HNOS. SANADA / KAMANOSUKE
Para quienes no lo saben Yukimura Sanada tiene un hermano mayor llamado Noboyuki. Muy diferente a su hermano, Noboyuki es todo seriedad, modales y deber. De primer momento le desagrada la forma de comportarse de Kamanosuke y, con un solo golpe, hace que se quede de rodillas, inmóvil. (si sabes japonés, lee el manga, ahí está todo)
En este fic, Kamanosuke es presa fácil de estos dos.
ADVERTENCIA: yaoi / non-con / dub-con / lemon
*no menores de 18 años*
Últimamente Yuri se había sentido muy incómodo. ¿la razón? El gran señor de Ueda parecía haberle cogido cierta simpatía y no dejaba pasar una oportunidad para molestarlo. Y no sólo eso, de un tiempo al presente había notado como Yukimura le miraba de una forma perturbadora, aunque no podía imaginar qué pasaba por su cabeza. Todo esto ocurría cuando creía que Yuri no le estaba mirando o cuando se encontraban solos. Era fácil para el señor de Ueda molestar al chico, pues éste era lo suficientemente crédulo y temperamental para caer en las trampas de Sanada, quien poseía un gran ingenio, picardía y facilidad de palabra.
Es por eso que Kamanosuke no vio mejor manera de evitar ser fastidiado que evadir al viejo lo más posible (le llevaba como 20 años de diferencia) y lo había conseguido por al menos 3 días seguidos, por lo que ya no se encontraba preocupado para nada.
Cuando se encontraba persiguiendo a Saizou como de costumbre, para buscarle pelea, éste se detuvo de pronto a la vez que se oía una voz.
"Justo la persona que buscaba. Tengo una suerte bárbara" exclamó Sanada dirigiéndose a Saizou. Kamanosuke se quedó callado, intrigado por lo que diría a continuación pues le daba mala espina.
"Ahora con qué historia nos vas a salir viejo. No me digas que nos cae un ejército así de la nada. Tú siempre sales con cada cosa" refunfuñó Saizou, acostumbrado a la manera despreocupada de Sanada para dar noticias, por más peligrosas que sean.
"jajaja no Saizou, nada por el estilo. De hecho es algo más informal. ¿Por qué mejor no pasamos a mi habitación para contarte los detalles" Saizou se colocó al lado de Sanada y ambos se dirigieron hacia su destino; pero antes de retirarse, Yukimura le lanzó una mirada maliciosa a Yuri, quien volteó para mirar a otro lado.
Como Saizou se había ido a hablar temas importantes con el viejo, Yuri no tenía nada que hacer y se recostó en el suelo para descansar un rato. Un tiempo después, sintió como alguien le pateaba las costillas, bruscamente, con la punta del zapato.
"Oye, holgazán, despierta. Sanada tiene una misión para nosotros. Tenemos que partir inmediatamente. Te espero en la entrada, donde están los caballos" dijo Saizou antes de retirarse. Yuri se incorporó de un salto luego que su mente se despejó un poco. "Una misión sólo con Saizou, no podía ser mejor, ¡bien!" pensó el chico mientras corría a encontrarse con el ninja.
Sin embargo su alegría duró poco pues en la entrada no sólo le esperaba Saizou, visiblemente molesto por su demora, sino que también estaba Yukimura, muy tranquilo como siempre, esperando por él. "algo no está bien aquí". Yuri se acercó a los dos y se subió a su caballo.
"Ya era hora que llegaras. Estamos con el tiempo ajustado" Yuri mira molesto al ninja pero no responde, más bien llevado por la curiosidad pregunta. "Y dónde está tu sombra, viejo. Nos va a dar el alcance luego o qué" Dijo para desviar la atención de sí mismo. Lord Sanada sonrió aún más.
"Rokuro? No, el no viene con nosotros esta vez. Ha tenido que salir por asuntos personales fuera de Ueda" Yuri desvió la mirada de Sanada para no tener que ver esa sonrisa indescifrable que le estaba dando.
"Eres tan molesto, por una vez calla y escucha, que es importante" Yuri iba a decir algo contra eso pero Saizou lo silenció con la mirada. "Te daré la versión corta para que entiendas. Sanada se va a reunir con su hermano en un sitio apartado para conversar. El asunto no te compete así que no preguntes, cosas importantes. Tú y yo estamos de guardaespaldas, asistiremos a parte de la reunión antes de tomar nuestras posiciones fuera del establecimiento. Mañana en la mañana estamos de regreso ¿entendido? No vas a matar a nadie a menos que yo te lo diga".
Yuri no se mostró satisfecho con esta explicación, la misión sonaba aburrida. Cuando iba a expresar su molestia, Sanada habló. "Pero Saziou, si eso no es todo" dijo el lord muy divertido.
"Antes de que mi hermano y yo pasemos a conversar en privado, vamos a recibirlo como se debe. Tomaremos té juntos, ustedes también deben estar presentes. Noboyuki está muy interesado en conversar con ustedes dos y oír algunas historias. ¿recuerdas a mi hermano, verdad Kamanosuke?" Yuri puso una cara de molestia pues sí que recordaba a ese idiota. El hombre le había obligado a arrodillarse frente a él para saludarlo como se debía. Un imbécil. Y luego su paje, la copia de Rokuro, le había abofeteado. Recuerdos nada agradables.
De ahí en adelante, la conversación pasó de lo molesto que era Noboyuki a las bellas que eran las mujeres en el pueblo al que iban. Sobre lo último, Yuri no opinó nada, estaba fuera de su elemento y no quería que Sanada le moleste poniendo en duda su género.
Cuando llegaron al lugar ya era bastante tarde, casi oscurecía. Descendieron de los caballos y revisaron el sitio buscando enemigos u otras posibles amenazas pero no encontraron nada, así que se establecieron dentro. Esperaron una hora pero nadie llegaba.
"Mmmm, esto es extraño" comentó Sanada. Saizou algo contrariado dijo:
"No creo que se hayan perdido. Tiene guerreros fuertes así que no creo que haya sido atacado. Lo mejor sería ir a investigar. Yo iré hasta su palacio para averiguar que sucedió. Está bastante lejos, así que no estaré de regreso hasta la madrugada" Saizou arregló sus ropas presto a partir.
"Muy bien Saziou, ten cuidado" le dijo sanada mientras le cogía del hombro para despedirlo.
"Vamos entonces" exclamó Yuri.
"Tú no vas idiota. Te tienes que quedar aquí para proteger a Yukimura. Además si en verdad llegan, sería mejor que alguien se quedé aquí por el mismo motivo" le regañó Saizou. El pelirrojo quiso protestar más pero no tenía una buena razón para negarse a cumplir la tarea encomendada y Saizou no quería que él fuera al palacio en su lugar pues Yuri no se llevaba bien con nadie de allí y podría empezar una pelea. Derrotado, Yuri vio como el ninja desaparecía en la oscuridad del bosque.
Después de un rato en silencio, Sanada se acercó sigilosamente a Kamanosuke por detrás y le cogió el hombro. "Tranquilo Kamanosuke, todo estará bien" dijo el lord. Yuri se liberó de su agarre y le miró fastidiado, maldiciendo en voz baja.
"Bueno, si tan sólo es un retraso sería mejor estar preparados. Tus ropas están en ese cuarto así que ve a cambiarte" dijo tranquilamente Sanada, señalando en dirección de una puerta corrediza. Yuri le miró confundido.
"cambiarme? Mis ropas están bien, gracias" dijo sarcásticamente, desestimando la idea. El lord rió divertido.
"Claro que tus ropas están bien, pero para la ceremonia del té de la que participarás tienes que usar otro atuendo, más elegante. No sólo tú, yo también llevo puesto algo de más estilo, no te has dado cuenta?"
Efectivamente, ahora que Yuri le miraba mejor, el viejo estaba bien acicalado y con una vestimenta más llamativa y elegante que sus usuales ropas. Resignado, Yuri se dirigió al cuarto y cerró la puerta con fuerza. El hecho de que las paredes sean delgadas y la puerta corrediza, le incomodaba de sobremanera pero no podía hacer nada al respecto. Desdoblando el traje que habían dejado a sus pies se dio cuenta que era un kimono muy hermoso. Los colores del mismo combinaban con sus ojos verdes y sus rojos cabellos, parecía haber sido diseñado especialmente para él. Aunque el diseño y el corte eran bastante femeninos, dejando mostrar sus piernas si es que lo abría por delante, no era más femenino que el que una vez le hizo usar Sanada en Kyoto "ese viejo idiota" pensó el chico mientras se desvestía.
Una vez colocado el kimono se dio cuenta que las piernas no eran lo único que se veía cuando las telas se balanceaban. Sus brazos también quedaban al descubierto si no cuidaba que sus movimientos sean cortos y lentos "viejo imbécil" pensó el chico mientras se sujetaba el cabello en una cola alta, pues de otra manera le incomodaba usando este kimono. Cuando se terminaba de poner los zapatos de madera, la puerta se abrió y sanada asomó la cabeza. "Todo bien?" Yuri le miró molesto, maldiciendo bajito mientras salía del cuarto empujando a Sanada de su camino.
De nuevo en medio del salón, Yuri nota que hay unos utensilios en el suelo, perfectamente dispuestos "Qué es esto?" pregunta entre fastidiado y curioso. Sanada, siempre sonriente y con su kiseru en mano, se mantiene a mediana distancia del joven, muy calmado.
"Te dije que vamos a beber té con mi hermano. Pero no creo que sepas cómo desempeñarte durante la ceremonia del té, o me equivoco Kamanosuke?" Un brillo en los ojos del mayor enervó aún más al chiquillo.
"Sólo se sirve el té en la taza y te lo tomas. ¡Qué tiene de complicado! Tch!" refunfuñó Kamanosuke mientras cruzaba los brazos. No se podía mover libremente en este kimono y la parte que se sujetaba a su cintura le estaba molestando un poco. Sanada rió divertido y poniendo una mano en el hombro del chico, lo empujó hacia abajo hasta que quedó arrodillado en el suelo, casi en la misma manera como su hermano había hecho antes en Ueda. Kamanosuke no pudo oponer resistencia, sólo soltó un respiro sobresaltado.
"No tan simple chico. La ceremonia del té conlleva varios pasos gráciles y en secuencia. Pero no te preocupes yo te voy a enseñar lo básico. No quiero que mi hermano te reprenda nuevamente por no saber portarte de forma correcta. O quieres que él te castigue nuevamente?" dijo Sanada, Yuri maldijo por lo bajo pero no agregó nada más. Acomodó sus piernas y el kimono para estar correctamente sentado en el suelo, con las piernas bajo él, soportando su peso "tan incómodo" pensó cuando de repente algo le golpeó en la espalda. Sanada le había empujado con su kiseru.
"La espalda va derecha. Así está mejor" Podía sentir sus ojos examinándolo, buscando errores en su pronto el mayor se colocó detrás de Yuri, éste se tensó un poco al tenerlo tan cerca. Sanada le rodeó con los brazos, cogió sus muñecas y las cruzó por delante.
"qué est-¡!"
"tus manos deben ir en esta posición todo el tiempo. No lo olvides" Yuri entendió que sólo le estaba enseñándole pero aún así le incomodaba tenerlo tan próximo, podía sentir su barba rozarle el cuello cuando hizo aquello. Picaba.
"Por cierto, me gusta como tienes el cabello. Te queda bien" le dijo Sanada mientras le guiñaba un ojo, bromeando, a lo que Yuri respondió con un gruñido. A continuación Sanada siguió instruyéndolo en la manera en que debía servir el té, la inclinación correcta al momento de hacerlo y demás. En cada paso siempre conseguí tocar una parte de piel expuesta del joven, de forma casual suponía Yuri, aunque el kimono no ayudaba ya que debido a los movimientos, dejaba ver más de sus piernas y brazos. Finalmente, con el té servido Sanada le indicó que lo beba, para saber si estaba bueno.
Yuri no vio malicia en este pedido, y luego de coger la taza como le había indicado, bebió el té hasta la última gota. "Sabe bien" dijo Yuri bajando el recipiente mientras veía como Sanada se sentaba frente suyo.
"Ahora jovencito, tienes que servirme té a mi. No te preocupes que yo te guiaré por el camino pero es casi lo mismo" Yuri comenzó a preparar otra taza de té pero mientras lo hacía podía sentir algo extraño en su cuerpo.
"Qué calor! En qué momento todo se puso tan caliente?" para aliviar un poco su incomodidad, se jaló la parte superior del kimono, dejando al descubierto más de su cuello y parte superior del pecho. La posición en que estaba sentado también le molestaba así que se movió un poco consiguiendo que el kimono se le subiera, dejando ver más de sus muslos.
Sanada no dijo nada al respecto, deleitándose con los movimientos y cuerpo de Kamanosuke. El muchachito era hermoso. Ese kimono resaltaba incluso aún más sus características: el cuello largo y delgado, la cintura pequeña, las piernas blancas y bien torneadas….con ese peinado parecía incluso aún más una mujer. Ahora sonrosado por el calor que seguro debería esta sintiendo, se veía exquisito. Yuri se inclinó un poco hacia delante para servir el té del lord.
"No, no, no. Esa no es la posición correcta. Déjame ayudarte" Sanada se puso al lado del chico, le cogió de los hombros y agachó su torso hasta el ángulo adecuado. Yuri sintió como el calor aumentaba. Luego de servir el té, Sanada le levantó para que volviera a su posición anterior con la espalda derecha. Se puso detrás de él y le volvió a rodear con los brazos para acomodarle de nuevo las manos, como antes.
"No te olvides, tus manso deben ir así" susurró al oído del chico. Yuri pudo sentir otra vez la barba del mayor rozarle el cuello, y su aliento en la oreja, y las grandes manos sujetarle ambas muñecas, esto provocó que una especie de corriente eléctrica recorriera su cuerpo y cerró los ojos para contenerse. "qué me está pasando?" se preguntaba agitado, confundido por lo que estaba sintiendo. Sanada aprovechó este momento y comenzó a acariciar las muñecas y antebrazo de Yuri, subiendo y bajando por ellos. También acercó su boca al oído del chico y rozó sus labios con el lóbulo y parte de su cuello expuesto.
Kamanosuke volvió a sentir como cosquilleos, el cuerpo le quemaba y su piel parecía querer saltar con cada roce. "Sa-nada. Qué?" "Sh, sh, sh Kamanosuke, sólo déjate llevar. Confía en mí, en un momento te vas a sentir mejor." Yuri estaba confundido, no entendía que pasaba, hace un momento esta cercanía le incomodaba, y aunque aún le molestaba tener al viejo cerca, su cuerpo no parecía pensar lo mismo, quería sentir más de lo que le estaban dando, aunque el chico conscientemente no sabía lo que era.
El hombre mayor quedó satisfecho con lo dócil que se estaba portando Kamanosuke por el momento. La droga había hecho efecto y sabía que por más que conscientemente el chico no quería ser tocado por él, sus instintos primarios, exacerbados por la droga estaban haciendo que eso no importara por el momento. En pocas palabras, estaba cachondo y Sanada iba a provecharse de eso. Con su mano derecha abrió más el kimono por la parte superior, dejando ver más del pecho expuesto mientras besaba y lamía el largo cuello del muchachito. Su mano izquierda descendió hasta el muslo expuesto de Kamanosuke y se introdujo por debajo del kimono para acariciar la tierna piel de ahí abajo. La mano en el pecho deshizo el nudo del kimono y este se abrió por completo por el frente. Esa misma mano comenzó a pellizcar uno de los rosados pezones casi dolorosamente.
"No, e-eso no—ung!" Yukimura lo silenció chupando fuertemente su cuello y cogiendo con su mano izquierda el miembro semierecto de Kamanosuke.
"No me digas que no te gusta. Eres un chico travieso, con unos cuantos toques y ya se te está poniendo duro en mi mano. Se ve que te encanta que te den mimos otros hombres Kamanosuke. Tienes sólo 19 pero ya a cuántos te has cogido, eh?" dijo en una voz rasposa y sexy el mayor al oído de Yuri. Esto sólo consiguió que el chico se moviera en su agarre, pero sin mucha fuerza, como intentando alejarse y acercarse al mismo tiempo. Su cuerpo le estaba traicionando.
"es-túpido viejo. Y-yo nunca—ah!—na-die me—ung!" la fricción que hacía la mano gruesa y tosca de Sanada sobre su falo lo estaba volviendo loco. Todo su cuerpo quemaba pero en esa parte quemaba aún más. Yuri sólo quería que vaya más rápido para terminar con su sufrimiento.
"¿Nunca ha estado con nadie? Quién lo hubiera imaginado de un chico como él" pensaba aún más divertido el lord de Ueda. Su propio miembro empezaba a cobrar vida ante esta inesperada revelación. Aceleró el ritmo con que estaba masturbando a Kamanosuke y éste se vino en su mano, con un sonoro gemido. Como el chico estaba aún agitado y con los ojos cerrados, Sanada provechó esta oportunidad, le jaló por los cabellos hacia atrás y le besó con fuerza en los labios.
Yuri sintió el tirón pero lo que le hizo reaccionar fue la barba lastimando su piel, esos dientes mordiendo su labio inferior y la lengua invadiendo su boca. Con las pocas fuerzas que tenía apartó a Sanada, se alejó de él y se cubrió con el kimono lo mejor que pudo. "Aléjate de mi viejo pervertido!" gritó casi sin aliento el muchacho. Yukimura le miraba divertido, y amenazador.
"Oh, ahora te haces la víctima. Yo no te obligué a nada Kamanosuke. Tú no opusiste ninguna resistencia mientras te tocaba, más bien querías más. Hasta te has corrido en mi mano, eso no está bien muchachito, no es la forma de comportarse. Me tienes que devolver el favor, mira como me has puesto" En eso, Sanada se desata el kimono por el frente y le muestra su erección a Kamanosuke. El chico le mira embobado y con repulsión pero no puede evitar que su propio pene comience a erguirse de nuevo. "qué me está pasando?"
"vaya, vaya. Dices que es tu primera vez y que ya no quieres más pero mira nomás como te pones con sólo verme desnudo. No lo puedes negar Kamanosuke, tú quieres esto. Quieres que te toque, bese y succiones cada parte de tu cuerpo, quieres que te haga doler hasta que llores. Sí, crees que no sé que te gusta el dolor? Yo te puedo dar todo eso y más, mi pequeña fiera" Kamanosuke con sólo oír esas palabras se puso caliente nuevamente.
"ya cállate!" Su miembro estaba erecto de nuevo y comenzaba a doler "¿por qué? Si a mi no me gusta este viejo" pensaba el chico pero como ya no aguantaba el dolor, llevó su mano hasta su pene y comenzó a masturbarse tímidamente, queriendo olvidar que el otro estaba ahí.
Sanada se paró de improviso, se colocó detrás de Kamanosuke, le cogió por las muñecas nuevamente pero esta vez llevó las manos hacia su espalda.
"pero qué—"
"No chico, eso no se hace aquí. No son las reglas de este juego" Sonrió Sanada mientras ataba con una soga gruesa, los brazos del chico detrás de su espalda para que no pudiera complacerse a sí mismo.
"maldito viejo de mierda!" le gritó pero no pudo hacer nada. Terminado el nudo, se deshizo de ambos kimonos y echó a Kamanosuke contra el suelo. Éste comenzó a moverse en resistencia pero el otro era más grande y además sus fuerzas estaban disminuidas por el terrible calor que sentía y el dolor en su entrepierna. Sanada se agachó sobre el chico y comenzó a succionar y morder con lascivia y energía la blanca piel, los pezones, el vientre plano…..El chico era lo más delicioso que había probado en mucho tiempo. No se comparaba con las chicas de su burdel…tan joven, firme y tierno.
Kamanosuke estaba confundido. Él hombre no le gustaba, era viejo y desaliñado pero a su cuerpo no parecía importarle eso, sólo quería calmar el dolor en su entrepierna ya. Sentía una mezcla de placer y dolor puesto que en esta posición aplastaba las manos que tenía atadas en su espalda, lo que era bastante incómodo. Además lo que el viejo le hacía sólo empeoraba su malestar ahí abajo. Las mordidas que le daban dolían y la barba le raspaba mucho, pero aún así gemidos que no podía detener escapaban de su boca. De un momento a otro todo se detuvo, Yuri abrió los ojos, miró hacia abajo y vio como el viejo colocaba su cara cerca de su pene erecto. Sanada le miró a los ojos divertido antes de lamer el glande.
Yuri soltó un grito estrangulado, su respiración era agitada y gemía bastante. Sanada siguió lamiendo todo el miembro salvajemente hasta que escuchó unos gimoteos. Yuri estaba al límite, así que decidió sacar el chico de su miseria y se metió todo el miembro en la boca. Yuri gimió muy fuerte que retumbó en la habitación. Luego de algunas mamadas más, el chico se vino en la boca de Yukimura. El mayor contuvo un poco del viscoso líquido en su boca, levantó las piernas de Yuri en el aire y llevó con su lengua parte del líquido al ano del muchachito. Kamanosuke no se percató de nada de esto pues estaba tratando de recuperar el aliento.
Unos minutos pasaron, Yuri seguía tendido en el suelo con Sanada sentado a su lado quien le sobaba el abdomen suavemente. Cuando el menor levantó la vista, Sanada seguía ahí sonriéndole maliciosamente.
"Qué te traes ahora. Ya te divertiste conmigo, así que desátame de una jodida vez" dijo con coraje Yuri a pesar de su precaria situación. Sanada soltó una risa siniestra
"esto está lejos de terminarse Kamanosuke. Aún no me has devuelto el favor, además creo que aún quieres más, uh?" dijo el lord señalando con la cabeza la parte inferior de Yuri donde se podía ver su pene irguiéndose nuevamente. "esto no puede estar pasando. Yo de verdad no quiero esto…o lo quiero. NO!" pensaba el chico hasta que sintió la misma mano gruesa de antes coger su miembro y comenzar a masajearlo rítmicamente de nuevo. El calor y las mismas molestias de antes volvieron con más fuerza, era como una tortura. La droga estaba funcionando de maravilla pero sólo duraría por un rato más así que Sanada debía darse prisa. Cuando el miembro de Yuir estuvo erecto de nuevo dejó de tocarle lo que produjo un sonido de desaprobación por parte del chico.
"Así no es la cosa Kamanosuke. Yo ya te complací suficiente, ahora es tu turno. Si quieres que te haga sentir mejor por última vez entonces debes hacer algo por mi" dijo Sanada poniéndose de pie y exponiendo su pene grande y erecto por delante. Yuri le miraba desde el suelo, una lucha interna en su interior. Si bien no quería tocar de ninguna manera a ese viejo, su cuerpo le pedía que termine con esta tortura. Él dijo una última vez, así que después de esto ya no tendría que hacer nada más y todo terminaría, pensaba yuri. Finalmente, se levantó como pudo y se puso de rodillas en frente del mayor, con el pene apuntándole a la cara.
"No sé como—"
"No te preocupes pequeño. Yo te guiaré por el camino. Lame la punta primero" Yuri hizo lo que se le indicó, sacó su lengua húmeda y lamió la punta del gran falo. No le gustó el sabor pero igual siguió lamiendo llenando de saliva toda la cabeza
"muy bien, así. Ahora continúa con el tronco, rózalo con tus labios también". Yuri hizo eso y sintió como el miembro se movía bajo sus labios y crecía de tamaño. Podía sentir las venas hinchadas que recorrían el pene, con su lengua. "qué desagradable" pensaba pero continuaba con ello para que todo termine pronto. Con una mano en la cabeza de Yuri apartó al joven un poco, éste le miró a los ojos confundido y sonrosado, y vio como Sanada le mirada lujuriosamente, una mirada tan penetrante que le provocó un temblor involuntario.
"Abre la boca" dijo con una voz ronca y le metió su pene en la cavidad caliente. Yuri quería salir de ahí pero una mano se lo impedía.
"quieto, que aún no has terminado. Enrolla tu lengua alrededor de—si así, muy bien, ajusta los labios. Succiona…ah! perfecto" Yuri hacía todo esto mientras Sanada movía su cabeza can su mano adelante y atrás, a un ritmo lento que ayudaba a Yuri a no atragantarse con lo que tenía en la boca. Lo difícil era acompasar su respiración con las estocadas.
Mientras eso ocurría, otro hombre entró a la habitación y se desnudó silenciosamente. "Hola Noboyuki, por fin decidiste unírtenos. Disfrutando el show hasta ahora?" Sanada habló, sobresaltando a Yuri quien se apartó un poco de Sanada para voltear a ver lo que ocurría. Efectivamente, parado detrás suyo, sin ropa y con una erección más grande que la del propio Yukimura, estaba Noboyuki, hermano mayor del Lord de Ueda y hombre desagradable que odiaba a Yuri.
"qué carajos hace ése aquí!" exclamó Kamanosuke. Noboyuki le miró disgustado y sin previo aviso jaló a Kamanosuke por el cabello (que estaba amarrado en una cola) para traerlo hacia atrás y le dio una cachetada. Con voz enérgica dijo
"Es que nunca aprenderás que esa no es manera de dirigirse a tus superiores" y le propinó otra cachetada en la otra mejilla.
"No tienes que ser tan severo con él Nobu. Es muy joven así que aún no ha aprendido estas cosas. Y Kamanosuke, te dije que íbamos a tener una reunión con mi hermano, recuerdas? Pues aquí está él" Yuri iba a responder con insultos, tirado en el suelo como estaba, cuando sintió como el recién llegado le cogía los tobillos para atarlos fuertemente con una soga, al igual que estaban atados sus brazos.
"Soy un hombre muy ocupado Yukimura, no tengo tiempo para andar con jueguitos como tú así que terminemos con esto de una buena vez" Noboyuki cogió a Yuri por las caderas y lo puso de rodillas frente a Sanada como antes pero le empujó por la espalda para que quede doblado hacia delante, exponiendo su trasero hacia él. Yuri sintió como este otro viejo colocaba la punta de su gran falo entre sus nalgas y sobre su entrada, así que comenzó a moverse frenéticamente, maldiciendo a todos. Noboyuki impaciente y verdaderamente cachondo ahora le propinó fuertes palmadas sobre las nalgas, como castigo por su irreverencia.
"Espera hermano" dijo Yukimura y éste se detuvo. "Escucha Kamanosuke" el chico levantó un poco la mirada para encararlo con furia. "te vamos a tomar con tu consentimiento o sin él, tú eres un peón y debes obedecerme. Sin embargo, si te dejas hacer como antes, lo vas a disfrutar y conseguirás que el dolor en tu entrepierna y el calor se vayan. Te vamos a ayudar con eso, así que qué dices". Ante la promesa de alivio, el cuerpo de Yuri tembló un poco, al igual que su pene. Derrotado, agachó la cabeza y volvió a acerca su cara al miembro de Yukimura. "Hagan lo que quieran" fueron sus últimas palabras.
Aunque el tono y falta de honoríficos no le gustó a Noboyuki, la mirada que le lanzó su hermano le dijo que era lo mejor que obtendrían por el momento. Sanada cogió a Yuri por la cola en su cabeza y volvió a introducir su falo en la deliciosa boca del menor.
"haz como te enseñé" dijo Yukimura. El chico retomó lo que estaba haciendo antes, provocando gemidos roncos en el mayor. Noboyuki se les quedó viendo un rato. Luego cogió al muchacho por las caderas –lo que sobresaltó a Yuri- con sus gruesas manos separó fuertemente las nalgas del chico, cosa que hizo que Kamanosuke soltara un quejido de molestia teniendo aún a Yukimura en su boca. Sin previo aviso metió un dedo dentro del agujero, lo que hizo que Yuri detuviera sus acciones. Yukimura le acarició la cabeza y lo guió para que continuara con lo suyo.
"No te detengas Kamanosuke" dijo en voz rasposa. Noboyuki movió su dedo dentro del ano virgen, deleitándose en lo estrecho que era el canal. Sanada lo había humedecido hace poco pero ya el semen y saliva se habían secado algo. Eso no le importó al mayor.
Noboyuki sacó su dedo, colocó de nuevo sus manos en las caderas del menor, apretando con fuerza para que no se moviera, guió su erección entre las nalgas redondeadas del muchachito y colocó la punta en el orifico de entrada. Yuri se tensó pero no podía hacer nada. El hermano mayor de Yukimura introdujo en un solo movimiento de cadera la mitad de su falo en el joven pelirrojo. Yuri lanzó un grito que quedo ahogado por el miembro en su boca. Yukimura le cogió con fuerza por el cabello para que no se detuviera, moviéndolo de atrás hacia adelante. Noboyuki sintió romperse la resistencia que oponía el esfínter de entrada y cómo el interior del chico se ajustaba alrededor suyo, aplastando casi dolorosamente su pene, intentando expulsarlo. "Está tan ajustado!" dijo.
Pero eso se podía arreglar y el mayor sabía como. Sacó por completo su pene y lo volvió a introducir con fuerza, consiguiendo esta vez que entrara por completo. Yuri gritó con más fuerza ante esta invasión pero Yukimura le tenía bien sujeto, dolorosamente, por el cabello, así que se oyó como un gemido. Noboyuki continuó embistiendo su pequeño culo de la misma manera, sacando y volviendo a meter, hasta que Yuri dejó de gritar fuerte con cada estocada. Entonces, ya completamente dentro, comenzó a embestirlo salvajemente a un ritmo que se acompasaba con las mamadas que le estaba dando el chico a su hermano. Yukimura ya no podía más, había esperado demasiado por esto, así que cogió la cabeza del menor con ambas manos
"Mírame Kamanosuke" dijo con firmeza. Yuri abrió los ojos y levantó la vista hacia arriba. "Tienes unos ojos muy hermosos, pequeño" sostuvo la cabeza quieta entre sus manos y comenzó a embestir la deliciosa boca con su pene de forma frenética. Yuri sentía como entraba hasta su garganta, ahogándolo y dándole náuseas, pero no podía hacer nada para librase de ello, sólo sonidos ahogados.
Ante esto, Noboyuki también aprisionó con fuerza las caderas de Yuri, dando embestidas salvajes y frenéticas, desgarrando tejido por dentro. "Yukimura dice que te gusta el dolor. Disfruta esto entonces" Como sus piernas estaban atadas, no podía separarlas para abrir más sus caderas y aliviar el dolor. Noboyuki le estaba desgarrando por dentro, acabando con toda resistencia que sus paredes internas estaban haciendo para botar ese cuerpo extraño. Yuri volvió a gritar pero eso sólo provocó que Yukimura embistiera su boca con más fuerza. Podía sentir los vellos púbicos del hombre lastimando su nariz con cada estocada, y su mentón chocando con los testículos de éste. Involuntarias lágrimas brotaron de sus ojos.
Yukimura miró hacia abajo y vio los ojos verdes llenarse de lágrimas que bajaban por las rosadas mejillas, eso fue suficiente para que se viniera en la boca del menor. Cuando abandonó su cavidad, Yuri se dobló hacia adelante, aún con el otro hombre embistiéndolo por detrás, pero ahora que su boca estaba libre se podían escuchar sus gemidos y sollozos. Sintiendo lástima por el chico, yukimura se agachó para coger el miembro de Kamanosuke en sus manos. Con algunos masajes de su mano experta, el pene se irguió de nuevo y al poco rato eyaculó por fin debido a la droga que le había dado de tomar con el té.
Esta acción provocó que las paredes internas del ano del menor se ajustaran una vez más, consiguiendo que Noboyuki llegue al orgasmo para venirse dentro del chico. Agitado y jadeante, Noboyuki salió del cuerpo del muchacho y soltó sus caderas. Ya sin este apoyo, Yuri cayó al suelo de costado, respirando agitadamente. Los hermanos Sanada se limpiaron y se volvieron a colocar sus ropas. El mayor de los dos se aproximó a la salida.
"La próxima vez asegúrate de que sepa comportarse como se debe. Debes entrenar mejor a tus peones Yukimura" y con eso se fue. Yukimura, ya más compuesto, se acercó a Kamanosuke y le quitó las ataduras.
"Estuviste muy bien pequeño. Pero la próxima vez haz como él dice y te ahorrarás la paliza" Yuri cerró los ojos y no dijo nada, se quedó ahí echado. Yukimura le cogió con fuerza de la barbilla y le volteó la cabeza para que le mire. Yuri abrió los ojos sobresaltado.
"Esto te pasa por ignorarme por 3 días chiquillo. Hubiera sido más amable contigo si no fueras tan malcriado. Aunque me gusta más cuando me das pelea." le soltó la barbilla y caminó hacia el otro extremo de la habitación.
"Límpiate y vístete rápido, para que ordenes este desastre pronto, a menos que quieras que Saizou te encuentre así tirado en el piso como una puta. Volverá en un par de horas todavía pero mejor date prisa" Sanada cogió su kiseru y se dirigió con dirección al balcón. Yuri se quedó tendido ahí por unos 15 minutos antes de hacer lo que le habían indicado… no podía dejar que Saizou lo viera así después de todo.
