Ángel Guardián
Sucesos inesperados
"La soledad es el imperio de la conciencia, la soledad es un infierno para los que intentan salir de ella."
-Prefacio:
No podía creer que hoy cambiaría mi vida para siempre. Me impiden mi libertad en compañía de la persona culpable de todo mi cambio de vida y que provoca en mi, nuevas sensaciones. Yo siempre eh pensado que las personas tienen su propósito en la vida, algo que te hace llegar a una meta. La soledad me persiguió toda mi vida, nunca me sentía pleno, satisfecho de mí alrededor, siempre dando tras pies en todo hasta aquel día, en mi cumpleaños. La luz de mis calamidades, aparece y, sin darme cuenta, mi vida cambia rotundamente. ¿Quién pensaría que la vida te cambiara en tan poco tiempo? Muy pocas personas, diría yo. Esta historia la llamaría yo, acompañada de nuevas sensaciones y reacciones, nuevas cosas por descubrir de la vida, la buena vida, y sin saber que seguirá después de todo esto, unas de las aventuras más grandes de toda mi vida.
Presentación:
Las personas envejecen, poco a poco, hasta que dejan el mundo atrás y llegan a una nueva vida. En ella, pueden tener familia, hijos, un compañero, o en mi caso una compañera. Hay otros que combaten la soledad en un mundo oscuro y solitario, sin saber exactamente cuál es su propósito en la vida, nunca sentir una clase de amor o seguridad, sentir que el tiempo pasa sin sentido alguno, lento o rápido, depende de las circunstancias. Se te duerme la voz por que casi no hablas a diario, no te preocupas con tú físico y mucho menos si eres guapo o no y para mí eso es lo de menos. Yo, Edward Cullen, un muchacho de 21 años, con una vida completamente normal, con una familia de siete personas. Carlisle, mi padre, un hombre firme, responsable y muy dulce, uno de los mejores doctores de California y Esme, su amada esposa, una mujer de la casa muy tierna, que comprende muy bien a las personas y que tiene cinco hijos. Alice Cullen, una chica amante de la moda, algo bipolar y quien casi siempre tiene la razón. Esta cualidad la hace la mandona de la familia y la mimada. Estudia diseño de modas en la UNY, una universidad verdaderamente cara, muy profesional. Es mi hermana favorita, con ella me llevo muy bien, mejor que con los demás. Su novio Jasper, que la soporta, eso es muy raro, pero solo hay una palabra para ello; amor. Jasper White es tranquilo aunque algo controlador. Tiene veintiún años de edad y estudia sicología en la misma universidad. Hablo muy a menudo con el pero no es que sea uno de mis mejores amigos. Su hermana, Rosalie White, una chica de veintitrés años, estudia modelaje y actuación en la misma universidad que es la misma mía, pues yo también estudio allí. Rosalie es muy amiga de Alice pues tienen los mismos gustos aunque sus estados de ánimo sean totalmente diferentes. Rosalie tiene tendencia a la amargura, no la culpo, pero algunas veces tiene sus momentos dichosos. Es alta, rubia, de ojos azules (Jasper tiene ojos cafés claros y ninguno de los padres tiene ojos azules a diferencia de la abuela White.), es alta y tiene cuerpo de modelo. Y no se me olvida, su novio, Emmett McCarthy. Un chico de veintitrés años, con el físico de un jugador de futbol americano. Su pelo es corto y de color negro al igual que sus ojos. Es muy, muy alegre y se nota que se siente orgulloso de sí mismo. Siempre tiene algo que decir, es algo extrovertido y un muy buen amigo y hermano. Y como ya les dije, me llamo Edward Cullen, conocí a los White gracias a Alice y Emmett, mis hermanos. Estudio música y toco piano desde los diez años, y como ya lo han notado, no tengo pareja ni estoy buscando. Mi familia siempre me ha molestado por eso. Nunca he encontrado mi media naranja y no es que este desesperado ni mucho menos, pero me gustaría saber que hay alguien en este mundo que es como yo, que piensa como yo. Y como para terminar, hoy es el gran día, sarcásticamente. Hoy, veintidós de septiembre, es mi cumpleaños número veintidós. Y para ser honesto, no me gustan mucho las fiestas y no quiero saber cómo Alice me la va a celebrar. Ella dice que cumplo el mismo número que mi día de cumpleaños, dice que eso es buena suerte. Aunque ella casi siempre tiene la razón, no le creo mucho en este caso.
Cap. 1
Cumpleaños
Un sonido me sacó de mis cavilaciones. Era alguien pronunciando mi nombre, era una voz chillona y muy conocida pero la ignoré y seguí en mis elucubraciones.
-Edward, se que te molesta que te haga esto pero tienes que despertarte, tenemos que ir de compras, a conseguir tu atuendo de esta noche. Son las ocho de la mañana y de compras se nos va casi todo el día. Nos iremos a las once así que levántate, ¡Ahora!
-No molestes Alice.-supliqué con un tono cortante y me tapé la cara con la almohada.
-Por supuesto que no. Tú te vas a levantar, me vas a obedecer y te meterás al baño y te pondrás esta ropa y partiremos de compras.-como siempre a Alice no se la puede desobedecer. Inmediatamente me levanté y me dirigí al baño y tome una ducha. Me vestí y me dirigí a la cocina donde estaba Esme, Rosalie y Alice.
-Hasta que llegas...-se dirigió Alice a mí con un tono burlón. No estaba de humor ese día y menos si me iba de compras con Alice. Desayuné unos huevos, lave los platos y nos dirigimos al garaje. Alice y yo nos subimos en mi carro de color negro, muy deportivo y rápido, excelente para mi gusto y partimos hacia mi condena; de compras.
Estuvimos ahí en el centro comercial toda la tarde, Alice me metió a todas las tiendas que había pero no me quejo, me divertí con mi hermanita. Acepto que fue agotador pero me gustó mucho pasar un tiempo con ella. Nos dirigimos al garaje del centro comercial, nos montamos al auto y esta vez Alice conducía, yo estaba demasiado cansado.
-Alice, ¿A qué lugar me llevaras a festejar mi cumpleaños?
-Pues como hoy es jueves, y si hago una fiesta, difícilmente vendrán lo invitados...-hizo una larga pausa. Quedé aliviado por saber que Alice no iba a hacer una de sus súper fiestas que invitaba hasta a desconocidos.-Entonces tenía planeado ir a un bar-restaurante para celebrar. Ahí hay shows, cantantes y bailarines. Es muy agradable.
- Ok, gracias por no hacer de este día un día semejante.
-No hay de qué, pero la próxima no te escaparas.-suspiré ante sus palabras. Mi hermanita algunas veces era algo loca.
No me di cuenta como paso el tiempo y cuando vi, ya habíamos regresado a casa. Eran las cinco de la tarde. Alice se quito el cinturón, salió del caro y se dirigió hacia adentro de la casa con las bolsas. Yo salí del carro y me dirigí a mi cuarto. Prendí la grabadora y empecé a escuchar música con volumen alto y sin darme cuanta me quedé dormido.
Cuando me desperté eran las ocho de la noche. Me levante y me puse una camisa azul oscuro y un pantalón de mezclilla negro que compramos. Respiré profundo antes de bajar y soportar a mi familia en mi día de cumpleaños y salí de la habitación. Todos estaban en la sala viendo televisión y charlando.
-Por fin despiertas hermanito. ¿Listo para festejar?-me pregunto Emmett parándose del sillón y caminando hasta pararse al lado mío.-Debemos festejar tu otro año más de soltero, que suerte tienes.-Rosalie tiró las revistas a la mesa de la sala que se situaba al lado de ella, se paro y taladró a Emmett con la mirada.
-Escúchame muy bien, Emmett Cullen. Si vuelves a decir eso en frente de mí, te juro que haré tu vida miserable y ¿Sabes cómo? Ah, ya se. Con tu colección de discos de no sé qué grupo que tiraré a la miserable basura y aparte de eso, olvídate de que existo por las noches porque dormirás en la sala. ¿Quedó claro?
-Pero osita…-refunfuñó Emmett cruzándose de brazos.
-¡No! Fin de la discusión.-Rosalie salió de la casa como alma que lleva el diablo mientras los otros aguantábamos las carcajadas. Si hubieran visto la cara que tenía de un niño de cinco años cuando le quitan el postre. Emmett y sus pucheros…
Nos montamos a nuestros vehículos. Alice, Jasper y yo en mi carro, Rosalie y Emmett en el suyo y mis pares en el suyo. Como no sabía en donde era la "fiesta" entonces Alice condujo y los demás la siguieron. El camino se me hizo largo ya que me fui pensativo en todo el trayecto.
Alice paró el carro al frente de un Bar-restaurante como ella me había dicho. Nos bajamos, caminamos por un camino de piedra que cruzaba un pequeño jardín que lo rodeaba de velas a los lados y al final había una puerta de madera. Entramos y había varias mesas con manteles naranjas cubriendo otros de color blanco. Las mesas además estaban adornadas con velas y floreros muy bonitos. Las paredes eran blancas y las puertas de madera. El ambiente era muy lujoso. Alice nos dirigió a la mesa que había reservado. Se situaba al frente de una tarima algo pequeña con cortinas muy grandes y rojas y el piso de madera color miel.
Eran las nueve de la noche y no demoraba en empezar el show. Nos sentamos a la mesa y yo cogí el asiento que estaba justo al frente de la tarima, quería disfrutar de los shows para entretenerme ya que si no me iba a asfixiar con mi familia aquí. Pedí un té helado y los demás ordenaron bebidas con licor. Yo no era de las personas que tomaba licor y mucho menos con la familia. Diez minutos después, el show comenzó con un grupo de blues, muy buenos por cierto, cantaron algunas canciones de los años sesenta que lograron conmover a mis padres. Media hora después terminaron y nosotros continuamos platicando de cosas triviales. Nos sirvieron algunos pasa bocas y yo solo comí maní con almendras. Después se presentó un grupo que con una pieza de teatro de tipo comedia romántica con coristas, bailarines y actores. Muy chistosos. La obra duró una hora, ya eran las diez y media. Se me estaban cerrando los ojos, no de sueño, era de cansancio.
Después, anunciaron a una mujer, a quien fue muy difícil contratar ya que se mantenía viajando pues era famosa y muy ocupada.
Cuando los aplausos se callaron, una chica con un vestido corto, de color blanco, straples y todo cubierto de lentejuelas que brillaban maravillosamente al reflejar las luces del escenario. Sus tacones eran bajos y blancos. Su cabello castaño, ojos chocolate, cara fina, y delgada. No sé qué me paso pero me llamó poderosamente la atención. Tenía ángel y era por cierto muy Bella., Ese vestido la hacía ver muy sexy.
Se presentó. Su nombre era Bella Hudson. ese nombre me pareció conocido. Dijo que iba a cantar unas canciones escritas por ella y otras de otros autores. Detrás de ella, subieron los músicos, por lo visto bajista, guitarrista, violinista y hasta baterista. Todo un equipo profesional. Lo que me llamó la atención es que no tenían un pianista…
Ella tomó una guitarra acústica negra, la colgó rápidamente en la espalda, el piano con el violín empezaron a tocar seguido del guitarrista y los otros después. Bella Hudson empezó a cantar con una voz melodiosa y dulce. Seguro que el tipo de canción era música popular moderna, que otros les llaman "Pop". Las canciones pasaron, ya iba por la tercera, no sé cuantas iba a cantar pero por mí que fuera toda la noche, su voz era tan melodiosa y dulce que todas las personas del lugar se quedaron mirándola, incluyendo a mi familia. Esa chica me entretenía con su voz, tenía talento, sin dudarlo el grupo completo era fantástico. En medio de la cuarta canción su mirada se cruzó con la mía, sin intención para ella, pero yo, yo me quede mirándola embobado.
-Tiene talento sin duda.-me susurró Alice sin despegar la mirada en la chica.-Disfrutalo. Es mi regalo de cumpleaños.-me dijo, pero Emmett la miró con mala cara. El quería que fuéramos a una discoteca. Claro, este tipo de festejos en MI cumpleaños no los iba a tolerar. ¿Por qué siempre quieren hacer las cosas que yo justamente no quiero hacer? Parezco que no fuera de la familia, un bicho raro entre la manada.
-Te lo agradezco, Alice.-le respondí después de un momento. Me quede mirando a la chica de la tarima. Estaba seguro que ese nombre ya lo había escuchado en alguna parte pero ¿Donde? Ninguna de las canciones que ella había nombrado suyas las reconocí pero habían unas que si, eran de grupos muy modernos.
Su voz, su talento me dejaba atónito. No dejaba de verla y Alice y los demás se quedaban viéndome de a momentos. Creo que ya notaron lo atento que estaba hacia la chica.
-Edward, sierra la boca que estas babeando.-se burló Rosalie pero yo la ignoré y seguí viendo a la chica de la tarima, no sé si por lo menos parpadeaba. Ese grupo verdaderamente era asombroso.
-Si tanto te gusta anda y habla con ella.-me dijo Alice empujándome para que me levantara.
-No molestes y además, todavía no ha acabado, no me voy a subir al escenario.-le dije de mala gana aunque si quería conocerla, no era una mala idea. Alice no dijo nada y siguió observando el show.
La última canción terminó rápido con la chica cantando sola, con el violín, una canción en el piano que ella tocaba. ¡También tocaba piano! Ella sí que era talentosa. ¿Qué hace esa chica aquí? Debería estar un lugar mas...digno de ella. No digo que este mal, sino que podría estar en…Times Square por ejemplo. No en un bar restaurante.
Eran las diez y media de la noche cuando acabaron. Eso significa aburrimiento para mí. Me había quedado estupefacto ante esa chica, que se lucia ante mí, bueno no era el único aquí pero sentía que cantaba para mí. Podía estar obsesionado con ella pero no me importaba, tenía que conocerla, saber más de ella, conocerla. ¿Cuál era su edad? Lucia de diez y siete o diez y ocho años.
-Ya bajó. Anda conócela.-me animó Alice y yo sin pensarlo le sonreí y me dirigí hacia una mesera para que me guiara hacia Bella.
-Buenas noches señorita. ¿Me puede decir donde se encuentra la muchacha que estaba cantando? Se llama Bella Hudson.
-Ah, sí, la señorita Bella. Ella se encuentra en su camerino pero tiene visita, así que con gusto puede esperar e intentar hablar con ella. Yo asentí con la cabeza y la camarera me guió como había predicho. Al llegar me encontré con una puerta rosada claro que decía Hudson.
La señorita que me guió, me miro por unos instantes, se giró y caminó. -Si necesitas algo solo búscame.-me dijo con una voz amigable antes de desaparecer al final del pasillo
-Gracias.- le dije casi ignorándola y ella se marchó.
Encuentrame tambien en: Youtube: Alisonmusics
Facebook: Alison Eisly
Twitter: Alisonmusics
