Mi primer fic...hace tiempo que queria subirlo. Primero agradesco a todos los otros escritores, son mi inspiracion sigan con ese gran trabajo, espero que les guste y si no...sorry
-Lo siento…Endo. Pero yo…creo que no puedo ser tan fuerte como tú.- Le dijo a su amigo mientras dejaba el muelle y a su capitán atrás.
Dark Emperor.
Prologo.
Kazemaru había decidido irse, no podía soportar más esta lucha sin sentido. Al comienzo habían sido Handa, Max y los demás, después Someoka y Goenji, ahora Fubuki. Por más que entrenara, por más que se esforzara, por más fuerte que se volviera, no importaba, el ciclo seguía repitiéndose, apenas derrotaban a un equipo enemigo del instituto Ariea, otro más fuerte aparecía listo para aplastarlos. No podía soportarlo más, todos esos golpes habían acabado con su espíritu de lucha y amenazaban su corazón.
Ya estaba atardeciendo, se encontraba en una fría habitación de hospital, frente a su querido amigo albino, aquel que le enseño a ser como el viento, yacía todavía inconsciente después de haber recibido la "navaja meteoro" de Grant. Kazemaru solo podía mirarlo impotente, no había sido capaz de hacer nada. No se percató de todo el sufrimiento que había pasado desde la partida de Someoka. ¡¿Que no era su amigo?No había hecho nada, se sentía como un inútil.
-Fubuki…-le susurro- por favor perdóname, al final yo nunca pude ser como el viento…te falle a ti…y a Raimond.-
Después de despedirse de su amigo, abandono el hospital y camino lentamente hacia la caravana relámpago, quería irse de allí lo antes posible, pero quería posponerlo lo más que podía. En realidad en ningún momento estuvo seguro de su decisión, recordaba todos los buenos momentos que vivió como el número 2 de Raimond, pero apenas esos recuerdos le animaban, aparecían en su cabeza su enfrentamiento con Tormenta Géminis, Épsilon…Génesis, y volvía a ver los rostros sufrientes de todos sus amigos mientras el mismo se sumía en un terrible sufrimiento.
"Fubuki, Kido, Goenji…Endo…por favor perdónenme, pero no puedo más".
Finalmente llego a la caravana, no había nadie ni sabía dónde estaban pero era un alivio, lo que menos quería era dar explicaciones ni duras despedidas. Tomo tranquilamente sus cosas y ya se dirigía a salir de la caravana cuando su capitán le cerró el paso colocándose firme en la puerta del bus.
-Endo…-
-Kazemaru, por favor no te vayas- le imploro con tristeza su capitán- Raimond te necesita, no podemos ganar sin ti. Te prometo que derrotaremos al instituto Ariea…juntos. Solo debemos volvernos más fuertes…ya verás que si nos esforzamos todo saldrá bien.- intentaba mostrarse confiado, sonar optimista y sonreírle, pero solo había logrado regresar a la misma situación del muelle. Kazemaru le respondió con una mirada triste sin rastros de ese ánimo que mostraba cuando recién se había unido al club.
-Endo…lo siento pero yo…yo no puedo más, Raimond no necesita de un debilucho que ya ni siquiera puede pelear.- le respondió mientras se habría paso a través de su compañero para salir del bus, sin siquiera mirarlo a los ojos.
-te equivocas!- le grito el castaño al momento que lo agarraba del brazo intentando detener su partida a cualquier costo- Kazemaru, no eres un debilucho, eres una de las personas más fuertes que he conocido, eres quien más me ha apoyado durante todos estos partidos…siempre, siempre te he admirado por todo el esfuerzo que brindas en cada jugada, por tu amor a Raimond.-
El peli azul no pareció reaccionar, Endo comenzaba a desesperarse, tenía que hacer algo, no iba a dejar que se fuera.
-Por favor, Kazemaru…no te vayas, eres mi mejor amigo- le insistió, sin el ánimo de siempre, sino que con un gran pesar en sus palabras- por favor no te vayas…que no recuerdas todo lo que hemos pasado...las veces que practicábamos juntos cuando nadie del club se animaba a hacerlo, cuando te uniste al equipo, nuestro duelo con el instituto imperial…incluso ganamos la Football Frontier. ¡¿Todo eso para terminar así? ¡¿Que no significo nada para ti?-
-Endo…lo siento- finalmente le respondió su compañero mientras se desprendía del agarre de su capitán al momento que una lagrima recorría su mejilla- pero es por todo eso que no puedo seguir, todo lo que vivimos juntos es lo más importante para mí, Raimond lo es todo para mi…pero…todos estos combates...lo he perdido todo. Max, Handa, Someoka, Goenji, todos nuestros amigos y compañeros, no sabes cuánto los extraño, cuanto deseo que esto termine para volver a jugar futbol con ellos…como antes. Pero ahora Fubuki también ha…-no quería seguir, su voz sonaba cada vez más acabada y quebrada-y Génesis, esto no tiene fin, mientras más siga, más de nosotros correremos la misma suerte.-
Los invadió un grave silencio, ninguno de los dos se movía, estaban perdidos en las últimas palabras que el peli azul había dicho. Desde la distancia dos figuras observaban la escena, ninguna con el suficiente valor para intentar involucrarse. Una era la entrenadora Hitomiko, observaba con preocupación a los dos, parte de ella no quería que Kazemaru dejara el equipo, pero por otro lado no podía obligarle a quedarse contra su voluntad y menos si perdió todo deseo de jugar futbol, con un ojo miraba a un chico perdido, con el otro a un jugador inservible, no supo responder si estaba tomando la decisión correcta. El otro era el pequeño Kurimatsu, no alcanzaba a escuchar lo que sus compañeros decían, pero por lo que veía temió lo peor.
-¿Por qué, Kazemaru-san?- murmuro a sus adentros con ojos llorosos.
...
Finalmente Endo, sin poder soportar más el silencio, apelo a la razón por la cual se habían conocido y por la cual todos estaban ahí en ese momento, en esa lucha insoportable.
-Kazemaru…¿No amas el Futbol?-
El peli azul finalmente se dio vuelta y encaro a su capitán a los ojos. Sus ojos almendrados se encontraban nublados por las lágrimas y la tristeza, los de su capitán no se encontraban en mejores condiciones, pero una cosa los diferenciaba: esperanza, los ojos del peli azul carecían de esperanza.
-¡¿Cómo puedo amar algo que me lo ha quitado todo?- le grito histérico, pero cuando vio el rostro exaltado y descorazonado de su amigo y capitán se retractó de haberlo hecho.
-Endo, perdóname- siguió después de una leve pausa, intentaba remediar lo que le dijo intentando sonar más comprensivo, intentando retractarse, aunque por más que lo evitara sabía que así era como se sentía-…pero por favor no me pidas que siga, no puedo más…no puedo soportar más esto… ¿Qué pasa si tú eres el siguiente? Eres mi mejor amigo, si te llegara a pasar algo por culpa de estas batallas…nunca podría perdonarme, no podría vivir con algo así…por favor…no me pidas que siga.-
Fue lo último que alcanzo a decir, con la voz casi apagada, la mirada baja y lágrimas cayendo por su rostro. Se dio media vuelta y se marchó lentamente pero con paso decidido, sin mirar atrás.
Endo se quedó observando como su amigo se perdía entre los edificios y el ocaso, parte de él quería alcanzarlo y retenerlo en la caravana aunque sea a la fuerza, pero sus pies no le respondieron, en el fondo sabía que eso le haría un gran daño tanto a él como a sí mismo. Aun escuchaba su respuesta, un grito que parecía provenir desde lo más profundo de su corazón. ¡¿Cómo puedo amar algo que me lo ha quitado todo?
Esa es la gran diferencia entre Naruto y Endo (no se por que siempre los comparo? debe ser la voz). Y eso...espero que les haya gustado, y por favor no dejen de leer y escribir
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