¿No te has puesto a pensar que quizás exista un poquito de todo en las cosas que lees? Bueno si eres tan delirante y con tendencia a divagar como yo quizás sí.

A continuación te relataré una historia que conoces visto desde otro punto de vista (uno muy loco claro).

Nota: Los personajes originales le pertenecen a Masashi Kishimoto y A Suzanne Collins ovó/

Nuestra sociedad no era perfecta, y lo poco que sabíamos de nuestro pasado nunca me fue claro. Mi nombre es ...

─ ¡Te dije que pares maldita borracha! ¡Sal de aquí!

Quien hablaba era Iroha la la tabernera, si se le puede llamar así a la creadora de las bebidas alcohólicas más raras de nuestra aldea.

Dejé de ensoñar como era mi costumbre para saber un poco más acerca del alboroto, ¿por qué? Bueno, uno porque es una aldea chica y tarde o temprano me enteraría de la pelea. Así que por esta ocasión considero será mejor saber bien que sucedió.

La "borracha" era una vieja conocida por todos, su nombre es Tsunade, pero mencionar su edad... digamos que si insinuabas que era vieja, anciana o de edad mayor, más te valía ser el mejor corredor de la historia. De lo contrario, te rompería algunos o quizás todos los huesos.

Dejemos de dar vueltas, eran Iroha y Tsunade volviendo a pelear porque Tsunade armó alboroto en la taberna al gritar que alguien le toco el trasero. En pocas palabras nada fuera de lo común, excepto por su expresión la cual lucía muy desolada.

***Se escucha el encender de un micrófono en las múltiples bocinas que rodean la aldea, seguido de una respiración corta y una vocecita diciendo estamos al aire***

─ Queridos habitantes de Konoha, soy su amada muñequita de porcelana, Ihcoro.

Cierto, olvide mencionar que cuando los altos parlantes sonaban no significaba nada bueno.

─ Estamos próximos a celebrar nuestros 100 años de una gloriosa sociedad, y como saben cada 20 años rememoramos a nuestros ancestros con un Gran Juego Ninja, donde cada aldea manda a su representante en una batalla de gloria y honor que es patrocinada por Industrias...

Dejé de escucharle, me hubiera encantado fingir que me importa algo el spot pero, sé de que va, hace 20 años lo escuché por primera vez, justo antes de perder a mi padre en la central policiaca de los Uchiha.

Volviendo al presente, cuando busque con la mirada aquella riña descubrí que Iroha se quedó sin su venganza, y que Tsunade-Obachan se había como siempre, dado a la fuga.

-¡Hey! ¡Uchiha! Deja de ignorarme soy yo Shisui no una de tus acosadoras.

Un chico moreno de ojos café oscuro profundo aparecía cruzando la calle principal rumbo a su primo. En el camino se tropezó con algunos trabajadores de la fábrica de carbón que extrañamente no le hicieron riña.

Lucía un pantalón corto gris desgastado por el uso y una playera aclarada por el sol; al llegar a mi me zangoloteó del brazo para que le acompañara.

─ Vamos hermano, es mi primer día en la fábrica y prometiste darme un regalo de celebración.

El moreno le dio un golpe en la espalda a modo de gesto cariñoso; el otro chico que lucía una camiseta delgada y notablemente deshilada se rascó la nuca cepillando su cabello medio largo color azabache. Se hacía el tonto hasta que la risa le ganó y le obsequio un objeto alargado del tamaño de su palma, era un tanto pesado cuando cambió de manos, ambos chicos se hicieron a un lado del camino metiéndose un poco a uno de los callejones. El regalo estaba envuelto en una tela demasiado delgada, tal como gasa, de la cual Shisui creía se rompería en cualquier momento. Tras desenvolver encontró una navajita pequeña hecha a mano con mango de madera.

Shisui: Hermano estas de broma? esto es...

Itachi: ¿Ilegal? ─ Pregunté con una media sonrisa.

Shisui: Lo más genial del mundo, me enseñaras a usarla después de mi turno, ¿cierto? Tienes que aceptar, ni de broma dejaré digas un no.

Itachi: Claro, claro, ahora deja de hacer el bobo y vete porque el capataz te arrancará la cabeza si te ve llegar tarde en tu primer día.

Ambos chicos se despidieron con un abrazo, Shisui guardó bien bajo sus ropas el obsequio, sin olvidarse de envolverlo de nuevo para evitar cortarse. El otro muchacho quedo despidiéndole con una agradable sonrisa.

Itachi: Aún es temprano, me da tiempo de ir de caza.

Pensaba para sus adentros, escabulléndose entre los callejones hasta divisar sólo el bosque, vigiló que nadie siguiera sus pasos y evito con magistral sorpresa algunas minas, finos hilos a modo de trampa y un guarda ebrio que se estaba adormilando en su sitio de vigilancia. No se sintió bastante satisfecho hasta quedar en lo profundo de lo que él consideraba su territorio, se relajó un momento observando las copas de los árboles, era agradable no divisar el mural donde estaban esculpidos los rostros de los 4 héroes que representaron a la aldea en esos juegos.

Itachi: En lo personal creo que la Corporación y las Industrias Akatsuki deberían irse al...

Un ruido llamó su atención, una hoja rota, sabía bien que significaba, podría ser una presa, o quizás algo más. El pelilargo saco sus cuchillos y un par de shuriken para tener a la mano. Esperó un par de segundos y lanzo un shuriken dejando escuchar un sonido seco contra la madera, había fallado.

Desconocido: Un día de estos me vas a matar idiota.

Retirando sin esfuerzo la estrella ninja de la madera se acercaba un chico conocido, poseía cabello anaranjado terminado en puntas, 3 perforaciones en la nariz y ojos lilas, los cuales parecían en espiral, su presencia era alentadora a pesar de su porte extraño y totalmente fuera de las normas usuales en la aldea.

Itachi: Pain. Por poco te lastimo, lo lamento pensaba eras un faisán. ─ Su tono de falsa disculpa y una sonrisa amable dejaban oculto una mala broma y la espinita de decepción pues en su vida nunca supero en ataques a su amigo.

Pain: Si, si... lo lamentas, mejor agarra tus Kunais y dales un mejor provecho, vamos a cazar algo para la cena.

Entre malas bromas fueron por el resto de su equipo de caza y de paso, a revisar las trampas que habían dejado el día anterior.

Agradezco de antemano a mi pio-geme Iseki que me animó a escribir este fic, saludos piogemelosa TvT/