[Drabble]

Toiki

―Kikyō & Inuyasha―

Summary: No merecía ser llamada la Guardiana de la Shikon no Tama. La Sacerdotisa Kikyō era un fraude como lo fue el amor de Inuyasha. [Fic para el Mini-reto estacional del foro ¡Siéntate!] (Verano/Desespero).

Advertencias: Posiblemente algunas fallas con la secuencia del tiempo XD.

Disclaimer:

InuYasha © Takahashi Rumiko

Toiki © Adilay Himelric

Notas: Esto más que un reto para el foro, creo que es más para retarme a mi misma. Estoy segura de que lo he hecho lo mejor que he podido con las bases que se me han impuesto.

El foro "¡Siéntate!" es la base creativa del reto, si desean acceder al foro y nos saben cómo hacerlo, les invito a pasar por mi perfil y dar clic en el enlace dentro. No teman, las piratas no mordemos… mucho XD.

Y sin más, aquí el Drabble.

Toiki en español significa: Suspiro.

Palabras: 339.



Kikyō se sostuvo la gran herida sobre su cuerpo que le impedía continuar con su caminata con normalidad.

Maldito.

La pérdida de sangre no fue una excusa para no moverse con su arco y flechas con dirección a la inminente muerte.

Mil veces, maldito.

Y lo que más de le daba fuerza era que ya escuchaba a lo lejos a la gente del pueblo gritar: "¡Es Inuyasha, corran!".

No lo dejaría ganar, no permitiría que ese desgraciado infame se quedase con la perla.

Sus palabras, todas una mentira tras otra.

Y ella cayó como una niña ante sus falsas promesas. Se dejó engatusar por sus ojos amarillos como el brillo del sol y por la sonrisa que apenas podía mostrar solo con ella.

No era más que un mentiroso. Una bestia con forma humana, de la peor clase de yōkai.

Y ella no merecía ser llamada la Guardiana de la Shikon no Tama.

La Sacerdotisa Kikyō era un fraude, como lo fue el amor de Inuyasha.

Se sostuvo con más fuerza su herida y, agitada, pudo sentir la inmunda presencia que antes ansiaba por sentir cada tarde Él estaba a punto de llegar, sí, estaba cerca.

Con la fuerza que le quedaba, alzó su arco, apuntó con mucha precisión y dando un suspiro lleno de odio y cansancio, dijo:

―¡Inuyasha! ―y disparó.

La flecha lo detuvo, las manos del hanyō dejaron en libertad la Shikon no Tama, y finalmente Kikyō pudo suspirar de satisfacción. No dejaría que la perla fuese para el mal, y si para eso necesitaba eliminar al chico que tanto amo, que así fuese.

―Kikyō… ―lo escuchó suspirar antes de caer dormido. Finalmente estaba sellado como debía ser.

Maldito fuese él.

Y maldita fuese ella por no haberlo matado cuando pudo. Por aquello que aparentemente solo ella consideraba amor.

Kikyō se dejó caer al suelo, para ir a parar en brazos de su hermanita, la cual quedaría sola apenas ella suspirase por última vez.

―¡Hermana! ¡Hay que curarte pronto!

«Kaede» sí, maldita fuese por su debilidad.

Fin―


Si les gustó, por favor comente, eso me alegraría mucho.

Y no olviden pasar al foro ¡he! Jajajaja.

JA NE!