Hola mi nombre es Kagome Higurashi, tengo 20 años y vivo una vida normal junto a mi mamá, mi hermano Sota y mi abuelo; vivimos en un templo que mi familia atiende desde que tengo memoria. Hoy es mi primer día de trabajo en una gran compañía y estoy muy nerviosa por ello, pero evito que eso me detenga ya que en el pasado tuve que enfrentar desafíos más abrumadores.
Salgo temprano de casa, no quiero dar una mala impresión llegando tarde el primer día de trabajo, me esforcé muchísimo para conseguirlo, aunque estando en la estación del tren eh sentido que me observan, pero no le doy mucha importancia a eso, debo darme prisa!.
Llego a un gran edificio, imponente, pero es muy moderno a pesar del concepto minimalista de la decoración. Cuando entro regresa la misma sensación de ser observada por alguien. Debe ser mi imaginación y los nervios del primer día, me reprendo yo misma y continúo caminando hacia la oficina de recursos humanos. Una vez dentro me reciben con una bienvenida muy amable y me indican que seré la asistente del gerente de compras, también me advierten que es muy especial y que no le gustan los errores; eso me hace recordar a cierta persona irritable, desesperado y poco amable que conocí en el pasado, así que tengo una vaga idea de cómo dirigirme a mi nuevo jefe.
La encargada de recursos humanos, me indica el camino y juntas nos dirigimos al área donde estaré trabajando, debo admitir que estoy un poco nerviosa por conocer a esa persona con tan poca paciencia, pero continúo caminando. Una vez que llegamos me quedo asombrada por el orden y buen gusto (debo admitir) que es el área de compras, todos trabajan y se ven tan relajados -me parece que la señorita de recursos humanos a exagerado un poco, pienso por un momento, pero justo en ese momento se escucha la voz de un hombre gritar del otro lado de la puerta de madera y enseguida una chica sale corriendo llorando de ese lugar. –Esa voz.. digo en voz casi audible -me suena tan familiar, pero… eso es imposible. Justo en ese momento sale un hombre alto, con cuerpo atlético enfundado en un traje de ejecutivo a su medida, de cabello platinado y cuyos ojos dorados se abren completamente al toparse conmigo.
Eres tuu! Decimos los 2 al mismo tiempo.
