DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen.


Adictivo

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Roce.

Ninguno de los dos supo si fueron las hormonas, la falta de descanso o simples imaginaciones; pero ambos sintieron una extraña sensación. Algo suave al principio, para luego transformarse en una onda eléctrica que iba, curiosamente, desde el lugar de roce hasta su centro del cuerpo... justo allí.

Para Lily fue como sentir un calor infrenable, algo indescriptible y, quien sabe por qué, maravilloso.

Para Scorpius fue casi lo mismo, a diferencia de que él había querido agarrarla y volver a tocarla; no como ella, que salió disparando del lugar con una velocidad alarmante y como si nada había pasado.

Sí que pasó algo; la mano de Scorpius moviéndose hacia atrás, intentando agarrar un libro... ¿Y justo tenía que estar allí la pierna de Lily Luna Potter? Trabajada, blanca, suave, sin rastros de pecas y con un leve sonrojo al duro roce del rubio.

Scorpius estaba, más que nunca, seguro de que Lily se había colorado. Y al verla irse, con el increíble movimiento de las faldas, fue... excitante. Sí, eran las ganas de seguirla y volver a tocarla. Bueno, el no tenía la culpa de que aquellas piernas tan perfectas estuvieran allí, y mucho menos tenía la culpa de que sus ojos se desviaran al trasero más bien formado y redondeado que había visto.

No, no era su culpa; era la culpa de las hormonas. Hormonas que se despertaron tan solo con un leve roce.


Drabble Número I

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