Este cortó One Shot, es un regalo de cumpleaños para Jabed.
Pensamiento de un padre.
Fue tu llanto lo que me llamo la atención, tus pequeños ojos los que me conmovieron y tu delicada apariencia lo que afirmaron mi decisión. Así como estabas, envuelto en una gastada manta, en medio de una tormenta en Jamir. Te tome en mis brazos y fuimos a la torre.
No sabía cómo actuar al principio, tu llanto me frustraba. No sabía cómo tratar con vos, que hacer para detener tu llanto. Las primeras semanas me parecieron eternas. Eras muy pequeño y necesitabas mi ayuda… Yo también era muy pequeño, lo reconozco, no sabía cómo tratar con vos… Me vi forzado a ser un adulto antes de tiempo, a crecer antes de tiempo.
Luego de un tiempo, supe cómo hacer para tratar contigo… Podía incluso afirmar que preparaba tu mamadera con los ojos cerrados. Hacerte dormir ya no era un reto, mucho menos cambiarte los pañales. Cuando te vi gatear me alegre mucho. Llore de emoción cuando dijiste mi nombre por primera vez. Y me sentí orgulloso de ti cuando te vi caminar tus primeros pasos en solitario.
Verte crecer, fuerte y sano. Fue sin duda mi mayor éxito, criarte fue mi mejor trabajo. Tenerte como discípulo un honor y ser tu padre el más grande placer.
Sin duda, has sido lo mejor que me ah pasado en la vida.
Ahora te veo ayudar a los caballeros de bronce. Eso me hace sentir muy orgulloso de ti, ver tu determinación en cada acción y la lealtad que le profesas a nuestra diosa. Cada paso que das, me honra de haberlos guiado al principio.
Lamento no poder volver a tu lado, mi pequeño Kiki, ya no podre volver. No cuando haga este gran sacrificio ante el muro de los lamentos… Pero no me llores, porque yo nunca te dejare solo. Yo siempre estaré a tu lado a pesar que no puedas verme. Yo siempre estaré a tu lado.
Kiki, no me llores. No te quedes en ese rincón de la torre. Quisiera poder secar tus lagrimas, pero sé que ya no puedo hacerlo. Se fuerte Kiki, a pesar que no me veas estoy a tu lado. Solo si pudiera darte una señal de que estoy a tu lado… Por favor Aries, hazle saber que no está solo… Por favor, ayúdale a superar su dolor. Quisiera poder abrasarle de nuevo.
La armadura de Aries responde a mi suplica y comienza a resonar ante Kiki, mi pequeño niño… Lentamente abandona sus lágrimas. Solo deseo, ahora abrazarle, si hubiera una forma de abrazarte…
Veo como Aries se desarma y te protege, transfiriendo el abrazo que no puedo darte. Con la calidez de su resplandor dorado. Te veo llorando, pero ya no de tristeza… Has entendido el mensaje que te estoy transmitiendo por ella. Verte con ella, con mi armadura… La armadura que también fue de mi maestro… Me hace sentir orgulloso. Si pudiera abrazarte te abrazaría, si pudiera besar tu frente una vez más lo haría.
Ahora es cuando me arrepiento de no haberte abrazado hasta que suplicaras que te soltara, no haber besado tu frente hasta que mis labios sangraran. No haberte sonreído cada minuto de mi vida… Pero tu si me regalaste tus sonrisas y volviste mi vida gris, en una llena de alegrías.
Verte ahora vistiendo mi armadura, me hace sentir orgulloso de ti una vez más, ver que ya no te sentirás solo nunca más. Alivia mi alma, que ya podrá descansar en paz… Adiós Kiki, fue un placer ser tu padre. Jamás olvides lo mucho que te eh amado… mi precioso hijo. Jamás olvides, la felicidad que vivimos juntos y lo orgulloso que estoy de ti, como ahora y siempre eh estado.
Esto no es un adiós, sino un hasta luego… Te prometo que aunque mi alma quede en el mundo de las tinieblas. Siempre habrá una pequeña porción de ella cuidándote, una pequeña porción que jamás te dejara solo. Esa pequeña porción, está en ti… Es el amor que te eh brindado… y que se tu siempre atesoraras de la misma forma que yo lo atesoro…
fin.
