Wola! Aquí os traigo esta historia que se me ha ocurrido. Si esperabais encontraros con Henry, me disculpo, pero ahora que ya he terminado los exámenes (hoy) podré continuar en plena forma con Henry Sn... ¡Henry a secas!

Ciao!


A Severus Snape nunca le había sucedido nada por el estilo. Se miró de nuevo, se concentró un momento. Pero no. Por más que lo intentaba, no se le levantaba.

"Esto no puede estar pasándome" pensó afligido.

Miró de nuevo la zona inerte con los ojos entrecerrados. Nada.

Así que, exasperado por la no cooperación de su cuerpo empezó a frotar violentamente la zona con la mano. Lo único que consiguió fue un enrojecimiento de la piel y llevarse unos cuantos pelos en el intento. Snape se los quitó asqueado.

"Genial. ¿Y ahora qué pasará con Potter?"

Snape se concentró en su alumno con la esperanza de que tan sólo pensando en él por fin reaccionara y se levantara por sí sola, como tantas otras veces al pensar en el muchacho.

Pero esta vez no funcionó.

Ahora sí que estaba irritado de verdad. Si no se le levantaba en el momento crítico, haría el ridículo ante su alumno. ¿Habría perdido facultades?Pensó en Draco Malfoy, seguro que a él no le pasaba nunca. ¡Le había visto hacerlo tantas veces!

Por fin, tomó una resolución. Se puso la capa para no enfriarse. Iría a ver a la única persona en quien podía confiar para tales casos.

Nada más entrar en el despacho de Dumbledore soltó a bocajarro:

-No se me levanta.

Albus Dumbledore se quedó petrificado al oírle y sólo pudo murmurar.

-¿Qué?- entre sorprendido y asustado.

-Lo he intentado todo. He practicado frente al espejo, la he frotado, he pensado en Potter... pero aún así, no se me levanta.- luego fue corriendo a coger al anciano y gritarle con desesperación- ¡Tienes que ayudarme!

Albus alejó al profesor todo lo que pudo de sí. Estaba muy agitado, nunca le había visto así. Le lanzó una mirada evaluadora y finalmente decidió preguntar con cautela:

-¿Qué es lo que no se te levanta?

Snape le miró de hito en hito. ¿Pues qué iba a ser?

-¡La ceja! No sé qué pasa, pero si no consigo levantarla no será lo mismo. ¿Quién me tomará en serio? Está como... no sé, anquilosada.- Snape se llevó la mano a su insensible ceja.

Albus soltó el aire que había contenido sin querer, aliviado. Sonrió al profesor.

-Ah... por un momento pensé que te referías a otra cosa. Bueno, Severus, no creo que sea tan importante.

-¿Cómo que no¿Cómo acompañaré entonces mis muecas siniestras, mi voz de escepticismo, mi... todo?

Albus despachó a Severus recomendándole ir a ver a Poppy de inmediato, tras lo cual se dejó caer en su sillón pesadamente.

¡Qué susto se había llevado!

No había pasado mucho tiempo cuando volvieron a llamar a la puerta.

-Pase.- dijo Dumbledore.

El visitante entró y Dumbledore le ofreció un caramelo de limón. Harry Potter declinó el ofrecimiento y se apartó el flequillo para que el Director pudiera verle bien la cara. Albus pudo ver entonces el rostro serio del chico que claramente contrastaba con su ceja derecha enarcada de un modo macabro.

-¡No consigo bajarla!- dijo al fin de manera innecesaria el muchacho.

Albus juntó las yemas de los dedos.

¿Qué haría ahora con uno que no podía levantarla y otro que no podía bajarla? Tal vez tuviera alguna relación todo ello. O tal vez no.

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Ahí os dejo con la duda de lo que pasará. Si os ha gustado¡decídmelo y seguiré! Por cierto, que se avecina slash...

Creo que es la historia más tonta que se me ha ocurrido hasta el momento... pero en fin, me parto yo sola escribiéndola.

Snape White
Miembro de la Orden severusiana

In Sev I trust