Hola Mina! Bueno, primero que nada estare ausente por un tiempo, pero antes de irme, posteare este fic, aunque se que aun le falta, pero lo posteare todo antes de irme. Bueno dejenme saber si les gusta y gracias por leer!
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Happy pills
-¡Rapido! – Un grupito de jovenes se juntaron para la foto. Todos querian salir en ella, asi que terminaron encimandose unos sobre los otros, algunos le hacian orejas de conejos a sus compañeros y otros muecas a la camara. Estaban retostados debido a que habian pasado todo el dia en la playa bajo el ardiente sol de verano, sus ropas sucias y mojadas, realmente no tenian ningun glamour en ese instante, pero todos estaban euforicos, no se veia ninguna preocupacion en sus rostros.
-¡Digan cheeesseee o algo asi! – Grito el que iba a tomar la foto.
- ¡cheeeeeseeee o algo asi! – Gritaron y todos rieron antes de que se escuchara el click y que ese instante quedara pasmado en la pelicula de la camara fotografica.
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- ¿Dónde lo deje? – Repetía Hinata, angustiada mientras buscaba desesperada en su enorme walk-in, estaba obsesionada en ello desde los últimos tres días. Había descolgado todos sus vestidos, regado todos sus zapatos, sacado todas sus joyas. Volteo a ver unas cajas que tenía hasta arriba del gigantesco closet, sus ojos se encogieron como si quisiera tener vista de rayos equis y ver lo que había en cada una. Hizo una mueca, era una lástima, pero no tenía ningún poder en sus ojos. Empezó a jalar las cajas que estaban ahí. Estaban pesadas, jalo un poco más fuerte, apenas se movieron, jalo con todas sus fuerzas, perdió el control y el montón de cajas vinieron a caerle encima.
- ¡aaaaahh! – Apenas se logró escuchar el gritito agudo que pego al momento de caerle todo encima y terminar en el piso al igual que el montón de cajas entre viejas libretas, revistas y algunos libros. La ultima caja en caerle encima, dejo salir un álbum, de este mismo, se resbalo una foto hasta el piso. La miro, su ceño se frunció ya no recordaba esa foto, la examino detalladamente.
Su respiración se agito, gateo hasta la mesita de noche de su cama, tomo, sin ni siquiera voltear a ver, el botecito de plástico que estaba ahí. Se sentó recargándose de aquel mueble, saco una pastilla y se la trago, literalmente.
Flash back
-¡Aah! ¡Estoy segura que este verano nos la pasaremos cañón! - Decía una rubia de ojos azules.
-Cada año dices lo mismo Ino y hasta ahora no nos ha pasado nada realmente excitante, seguimos siendo unas aburridas vírgenes esperando nuestro primer beso de amor… ¡rayos! Pensé que antes de empezar la Universidad ya tendríamos novios…
-Sakura deja de ser tan pesimista quieres... ¡dije que nos la pasaremos cañón!
-¿Hinata estas segura que quieres pasar tu verano trabajando con escuincles maleducados? ¡Mira que podríamos estar saliendo con chicos guapos!
-¡Chicas! Saben muy bien cuál es mi plan...- Se quejó la peliazul
-Sí, sí, tu sueño de toda la vida…lo sabemos - Dijeron al mismo tiempo sus dos mejores amigas, sabían que ella era una chica muy ambiciosa y tenía grandes sueños, nada parecía poder sonsacarla de su objetivo, deseaban también tener su plan de vida tan bien definido como ella.
Fin del flash back
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Hinata estaba parada en frente de la mesa del teléfono. Miraba aquella libretita roja que parecía de la segunda guerra mundial de lo vieja que se veía. Su ceño se frunció, respiro profundo para controlarse, no tenía caso preocuparse. Seguramente ninguno de los números anotados en esa libreta servían, cuanto tiempo había pasado...8 o 9 años, cuanto mucho...no, en realidad ya habían pasado 15, no podía mentirse a ella misma, la realidad la alcanzo. Abrió aquel vesgestorio, las paginas estaban amarillas, tomo el teléfono en su mano, le dio la vuelta al primer número y espero pacientemente, le gustaba ese teléfono, era uno de esos teléfonos viejos que cuando marcas un numero tienes que darle la vuelta completa hasta topar al final y esperar a que la rueda regrese a su lugar para marcar el otro. Lo había comprado en una venta de bazar, una real antigüedad en nuestro tiempo, pero amaba ese teléfono, aunque no estaba segura del porqué.
Se lanzó, no había de que preocuparse. Marco el primer número.
-tururuu...el número que usted marco...- colgó, lo sabía.
Siguió con el otro.
Mismo resultado.
Otro.
Suspiro, ya lo sabía, lo mismo sucedió con todos los demás, solo faltaba uno, a ese estado ya ni siquiera temía marcarlo a pesar de que el solo hecho de ver el nombre inscrito a su lado le hacía sentir una gran opresión en el pecho, marco como si se tratare de cualquier numero sin importancia.
Riiing...Su corazón se aceleró…Riiiing…
- ¡Oh por kami! ¿Qué hago?!
Riiing…suspiro de alivio, no parecía haber nadie. Su corazón ya había retomado su curso normal e iba a colgar cuando escucho una muy jovial voz femenina del otro lado del teléfono.
-MUSHI MUSHI!- contestaron
-¿aahh!?...-colgar fue lo primero que le paso por la cabeza, pero sería muy mal educado - …eettooo...si... ¿podría hablar con N-Naruto...-kun? - pregunto insegura.
-¿Naruto-…kun...? -dijo la voz femenina del otro lado.
-¡Gomen! ¡Creo que me equivoque de número!
-¡No! ¡No!...ya te lo paso… NARUTOOOO - Escucho gritar, estaba pálida, de todos los números, porque tenía que ser el suyo, precisamente, el único que funcionaba.
Escucho una nueva voz a lo lejos que se acercó del otro lado de la línea...- ¿Quién es?- pregunto seguramente a aquella persona que le estaba pasando el teléfono, Hinata se pegó la bocina a la oreja, lo mas que pudo, para poder escuchar todo lo que se decían.
-No lo sé, N-Naruto-…Kun – se burló la voz femenina mientras le sonreía divertida al rubio que la miro extrañada.
-¡Espero que no sean de esas molestas encuestas telefónicas! ¡Las odio! ¡Sabes que las odio!- Gruño tomando el teléfono molesto.
-Mushi Mushi- contesto con un tono poco amigable.
Hinata colgó de repente con todas sus fuerzas haciendo tremendo estampido al hacerlo, amaba esos teléfonos. No es lo mismo colgar uno de esos en la nariz de alguien que apretar un botoncito con el dedo pulgar en uno moderno, aunque aprietes el botón mil veces con toda la fuerza de tu pulgar, simplemente no se siente igual.
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-Y entonces... ¿quién era?
-Me colgaron...- Dijo mientras veía la bocina. Luego se lo puso nuevamente en la oreja y luego la volvió a mirar, para asegurarse de que realmente le habían colgado, ¿Quién rayos le llamaba para colgarle el teléfono en sus Narices? O en su oreja, en este caso…Se le quedo viendo a la suciedad que estaba en la bocina, empezó a querer quitársela.
-¡Deja eso! - Regaño la mujer.
-Está sucio - se defendió mientras se empecinaba en limpiarla.
-¡Que dejes eso por Kami Naruto! - Su madre le quito el teléfono de las manos y le hizo una mirada reprobadora, el rubio solo le contesto con una mueca.
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Hinata caminaba los cien pasos de un lado al otro. Francamente, lo que había hecho era completamente ridículo. ¿Qué edad tenia? ¿15?
Flash back
-¡No puedo creer que trabajemos en el mismo lugar! - Decía el entusiasta rubio que había conocido días antes en el café del pequeño pueblo, acaba de mudarse ahí con sus padres.
-¡S-Si! E-Es…increíble...-dijo totalmente sonrojada, aunque en un lugar tan pequeño, no era raro encontrarse a menudo a la gente. El rubio sonreía tontamente y ella no quería romper su burbuja de felicidad.
-Podríamos...almorzar juntos – Propuso el apuesto chico
-¡h-hai!
Fin del flash back
Tomo de nuevo el teléfono. Marco viendo como daba vueltas mientras lo hacía.
-¡Mushi Mushi! - Contesto una voz masculina.
-S-Si p-podría h-hablar con N-Naruto...-San - Termino por decir después de unos segundos de silencio.
-mmm sí, soy yo – Respondió, se quedó pensativo, solo había conocido una tartamuda en su vida - Pero le advierto que si es para una encuesta…
-¡No! S-soy...- Carraspeo para aclarar su voz - Soy Hinata, Naruto-san! ¿Cómo has estado? - Dijo tomando una voz segura y muy profesional, como cuando hablaba con sus clientes.
-¿Hinata? - Inquirió, la chica se sintió enrojecer, no había pensado en la posibilidad de que él no se acordara de ella.
-hehe si...mmm Huyga Hinata...nos conocimos en…
-¡Si! ¡Si, se quién eres! - Corto rápidamente el otro un poco ansioso.
-ah hehe es que ha pasado tanto tiempo que pensé que a lo mejor…
-Ni lo digas...hay persona que jamás se olvidan...aunque pasen siglos...- Hinata suspiro de alivio, no se había olvidado de ella, de lo contrario hubiese sido muy bochornoso - ¿Y a qué se debe el milagro?
-Bueno yo viajare mañana a Japón por...asuntos personales ... estaba buscando entre mis cosas un llaverito que me regalo mi papa antes de venirme a Los Ángeles...Uno chiquito que tenía una foto de nosotros cuatro ...cuando digo nosotros cuatro, hablo de mis padres y mi hermana...antes de que mama…nos dejara…y bueno, es uno chiquito de color rosa...y... gomen, - se interumpio ella misma - creo que no tiene caso que hable de eso...en realidad... caí, por pura casualidad, sobre una foto de todos nosotros...una que tomamos después de la playa al final de…aquel verano...y bueno pensé que a lo mejor...podríamos reunirnos...yo...pienso que podría ser divertido saber sobre que ha sido de sus vidas...
-¿En serio? Mmmm si, podría ser…divertido – Confirmo, aunque su voz no sonaba muy convencida...- ¿Has hablado con alguno de ellos?
-mmm de hecho, el único número que funciono fue el tuyo...- espero por un momento y al no haber ningún comentario siguió - Pensé que a lo mejor...tu tenías el teléfono de alguien más y ese alguien más, tendría el teléfono de otro...y en fin, así terminar por reunirnos todos.
-mmm...si, bueno creo poder encontrar el número de algunos por ahí...o quizas tu primo tenga algunos…
-Oh, cierto, mi primo - No habia pensado en eso…
-No te preocupes, ya lo vere con él.
-¡Eso suena bien!
-Si...
-A parte de eso... ¿cómo te va? – pregunto ella con un tono de voz nervioso.
-eeuh… ¡Genial! Me va, genial ¿y a ti?
-Si, a mi también, ¡genial! – dijo exagerando un tono jovial.
-Lo último que supe es que habías encontrado un trabajo en una renombrada firma...y que tenías un Lamborghini y una enorme casa con piscina en Beverly Hills...y estabas a punto de casarte con un hombre muy rico y famoso de Los Ángeles…
-¡Si! Así es, bueno, llevo mucho tiempo trabajando en esa firma... ¡y es genial!... Mi casa, si es enorme…pero es…un Mustang...no un Lamborghini...Y si, Gaara, es…muy famoso…Y tu... ¿Qué tal te va con tu esposa? Supe que te casaste con Shion...
-Aah si me case... Eso fue hace... ¡hace 8 años de hecho! - Naruto se acercó a la ventana que daba al jardín del frente de la casa de sus padres, vio a sus cuatro hijos jugando Futbol Americano con el abuelo.
-Tengo cuatro hijos preciosos que lo son todo para mí...- vio caer al más chico que empezó a llorar, el abuelo corrió a él, Naruto suspiro.
-¡Cuatro hijos! Woow...eso es...eso es... ¡genial!...Bueno ya tendremos más tiempo de ponernos al día en cuanto llegue a Japón…
- ¡Si claro!...entonces...Hasta muy pronto.
-Sí, hasta…pronto...- Colgó, trago duro, no estaba segura que pensar sobre la conversación que venía de tener. ¿Realmente era buena idea reunirse con todos en su estado?
Hinata regreso a su cuarto y siguió preparando su pequeña maleta...Volteo a ver su enorme cuarto y su mirada termino clavada en la gran ventana que daba hacia el patio de atrás de su mansión, de ahí se podía observar los hermosos jardines y la inmensa piscina que tenía...piscina que jamás tuvo tiempo de usar porque trabajaba como burro desde que amanecía hasta...hasta que sus ojos aguantaran. Desde que había llegado a Los Ángeles, se dejó guiar por su sueño, en su vida, durante los últimos 15 años, no había más nada que importaba. No pudo impedirse pensar que había puesto el trabajo antes de todo lo demás, antes que su familia, antes que la amistad, antes que el amor, antes que su salud y ¿todo para qué? Sintió que la respiración se le dificultaba, se arrastró hasta la mesa de noche de su cuarto y tomo una...dos...vacío varias pastillas en su mano y las contemplo en su palma...mmm eran demasiadas...terminaría en el hospital y su doctor la obligaría a quedarse ahí como la última vez...regreso las pastillas a su botecito de plástico y solo trago una.
Flash back
Hinata estaba prendida de una risa incontrolable. Naruto podía ser tan divertido. Hacerse cargos de los niños en el campo vacacional no era tan malo. Salían todos los días al parque, los llevaban a la piscina, al lago y una vez a la semana tenían una gran salida, parque acuático, feria, zoológico, cine, en fin era divertido, su mirada estaba clavada en aquel tonto rubio que imitaba bastante bien a unos chimpazes que habían visto esa mañana para hacer reír a los pequeños y hacerlos paciente en lo que llegaban sus padres a buscarlos. Realmente no le importaba verse ridículo, era muy bueno con ellos.
Sakura e Ino, se la pasaban quejándose por no haber tenido la gran idea de trabajar en el campo vacacional y ver a torso desnudo a aquel Adonis cuando se metía en bermuda al lago a bañarse, se tenían que conformar con ir a esperar a su amiga al final del día y verlo sonreír al despedirse de la ojiperla. No conforme con eso, los demas monitores estaban igual de buenotes que aquel rubio.
Hinata era la envidia de sus dos mejores amigas, pero aunque ellas hubieran estado ahí todo el día detrás del blondo, se notaba a leguas que él solo tenía ojos para aquella chica.
Fin del flash back
-Señores pasajeros, empezamos el abordaje del vuelo AA108 en la puerta 89.
Hinata tomo su bolsa de mano. Se formó en la larga cola que se había hecho en menos de 30 segundos.
Las personas en frente de ella traían tres niños. No dejaban de agitarse y de preguntar lo mismo.
-¿ya mama? ¿Ya mama? - Cada cinco segundos los escuchaba repetirlo
-¡Suficiente! - Grito sin querer y los niños se le quedaron viendo espantados con los ojos llorosos a aquella ogra que venía de regañarlos.
-y-yo...yo realmente, lo siento -Dijo antes de salirse de la cola. ¿Qué le pasaba? Eran unos niños, cuando ella era niña seguramente hacia lo mismo. Tuvo que tomarse su pastillita para aguantar la ansiedad que la estaba ganando.
Odiaba los aeropuertos. La ponían nerviosa. Fue la última en abordar. Para colmo, le había tocado ventanilla y al hacer la documentación, le había especificado a aquella chica que no quería ventanilla, no era por nada, pero a pesar de que la gente siempre quiere la ventanilla, ella odiaba ese lugar. Prefería el pasillo, así, si quería ir al baño mil veces, no tenía que molestar a nadie.
Se quedó viendo por la ventana al despegar, aquel aparato se elevaba cada vez más, la cuidad se hacía cada vez más chiquita, en un momento dado hasta parecían hormiguitas, hasta que entro entre las nubes, vio como algunas gotitas se resbalaban por afuera de aquella ventanilla debido a la condensación de las nubes, parecían lágrimas.
Flash Back
- ¡Hinata! ¿Te gustaría que fuéramos a tomar un helado? – Grito el rubio antes de que ella lograra llegar hasta sus amigas, las otras dos solo rieron, como niñas chiquitas por la emoción.
-EEttoo…
-¡Si! ¡Si quiere! – Gritaron sus amigas sobreexcitadas y la arrojaron a los brazos del rubio, literalmente. Hinata solo les lanzo ojos de odio, ella se había estado escabullendo del rubio desde varios días y ahora sus amigas la traicionaban arrogándola a él.
Naruto no pudo impedir sentirse apenado por la reacción de las compañeras de la peliazul, pero la sostuvo en sus fuertes brazos por un instante, no iba a dejarla caer.
-Lo siento…no quería hacerte sentir mal…no tienes que venir si no quieres… – se disculpó el chico con un leve sonrojo en sus mejillas.
-N-No está bien…será mejor que vaya, sino estarán t-torturándome t-toda la t-tarde – se odio a ella misma por ser tartamuda, ahora pasaría una cita al lado de un chico maravilloso y se la pasaría tartamudeando como una tonta.
Naruto platicaba calmadamente mientras caminaban hacia la pequeña plaza principal de aquel pueblito. Compro dos helados al llegar y le extendió uno a su acompañante.
-A veces siento que quieres decirme cosas, pero callas por alguno u otra razón…A caso… ¿te caigo mal?
-¡No! ¡P-para nada! Es que yo…yo p-parezco una tonta con mi t-tartamudeo… - Se sonrojo al extremo. Naruto se le quedo viendo con sus profundos ojos azules haciéndola tragar duro, moría por saltarle al cuello y besarlo.
-Nunca me has parecido una tonta…eres muy inteligente y tu tartamudeo no me molesta, no deberías de retenerte, si quieres decir algo, solo dilo, te escuchare…soy paciente sabes, solo toma tu tiempo…- Se le quedo viendo a sus deliciosos labios color cereza que se humectaron al momento en el que ella los saboreo, antojándoselos a morir.
Se acercó un poco más a ella y planto en sus labios vírgenes un exquisito, delicado y largo beso.
Fin del flash back
La chica de ojos perla veía desfilar ante sus ojos, las pequeñas calles de aquel pueblito que había dejado atrás 15 años antes ¿porque no había regresado? Ese lugar la llenaba de nostalgia.
Entro a su casa. No había cambiado en lo más mínimo, bueno si había cambiado, su padre ya no estaba, y se sentía vacía, aunque estuvieran los mismos muebles en el mismo lugar.
-Finalmente... Te dignaste a venir – Reprocho su hermana menor al verla en la entrada de la casa - Me pregunto si servirá de algo... Tantas veces que te lo pidió y tu...siempre ocupada...siempre con un caso importante...No te preocupaste en lo más mínimo, aun sabiendo que su salud estaba delicada…
-yo…
-No digas nada...No tienes ninguna buena razón para lo que hiciste…así que ahórrate tus excusas baratas…si no fuera porque…
-¡Hanabi! - interrumpió su primo – Por favor - La chica se calló - Bienvenida a casa Hinata…- Dijo el moreno con tono compasivo, tono que la exaspero, no quería la lastima de nadie.
Hinata se dirigió a su cuarto de niña. Sintió que no soportaría la falta de aire y abrió rápidamente todas las ventanas. Le dolió el corazón de lo rápido que latía, estaba segura que en cualquier momento le daría una taquicardia. Tenía que calmarse. Esas crisis, las tenía que controlar, intento respirar profundo, pero no funciono, miro su reloj, menos mal ya había pasado el suficiente tiempo, tomo sus pastillas y trago una.
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Un poco más tarde, caminaba los cien pasos, ¿Podía llamarlo? ¿Debía llamarlo?
Bueno en eso habían quedado, pero que tal que no era sincero, que tal que él la odiaba, que tal que le reclamaba al igual que su hermana al verla de frente, no tendría cara para sostener su mirada.
No, pero él no era rencoroso como Hanabi, ¿o sí? No, él no lo era, tomo el teléfono moderno que había en casa de su padre y marco.
-¡Mushi Mushi! – Contesto una voz masculina un poco sobreexcitada.
-h-hola Naruto-kun! Soy yo…Hinata...llegue hace unas horas y pensé que quizás...p-podríamos vernos...si tienes tiempo claro y si no hay problema con t-tu esposa y tus hijos... – su cara estaba tensada, habia pasado mucho tiempo sin tartamudear de esa forma, ¿porque tenia que hacerlo ahora?
-eettooo...no creo que haya problemas con ninguno de ellos...mmmm ¿Quieres que mañana te lleve a desayunar a alguna parte?
-¡Si! ¡Me encantaría!- un rayo de ilusión atravesó sus ojos.
-¿Estas en casa de tu padre?
-hmm – asintio
-Bien entonces...pasare por ti a las 9… ¿te parece bien? – Volvio a afirmar.
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Hinata caminaba de un lado al otro, desesperada. Esperaba que kami-sama la ayudara a soportar su ansiedad...no quería tener un ataque en frente de él...Escucho un portazo en la calle, se asomó por la ventana de la sala...
-aaahh no puede ser...- pensó - ¡sigue siendo igual de guapo! - Por un momento tuvo la esperanza de que se hubiera puesto panzón o calvo, pero nada de esos, los años le asentaban bastante bien.
Escucho tocar y tembló como una hoja. Se quedó parada sin moverse. Quizás lo mejor era no abrir, él se cansaría de tocar y se iría, si ese era un buen plan.
-¿Qué demonios te pasa? ¡Que no escuchas que están tocando! – Regaño Hanabi antes de abrir la puerta y de quedarse en shock al ver al blondo parado ahí. Por un momento se sintió regresar en el tiempo.
-Hinata...tienes visitas - dijo con una voz poco entusiasta, antes de dejarlo entrar. El rubio la vio parada en la sala con un hermoso vestido (seguramente muy caro) que le moldeaba la figura esplendidamente. Su respiración casi se cortó al verla. Demonios, seguía siendo igual de bella, por un momento, antes de entrar había suplicado que se hubiera puesto tan gordita que no se le hubieran podido ver ni siquiera aquellos lindos ojitos perla al reírse o que sus cabellos estarían tan maltratados que parecerían pelos de escoba, o que su piel estuviera tan descuida que parecería tierra quebrandose, pero en realidad, parecía ser como los buenos vinos, entre más pasaban los años, mejor se ponía.
-¿Estas lista? – pregunto con voz calmada, ocultando perfectamente la estupefacción en la cual estaba.
-¡Si! – Contesto ella sonriente, escondiendo de maravilla el nerviosismo y la ansiedad que la carcomían por dentro, tomo su bolso Prada y se dirigió a la puerta.
Naruto la hizo subir en un Toyota. Para tener 15 años con él, no se veía tan mal, pero de repente se sintió un poco cohibido.
-Lo siento, sé que no es un Mustang...pero es de fiar…
-No te preocupes...ese tipo de cosas no me importan - contesto ella sonriéndole amablemente, sin ningún tartamudeo.
El desayuno fue un completo fracaso, ni ella, ni él sabían muy bien de qué hablar. Después de una hora de suplicio, él la llevo de nuevo a su casa y quedaron en llamarse de nuevo.
Bueno que les parecio? Esta interesante, o de plano ahi la dejamos? Dejenme saber con un review :)
Sayonara
