Capítulo 1: Magnolia.
Caminó observando su alrededor con una ceja levantada e inclinando la cabeza hacia un lado, extrañada y confusa. Nada más pisar la ciudad de Magnolia, supo que algo estaba fuera de lugar, algo no encajaba del todo. Miró de reojo a sus compañeros para verificar si no era la única que lo notaba, si no estaba comenzando a ver cosas. Al parecer no, porque todos se encontraban con una gotita de sudor y con el ceño fruncido inclinando -como ella- la cabeza, mirando a todos los lados. Lucy confusa, miró otra vez las calles de Magnolia, llenas de gente. Todo normal hasta ahí, pensó la chica. Pero lo extraño era, que TODAS las personas que caminaban por la acera, TODAS iban en pareja. A parte de ese dato, TODAS esas parejas, se besaban, se abrazaban o simplemente, se cogían de la mano –desprendiendo su amor-. Otra cosa extraña que notó –y estaba casi segura de que no solo ella- fue las banderillas de corazones que entrelazaban los edificios y las flores, que decoraban toda la calle principal y la catedral Kardia. Era un ambiente un poco empalagoso. Ella se consideraba una persona romántica, pero aquella situación era demasiado.
A su lado, Wendy –que hacía rato que no respondía- se sonrojó muchísimo hasta el punto de casi confundirse con un tomate y giró su cabeza hacia otro lado, evitando mirar –sin éxito- a la pareja que se lo montaba contra una pared cercana, echando humo por las orejas. Lucy, frunció el ceño y soltó una risita nerviosa. Hay algunas personas que no tienen vergüenza pensó.
-¿Nos habremos equivocado?-Preguntó en voz alta la chica de cabellos rubios aun con la gotita de sudor, mientras se rascaba la nuca. Mirando a la pareja.
-No, esta es Magnolia- Le contestó Charle con cara de asco y cruzada de brazos, sentada en la cabeza de la pobre –y traumada- Wendy. La pequeña Dragon Slayer del Cielo, temblaba como un flan y balbuceaba cosas inaudibles señalando a los dos que se besaban.
-Sí, pero… Está un poco diferente - Le dijo a la exceed de color blanco, Gray. El mago de hielo, que aún no se había dado cuenta de su desnudez, caminaba al lado de la pequeña Dragon Slayer, con los brazos cruzados.
-Solo nos hemos ido tres días- Informó Lucy contando los días con los dedos- Debe haber pasado algo, para que esta gente este así de…extraña.
-A lo mejor ha sido obra de Juvia, para ganar el amor de Gray- Sugirió Happy encogiéndose de hombros, revoloteando al lado de Lucy. Gray sintió un escalofrío recorrerle la espalda, haciendo que diera un respingo al recordar cómo había acabado en el mar por los intentos de la maga de agua por conseguir su amor.
-Mal asunto- Suspiró Charle, negando con la cabeza. Lucy asintió, completamente de acuerdo con la exceed.
-¿Creéis que será contagioso?- Preguntó Natsu manteniéndose al margen de la conversación, mirando con asco como la pareja de la pared se iba a un callejón oscuro.
-No lo sé, espero que no- Le respondió Gray al chico de cabellos rosas, echando una mirada al callejón con una gota de sudor en la nuca- Pero será mejor que nos apresuremos, por si acaso. A lo mejor en el gremio saben algo- Natsu le miró unos segundos para después poner –otra vez- una mueca de asco- ¿Y ahora qué te ocurre, cabeza de lava?-Preguntó con cansancio, el mago de hielo. Estaba más que harto del mago de fuego.
-Prefiero continuar viendo cómo se devoran esas personas las unas a las otras que seguir viéndote desnudo- Dijo el Dragon Slayer de fuego, cogiéndose la boca para evitar vomitar. Parecía que Natsu tenía otra nueva enfermedad –aparte de la del movimiento- llamada Gray.
Ante su comentario, sus compañeros –excepto Gray y Wendy- suspiraron con cansancio y se encogieron de hombros, siempre era lo mismo, nunca cambiarían aquellos dos. Que mente más infantil tenía cuando quería Natsu, pensó Lucy refiriéndose a su comentario sobre que aquella pareja se devoraba. Aunque pensándolo mejor, en parte, tenía razón. El mago de hielo, observó su torso y gritó sorprendido.
-¿¡En qué momento…!?-Exclamó el chico de cabellos negros mientras se giraba y salía corriendo en la dirección contraria a la que el grupo estaba yendo, buscando las ropas que había dejado tiradas por alguna parte.
-¡Gray!-Gritó Lucy al chico, girándose a la vez que paraba sus andares, viendo como el chico desaparecía en el horizonte- Y se fue- Dijo bajando la mano. Volvió a suspirar- Espero que no le pase nada. En fin, vamos a Fairy Tail.
…
Los tres magos y los dos exceeds, se encontraban parados a las puertas de Fairy Tail, con la boca bien abierta y en su rostro una gran mueca de sorpresa. No solamente estaba el ambiente en las calles extraño, si no que en su gremio también. Cada vez, Lucy pensaba que toda aquella situación había sido obra de la loca seguidora de Gray. Y era normal que lo hiciera, debido a sus incontables veces en que la maga de agua había llevado a Fairy Tail casi su total destrucción –nada nuevo, en realidad- por el mago. Pero algo hacía que la maga celestial no estuviera tan segura, en decir, al cien por cien. Juvia no se tomaría la molestia de decorar toda Magnolia y envenenar –o lo que fuera que hiciera- a los ciudadanos para que Gray le prestara atención ¿no?
Fairy Tail, se encontraba igual o peor que las calles. A la entrada, el cartel donde se veía el nombre del gremio, era tapado casi por completo por flores y corazones de todos los colores posibles, casi ni se podían ver las letras. Si entrabas en el terreno del gremio y seguías el camino que daba de la entrada a la puerta del edificio, unas hileras de –todavía más- flores te daba la bienvenida. No contentos con eso, también en las paredes del edificio colgaban banderines con corazones y ángeles, hasta llegar al punto de que no se podía distinguir qué era pared o qué era decoración.
Esto es pasarse, pensó Lucy, con una gota de sudor en la nuca.
-Happy, Lucy, Wendy, Charle- Les llamó el mago de fuego, provocando que todos despegaran su cabeza para mirarlo. En el rostro del chico se podía ver terror y miedo. Giró si cabeza para mirarlos- Están perdidos, no hay esperanza para ellos. Será mejor que nos vayamos y vivamos en un bunker- Dijo con horror, soltando lagrimitas. Alzó su mano y extendió el índice y el pulgar –la seña de los magos de Fairy Tail- y se giró, caminado en dirección opuesta del gremio- Os tendré siempre en mi corazón, chicos.
Este tio se está pasando también, pensó Lucy con los ojos entre cerrados. De repente, se sintió muy cansada, debido al agotamiento mental. Observó cómo su compañero caminaba a paso lento, como si tuviera una enorme carga en su espalda. Menudo dramático
-¡Natsu, espérame, no quiero quedarme aquí!- Lloriqueó Happy, volando rápidamente hasta él, uniéndose a la película que había montado el Dragon Slayer.
Aquello termino por cabrear a Lucy -que llena de furia- cogió del cuello a los dos chicos y los arrastró hasta la puerta de Fairy Tail, seguida de una Wendy aterrorizada y de Charle. Natsu y Happy, lloriqueaban suplicando a la maga que no les obligara a entrar agarrándose a lo que podían, pero no eran rival para ella. Lucy sintió como la vena de su sien aumentó de tamaño al ver como se arrodillaban y le imploraban desde el suelo, pero de un golpe en la cabeza a los dos logró con éxito callarlos momentaneamente. Armaron tanto alboroto, que desde dentro del gremio se podía escuchar perfectamente los lloriqueos y gritos de los magos, provocando que las puertas se abrieran y saliera una Mirajane confusa. La chica de cabellos blancos, inclinó la cabeza al observar como Lucy tenia cogido de la solapa a Natsu con la mano derecha mientras que la mano izquierda estaba alzada en forma de puño, preparada para arrearle al mago. Junto a Natsu se encontraba Happy, asustado, con las patas cubriéndose los ojos. Como era de esperar, la albina, no se imaginó nada bueno.
-Vaya, Lucy- Habló la chica con las manos en las puertas, levantando una ceja, interrumpiendo la disputa- No sabía que te gustaba ese tipo de cosas-Lo dijo de tal forma, que logró que la maga celestial se le subieran los colores y soltara al otro mago. Este cayó de espaldas al suelo, soltando un pequeño "Ay"
-¡Mira!-Exclamó muerta de vergüenza, Lucy. Cogiéndose la cara toda roja.
-Mira-Exclamó también el exceed de color azul, levantando una pata en su dirección, fingiendo estar herido- Lushi es muy mala… Ayudame…
-¡Serás estafador, estúpido gato!-Gritó la maga acercándose a Happy, otra vez enfadada, olvidándose de la maga que se encontraba en la puerta. El exceed se levantó corriendo y voló para situarse detrás de Mirajane. La mujer de cabellos blancos, cogió al exceed en brazos y comenzó a acariciarle diciéndole "Tranquilo, ya estoy yo" mientras le lanzaba una mirada acusatoria a Lucy. La chica de cabellos rubios, suspiró cogiéndose el puente de la nariz con una mano mientras pensaba que un día de estos, los dos harían que le diera un ataque al corazón.
Un grito en la lejanía hizo que el grupo que se encontraba a las puertas de Fairy Tail, mirara hacia dónde provenía aquel sonido. En el horizonte se podía ver como una nube de polvo avanzaba a gran velocidad hacia ellos, sin intenciones de parar. Al cabo de unos segundos, entre aquella nube de polvo, se pudo distinguir a Gray. Y a un grupo bastante grande de mujeres que lo perseguían. El pobre mago de hielo, corría por su vida, huyendo de las nuevas Juvias.
-¡AYUDADME!-Se podía escuchar decir a Gray, desde la lejanía, que cada vez, se iba acercando más y más.
-¡Gray!-Exclamó Lucy, viendo en la situación tan complicada en la que se encontraba el mago. La mujer rubia se giró hacia sus dos compañeros y los miró con determinación- Debemos ayudarlo.
-¡Aye sir!-Gritó Happy con energía, saliendo de los brazos de Mira que miraba al grupo de mujeres con una gota de sudor en la nuca. Natsu, miró a Lucy y le levantó el pulgar, sonriendo.
-Vosotras dos también- Les dijo Lucy a Wendy y Charle. Las dos, dieron un respingo, al ser llamadas.
-¡Aye!- Respondieron estas asintiendo, motivadas.
Happy cogió a Natsu y Charle a Wendy. Ambos Exceeds alzaron el vuelo y se dirigieron hasta donde Gray corría como un loco, casi llorando del miedo. Lucy, por su parte, corrió hasta la entrada donde se paró para observar la situación. Las chicas estaban a unos metros por detrás de Gray, por lo que debía conseguir separar al grupo del chico sin hacer ningún daño o destrucción. Lucy suspiró con cansancio dándose cuenta de que con Natsu, el no haber daños colaterales era como si lloviera a cantaros en pleno junio. De todas maneras, debían intentarlo. Alzó la cabeza y miró a las parejas que volaban por el cielo.
-¡Que uno de vosotros coja a Gray! ¡Los demás que me ayuden a bloquearles el paso!-Les vociferó a bastante distancia, pero como Natsu y Wendy, eran Dragon Slayers, le oyeron perfectamente.
Wendy junto con Charle, volaron hasta donde se situaba Gray mientras que Natsu y Happy, se quedaron un poco más atrás, tratando de separar el grupo de chicas, que se encontraba demasiado cerca del mago. La Dragon Slayer y la exceed, bajaron un poco para ponerse a la altura de Gray. Wendy estiró su mano hacia el hombre que corría, pero se dieron cuenta una vez que cogió la mano de Gray y tiró hacia arriba, que la pobre exceed no podía con dos personas. Para colmo, las chicas se dieron cuenta de lo que trataba de hacer y furiosas, comenzaron a tirarle objetos a la chica y a la exceed. Ambas, se alzaron esquivando los proyectiles.
-¡No puedo con dos personas!-Anunció en voz alta, Charle, volando sobre Gray ahora fuera del alcance de las acosadoras.
-¡Y no podemos acercarnos!- Dijo también en voz alta, Wendy.
-¡Happy! ¡Déjame en el suelo y ayuda a las chicas!-Gritó Natsu al exceed. Tenía un plan.
-¿Qué tienes en mente?-Preguntó este.
-Tu coge a Gray y Wendy junto con Charle, desviarán los objetos- Le dijo el Dragon Slayer, mirando como el mago que corría comenzaba a ser alcanzado por el grupo.
-¿Y tú que harás?-Preguntó Happy acercándose a las dos chicas.
-Trataré, junto con Lucy, de separar al grupo- Le dijo sonriendo.
Happy se quedó unos segundos en silencio y esbozó una sonrisa. Natsu siempre se salía con la suya. El exceed voló hasta donde se encontraba Lucy, cambiando la trayectoria, y dejó a Natsu en tierra. Con una batida de alas, alcanzó a la Dragon Slayer y Charle.
Lucy ya había ideado un plan para separar a las chicas de Gray, cuando vio como Happy volvía hacia ella. Frunció el ceño y miró extrañada a Natsu, el cual ya tenía los pies sobre la tierra. El hombre de cabellos rosas le contó lo que había sucedido y el plan que les había dicho que siguieran para separar a Gray de las chicas. La mujer asintió de acuerdo con su plan. Giró su cabeza y miró al grupo. Sacó una llave de su cinturón y la elevó en el cielo, gritando:
-¡Ábrete, puerta de la Doncella! ¡Virgo!- Ante su llamado, apareció una mujer vestida de sirviente con cadenas en las muñecas. Abrió los ojos, inexpresivos y miró a los dos magos.
-¿Es hora del castigo, princesa?-Preguntó inclinando la cabeza, sin emoción.
-¡No!- Le contestó la maga estelar, echando humo por las orejas. Señaló al grupo de chicas y a Gray- Virgo, por favor, dificulta la persecución- Le mandó.
-Como dese, princesa- Asintió Virgo, inclinando su cuerpo, haciendo una reverencia. En un abrir y cerrar de ojos, desapareció en una nube de polvo. Se podía escuchar cómo había empezado a cavar.
Al disiparse la nube, Lucy y Natsu, pudieron ver como Virgo había cavado un gran agujero delante del grupo de las chicas. Alzaron sus cabezas y miraron al cielo donde se podía ver como Happy había cogido al mago de hielo y Wendy y Charle, con el rugido de la primera, habían logrado detener el ataque de las acosadoras. Como era de esperar, todas, cayeron al agujero como si fueran una catarata. Lucy sonrió, victoriosa.
-¡Bien hecho, Virgo!-Exclamó contenta. A su lado Natsu, se cruzó de brazos, murmurando de mal humor que no había hecho nada.
Pero pronto, la sensación de victoria se filtró como el agua de un váter al ver cómo, desde la lejanía, las chicas, habían hecho una escalera humana y comenzaban a salir del agujero. Lucy no perdió ni un segundo y sacó otra llave, mientras Virgo desaparecía en una nube diciendo "Hasta la próxima, princesa". La rubia repitió el mismo proceso y gritó desesperada:
-¡Ábrete, portal del carnero! ¡Aries!- De una nube, salió una mujer de pelo rosa donde sobresalían unos cuernos, con un vestido hecho de lana.
-¡Lo siento!-Gritó el espíritu estelar, con un ligero balido.
-¡Aries, por favor, para a esas chicas!-Gritó Lucy señalándolas. Las acosadoras, comenzaban a correr en su dirección, ahora, hechas una furia.
-¡Voy! ¡Lo siento!- Juntó sus manos y de ellas, salió un "chorro" de lana rosa.
La lana rosa, se fue acumulando hasta crear un muro alto, separando el grupo de magos de las acosadoras. Lucy suspiró aliviada, pero el alivio duró poco, porque al cabo de unos segundos, una mano salió por encima del muro. Las chicas habían empezado a escalar el muro de lana.
Al lado de Lucy, Natsu sonrió y comenzó a caminar hasta el muro de lana. Mientras lo hacía, giró su cabeza y miró a la maga.
-¡Ahora me toca a mí!-Dijo motivado, con fuego saliendo de su boca. Lucy resopló y sonrió.
-¡Cuento contigo!-Le animó alzando el pulgar. Atrás de la chica, se encontraban el resto del grupo. Al escuchar la conversación, Happy junto sus patitas y mientras enredaba la lengua dijo "Se guuustaaan". La rubia se giró hacia el exceed y con las mejillas coloradas, le gritó-¡Te equivocas!
Para cuando dirigieron sus miradas hacia el mago de fuego, este estaba envuelto en llamas dándole un aspecto realmente aterrador. Las chicas, que habían bajado del muro de lana, al verlo, gritaron espantadas y girándose, comenzaron a subir el obstáculo con urgencia y miedo. Y así fue, como Natsu demostró -aun siendo un método un poco ortodoxo- lo fácil que era ahuyentar a las acosadoras.
-¡Lo conseguimos!-Gritó el Dragon Slayer, saltando como si fuera un mono. Todo él lleno de felicidad.
A las puertas de Fairy Tail, Lucy y los demás lo observaban con una gota de sudor en la nuca. Había sido demasiado fácil. Pero al fin y al cabo había funcionado. Como diría Erza Scarlet: Digno de Natsu.
…
Lucy observó con alivio como el interior de Fairy Tail se encontraba como siempre, nada había cambiado, todo se encontraba en su sitio. Bueno, excepto los magos que trabajaban en el gremio. Todos estaban sentados mirando al escenario, esperando algo. Aquella espera hacia que corriera un inusual silencio y tranquilidad, pillando por sorpresa a los recién llegados. Mirajane ando hasta colocarse al lado de la rubia.
-Habéis llegado justo a tiempo. El Maestro quiere dar una noticia- Les notició la peliblanca, con la sonrisa dulce de siempre. La mujer señaló una mesa vacía- Coged asiento, por favor.
-¿Es sobre lo que pasa a Magnolia?-Preguntó Wendy mirando a Mira, al lado de Lucy. En sus brazos –como siempre- estaba Charle, que observaba con una mirada inquisitiva el lugar.
-Sentaos y ya lo veréis ¿vale?- Mira no contestó a la pregunta de la niña. En vez de eso, alargó su sonrisa e inclinó su cabeza hacia un lado. Dándole aspecto de "dulce".
Con ganas de seguir viviendo, Lucy captó el mensaje y empujó a su grupo hasta la mesa que estaba libre. Una vez todos sentados, aguardaron como el resto hasta que las luces que iluminaban el lugar se apagaron. Tras unos segundos a oscuras, una luz iluminó el escenario, donde se encontraban Mirajane, Erza y el Maestro de Fairy Tail, Makarov. El hombre de poca altura, dio un paso hacia delante y saludó a todos, mientras las dos mujeres que se encontraban detrás de él permanecían quietas. Todos los magos de Fairy Tail, observaban curiosos y confusos al Maestro, sin comprender la finalidad de aquella extraña reunión.
-Ya os habréis dado cuenta de que Magnolia y el gremio se encuentra un poco extraña- Les dijo el anciano a todos ellos. ¿Un poco?, pensó Lucy levantando una ceja. El Maestro continuó- Bien, pues todo tiene un motivo…-Dejó que todos agonizaran con la intriga unos segundos, hasta que sonrió. Entonces, hizo una señal a Erza y esta, mostró un mando con un botón en el centro. Al ser presionado, detrás de ellos, apareció un cartel en el cual se podía leer "Concurso Fairy Love" junto con muchos confetis y flores de todos los colores- ¡Vamos a participar en un concurso que nuestro queridísimo alcalde ha propuesto para recaudar fondos para nuestra queridísima ciudad! ¡El Concurso Fairy Love! Ya que se acerca la fecha de San Valentín, hemos decidido hacerlo de este tema-Les explicó mientras sacudía el cuerpo de una forma extraña. Detrás de él, Erza y Mirajane, miraban al público con una mirada que hacía que muchos temieran por su vida. Algo tramaban aquellas dos. Y cuando se juntaban, eran peores que todos los gremios oscuros juntos.
Lucy tuvo un presentimiento un poco extraño. De alguna manera, sentía que aquel concurso le cambiaría la vida. Aquel concurso podía ser la clave de su futuro. Y el de muchos.
