Título: Para siempre juntos
Género: Romance, humor.
Clasificación: K.
Advertencias: Ooc en Houtarou creo
Fandom: Hyouka (post anime)
Pareja: Oreki Houtarou & Chitanda Eru
Resumen: Su vida fue gris fue mucho, tiempo, ahora quiere hacerla rosa, para toda la vida, ¿conseguirá terminar este último misterio?
Disclaimer: Ni Hyouka ni sus personajes me pertenecen, estos y mi bello y amado Houtarou le pertenecen a Honobu Yonezawa.
- ¿De verdad vendrás, Oreki- san?! – preguntó Chitanda por el teléfono emocionada
- Si Eru, me han dado unos días libres por haber resuelto el último caso, y al parecer no hay mucho trabajo la semana próxima, por lo que fue más fácil que me dejaran ir, y ya te he dicho que me llames Houtarou – dije explicándole porque iría después de 3 meses sin vernos
- Sugoii, como esperaba de Or- Houtarou- kun, hace solo 2 días que empezaste con ese caso – dijo ella alabándome, casi podía ver sus ojos violetas brillando con emoción
- Fue solo suerte – dije restándole importancia, para bajar mi vergüenza – entonces, estaré allá mañana por el mediodía, me gustaría verte en el café al que fuimos la primera vez, tengo algo importante que decirte
- ¿Algo que decirme?, mmm… bien estaré ahí, nos vemos Houtarou- kun… te amo– dijo despidiéndose y haciéndome sonrojar
- Bien, no llegues tarde, t-también te amo Eru, sayonara- dije sintiéndome ruborizar aun mas, solo ella conseguía hacerme esto.
- Sayonara- dijo finalmente y colgó.
Mi nombre es Oreki Houtarou, estoy en el servicio para terminar mi carrera de policía criminalista en la Universidad de Tokyo. Chitanda Eru y yo tenemos 4 años en una relación de novios, solo que la mayoría de esta ha sido a distancia, porque ella se quedó en nuestro lugar de origen, ayudando en su casa para ser la cabeza principal del negocio de su familia.
Se preguntarán como alguien tan ahorrador de energía y, si, flojo, como yo, pueda estar en algo tan agotador como un noviazgo, fue algo que solo se dio en el momento adecuado.
-Flashback
Entré a nuestro salón del club clásico, quería dar una última ojeada a ese salón en el que pasamos por tantas cosas y descubrimos tantos misterios que no olvidaré.
Entonces ahí estaba ella, con la mirada hacia la ventana como la primera vez que la vi. Volteó hacia mí, pero por alguna razón sus ojos tenían una tristeza y preocupación que no le había visto nunca antes.
- Ohayo, Oreki- san- dijo con voz baja – y-yo ya me iba, espero que te vaya muy bien e-en tu carrera, sayonara – dijo levantándose y pasando junto a mi, pero la detuve sosteniéndole un brazo
- Chitanda, tú no eres así, ¿Qué te pasa? – pregunté sin poder evitarlo
- Y-yo, Oreki- san – dijo y sus ojos empezaron a llenársele de lágrimas – mi padre quiere casarme en un mes con el hijo de una familia que tiene empresa importante – dijo con desesperación – ¡y-y no tengo opción!
En ese momento no pensé en nada más y la abracé poniendo su cabeza en mi pecho – Eso no sucederá Chitanda – dije con seguridad – No lo permitiré
- P-pero, mi padre dice que sin ese matrimonio no habrá forma de fusionar las empresas
- No te preocupes, encontraré una forma de que su negocio salga ganando, sin necesidad de que te cases – dije acariciándole la cabeza
- Oreki- san, ¿Por qué eres tan bueno conmigo?, yo solo te causo molestias con mi curiosidad y te meto en problemas – dijo separándose un poco y mirándome a los ojos
Entonces me puse a pensar en todo, en la forma en que ella me miraba, en que ella me convertía en "la fuerza" del tarot, porque yo hacía lo que me pedía, solo por verla feliz, pero sobre todo en lo que ella significaba para mí, ya no podía negarlo, la amaba, y si no actuaba ahora podría serme arrebatada, o tal vez cuando me fuera ella encontraría a alguien más, tenía que dejar las cosas claras.
- C-chitanda yo – dios porque esto tenía que ser tan bochornoso – yo te quiero, te quiero junto a mí y no junto a nadie más – dije ya con la cara roja y no sabía dónde meterme
Ella abrió los ojos y su boca hizo una "o", a la vez que su cara se volvía furiosamente carmesí de la misma forma en que pasó cuando se desmayó por culpa de los chocolates de vino, volvió su cabeza unos segundos hacia abajo, como si sus pies le dirían que hacer, y después volteó hacia mí con sus ojos de curiosidad.
- ¿D-desde cuando sientes esto, Oreki- san? ¡No puedo dejar de pensar en ello!- dijo acercándose un poco más a mi
- Oe Chitanda, eso no se pregunta, m-más bien dime, ¿Qué sientes tú? – pregunté sintiéndome como un idiota, seguro que no quiso herirme y por eso cambió de tema
- ¡Oh sí! – dijo como si lo hubiera olvidado por un momento y se ruborizó – y-yo… también te quiero mucho Oreki- san, desde la primera vez que sentí que podía confiar en ti y decidí hablarte sobre mi tío, supe que eras especial para mí, te amo – dijo y abrí los ojos procesando lo que me acababa de decir.
Entonces no pude aguantar más y baje mi rostro al de ella, juntando nuestros labios, cerramos los ojos y empecé a mover los labios, era algo nuevo para mí pero por alguna razón con ella podía hacerlo por instinto. Con timidez empezó a corresponderme moviendo los labios junto a mí, y los entreabrió un poco, por lo que yo aproveché para meter mi lengua lentamente y explorar su boca por dentro, se sentía muy bien, pronto ella subió sus brazos abrazando mi cuello y yo apreté un poco su cintura, pero tuvimos que terminar por la falta de aire.
Puse mi frente recargada por su frente y me vio con una hermosa sonrisa, que correspondí de algún lugar que no conocía de mí.
- Y Oreki- san, no te salvaras de decirme desde cuando te sientes así por mí, ¡tengo curiosidad! – dijo haciéndome rodar los ojos para darle otro beso.
- Fin del Flashback
Después en ese mismo día fui a hablar a su padre, con quien tuve una larga charla para:
-Primero: explicarle mi plan para unir las empresas sin necesidad de un matrimonio, con una variedad de proyectos que les harían ganar a ambas empresas sin necesidad de una alianza más fuerte, ya que con esto ambas no tendrían por qué salirse del tratado solo por no tener una alianza de familia.
-Y segundo: mi nueva relación con Chitanda.
Después de mucho hablar y hablar entendió la primera, pero con la segunda, fue más lo que él me amenazó a mí con castrarme si le hacía algo extraño o malo a su hija, y por muchas cosas más, hasta que finalmente, a regañadientes, entendió que seguiríamos juntos sin importar nada.
Los años después de eso eran difíciles, pero gracias al internet, teléfonos y algunas visitas de vuelta, Chitanda y yo pudimos seguir siendo novios, con algunos problemas a veces, como todas las relaciones, pero finalmente hemos podido superarlo hasta ahora.
-…-...-
Al fin estoy aquí de nuevo, en el lugar donde esperé a Chitanda por primera vez, pensando en que iba a hacerme una confesión de amor, sonrío al recordar la decepción que sentí y entonces no comprendí, porque ella me había llamado para ayudarla a resolver el asunto de su tío.
Después de unos minutos de esperar, ella llega corriendo apresurada, y me permito verla realmente, trae un vestido suelto de tirantes color amarillo, con unas sandalias color blanco, en este tiempo ha cambiado a madurar como una mujer, se ve en su cuerpo, sus caderas se han puesto un poco más anchas, sus piernas más largas y firmes, y sus pechos ahora parecen ser más grandes; su cuerpo que no he podido ver realmente, ya que en su familia es una cultura y tradición realmente importante que las mujeres lleguen puras al matrimonio. Ha sido difícil para mí a veces, ya que aunque soy un flojo, para cuestiones de besos y caricias con Chitanda es algo que me enciende en un momento y no me importa nada más, pero la respeto y no hemos llegado tan lejos para poder dar honor a su familia.
Ella llega a mí en un momento y se tira a mi asiento dándome un beso rápido en los labios y después se abraza a mí, y le correspondo sosteniéndola un poco junto a mí, olvidando donde estamos momentáneamente. Después se separa y me sonríe, sentándose en la silla frente a mí.
- Houtarou- kun gomene, ¿esperaste mucho por mí? – pregunta luciendo preocupada
- No, solo estuve un poco antes que tu- digo restándole importancia
- Oh, qué alivio… pero Houtarou- kun, necesito preguntarte, ¿Qué es lo que tienes que decirme?, tengo curiosidad, no pude dejar de pensar en ello desde ayer- dice levantándose un poco y recargando su peso en la mesa
- Bien, sabía que algo así me esperaba contigo – dije sonriendo de lado – parece que en nuestro antiguo salón del club clásico, hay un de hyouka que aparece y desaparece en distintos lugares del salón, sin que nadie lo mueva, y eso los tiene muy preocupados, piensan que los miembros podrían cerrar el club porque tienen miedo- digo relatándole la historia como si la hubiera oído
- Woa, ¡de verdad!... mmm – dijo poniendo un dedo apuntando a su mentón, como si estuviera pensando seriamente - ¡Vayamos en este momento! – dijo con emoción, levantándose
- ¡Espera! – Dije tomando su mano para que no saliera corriendo – parece que este fenómeno sucede solo por la noche, si vamos a verlo o algo así, tendrá que ser entonces.
- Oh, ok, tendrá que ser así entonces- dijo y se tranquilizó.
Pasamos todo el día juntos, por la tarde comimos en mi casa con mi hermana haciendo comentarios chocantes de bodas y bebes, que me hacían pensar realmente y ponerme nervioso por lo que había decidido hacer esa noche, pero me calmaba al pensar que era lo mejor para nosotros.
Después fuimos a pasear por el parque, a comer helado y besarnos de vez en cuando, extrañaba mucho estar junto a ella cuando me iba, por eso quería aprovechar cada momento. Al atardecer la dejé en su casa para asearse y cambiarse, ya que dimos muchas vueltas juntos y ya estábamos sucios, y yo aproveche para hacer lo mismo.
En la noche me preparé y me puse una camisola negra con algunas rayas grises y pantalones grises, con zapatos negros y subí a mi auto para ir por ella. Después de unos minutos estuve frente a su puerta y saludé a su padre que ahora ya nos tratábamos con más cordialidad, poco después bajo ella con una blusa de tirante de lado color violeta y una falda de mezclilla corta que hacía ver sus piernas irresistibles, con el cabello recogido en un chongo revuelto y varios cabellos en su cara.
Le tomé la mano y la llevé conmigo, con el permiso de su padre de no traerla muy tarde, subimos al coche y de inmediato ella volteo su cara hacia mí con sus ojos resplandecientes de la ilusión de resolver otro misterio en mucho tiempo de no hacerlo.
Me habló de varias cosas en el camino, de como el arroz y su casa parece que ahora están teniendo un mejor tiempo y que la relación con su padre va muy bien. También me contó que el embarazo de Manaka va muy bien y el próximo mes dará a luz a una niña de el tonto de Satoshi y que a él le va muy bien en su trabajo de criminología y a ella como evaluadora de proyectos de manga.
Finalmente llegamos a la escuela, que se veía a oscuras en muchos lugares, pero yo conseguí que me dejaran las llaves de algunas puertas para poder entrar en nuestro salón del club.
Tomando a Eru de la cintura ella se aferró a mi y nos dirigí por los pasillos de la escuela, llegándome mucho recuerdos de nuestros días de estudiantes.
Después de un tiempo de recorrer todo, llegamos a la puerta del salón del club clásico y entramos, encendí la luz y Eru empezó a observar como todo había cambiado, había varios carteles pegados con temas que parece que estaban tratando y una lista con los miembros del club, que parece ahora rebasaban los quince. Viendo esto nos alegró realmente que el club ya no estaba en riesgo de ser borrado, sino que ahora estaba mejor que nunca.
- Bien – dijo al rato de terminar de ver todo – ahora, Or- digo Houtarou- kun, ¿Qué haremos?, ¿Empezamos solo a buscar por todos lados? – preguntó
- Mm.. Creo que eso estaría bien, tú busca por el lado de esas cajas y yo por acá por la ventana – dije como si lo hubiera estado pensando y me dirigí hacia ahí
Estuvimos buscando un rato en silencio, moviendo las cosas y ella viendo en cada caja, hasta que un momento más tarde ella me gritó.
- ¡Houtarou- kun, creo que lo he encontrado! –dijo corriendo hacia mí con un libro en las manos
Lo puso en la mesa y vimos que estaba mal cerrado.
- Parece que tiene algo en medio que no deja que cierre bien – dijo abriéndolo y se encontró con una rosa roja - ¿Por qué estaba esto aquí?! – dijo sorprendida y la tomé de sus manos
Entonces me agaché con una rodilla en el suelo y saqué de la flor un anillo con un diamante blanco y dos pequeños a su lado del color de sus ojos, violetas, y ella llevó sus manos a su boca con los ojos brillando con lágrimas no derramadas.
- Sabia que esta era la única forma en que con tu curiosidad no te dieras cuenta – dije en tono de broma primero y luego me puse serio – Chitanda Eru, ¿Quieres casarte conmigo? – dije con seguridad para que ella no notara lo nervioso que estaba por dentro
- ¡S-Si! ¡Sí acepto, Houtaruo- kun! – dijo lanzándose a mis brazos y poniendo su cabeza en mi cuello, llenándome con lágrimas y con su risa incontrolable, después levantó la cabeza y nos dimos un beso largo, lleno de pasión y amor en que quería que supiera lo muy feliz que me hacía imaginarme mi vida con ella a mi lado. Después de un tiempo nos separamos y tome su mano izquierda para poner el anillo en su dedo, levante su mano y lo vimos relucir a la luz de la luna, tan hermoso, como creí que se vería en su mano desde que lo vi la primera vez.
Enseguida me separe un poco y saqué de uno de los closets lo que había preparado, traje la cena y una cuantas velas, y pasamos ahí una hermosa velada juntos, pensando en lo que nos venía más adelante.
-…-…-
Holaaa
Pues espero que haya sido de su agrado, será un two- shot, tal vez esta parte haya sido muy fluffy, pero en la segunda vendrá lo que siempre se espera,…
Si el lemmon,, será el primero que escriba asi que haber como sale xD
Bueno espero que les guste tanto como a mi la parejita y me digan su opinión, hasta pronto
