad nadie sabe donde se encuentra o si en verdad está muerto. Pero la Orden está cada vez más fuerte, y ya pudimos con él y sus vasallos una vez.

–Pero quien me preocupa es Harry. Tu sabes lo que dice la profecía y Voldemort va es tras él y todos lo que lo defiendan

–Lo sé, a todos nos preocupa Harry. Pero lo tenemos mejor protegido que a los presos de Azkaban. Ya verás que el nariz de rendija no podrá hacerle nada, James.

Con un suspiro James se volvió hacia la cocina y se dedicó a preparar el desayuno mientras Sirius se sentaba en la mesa y ojeaba el diario El Profeta.

Desde lo alto de la escalera se podía escuchar a Harry batallando con la jaula de su lechuza y su baúl y cómo su madre le ofrecía ayuda '¡Baúl locomotor!' exclamó ésta y el baúl bajó flotando hasta el vestíbulo, donde pusieron a un lado la jaula de Hedwig, la lechuza blanca de ojos ambarinos del pequeño Harry.

–Harry– susurró Lily– tenemos una sorpresa para ti

–¿qué cosa mamá?

–Tienes que taparte los ojos mientras te llevo a la cocina, ¿sí?

–Sí, sí, sí. Vamos, vamos– exclamó el niño mientras se cubría los ojos.

–¿Preparado Harry?

–Siiiiiiiiiiii

–Bueno, ya puedes ver

Harry descubrió sus ojos más rápido de lo normal y se quedó con la boca abierta mientras miraba su sorpresa

–¡TÍO SIRIUS! –exclamó con una gran sonrisa mientras corría a abrazar a su padrino, o como el le decía 'su tío'

–¡Harry! Cuánto me alegro de verte. Me parece que cada vez estás más pequeño y debilucho ¿eh?

–¡hey! Claro que no, mira que cuando regrese puedo echarte un maleficio– exclamó Harry indignado mientras sacaba su varita y los demás se reían

–Calma, calma. Además, nunca podrías contra tu apuesto, elegante, buenmozo, varonil, excelente mago y alto padrino. ¿A que no?

–Quizás yo no–por ahora, añadió en su mente– pero mi padre sí que podría

–¡Uy! mira cómo tiemblo

–Bueno, bueno niños–dijo Lily haciendo hincapié en el 'niños'– deberíamos desayunar ya, que se nos está haciendo tarde y lo que menos queremos es que Harry pierda el tren

–A ver– dijo James acercándose con el desayuno a la mesa– tocino, tostadas y huevos para Harry, Lily y yo… y para Sirius– sacó su varita– comida para perros. A que te gusta tu desayuno ¿eh?

Todos en la mesa se rieron, incluyendo Sirius, quien después sacó su propia varita e hizo que apareciera un desayuno como el de los demás

–Muy gracioso James… Muy gracioso– dijo Sirius después de un rato mirando malignamente a su mejor amigo

Después que todos terminaron de desayunar, metieron las cosas de Harry a la cajuela del auto de sus padres. Sirius iba en la parte de atrás escuchando sus emocionados comentarios sobre lo que haría cuando llegara a Hogwarts.

Cuando llegaron a la estación King Cross en Londres, Harry estaba pegando saltos en su asiento desesperado por salir, mientras su padrino se reía silenciosamente por la emoción de su ahijado. Al bajarse del auto, la madre de Harry lo tomó fuertemente de la mano y le susurró que no se separara de ella.

Era fácil deducir el por qué de la emoción de Harry por ir a Hogwarts, su padre y su tío se habían encargado de contarle todas las cosas maravillosas y extraordinarias que habían dentro del encantado castillo, al igual que le contaron todas las aventuras y travesuras que realizaron en su época y los dolores de cabeza que le daban a todos los profesores

Cuando llegaron a los andenes 9 y 10, esperaron a que no hubiese muggles a la vista y entraron al andén 9 y ¾. Harry quedó anonadado al atravesar el muro de piedra que parecía sólido y observó boquiabierto el gran tren negro con rojo que tenía al frente 'Expreso de Hogwarts'

Su madre le dio un fuerte abrazo mientras su padre y su padrino llevaban su baúl y su lechuza hasta el tren.

–Harry, tienes que prometerme que te vas a portar muy bien y vas a hacerle caso a los profesores. No vayas al bosque prohibido bajo ninguna circunstancia. ¿Está claro?

–Si mamá– dijo Harry con un suspiro. Siempre había tenido curiosidad por ver esos animales mágicos y los misterios que escondía el bosque prohibido

–Harry, no escuches a tu mamá, tienes que hacer muchas travesuras y disfrutar mucho. Come a reventar en los banquetes y hazles unos cuantos maleficios a los demás de mi parte– dijo Sirius a su ahijado, buscando la manera de que Lily no escuchara.

–Te escuché Sirius. No puedes hacer eso Harry. Espero no recibir ninguna lechuza con quejas sobre ti

–Sí mamá

–Tienes que divertirte hijo, pero de una manera responsable, estudia mucho y haz muchos amigos nuevos. Haz caso a lo que te digan tus profesores y escríbenos constantemente. ¿Está bien?

–Sí papá–dijo el pobre Harry aburrido de los sermones de sus padres, el solo quería montarse en el expreso e ir al famoso colegio de magia que tanto había esperado por ir. El expreso silbó, lo cual era su anuncio de que saldría en pocos momentos de la estación y Harry se emocionó aún más.

–Te quiero mi pequeñín– dijo Lily a su pequeño hijo, mientras lo abrazaba y sus ojos se llenaban de lágrimas.

–También te quiero mamá

–Hey, ¿y a mí no me dices nada?

–También te quiero papá– dijo Harry con una sonrisa a su padre mientras lo abrazaba. Sirius carraspeó reclamando por un poco de atención y Harry hizo lo mismo con él.

Harry subió al expreso y se quedó observando por una de las ventanas a su familia, pequeña, pero era su familia. Su padre pasó un brazo por los hombros de su madre quien se encontraba a punto de llorar y Sirius le guiño un ojo a su ahijado.

Cuando perdió a su familia de vista, Harry se preparó para vivir una nueva aventura…

Una aventura mágica


Bueno, he regresado con otra historia (mis otras historias están en hiatus), espero terminar ésta.. porque en verdad me gusta el tema. Se me ocurrió después de leer El prisionero de Azkaban y bueno aquí está

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Smile