Resumen: Primero ese rostro lo veía sólo en sus sueños más difusos, después el sonido de su voz llegó como constante invitado a su mente, y ahora cada vez que está solo puede sentir sobre él su intensa mirada. ¿Por qué? ¿Por qué Sebastián Michaelis lo sigue a todos lados? ¿Y por qué insiste en llamarlo "my Lord"? (Advertencia: Reencarnación)

Mientras la luz de las velas se extinguía lo único que la mujer podía hacer era contemplar su obra y sonreír con una mueca desquiciada, porque de la nada la sangre que escapaba del cadáver del niño comenzó moverse y formó sobre el suelo la figura de una especie de pentagrama invertido que un circulo rodeaba encerrándolo junto con una extraña inscripción.

"Me has llamado" escuchó a la voz decir pero no como un sonido, sino como una especie de pensamiento ajeno que pese a ser extraño retumbó al interior de su mente "ahora el precio que has pagado no regresará, pero aún tienes la oportunidad de retroceder antes de pactar conmigo.

-No retrocederé – gritó la mujer con los ojos inyectados en sangre y locura - te he convocado para que cumplas mi deseo y no pienso detenerme ante nada.

"Si estás segura entonces te escucharé ¿qué es lo que quieres?"

-Hace algún tiempo mis padres murieron y me vi obligada a convertirme en la sirvienta de una casa noble; ahí conocí a un hombre que me prometió darlo todo por mí envolviéndome con dulces palabras hasta que permití que me hiciera un hijo… pero ese maldito al saber mi situación lejos de cumplir sus promesas lanzó mi amor a la basura y se comprometió con la hija de un nuevo rico a la que tuvo el descaro de obligarme a llamar su señora.

"Y entonces lo que quieres es que él se case contigo".

-Sí… quiero ser la señora de su casa y ser incluida en la nobleza, conocer la dicha de una riqueza ilimitada y escuchar que me llaman "my lady" todos aquellos que hoy se burlan de mí.

Mientras hablaba la mujer se había visto envuelta en la obscuridad y, para cuando terminó de hablar una voz similar pero diferente a la que había invadido su mente resonó justo a su lado.

-Para cumplir tu deseo debes pagar el precio y permitir sobre ti la marca del contrato. Mientras más visible sea la marca mayor será el poder que tengas.

La mujer lo meditó por un momento antes de responder.

-Coloca la marca en mi mano, mi futuro marido podría descubrirlo si lo colocas en cualquier otro lado.

-Ahora quedarán claros los términos del contrato: el hombre al que deseas se convertirá en tu marido permitiendo tu entrada a la nobleza, pero a cambio me entregarás dos cosas: la primera será tu alma, la cual recogeré dentro de diez años a partir de ahora.

-Sí… está bien.

-La segunda cosa que pido es el derecho de reencarnar un alma en tu descendencia.

-¿Qué? Pero ¿cómo…? No, olvídalo, no quiero saber.

-¿Estás segura de querer pactar conmigo?

-No tengo otra opción.

-Entonces así será – de la nada una mano con garras afiladas salió de la obscuridad y tomó la mano de la mujer provocando en ella una terrible quemazón que la hizo gritar de dolor.

-Du…u…duele – gimió.

Y entonces la obscuridad que rodeaba a la mujer se concentró y tomó forma delante de la mujer, materializando una figura sólida y humana que invariablemente cautivó la atención de la mujer.

-Ese dolor te dice que aún estás viva. Ahora, creo que es hora de que comencemos con mi trabajo, my lady.

Y la mujer no pudo sino asentir y fingir para sus adentros que el contrato no acababa de suceder y que en lugar de diez años tenía toda una vida para disfrutar de la posición que compraría pagando con su alma.

Por su parte, el demonio simplemente sonrió a la mujer con la misma sonrisa retorcida de siempre mientras que sus pensamientos se encontraban en otro lado: dentro de su cuerpo, apartada de la vista de la mujer, se encontraba el alma de Ciel Phantomhive.

En realidad Sebastián se había sentido decepcionado de lo poco que la mujer había intentado relacionarse con él, pero a decir verdad que no era algo extraño… en todos los años de hacer contratos con humanos el único que había conseguido establecer algún tipo de relación con él había sido Ciel y eso por supuesto no se había logrado de la noche a la mañana.

Ahora, gracias a su trato el demonio tenía la oportunidad de reencarnar el alma del maestro que tanto había significado para él en la línea de sangre de esa mujer, y con eso su plan definitivo se pondría en marcha.