LOVE YOURSELF

I.-

-¿qué es esto?- exclamó una chica pálida, bajita de cabello oscuro corto con un tubo de tela entre sus brazos

-es un vestido Rukia-chan - decía calmadamente su nuevo jefe- tienes que usarlo en la recepción

-¡ah no! Lo siento Urahara-san, puedo ayudarte en cualquier cosa menos en esto

-¿entonces no quieres aprender?- cuestionó el hombre de sombrero con una sonrisa en la cara

La chica sólo pudo suspirar. Kuchiki Rukia estaba estudiando administración de empresas en Todai, pero como a cualquier estudiante le faltaba el dinero para sobrevivir y no quería pedírselo a su hermano que ya había hecho suficiente con pagarle un departamento cerca de la facultad, así que buscando entre los periódicos encontró el único empleo adecuado a su horario: un emergente host club escondido en el barrio pudiente de Tokio. Era una empresa extraña pero podía sacar algo de conocimientos, por lo menos mas que si estuviera trabajando en un local de comida rápida.

El único problema era su jefe. Se notaba una persona agradable pero estaba segura que en algún lado un pervertido oculto no dudaba en salir o sea ¿a que loco se le ocurre contratar a estudiantes para un club de compañía? Por lo menos a ella no le tocaba hacer de 'cortesana' porque el club iba dirigido a mujeres ABC1 con mucho tiempo libre y algo de calentura que quisieran pasar el tiempo con 'atractivosyvigorizantesjóvenes' como los había descrito el dueño del local.

-lo haré…- dijo cabizbaja

-gracias Rukia-chan, serás como mi mano derecha ¡te traspasaré todo mi conocimiento!

-si… si…- dijo desanimada- ahora podrías salir para cambiarme

Menos mal que no lo tuvo que sacar a patadas. Tras cerrar la puerta del pequeño camerino analizó el trozo de tela entre sus manos, si un mero trozo de tela porque ese tubo que apenas y lograba cubrir lo principal no podía llamarse vestido. De espaldas a la entrada se quitó la ropa y el sujetador y se puso esas medias negras tan apretadas.

Tomó el tubo, abrió el cierre y estaba por completar la difícil tarea de subirlo por su cuerpecito cuando sintió una voz tras ella

-oi! Urahara… ¿Dónde está…?

Se cubrió lo necesario apenas y lo noqueó de un golpe. El chico de cabello naranja quedó tirado en el piso ¡genial! Y eso que era sólo su primer día.