Hola!

Anoche tuve un sueño extraño y raíz de él se me ha ocurrido esta historia. En esta ocasión no tendrá nada que ver con la cronología en los libros (al menos eso creo). Está situado en la época de los merodeadores (Cómo no), más concretamente unos años después de que dejaran Hogwarts. Los protas principales son Remus y Sirius y las chicas de las que están enamorados.

De nuevo estará una mini historia de pocos capítulos (espero).

Disclaimer: Los personajes son propiedad de J.K. Rowling.


Querida Exya

Todo terminó entre nosotros dos, lo sé, pero aún así no puedo resignarme a dejarte marchar así como así. ¿Cómo podría hacerlo?

He sido un idiota, lo admito, pero entiéndeme... nunca he amado a nadie, no sé como se hace, ni qué se espera de mí. TE AMO, a ti, solo a ti, eso es lo único que me importa y lo único de lo que estoy seguro.

Sí, estuve con otra chica, no lo niego, pasé la noche con ella, pero... no es lo que te imaginas. Ella no es importante para mí, por ella no siento lo mismo que por ti.

No suelo decir estas palabras pero por favor queda conmigo esta noche y déjame explicarte las cosas como son. No tires por la borda todo lo que ha pasado entre nosotros...

Te estaré esperando en nuestro lugar.

Te amo, no lo olvides

S.B.

oooooooo

Alexia lanzó el trozo de pergamino a las llamas de la chimenea. No se podía creer que fuera a decirle eso en un mensaje... ¡Cómo podía atreverse! Él no la amaba, aquello no podía ser amor, sólo egoísmo... ¡Era un completo idiota!

-¿Lexy?- susurró una voz a su espalda

Se giró y vio allí a Remus Lupin con una sonrisa tierna que se reflejaba en sus labios. No lo dudó ni un segundo. Fue hasta él y se lanzó a sus brazos llorando desesperadamente.

-cariño¿qué pasa?

-es un idiota... me ha escrito... quiere que volvamos...

-quizá debas escucharle...

-¡eso lo dices porque es tu amigo!- le reprochó ella sin hacer ningún intento por apartarse de su lado

-él te ama, preciosa

-¡eso es mentira! Se ha acostado con otra...

-y eso es lo que te duele...

Ella se alejó de él al oírle mientras negaba con un gesto de su cabeza. Remus sonrió sin poderlo evitar al verla en ese estado y le secó las lágrimas con cariño.

-estás enamorada de él. Ambos os ibais a casar en breve... ¿por qué no aceptas que estás celosa y dolida?

-¿por qué le defiendes? Él no confía en ti- susurró a mala idea

-no, puede que eso sea cierto...- admitió con tristeza- pero yo sí confió en él y en lo que por ti siente. De no ser así, jamás le habría dejado el camino libre para cortejarte. Tú sabes lo que yo siento por ti y por qué te estoy dando refugio ahora.

-si de verdad me sigues amando, no vuelvas a defenderlo delante de mí... ¡para mi Sirius Black está muerto y enterrado!

oOoOoOoOoO

Estuvo esperando hasta que las primeras luces del amanecer le sorprendieron. Maldijo la cabezonería de su chica al recorrer el camino de vuelta a su apartamento. No le gustaba volver a él ahora que Alexia no estaba allí. Aún no entendía cómo podía haber sido tan tonto como para hacerle daño de ese modo. Él la amaba, estaba absolutamente convencido de eso.

-Te esperaba

Aquellas palabras le detuvieron. Frunció el ceño al ver parado delante suya a Remus Lupin. Hacía semanas que no hablaba con él por buenas razones... no creía en él y menos después de que Peter le dijera que perseguía a su chica. Una cosa era saber que mientras estudiaban juntos estaba prendado de ella, y otra muy distinta era echarle los galgos pocos días antes de fuera a convertirse en su esposa.

-Si no te ha enviado la Orden, mejor márchate. No estoy de humor, Lupin

-¿Tanto me odias que ahora ya ni eres capaz de pasar un minuto a mi lado, Padfoot?

-No quiero estar cerca de alguien que ha querido robarme a mi chica

-celos... ahora lo entiendo

-vete

Abrió la puerta y tras señalarle la salida, caminó hasta su salón. Quería beber un poco antes de irse a dormir. Prefería pensar estando solo y no mal acompañado.

-Lexy está conmigo

-¿qué?- gruñó mirándole a los ojos

-Cuando te abandonó a ti, se vino a mi apartamento.

-¿Cómo puedes deliberadamente venir a mi casa a decirme eso?- espetó enfrentándole

-ella es mi amiga y no tenía otro sitio al que ir.

-¡Podía haberse ido con Lily! Ella la habría aceptado, o incluso con Alice... ambas son sus mejores amigas.

-Lils y Alice acaban de tener un bebé, no quería ser una molestia

-claro y para ti no lo es¿verdad?

-no tienes por qué sentir celos de mí, sólo somos amigos.

-¡claro!- ironizó él mirándole con rabia- tan amigos sois que os acostáis juntos... ¡no soy idiota, Moony! Lo sé todo...

Remus le taladró con la mirada sorprendido. Al ver su expresión, a Sirius se le encendió una lucecita en su cerebro...

-nunca ha sido tuya¿verdad?

-desde que se decidió por ti, no he vuelto a besarla, Sirius, lo sabes.

-¡Merlín! He sido un idiota...

-¿por qué diantres pensaste que ella y yo estábamos juntos?

-siempre estás junto a ella... la haces reír... os abrazáis tanto...

-la amo, no te lo voy a negar...- confesó mirándole a los ojos- nunca he dejado de quererla, pero Lexy es tuya. Te ama a ti. Sólo estoy a su lado como amigo, no puedes negarme eso... no quiero nada más.

-Moony, yo...

-si hubiera querido robártela lo habría hecho hace ya tiempo, no ahora a una semana de vuestra boda. Se supone que me conoces...

-he sido un idiota...

-un poquito, Sirius

-¿qué puedo hacer para recuperarla?- preguntó mirándole a los ojos

Había metido la pata. Nunca debió dejarse convencer de aquello. Él tenía que haberse dado cuenta de que Alexia le amaba a él, y también tendría que haber confiado en Remus... era uno de sus mejores amigos... ¿por qué había tenido que pensar mal de él? No pudo evitar reírse de sí mismo al recordar la visita de Wormtail una semana antes... él lo había comenzado todo sin querer.

-¿qué pasó esa noche, Sirius?

-Moony...

-estoy intentando que Lexy te escuche, pero si no sé todos los datos será imposible.

-¿me has estado ayudando?

-somos amigos, querido perrito... ahora dime... ¿de verdad le has sido infiel?

Sirius bajó la vista arrepentido. No quería hablar de ello... no podía decirle lo que de verdad había pasado esa noche.

-entiendo...- sentenció Remus con voz queda

-no es lo que...

-déjalo...

-Remus yo la amo, creeme

-lo sé, pero está sufriendo mucho y se me parte el corazón verla así

-déjame verla...

-no puedo... no así...

-Moony, escúchame, yo...

-ahora mismo te odia... no confía en ti

Aquellas palabras se le clavaron en el alma. No quería que le odiase, él quería recuperarla... estar junto a ella para siempre¿por qué había tenido que liarlo todo aquella noche?; ¿Por qué se había dejado llevar por sus celos? Si pudiera ser otra persona... si pudiera cambiar el pasado... si tan solo él no fuese tan Sirius Black...

-¡Tengo una idea!- exclamó contento

-¿una idea tuya?- susurró Remus con una sonrisa- me da miedo oírte si quiera, amigo mío.

-En una semana Alexia y yo nos casaremos... Tengo que demostrarle que ella es la mujer que amo

-¿y cómo piensas lograrlo?

-haciéndole recordar las cosas que la enamoraron de mí...

OoOoOoOOoOo

Estaba completamente decidida. Se marcharía de Londres durante un tiempo. No quería estar allí cuando llegase el sábado siguiente... se suponía que ese día se iba a unir para siempre al hombre de su vida y no soportaría estar en la misma ciudad que él. Sabía que quizá con ello sólo estaba huyendo, pero poco le importaba. ¿Qué más da si la creían una cobarde?

Una vez tomada esta decisión, comenzó a preparar su equipaje. Y cuando lo tuvo todo, se apareció en la mansión de los Potter dispuesta a despedirse de ellos. Al fin y al cabo eran sus amigos y no quería marcharse sin haberles visto antes.

-Lexy...

Maldijo su mala suerte al ver delante suya a Remus. No había pensado en él al tomar la decisión de marcharse de la ciudad. Sabía que probablemente no se lo tomaría muy bien, pero no se iba a echar atrás. Ya era adulta y responsable, tenía que atenerse a sus propias decisiones.

-Remus, me marcho...- confesó directamente

-¿a dónde?

-al mundo muggle... estoy cansada de la magia. Quiero empezar de cero lejos de aquí...

-Lexy, yo...

-no intentes convencerme, por favor. Aunque quisiera no podría quedarme aquí... demasiados recuerdos...

-entonces has venido hasta aquí a despedirte...- sentenció él caminando hacia ella

-técnicamente sí

-¿estás segura?

-por un tiempo lo mejor es que desaparezca...

-es tu decisión...- suspiró él. La miró fijamente a los ojos y se vio obligado a preguntar:- ¿volverás?

Alexia le miró fijamente a los ojos y a continuación se encogió de hombros. En realidad no lo sabía. Había pensado en lo que sería su vida a corto plazo, del futuro aún no sabía nada.

-te mantendré informado, Remus.

-voy a echarte de menos

-yo...

-sé que no debería pedirte esto, pero... ¿puedo abrazarte?- inquirió tímidamente- te vas a ir y...

-sabes que no tienes que pedirme permiso para hacer eso

-te equivocas...- musitó con voz ronca- debo hacerlo cuándo el abrazo que tengo pensado es bastante personal, mi querida Lexy...

Ella no supo cómo reaccionar cuando segundos después se vio envuelta entre los fuertes brazos de su amigo. Desde la ruptura de su compromiso, Remus y ella habían estado muy unidos, y los abrazos y las muestras de cariño entre ambos se habían hecho una constante en su relación de amistad, pero lo que sintió en aquellos momentos entre sus brazos no era comparado a lo vivido antes...

-Remus, yo...

-perdóname...- susurró instantes antes de darle un beso muy dulce en los labios al que ella correspondió con suavidad

-no sé que decirte- confesó ella una vez se hubieron separado

-no digas nada. Sólo nos estábamos despidiendo...

-Remus, sé lo que sientes por mí y yo...

-eso está en el pasado. Te he besado por última vez... piensa que ha sido como un gesto de amigo

-los amigos no se besan en los labios

-nosotros sí...- afirmó sonriente- cuídate mucho... aunque creo que no es necesario que te lo pida. Sé que dentro de poco estarás bien

-¿y cómo...?

-un presentimiento...- acaeció sin que la sonrisa se borrase de sus labios

oOoOoOoO

Nervioso Sirius la observó en todo momento. De no ser por Remus no habría podido aparecerse allí justo a tiempo. Conocía perfectamente a Alexia y sabía que lo más probable fuera que ella se marchase lejos hasta aclararse sus propios sentimientos. Lo único que tenía que descubrir era cuándo iba a hacerlo para llevar a cabo su plan. Si aquello no le funcionaba, nada lo haría.

-Si sigues mirándola así terminarás a sus pies, Padfoot

-James¿qué haces aquí?

-dejé solas a las chicas para que se despidiesen... ¿sabes ya que Alexia se marcha?

-sí

-¿y piensas dejarla marchar?- inquirió James confuso- yo sé cuánto la amas y...

-tengo un plan, amigo mío

-me da miedo preguntar, pero... ¿qué plan has ideado?

Sirius sólo tardó cinco minutos en contarle de forma más o menos esquemática su plan. Su amigo se quedó asombrado ante lo que oía, pero no dijo nada. Sólo le deseó suerte pues sabía que la necesitaría.

-¿quién más sabe lo que vas a hacer?

-Sólo Remus...

-¡Me alegra que ya vuelvas a hablarle, Padfoot!

-Tengo que admitir que me puse celoso... y no tenía razón para ello. Moony nunca me ha traicionado...

-ya era hora de que lo entendieras... a mí me costó un rato comprenderlo también

-¿de qué hablas?- musitó Sirius confuso

-Antes de enamorarse de Alexia, Remus se quedó prendado de mi pelirroja

-¿qué?

-Fueron solo unos meses...

-¿por qué nunca me lo dijiste?

-Era un problema entre nosotros, Padfoot.- susurró encogiéndose de hombros- tardé, pero enseguida supe que Moony jamás haría algo que me hiciera daño.

-y después se enamoró de mi chica...- sentenció Sirius no muy contento

-no debes enfadarte con él. Tienes que entender que Remus no lo ha pasado muy bien... ¿Cómo te sentirías tú si las dos chicas por las cuales empiezas a sentir algo resulta que están destinadas a tus dos mejores amigos?

Frunció el ceño al oírle pero no le discutió nada. Si se ponía en la piel del lobito, no tardaba mucho en comprender que Prongs tenía razón. Nada de aquello había sido fácil para Remus, y menos con el asunto de su licantropía.

-cuando vuelva con mi novia...- aseguró convencido de que iba a lograr recuperarla- me ayudas a buscarle una buena mujer

-¿piensas hacer de casamentero?

-pensamos los dos- corrigió mirándole fijamente- tú me ayudarás, Prongs...

-No hay quién pueda negarte nada, amigo mío.

Con un brillo divertido en la mirada, Sirius observó cómo su amigo caminaba hasta su esposa y su pequeño y sonrió.

-inténtalo si quiera...

oOoOoOoooO

Era la tercera vez que Alexia y Lily se abrazaban. Ninguna quería separarse pues desde que empezaron el colegio, hará ya casi más de ocho años, habían estado siempre juntas... incluso en más de una ocasión habían realizado citas dobles con los dos merodeadores en fechas especiales... Ahora ni a la pelirroja, ni a la castaña le hacía mucha gracia estar separadas durante un tiempo indefinido.

-Voy a matar a Black...

-Lils...

-¡No tendrías que irte por su culpa!

-No es él, es por mí. No quiero estar aquí cuando llegue el sábado y...

-¿has intentado hablar con él?

-ni lo pienso hacer- juró mientras le veía fugazmente hablando con su mejor amigo- le odio. Me engañó y desconfió de mí... Sirius Black ya no existe para mí.

-Lexy... no sé qué decirte

-sólo dime que te cuidarás, y que cuidarás a este precioso bebé...

-sabes que lo haré...

-cuando vuelva más vale que ambos estéis bien...- susurró taladrándola con la mirada

-estaremos bien.

-¿por qué no ibas a tener que estar bien, preciosa?

Alexia saludó a James mientras este abrazaba a su mujer. En el fondo no pudo evitar sentir un pinchazo de celos al ver lo felices que ambos eran. ¿Por qué tendría ella que haberse enamorado del merodeador equivocado?

-entonces es cierto que te vas, castaña

-sí

-buen viaje entonces

-¡James!- le reprochó Lily- no le digas eso. Pareciera que no te importa que se vaya

-es que no le debería importar...- le ayudó Lexy- es cosa mía

-cuídate mucho- sentenció el chico de gafas- yo me encargo de este par de angelitos

La aludida miró sulfurada a su marido al oírle hablar así, pero no pudo decir nada para salir en defensa de su amiga, pues ésta ya se había inclinado para besar a Harry en la frente y para abrazarla a ella de nuevo antes de marcharse de allí sin mirar atrás.

-¿por qué la has tratado así?

-Cuánto antes se vaya, mejor. El plan no puede comenzar hasta que ella esté en el mundo muggle...

-¿qué plan?

-secretos, cariño

-James Potter, vas a decirme ahora mismo que...- un beso suyo impidió que siguiera hablando

-sé lo que hago y Sirius también. Nunca te rindas con Padfoot... puede que meta la mata mil veces, pero él solito sabe salir siempre airoso... ¡por algo es un merodeador, mi vida!

oOoOoOoO

Dos horas después. San Francisco. Territorio muggle.

Contenta con el cambio de horario del lugar, Alexia se dejó caer en el apartamento que había alquilado. Tras haber hecho los arreglos por teléfono se había aparecido allí para así ahorrarse tiempo y dinero muggle. Ese hecho mágico iba a ser el último que realizara durante varias semanas. Se había decidido a no volver a usar su magia, y no pensaba incumplir su palabra. Nunca lo había hecho y no iba a empezar ahora.

Tras acostarse y dormir un poco de siesta durante más de media hora, había decidido dar una vuelta por la ciudad para así conocer cada rincón oculto del lugar. Sin poderlo evitar, su primera parada fue en una tienda de libros. De pequeña le fascinaban, y sobre todo después de la semana que había pasado siendo novia de Remus en su sexto año en Hogwarts. Todo el tiempo que había pasado con él en la biblioteca había hecho mella en ella... No por nada ambos congeniaban tan bien como amigos.

-¿Quiere que la ayude en algo, señorita?- le preguntó el dependiente de la librería

-Oh, no se preocupe. Sólo miraba...

Quiso justificarse con algún comentario más ingenioso, pero se quedó paralizada al ver en una de las estanterías un libro que llevaba años deseando tener. Se trataba de un libro que narraba cuentos muggles de fantasía que su madre le contaba cuando era niña. Cuando ella murió había estado buscándolo entre sus pertenencias, pero por desgracia no lo había encontrado. Al parecer, su padrastro había decidido vender cualquier cosa que le hiciese sacar dinero, y entre esos objetos de los que se había deshecho estaba su libro.

Alzó su mano para cogerlo, pero su movimiento se vio interrumpido por otra persona que había visto el libro antes. Anonada contempló como una mano masculina se hacía con el ejemplar de forma elegante. No dudó ni un segundo en enfrentarse al individuo para que le hiciese el gran favor de cederle a ella el libro, pero se quedó sin respiración al contemplar su rostro.

-Tú...- gruñó con rabia- ¿qué haces aquí, Black? Ahora te dedicas a seguirme

-creo que me está confundiendo...- murmuró el chico con educación. Demasiada educación a juicio de Alexia- Sí soy un Black, pero no la estoy siguiendo. Ni siquiera la conozco, señorita...

-Simmons, Alexia Simmons... y por supuesto que me conoces¿a qué viene este juego, Sirius?

-no soy Sirius, señorita Simmons. Mi nombre es Regulus.-susurró mirándola fijamente a los ojos- Regulus Black

-¿qué?

-Por desgracia Sirius es mi hermano gemelo

Alexia le miró incrédula. Su primer instinto fue romperle en la cabeza el jarrón más cercano que encontrase, pero no pudo evitar dudar al fijarse en la ropa que llevaba el supuesto Regulus... ¿Desde cuándo Sirius vestía tan formal, con corbata y todo?. ¿Y qué hacía llevando gafas cuándo no las necesitaba?

-esto es una pesadilla...

-intuyo que no te llevas bien con mi hermano. No me sorprende. A veces suele ser un poco pesado pero es un buen chico...

-no me lo puedo creer. Tú no puedes ser Regulus... yo creía que el hermano de Sirius era menor... más pequeño que él¡Pero sois idénticos!

-somos gemelos, lo que pasa que a Sirius no le gusta que haya alguien que se parezca tanto a él. Por eso suele decir que soy más pequeño que él...

-no te creo... no puedo creerte... ¿qué haces aquí?

-vivo aquí desde que termine la escuela en Dumstrang...

-¿fuiste allí?

-sí. Mis padres no querían que hubiera dos Black idénticos en la misma escuela... cosas de familia...

-pero... ¿qué haces en el mundo muggle?

-no me gusta la magia- admitió- complica demasiado la vida.

Le miró incrédula. Sirius, el verdadero Sirius, jamás diría eso. A él le encantaba la magia, y nunca diría que le complicaba la vida.

-voy a volverme loca...

-si no me crees, llama a mi hermano.

-él no suele usar los chismes muggle

-Él no, pero me apuesto a que se encuentra junto a su mejor amigo¿no? Se supone que hace poco él se casó con Lilian Evans

-¿cómo sabes...?

-puede que Sirius y yo no nos soportemos, pero de vez en cuando nos escribimos. Somos hermanos al fin y al cabo.

Alexia le miró con cara de pocos amigos, pero al final terminó cediendo. De todas formas, no le quedaba otra opción y él lo sabía. En unos pocos minutos iba a descubrir la verdad de todas formas.

oOoOoOoO

Remus suspiró cuando vio a James hablando por teléfono con alguien. Al ver como le pedía que se acercase supo enseguida con quién hablaba. Tuvo un largo minuto para reflexionar si era correcto empezar aquello o no, pero al recordar el rostro decidido de su amigo al contarle su estrategia para recuperarla supo que no podría negarse.

-Es Alexia...- le indicó Prongs guiñándole un ojo- quiere hablar contigo, Sirius

-Dime...- contestó él inspirando hondo mientras se hacía un hechizo que cambiaba el tono de su voz.

-Eres Sirius Black¿verdad?- oyó que le preguntaba

-No hay nadie como yo, Exya

-¿ni siquiera tu gemelo?

-¿Has visto a Regulus? Yo creía que él ya no estaba en Londres¿a dónde has ido?

-No importa. Adiós

Dejó el auricular en la mesa aún sin poder sentirse muy bien. No le gustaba mentir a Lexy ni siquiera por su amigo, pero ya estaba hecho. Se dijo que lo mejor era que diera una vuelta para aclarar sus ideas. Él la quería sinceramente y hubiera hecho cualquiera cosa por hacerla feliz, y al parecer para ello tenía que mentir.

-James es hora de que yo...

-¿Por qué Remus Lupin tiene la voz de Sirius Black?

Se dio la vuelta y se quedó paralizado al ver a Jennifer Adams detrás suya. No la había visto desde Hogwarts y ahora estaba allí. Carraspeó comprendiendo que ella se había dado cuenta del truco que había llevado a cabo instantes antes.

-¡Jenny!- exclamó Lily abrazándola- Pensé que ya no vendrías

-no encontraba el lugar...

-¿por qué no...?

-no veo- musitó ella- un hechizo que me salió mal

-lo siento, yo no...

-no hay problema...- la excuso ella- me estoy acostumbrando

Remus no supo qué pensar al oír la tristeza que emanaba de ella al decir aquello. Nunca se había llevado bien con Jennifer pues en el colegio ella era una de las chicas más populares, y por lo tanto no se había sentido cómodo a su lado. Prefería pasar el tiempo con sus amigos y con Lexy... ahora al ver a la rubia de esa forma, pensó que quizás no había sido muy justo. Nunca se había metido con ella, pero tampoco se había molestado en conocerla, y eso no era propio de él.

-¿me dirás ahora porqué has fingido ser Sirius?- le preguntó la chica cuando se hubieron quedado solos

-yo... es un favor...

-¿mentir a la chica de Sirius es hacer un favor?

-¿cómo sabes que...?

-al perder la vista, mis otros sentidos se han potenciado... oí su voz a través del teléfono y además, la llamaste Exya. Sólo Sirius la llama así a ella...

-cosas de Padfoot, no le busques explicación

-¿así planea recuperarla?- inquirió ella suspicazmente

-¿Cómo sabes que él...?

-yo soy la rubia que pasó la noche con él, Remus- admitió serenamente

oOoOoOoO

-¿Te convences ahora que no te he mentido?

-Sí...para bien o para mal, sólo él me llama Exya...

-¿Exya?- repitió Sirius

-tu hermano siempre ha querido ser original...

No le gustó oírla hablar con aquél tono tan triste en su voz y se maldijo a sí mismo por haberla defraudado tanto. Él la amaba y estaba haciendo aquello para demostrarle que podía confiar en sus sentimientos. Agradecía a Prongs y a Moony por haberle encubierto hace un rato al teléfono. Conocía tan bien a su chica, que sabía que ella no se conformaría con verle vestido de forma distinta y con gafas. Sabía que querría comprobarlo... y por suerte todo había salido bien. Alexia le había creído... tenía un punto a su favor.

-no te molesto más. Perdona por haberme puesto en medio...

-espera...- le pidió él rozando su mano- no te vayas

-yo...

-querías este libro¿verdad?

-sí, pero...

-creeme yo no tengo nada que ver con el Sirius que conoces... no soy como él.

-supongo que tienes razón- acaeció- aún así... eres casi igual y...

-no me juzgues tan pronto¿sí? Conóceme primero...

-no creo que...

-ven conmigo- le pidió él volviendo a tomar su mano con delicadeza- leamos algún pasaje de este libro juntos.

-¿te gustan las leyendas muggles que ahí se narran?

-por algo lo he cogido, Alexia

-te acabo de conocer y...

-sé que no es lo correcto, pero quiero demostrarte que soy distinto que mi hermano. Confía en mí...

-¿vas a dejarme terminar alguna frase?- suspiró ella mirándole con una sonrisa

Sirius sonrió con ella deslumbrado por su sonrisa. Todo lo que estaba haciendo merecía la pena si lograba oír de nuevo esa risa de sus labios.

-no conozco a nadie. Supongo que será buena idea tener un guía por aquí...

-No te arrepentirás, Alexia- le juró él besándole formalmente su mano

-Eso espero


Continuará...

¿qué tal salió la cosa?

Espero que gustase (al menos un poquito)

Un abrazo

xxlizzie