¡Hola!
He vuelto con esta historia de Lily y Snape.
Después de volver a leer los libros y ver las películas de Harry Potter, rezumaron nuevamente mis amarguras con respecto a Snape (mi personaje favorito junto a Luna Lovegood). Me desahogo con este fanfic, y decido cerrar el círculo con respecto a Harry… again.
Espero que lo interpreten como si la estuviera viendo a través de un pensadero. Es como me imaginaba la relación de ellos, si Snape no hubiera continuado su camino con los mortifagos.
Disculpen los errores ortográficos, la cursilería y por ser una historia románticona muggle poco mágica.
Gracias y disfruten ^_^
.
Cap. 01: Séquito
.
El Expreso de Hogwarts hacia su recorrido de regreso a King´s Kross. Después de un agitado para los aprendices de magos y brujas, en la escuela de magia y hechicería más celebres del país, muchos de ellos estaban deseosos de regresar al lado de su familia. Eran muy pocos los estudiantes que no ansiaban este momento, uno de ellos era Severus Snape.
- Malditos Sangre Sucia – siseó un chico alto y delgado, con unas grandes gafas estilo aviador – No puedo esperar a unirme a las filas del Señor Tenebrosos para acabar con esas lacras.
- Te aseguro Avery – pronuncio Mulciber con arrogancia, un joven de aspecto musculoso y mirada cruel– que mi primera víctima será esa sangre sucia de Mary McDonald – continuo mientras se reía - ¡AVADA KEDABRA!
Mulciber articuló estas palabras al tiempo que apuntaba con su dedo índice hacia el frente, donde una decaído Snape pegaba su tez cetrina contra la ventanilla de uno de los compartimientos del Expreso. Su aliento chocaba contra el vidrio, dejando que su mente divagara en recuerdos, sin importarle la conversación de sus amigos.
Avery y Mulciber intercambiaron miradas.
- Aun estas llorando por esa sangre sucia – se burló Avery.
- Cállate… - farfulla Snape sin siquiera dirigirle la mirada.
- Snape… - dijo Mulciber con ponzoña – después de este descanso comenzaremos nuestro último año…año en el cual seremos libres para ir al lado del señor oscuro…creo oportuno recordarte esto, debido a que hay muchos rumores…rumores que dicen que tu estas...
Snape lanzo una mirada desdeñosa a Mulciber, la cual impido que este continuara hablando.
- Para acortar ideas – Avery continua, haciendo una seña a Mulciber para que se sentara – este año es definitivo para todos nosotros….asi que espero que pongas en orden tus prioridades Snape, y decidas por fin donde están tus lealtades.
- ¿Lealtad? – por primera vez Snape levantaba su cabeza – yo lo decidí hace mucho tiempo…desde el mismo momento en que fui elegido en la prestigiosa casa de Slytherin, asi que no tengo porque aclarar mis ideas…y mucho menos con ustedes.
Los dos jóvenes sentados al frente de Snape no estaban del todo seguros de las palabras de este último, sobre todo por el hecho de que pensaban que este se pasaba la gran mayoría del tiempo tras las faldas de Lily Evans, una sangre sucia y para colmo de males, una Gryffindor. De todas formas lo jóvenes viajaron en silencio el resto del recorrido. Avery y Mulciber tenían asuntos importantes que atender por esa zona. Snape desconocía sus verdaderos propósitos, pero dándole poca importancia a los dos, este se despidió de ellos con un intercambio de miradas y cada quien siguió su camino cuando el tren llego a su destino.
Mientras todos los jóvenes terminaban de bajar del tren, el joven Severus espero un momento en el andén 9 ¾, escondido tras un columna, solo para ver bajar del tren a una joven delgada que tenía una hermoso y largo cabellera color rojo oscuro. La chica dirigió su mirada hasta donde se encontraba Snape, habían sido amigo tanto tiempo que ella podía detectar su presencia. Cuando lo ojos verdes se cruzaron con los negros ella le dedico una mirada fulminante, volteando rápidamente su cabeza para hablar con una compañera.
Ella se alejó de allí, sin mirar atrás.
Snape maldijo por lo bajo, y siguió su comino. Le esperaba un largo camino hasta su casa, donde seguramente sus padres lo recibirían con una acalorada pelea entre ellos, patrocinada por su hijo anormal (según su padre) y su empeño por seguir haciendo magia.
Mientras caminaba Snape recapitulaba todos sus desastrosos años en el colegio Hogwarts. En el primer año Lily había sido elegida como una Gryffindor y el un Slytherin, separándolos. La única forma de conseguirla era en el gran comedor, casualmente en los pasillos, y en dos clases que compartían (y siguieron compartiendo) durante todos estos años: Encantamientos y Pociones. Después de ello miles de malentendidos entre ellos siguieron zanjando una gran grieta entre ellos, sin mencionar al majadero de James Potter, quien no lo dejaba en paz ni un momento. Gracias a una estúpida jugarreta de él y sus amigos casi pierde la vida, el idiota de Potter intervino salvando a Snape y su pellejo al mismo tiempo, pero Lily lo vio como un acto heroico. Todo había salido mal, pues el solo seguía a la pandilla de James para demostrarle a Lily lo desagradable que ellos eran, y asi poder dejar de ver ese brillo que emanaba de sus ojos cuando hablaban de James (o eso creía ver Snape). Las entrañas de Severus se revolvieron.
Pero lo que en verdad le había dolido era la vergüenza que había pasado delante de todos…él sabía que Lily solo quería ayudarlo, pero no pudo evitarlo…no con tanto rencor dentro…no con tanto odio por los Gryffindor…no por todo estos años…solo un par de palabras salieron de sus labios…sangre sucia…y fueron dirigidas a Lily. Ella y Snape no habían hablado desde entonces, el trato de disculparse pero no pudo conseguir su perdón.
…Este año es definitivo para todos nosotros….asi que espero que pongas en orden tus prioridades Snape, y decidas por fin donde están tus lealtades…
Las palabras que Avery le dijo en el tren comenzaron a girar en su cabeza, como si estuviera viéndolas a través del pensador. Él tenía razón, Snape había deseado con todo su ser pertenecer a los mortifagos, un grupo que lo entendía, pero dejar a Lily detrás le destrozaba, él sabía que ella jamás lo seguiría.
Snape llego a su casa, se encerró en su habitación dando un portazo, dejando del otro lado los gritos de sus padres, los cuales ya no le aturdían tanto, ya no era un niño pequeño.
.
.
.
El calor de Agosto se expandía como una ola gigante, el césped de Spinner´s End estaba seco, su calles desiertas y polvorientas, libre de habitantes que escapaban de calor encerrándose en su habitaciones con aire acondicionado. Solo un joven alto y delgado, vestido con una camisa negra dos talla más grande y unos pantalones roídos del mismo color que la camisa, de piel pálida y aspecto sombrío caminaba por aquello lugares en dirección a un pequeño parque, donde había estado yendo durante dos semanas seguidas para encontrase con su mejor amiga Lily Evans tratando de lograr su perdón. No había funcionado.
Su paso se detuvo cuando vio a tres chicas sentadas en los columpios, eran Petunia y su amiga Nivaria Groom, y en una esquina estaba ella, la joven a la que tanto buscaba Snape, Lily Evans. Ella se encontraba con su mirada fija en el suelo mientras que las otras dos conversaban alegremente, relegando a Lily a un segundo plano, como siempre lo hacían.
Snape camino sigilosamente y se cubrió detrás de un árbol seco cerca de ellas. Después de unos minutos de espera, Severus pudo percatarse que Petunia y Nivaria se reían de algo, mientras el rostro de Lily se tornada de un rojo escarlata.
- ¡No lo puedo creer Petunia! – vociferó Nivaria – no lo puedo creer de la pequeña Lily – dijo maliciosamente a través de su chueca dentadura.
- Créelo – continuó petunia – ella siempre ha sido un fenómeno, no es de extrañar su atracción por personas tan anormales como ella.
Lily no decía nada pero Snape pudo notar como trataba de contener su ira. Petunia y Nivaria se alejaron dejando a Lily atrás.
Snape aprovechó la oportunidad y se acercó a ella.
- Ya vete Severus, no estoy de humor – dijo Lily a Snape una vez que este estuvo frente a ella.
- Lily, por favor… -
Snape estaba frente a ella con una expresión dolida, una que jamás le mostraría a otras personas.
- Sabes que esa palabras…yo no quería…- dijo Snape.
- Pues la dijiste – replico Lily – y eso nunca cambiara, al igual que tú y tus amigos, los mortifagos.
Lily se levantó del columpio, dispuesta a irse de allí, pero Severus sujetó su muñeca.
- Podría cambiar – dijo él.
- Sé que no lo harás – contradigo ella.
- Crees saber muchas cosas sobre mi – Snape soltó a Lily y apretó los puños – pero evitas profundizar en otras, no es asi…
Lily desvió la mirada.
- Tu sabes a lo que me refiero – prosiguió Snape – no espero lo mismo de ti, pero por favor no me alejes… tu eres…
Snape no continuo, su mandíbula estaba apretada y negaba a seguir hablando.
- Snape…- Lily le dio la espalda para evitar sus ojos – me asusta…me asusta el camino que estas siguiendo, no puedo seguir aquí contigo, mientras mis otros amigos sufren injurias y amenazas por parte de tu grupo de…de…
Pero no pudo terminar la oración, ella también se negaba a pronunciar más palabras, y se alejó.
...Este año es definitivo para todos nosotros….asi que espero que pongas en orden tus prioridades Snape...
.
.
.
