No eran 170 planas que resumir en una... sino que apróximadamente, 230... con mayor razón, quienes no hayan leído "una vida a tu lado", por favor, aprecien el resumen [xD]

¡Hola a todos! Ha llegado la continuación de mi primer fic: "Una vida a tu lado", les voy a explicar de inmediato (Para que los lectores se preparen desde ya), sobre a que va evocado esta continuación.

Para quienes no hayan leído mi primer fic, les he hecho un resumen, medianamente detallado, para que puedan entender un poco más esta historia, ahora, si quieren estar 100% "al día", les recomiendo leer la historia anterior, sin embargo, quienes hayan leído completamente esta, podrán dar un "pasado completamente detallado" a la historia actual, al inicio, veremos una faceta más puntualizada sobre la vida mundana de nuestros personajes, dándole más énfasis a la vida de los demás y no solo Darién y Serena (quienes sin embargo, seguirán siendo los protagonistas indiscutidamente), también veremos lo que será la vida de ellos en lo que respecta a la aceptación del trono de Tokio de Cristal y la formación de este, con todo lo que ello signifique, si vendrá un nuevo enemigo, eso deberán leerlo más adelante ^^

Sobre las sorpresas que puedan venir o no, me gustaría decirles algo, pero por lástima, ni siquiera yo lo se, ya que mi imaginación manda estas sorpresillas sin que yo haya podido siquiera sospecharlo…

Pero quienes ya se han familiarizado con mi forma de escribir, saben que los vuelcos pueden venir en cualquier segundo.

Bueno, sin más preámbulos, los dejo, nos leemos… ¡Sayo!



La gélida noche envuelve a dos amantes, Serena Tsukino y Darién Chiba, los cuales se encuentran en una plaza céntrica de la ciudad, acompañados por todos sus amigos, Rei, Amy, Lita, Mina, Setsuna, Hotaru, Michiru, Haruka, Artemis y Luna, el momento en el cual viven, trae consigo un largo pasado.

Habían ya pasado algunos años, desde que las Sailors Scouts debieron dejar en el olvido aquel rol, vivían sus vidas de forma cotidiana, cada una enfocada en sus intereses, el que hacer con sus vidas en todos los aspectos, de esto no se encontraban exentos Darién y Serena, ella se encontraba estudiando fotografía y Darién, después de todas las dificultades que tuvo, estaba listo para terminar completamente sus estudios de medicina, pero todo esto se vio interrumpido por el sorpresivo ataque de "El Caos", dominando a Seiya, bajo el nombre de Sailor Dark Star Fighter regresó a la tierra lleno de odio, al sentir a flor de piel el rechazo amoroso, en realidad, las intenciones del Caos era vengarse de quién lo venciera en la lucha con Sailor Galaxia, es decir, Sailor Moon, esto dio inicio a una cruenta batalla, en parte, la guerra de las sailors volvía a tomar vida, así, Serena tuvo que saber hacer un equilibrio entre su vida como una chica ordinaria y la otra como guerrera del bien, decidiendo cumplir uno de sus más anhelados sueños, el cual era convertirse en la esposa del hombre que amaba, sufriendo aún las pesadillas que la atormentaban, pesadillas que presagiaban un triste futuro, el cual en determinado momento se materializó, no siendo solamente atacada la "era del presente", sino que también el futuro, donde la Neo Reina Serena y el Príncipe Endymion temieran por la seguridad de su primogénita, es decir, la pequeña dama y también el temor de perder a su segunda heredera, la cual, debido al poder maligno del Caos, sufrió el robo de su esencia, convirtiéndose en la aliada de Sailor Dark Star Fighter, la cual era llamada como Devil Angel, otro aliado de Sailor Dark Star Fighter fue Dungeon Barbarian, quién resultara ser su padre, sin que Seiya lo supiera.

Así, todos debieron volver a asumir sus roles de guerreros, las sailors del sistema solar interior, también las del exterior, las restantes sailors star light, la princesa fireball, sailor chibimoon e incluso, la Reina Serenity.

Después de que, con muchas dificultades, pudiesen liberar a Seiya de aquella malévola prisión del dolor, el cual significaba tener al Caos habitando en su cuerpo, Endymion decide intentar contener al Caos por sus propios medios, el cual había sido lo suficientemente hábil como para convencer a Seiya de lanzar gran parte de su poder oscuro al núcleo de la tierra, debido a esta especie de maldición, la tierra se vio enfrentada a una triste realidad, los cambios climáticos azotaron en corto tiempo a todo el mundo, produciendo la inevitable congelación del planeta. Endymion sabe cual es su misión y por esto, debe asumir la distancia que tendrá con su esposa, ya que esta debió viajar hacia la luna en compañía de la Reina Serenity, dejándolo encargado de resguardar la seguridad del planeta tierra, lo cual intento al absorber el poder del Caos en su espada, misión que no tuvo éxito, siendo Endymion la nueva víctima de este macabro poder, entonces, Serena se vio obligada a expulsar a su esposo de la tierra, encerrado en una burbuja protectora, la cual serviría como método de sanación para el, dándole la opción de volver a la normalidad, sin embargo, esto no fue así y Serena tuvo que enfrentar la batalla que jamás pensó, según iban las cosas, ella debería acabar con la vida de Endymion, pero gracias al poder de su amor, pudieron vencer al Caos, dejándolo preso en una estatua que existía entre las ruinas del milenio de plata, la cual sería custodiada para siempre por la Reina Serenity, asegurando que este poder jamás volviera a atacar la tierra.

Para que todo esto pudiera pasar, Serena tuvo que esperar un milenio en la Luna, logrando tener el poder suficiente como para liberar a la tierra de la congelación que sufría. Finalmente, Serena y Darién regresan a la tierra, devolviéndole a su hogar la nueva oportunidad de vivir, dejando libres a los habitantes del planeta de la tierra del fuego, para que pudieran reconstruir su planeta y vida, junto al padre de Seiya y en el futuro, La Neo Reina Serena puede sentirse tranquila al saber que su segunda hija se aferra a su vientre, dándole una linda sorpresa a su futura hermana mayor y padre.

Se suma el hecho de que la familia de Serena sabe toda la verdad, se han enterado de que su hija resultó ser Sailor Moon, las amigas de esta, las demás sailors scouts, su yerno, Tuxedo Mask y Luna, una misteriosa gatita parlante, si ellos ya lo saben, es por un motivo, el cual aún no es anunciado.

Ahora, el mundo se ve enfrentado a un nuevo siglo, este es el siglo 30, donde ocurrirán importantes cambios a medida que pasen los días correspondientes.

- Darién, me gustaría ir a casa, estoy algo cansada – le dice Serena a Darién, sosteniéndose en este, para poder mantenerse de pie.

- Creo que nosotros también nos iremos, debemos acostumbrarnos a este nuevo clima, que resultó ser más frío de lo que pensé – comenta Haruka, arropándose en su chaqueta lo más posible.

- Si, lo mejor será que todos nos marchemos, miren al pobrecito de Artemis y su nariz casi congelada – añade Mina, la cual muestra el estado de el, sobreexponiéndolo como si fuera un peluche, haciendo mofa de sus insistentes tiritones y su peculiar expresión.

- Lo que pasa es que Artemis siempre ha sido un debilucho – comenta Luna, sumándose a la mofa hacia el pobre gato.

- ¡No empieces Luna! – es todo lo que el puede pronunciar, entumecido por completo, pidiéndole a Mina que se retiren del lugar.

- Bueno, marchémonos de aquí – dice con calma Michiru, haciéndoles señas a Setsuna y Hotaru, para acercarse a Haruka, la cual ya estaba muy cerca de su automóvil.

- Chicas, nosotras pasemos la noche en el templo, si así lo desean – ofrece Rei, debido a que su hogar es el más cercano a la plaza en la cual se encuentran.

- Por mi, no hay ningún problema – comenta Lita, siendo seguida por Amy, en respuesta afirmativa.

- Yo me iré a mi casa, necesito ensayar, ustedes conocen la vida de una artista en formación, no es nada fácil – comenta vanagloriándose, Mina, poniendo su palma en el pecho y hablando con orgullo sobre su dedicación, marcado por la exageración que la caracteriza para estos casos.

- ¡Adiós a todos! – grita Hotaru a distancia, Setsuna, Michiru y Haruka han decidido despedirse a señas, ya que les urge irse de ahí.

- ¡Adiós! – gritan los demás al mismo tiempo, mientras el grupo termina por dispersarse, dejando a Darién, Serena y Luna solos.

- Vámonos ya – dice Darién, tomando a Luna en uno de sus brazos.

- Si, vamos, pero adelántense si quieren, yo… - susurra Serena, con aparente desconcentración.

- Apresúrate o quedarás muy atrás – le comenta Luna, quién se aleja junto a Darién algunos metros.

Ahora todo se ve tan normal, las personas vuelven a vivir sus vidas, muchos de ellos se dan calor mutuo para soportar este fuerte frío, llega a ser conmovedor, pero detrás de esto, para mi siempre quedará el recuerdo de que mi vida entera pendió de un hilo, en este mismo lugar, donde ahora la calma reina, me vi enfrentada a una pesadilla… aún es muy pronto para que esta sensación se aleje de mi, aún miro de reojo este lugar con algo de recelo, me da miedo, miedo de que las cosas vuelvan a andar mal, me gustaría saber que mi tranquilidad es asegurada para siempre, pero no es algo que pueda suceder, aún así, quiero vivir todo lo que el destino tenga preparado, tengo todo lo que necesito para poder hacerlo, así que solo seguiré viviendo, tratando de ser lo más feliz posible junto a quienes más quiero.

Estas son las palabras que se dice Serena a si misma mientras observa cada detalle del punto donde ocurrió toda la batalla, para ella es un recuerdo algo antiguo, debido a su soledad por un milenio, habitando en la Luna, para todos los demás, menos Sailor Plut, la cual también vivió de cierta forma esta vigilia, es como si hubiesen despertado de un momento a otro, por lo cual sus recuerdos son más frescos, al menos eso le da una especie de consuelo a Serena, al saber que los demás no sufren lo que ella si.

- ¡Serena, no te quedes tan atrás! – le dice su esposo a distancia, deteniéndose en el camino, para esperarla.

Serena logra alcanzarlo al correr un poco, se toma del brazo de Darién y así, se dirigen a la casa de los padres de Serena, ya que la de ellos está siendo reconstruida, debido a los daños que sufrió en el pasado, al ser atacado por muchos demonios a cargo del antiguo enemigo.

Una vez en la antigua casa de Serena, todos procuran entrar en sigilo, saben que los demás miembros de la familia se encuentran durmiendo, así que procuran pasar lo más desapercibido posible.

- Serena, me quedaré acá esta noche, para darte privacidad a ti y a Darién – dice Luna, la cual se acomoda en la alfombra de la sala, para descansar.

- No hace falta Luna, no es idea que pases incomodidades – le responde cortésmente Serena.

- Ve tranquila, estaré bien – le dice Luna, dando por terminado este punto con ella.

- Está bien, buenas noches – le dice Serena, haciéndole cariño en su cabeza.

- Qué descanses Luna – añade Darién, casi susurrando.

- Buenas noches chicos – dice la pequeña gatita, antes de ser presa del cansancio y quedándose dormida.

- Vamos, intentemos no hacer mucho ruido – le dice Serena a Darién, subiendo las escaleras poco a poco, hasta llegar a su antigua habitación.

- Acomódate mientras Darién, yo buscaré algo con lo cual dormir, debo tener todavía algún pijama guardado por acá – le comenta Serena, quién prende la luz de la habitación y comienza a buscar en el closet.

- ¿Y no hay para mi? – le pregunta infantilmente Darién, mirándola con gracia.

- Si quieres te pruebas uno de los míos, no se si el rosado sea tu color y un conejito tu mejor acompañante – le responde Serena, entre risas, mostrándole que fue efectivamente ese su hallazgo.

- No, no creo, se debe ver mejor en ti – le responde Darién, al ver lo excesivamente femenino del pijama.

Serena y Darién se desvisten rápidamente, el ha sido el primero en entrar a la cama, sacándose su camisa, zapatos y cinturón, ha dejado como prenda nocturna su pantalón, ya verá la forma de vestirse bien mañana, ahora, le apresura tomar calor en la cama de Serena, la cual en ese momento termina por ponerse aquel pijama, que inmediatamente le hace rememorar su niñez.

- Este pijama me encanta, es tan… - dice Serena, antes de ser interrumpida por Darién.

- ¿Tan ajustado? – le pregunta su esposo.

- ¿De que hablas? – pregunta con cierta indignación Serena, acto seguido de la auto-mirada que se da, dándose cuenta de que le queda bastante más ceñido por razones obvias, ella ahora tenía 20 años, no 14.

- No lo digo con intención de ofenderte, sino de halagarte – le responde coqueto, Darién.

- ¡Ya cállate!, me harás sonrojar – le dice Serena, tapándose tímidamente con sus manos.

- Ven pronto, tengo algo de frío y exijo tu presencia – le ordena supuestamente prepotente, Darién a Serena.

- Pero si… ¡Te sacaste la camisa!, estás loco, si quieres, yo te paso una – le dice Serena, en complicidad, ya que ambos asumen de inmediato sobre cual camisa se trata.

- No, esa también se ve mejor en ti – le responde Darién, con aires de seductor.

- Ay, muchas gracias – responde graciosamente Serena, mientras también se acomoda en su cama, abrazando a su esposo.

Después de las risas, quizás entre el frío y el silencio de la noche, hacen que llegue un poco de nostalgia a los corazones de Serena y Darién, quedándose en total silencio, ambos sospechan que es lo que piensa el otro, pero han decidido no hablarlo, mientras siguen abrazados y por cierto, despiertos, hasta que es ella, quién decide lanzar una primera frase.

- ¿Sigues despierto? – pregunta suavemente Serena.

- Si, no puedo dormir – le responde Darién, con un leve tono de preocupación.

- Yo me siento igual, es extraño, ¿No crees? – le pregunta Serena.

- Más bien creo que es obvio, aún es difícil volver a nuestras vidas normales – le responde Darién.

- No se si es miedo o curiosidad, pero me siento algo extraña, no se que esperar… - le dice algo decaída Serena.

- ¿Esperar qué? – le responde curioso, Darién.

- Nuestras vidas, ¿Seguiremos estudiando o deberemos asumir muy pronto el reinado de Tokio?, ¿Volveremos a ser atacados por algún enemigo y podremos vivir en paz y si es así, por que no vivir como una familia ordinaria? – le pregunta algo exaltada, Serena.

- Serena, no sacamos nada con intentar buscar respuesta a todo, por estos días, deberemos dejar que las cosas ocurran de manera tranquila, todas nuestras dudas serán resueltas después, ahora debemos intentar acostumbrarnos a un vivir tranquilo – le comenta Darién, tratando con esto, de darle ánimos.

- Está bien, disculpa, intentaré dormir – le responde Serena, sintiendo algo de vergüenza al tomar una postura alarmista.

- Qué descanses – le responde Darién, antes de tomar a su esposa por la cintura y disponerse a dormir.

Pasa la fría noche, todos en el hogar de Serena duermen plácidamente, menos Luna, la cual se encontraba intranquila por algún motivo, se asoma por la ventana y ve que alguien emite una extraña luz, justo en el lugar donde se desenvolvió la antigua batalla con Sailor Dark Star Fighter, con su característica agilidad y determinación, Luna busca la forma de salir rápidamente de la casa en búsqueda de una respuesta a aquel suceso, la paranoia que ella siente es justificada, después de todo lo que ocurrió hace un milenio, así que con rapidez, Luna corre hacia aquella plaza, analiza el lugar en detalle, sin embargo, ningún hallazgo extraño ha sido encontrado.

- Quizás solo estoy nerviosa y era la luz de algún automóvil o algo así- se dice a mi misma la gatita, volviendo a la casa de los padres de Serena.

La mañana de Tokio es bastante fría, sin embargo, mamá Ikuko se levanta con alegría, preparando un rico desayuno para toda su familia, es seguida por su marido e hijo, los cuales no han querido despertar aún a Darién y Serena, dándoles la opción de que descansen unos minutos más, pero esto se ve interrumpido por el insistente toque de timbre que ocurre, el padre de Serena se pregunta quién podrá ser tan temprano, mientras va a abrir la puerta.

- ¿Si?, Buenos Días – dice gentilmente, papá Kenji.

- Buenos días, ¿Aquí vive Serena Tsukino? – pregunta un hombre con apariencia formal.

- Se encuentra acá por ahora, ¿Qué desea de ella? – pregunta papá Kenji, con paternal inseguridad.

- Se me ha encargado buscar el paradero de ella y esta casa figura como tal, necesito hablar con ella debido a unos asuntos de suma importancia – le responde este hombre, con gran certeza.

- Pase por favor – le dice Papá Kenji, indicándole la sala de estar.

- Muchas gracias – le responde la visita, entrando con respeto a la casa.

- Mamá, por favor, llama a Serena y a Darién – dice Kenji, pidiéndole a su esposa esta tarea.

- Si, Sammy, vigila el desayuno por favor, que nada se vaya a quemar – le pide Mamá Ikuko a su hijo, yendo rápidamente a la habitación de Serena.

Mamá Ikuko sube apurada la escalera, toca la puerta de su hija y la llama, por coincidencia, ella iba de salida, así que se encuentran en esta.

- Serena, alguien te busca – le comenta su madre.

- ¿Quién?, ¿Alguien de las chicas? – pregunta Serena.

- No lo sé, tu padre lo atendió, será mejor que tu misma vayas a ver que pasa – le responde su Madre, apartándose del camino para que Serena baje pronto.

- Bueno, Darién, ven conmigo por favor – Dice Serena, dando una mirada hacia atrás y después, yendo a la sala.

- ¿Serena Tsukino? – pregunta el hombre que está de visita.

- Si – responde con algo de sospecha, Serena.

- Me presento, soy el Sr. Urogataya, representante en este momento, de la monarquía constitucional y el gobierno parlamentario de Japón, he venido en su búsqueda, Señora Serena Tsukino, nuestras investigaciones han dado como resultado que usted es la principal fuente de conocimiento sobre lo que ocurrió en nuestro planeta y especialmente, en nuestra ciudad.

- ¿Qué necesita saber? – Pregunta Serena mientras piensa: "¿En algún momento creí que vendría un representante del gobierno para hablar conmigo?, creo que ninguna de mis más sublevadas fantasías retrataría un momento como el que estoy viviendo".

- Más que saber, necesito que me acompañe, para que pueda entrevistarse con el emperador de Japón – dice el Sr. Urogataya.

- ¿De inmediato? – pregunta Serena.

- Si, de inmediato – responde Urogataya.

- ¿Puedo ir con mi esposo? – le pregunta Serena.

- Sin duda alguna, también necesitamos escucharlo a el – le aclara Urogataya.

- Vamos Serena, te acompañaré – le dice Darién.

- Si, pero primero necesitamos alistarnos, no podemos ir así como estamos, hace poco hemos despertado, así que con su permiso, Sr. Urogataya – dice Serena con determinación, tomando de la mano a Darién y llevándolo al segundo piso.

- ¿Qué estará pasando Darién? – le pregunta Serena algo asustada, sujetándose en la pared del baño.

- No lo sé – le responde igual de confundido su esposo.

- ¿Quién se baña primero, tu o yo? – le pregunta Serena con urgencia.

- Hazlo primero tú, creo que te podrías demorar más que yo, así que si tu estás lista primero, solo me deberás esperar algunos minutos y estaré contigo abajo – le responde Darién, mientras moja su cara con algo de agua fría, para poder despertar mejor.

- Bueno, emmm… date la vuelta – le dice Serena, con espontaneidad.

- ¿La vuelta? – le pregunta entre risas Darién, mirándola fijamente.

- Es que, ¡ah!, cierto, aún no me acostumbro a desvestirme así como así al frente tuyo – le responde entre grandes risas Serena.

- Bueno, contaré hasta diez con los ojos cerrados para que te desvistas tranquila – le dice Darién, tan comprensivo con ella como es de costumbre en su intimidad.

Pero antes de que Serena dijera si o no, ella ya se había quitado la parte superior del pijama y después su pantalón, Darién la mira con naturalidad, aunque verla así deja libre el diablillo que posee en su interior, al apreciar la desnudez de su esposa, Serena entra a la ducha y mientras tanto, Darién le conversa.

- No te demores mucho por favor – le pide su esposo.

- ¡Ah!, el agua está hirviendo – grita Serena.

- A ver… - dice Darién, corriendo la cortina de la tina para regular el agua, en eso, Serena lo atrae hacia si misma, obligándolo a compartir la ducha con ella, dejándolo totalmente empapado, con el pantalón puesto.

- ¿Qué has hecho?, ¿Quieres quemarme a mi? – le pregunta Darién sorprendido.

- Así saldremos más rápido, ha sido una solución inteligente – le corrige Serena, añadiendo que no se preocupara por el pantalón, le pedirá uno a su Padre prestado, ya que poseen tallas similares.

Así, ambos entre jugueteos y apuro, se duchan rápidamente para salir lo antes posible de casa, Serena es la que sale primero, va a su habitación y se viste deprisa, llama a su mamá y le pide prestado un pantalón para Darién, Mamá Ikuko lo busca apurada y se lo da, posteriormente, Serena vuelve al baño y se lo entrega a Darién, junto a la camisa ella tenía guardada, entonces Darién se viste con rapidez y juntos vuelven a bajar a la sala.

- ¿Lista Señora Tsukino? – pregunta Urogataya.

- Creo que si – le responde algo nerviosa Serena, sin saber exactamente a lo que va.

- Bien entonces, por favor, acompáñenme los dos – dice Urogataya, levantándose de la mesa y dejando la taza de té que amablemente se le ofreció en la espera, agradeciendo la hospitalidad de los padres de Serena y despidiéndose de ellos.

- Tranquila Serena, yo estaré a tu lado – le susurra Darién, al ver que su esposa se encuentra algo contrariada, toma su mano con fuerza y juntos salen de casa, guiados por Urogataya, el cual los hace subir a su auto y los lleva hasta las instalaciones de los mandatarios del País.